El Otoño en el Bosque de la Pardina del Señor.
Quinientos metros al oeste de Fanlo,
Barranco Chate, Pardinas del Señor y Vallarín, Buesa y Camino del Cajicar a Sarvisé.
22-10-2017.
Desnivel ascendido 500 m.
Desnivel descendido 1000 m.
Distancia recorrida 17000 m.
Tiempo efectivo 04:30 h.
Sol.
Muy fácil.
Se trata de un recorrido por un bosque
mixto en otoño, con camino transitado y bien señalizado que carece de
espectacularidad colorista a causa de la ausencia casi total de cerezos. Se puede hacer en cualquiera de los dos sentidos combinando dos coches.
Agua en el Barranco Chate y en los
torrentes que se atraviesan, según costumbre y condiciones de la temporada en
concreto. Mejor llevarla.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Fanlo procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Con
la llegada del Otoño los bosques de caducifolias mudan el color de las hojas de
sus árboles antes de perderlas. Son unos momentos espectaculares en los que el
bosque se llena de colores que suponen un poderoso reclamo para los visitantes
de los mismos.
Conocemos
el Otoño en el Valle de Tena, en Canfranc, en Ordesa y en Irati por poner
algunos ejemplos y hoy 22 de Octubre de 2017 sucumbimos a la llamada del
últimamente popular Bosque de la Pardina del Señor y nos vamos a otoñar.
descendiendo hacia el Barranco Chate.
Se
trata de un camino lineal sobre las orillas del Barranco Chate que se puede
cerrar en una circular poco interesante a base de 12 kilómetros de carretera
pero que en la práctica se acostumbra a hacer combinando un par de vehículos.
Se puede recorrer en cualquiera de los dos sentidos y nosotros elegimos el más
light que saldaremos con alrededor de 500 metros de ascenso acumulado y casi
mil de descenso. La mayoría de la gente lo acostumbra a hacer así.
Pasaderas para cruzar el Barranco Chate.
Son
las nueve menos cuarto de la mañana cuando aparcamos orillados en la carretera
medio kilómetro al oeste del cruce-desvío al Caserío de Fanlo, estamos a 1350
metros de altitud.
El
camino, debidamente acartelado de amarillo y balizado de rojo y blanco puesto
que se trata del GR15., parte de la carretera y con repetidas vueltas se ahonda
al oeste en busca del barranco.
Espectacular roble de camino a la Pardina del Señor.
Tras
un tramo de vueltas cortas en medio de un bosque mixto en el que abunda el
pino, las lazadas se amplían y el camino se ensancha bastante transitado y
humedecido por las recientes lluvias.
Poco
después alcanzamos el lecho del Barranco Chate y lo atravesamos utilizando unas
buenas pasaderas para alcanzar la orilla derecha del mismo por la que proseguiremos al oeste más o menos
paralelos al barranco pero sin visualizarlo ya en ningún momento.
Robles perfilados a la luz de la mañana.
Poco
después atravesamos un barranco tributario del Chate, al rato otro de los
varios y repetidos que atravesará el camino. En este tramo y con sotobosque de
boj aparecen con el pino los fresnos los arces y los avellanos; también algunos
abetos y las primeras hayas salpicadas de abedules.
En la arruinada Pardina del Señor.
El
camino es un continuo sube y baja muy llevadero hasta que alcanza la arruinada
Pardina del Señor que ha sucumbido al asedio de los fresnos.
Hemos
empleado una hora hasta aquí y una tablilla indicativa nos conmina a continuar
alternando tramos sucesivos muy frondosos orientados al sudoeste y al nordeste,
de crestón a barranco y suma y sigue.
Hayedo de camino a la Pardina Vallarín.
Hay
un tramo en el que aparece un profundo hayedo con sus impresionantes velas
colgadas en el infinito de un cielo azul al que se asoman algunos cirrostratos.
El día ya ha perdido el frescucho que nos ha regalado la sombra temprana de la
mañanada.
El Bosque de la Pardina del Señor nos ofrece imágenes deliciosas.
Otra
hora de camino, más descendente que otra cosa aunque alterne pequeños ascensos,
nos deposita en una sucesión de pequeñas edificaciones arruinadas que creo
forman parte de la Pardina Vallarín junto a las que aparecen los primeros muros
de piedra seca tapizados por las hiedras y los musgos.
Fuente en uno de los muchos barranquillos que aportan aguas al Chate.
Enseguida
llegamos una zona de prados a la que también llega una pista de servicio por la
que no continuaremos. Tras atravesarlos y rodeando el último nos sentamos a
echar un bocado al sol de la mañana. Son las once y cuarto.
El más alto de los Prados de Bun.
Poco
después nos cruzamos con tres navarros: Andrea, David y Josean que van en dirección contraria a la
nuestra. Charlamos un poco con ellos y cuando ya nos hemos separado se me
enciende la bombilla. Les llamo y les doy la llave de nuestro coche, nosotros
les esperaremos en Sarvisé y así nos evitaremos todos de hacer dedo para
recuperar los coches.
Luces y sombras en los Prados de Bun.
Algo
después alcanzamos una zona más soleada
y seca, orientada al sur y con vegetación menos espléndida en la que aparecen
las genistas y son asiduas las zonas aterrazadas a base de muros de sostén
entre los que se ha desarrollado un importante robledal.
Robles.
