19 feb 2018

14-18. UN VERDE VARIADO Y COMPLICADO. 18-2-2018.


Punta Fobarabach y el Verde O Faceras desde la Comba Norte. 

Estación de Esquí de Panticosa, Puente la Zoche, Costera Plañueñas, Comba Norte y Cima del Verde. Descenso al Collado del Verde, Ibón y Refugio de Sabocos y Pistas de Panticosa.
18-02-2018.
Salida 09:30 h. Llegada 15:45 h.
Mixto.
Bastante fácil.
Esquí de montaña.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa del Verde procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Tras un par de días primaverales con lluvia incluso en altitud, han bajado las temperaturas y aunque no demasiado, supongo que lo suficiente para cargarse la nieve polvo en los lugares donde la ha habido que no han sido todos; en estas circunstancias tienes asegurado que la jornada en la nieve puede no ser de lo más deseado y ya puestos, nos iremos al Verde.
            Es domingo 18 de Febrero de 2018 y en previsión de atascos de tráfico madrugamos un poco. Como premio no los tendremos y a las nueve y cuarto estamos en Panticosa. Un cuarto de hora después iniciamos camino porteando los esquís por la parte trasera del Edificio del Teleférico de Panticosa.

Media hora de camino y estamos en el Puente de la Zoche.

            El camino transita por la Orilla Derecha del Bolatica, arranca a 1150 metros de altitud, una altitud que te asegura un porteo interesante y tras un tramo algo áspero y medianamente ascendente llanea más agradable, en dirección este y con el sol en la cara en busca del Puente de la Zoche.
            En media hora alcanzamos el puente  y tras pasarlo entramos en el camino que se eleva en busca de los Prados del Verde.

Las Terrazas Inferiores están limpias de nieve.

            Remontamos una cincuentena de metros con cuidado pues la nieve algo transitada está muy dura presentando un rehielo importante y alcanzamos de nuevo el sol entrando a las terrazas abancaladas de la Norte del Verde.

Hay una buena huella de nieve dura que subimos con cuchillas.

            Tenemos por descontado un  porteo de tres cuartos de hora al menos y por allí andará cuando calzamos esquís para descalzarlos inmediatamente en un pequeño tramo insalvable.
            Hay huellas un poco por aquí y por allá con las que subimos unas primeras terrazas con márgenes nevados y superficies medio limpias hasta que se impone una huella que seguimos para superar las terrazas más altas.

Por encima de las terrazas hay que buscar la nieve.

            La huella es vieja está lavada por la lluvia y dura incluso aquí abajo y enseguida nos deja claro que hay que poner cuchillas y lo hacemos; con este asuntillo no contábamos, pero es lo que hay y nos va a suponer un esfuerzo considerable.

La lluvia y las altas temperaturas han hecho estragos en la nieve.

            Subimos un poco más al este de lo que acostumbramos  ya que las zetas, muy bien trazadas, buscan las zonas de nieve más continua. Con ella alcanzamos el Rellano Intermedio bajo la Zona de Bloques en la que la nieve de nuevo se hace discontinua, discontinuidad que se prolonga más arriba en la Zona de la Travesía por encima de los Grandes Bloques.

Llegando a la Zona de Grandes Bloques de la Costera Plañueñas.

            Una pareja con perro va delante de nosotros, he reconocido sus huellas desde el comienzo del camino pero llevamos unos ritmos similares y no coincidiremos con ellos hasta la cima.


En la Travesía para acceder a la Cuenca Norte del Verde.

            La Zona de Bloques con la gran piedra característica, la Costera Plañueñas,    sombría todavía tiene la nieve muy dura y la zona  destrozada en los descensos con nieve blanda de jornadas anteriores, lo que no pasa de ser un pequeño incordio en el haber del día.


La Huella sigue dura para arriba y aparece cierta nubosidad.

            En la travesía para entrar a la Comba Cimera del Verde  falta la nieve en los crestones que pasamos con cuidado en medio de una maraña de huellas en plan sálvese quien pueda. Más allá aparece la nieve continua que ya era hora. Son las once y media de la mañana.  Estamos sobre