Arces,
Nos
cruzamos con Menchu, una antigua compañera de trabajo que viene desde Buesa
para darse un paseo, echamos una charradeta y continuamos.
Rusco con frutos.
Visualizamos
la carretera al este de Sarvisé con los Llanos de Planduviar y Manchoya
coronándolos y enseguida alcanzamos una pista que viene del este y que nos
llevará a Buesa tras un kilómetro prácticamente llano y en perfecto estado
cubierta de glan, perdón, de bellota.
Verdiamarillo de la hoja del arce.
Va
a ser la una y cuarto cuando llegamos a Buesa tras haber recogido unos puñados
de endrinos maduros para hacer pacharán. El camino de entrada al pueblo es un
pedregal escandaloso.
El camino finalmente alcanza una pista que sube a Buesa.
No
recordamos nada del pueblo que visitamos hace unos años cuando subimos a Punta
Trallata pero junto a la iglesia, un poste indicador nos invita a abandonar el
GR. que continúa hasta Broto y tomar el Camino del Cajigar, un PR. que baja
directamente hasta Sarvisé.
Llegando a Buesa.
Llano de Planduviar junto al Ara.
El
camino, para hacer honor a su nombre desciende a destajo por el robledal que
llevamos transitando desde un buen rato antes de llegar a Buesa. Es un robledal
maduro al que le faltan los ejemplares progenitores. Descendemos vuelta a
vuelta por camino terroso mientras vamos contemplando Sarvisé a nuestros pies.
Pasamos junto a los depósitos de agua del pueblo y nos llegamos al mismo por su
entrada oeste.
El sombrío de un robledal maduro en otoño.
Son
las dos menos cuarto. Caminamos unos metros hasta el centro del pueblo y en el
parquecillo nos sentamos en un banco a comer, a descansar y a esperar. Lo
haremos durante un ratillo hasta que finalmente llegan los navarros con nuestro
coche. Entre tanto tendremos tiempo sobrado para recuperarnos del paseo que
estimo habrá sido de alrededor de 17 kilómetros.
Malvas de amizcle cerca de Sarvisé.
Hay
una importante movida en la carretera de Fanlo pero es en sentido descendente,
tan solo cuatro coches partirán hacia arriba y consecuentemente constatamos que
ha sido un error la elección del sentido de la actividad en función de
recuperar el coche haciendo autoestop
Otra
charrada de monte que es lo común y tras
darnos las gracias mutuamente nos despedimos para proseguir cada cual a lo
suyo. Nosotros volveremos por Cotefablo para dar una vuelta por la Feria de
Biescas y a las siete y media en casa.
Hola Mariano, soy Josean, uno de los tres navarros . Muchas gracias por la gestión del coche. Si no , no habríamos llegado a la hora que queríamos a Pamplona..
ResponderEliminarTe ha quedado muy bien la ruta, muy bien explicada y con muy buenas fotos.
Espero que os haya ido hoy bien, desde luego el día es inmejorable...
El blog ya lo conocía pero ahora lo seguiré con especial interés. Veo que trepáis con facilidad y seguridad...
Esta es la página donde pongo las fotos: https://www.flickr.com/photos/jaecheve/
Todavía no he descargado las fotos de ayer y no sé si habrá alguna foto destacable porque en esta ruta nos fácil ya que al ir encerrado en el bosque, las vistas son muy limitadas..
Un abrazo y hasta la proxima.
Josean.
¡Hola Josean!
ResponderEliminarMe faltan los otros dos nombres, siempre los incluyo con discreción por cortesía. El monte es algo vivo y con personas.
He echado una visual brevísima a tu blog. Una primera cosa es que buscas las fotos con detalle: me gustán y trataré de disfrutarlas; la otra es que creo haber visto en alguna parte la foto que tienes de Fanlo.
No hemos ido hoy porque anunciaban hielo a esa altitud, teníamos que ir por la mañana sin demasiado tiempo y había que cruzar sí o sí la cascada. Iremos mañana.
¡Que vaya bueno, trío y que nos volvamos a ver algún día!
Mariano, los otros dos eran David y su hija Andrea.
ResponderEliminarSi necesitas alguna vez alguna de las fotos para ilustrar alguna de tus rutas no tienes más que pedirla. Mi correo es ja_eb@hotmail.com
Un saludo.
Ya los he incluido.
ResponderEliminarMil gracias Josean, no te digo que no pues en alguna ocasión he recurrido a Google para ilustrar alguna cosilla referenciándolo convenientemente, aunque las fotos que cuelgo son solamente para el recuerdo y poco tienen que ver con las que tú haces.
Hoy hemos estado en la Diagonal del Fraile en la Pared de Bachimaña. Ha salido bastante más fácil de lo que presuponíamos a pesar del enorme caudal de la Cascada del Fraile.
¡Que vaya bueno!
Acabo de ver la subida de la Diagonal del Fraile...Interesante como subida alternativa pero no en sí misma...¿no?
ResponderEliminar¡Hola Josean!
ResponderEliminarNo se trata más que de un capricho personal pues en el fondo comparte con la normal sobre el 80% del recorrido. Unicamente sirve para desmitificar una pared que nos ha intimidado algo a todos y que todos hemos visto infinidad de veces. Confirma la idea de que en el monte hay muchas más posibilidades de las utilizadas con asiduidad. A pesar de lo dicho no hay que olvidar que ofrece unas imágines inéditas de la Cascada del Fraile.
¡Que vaya bueno!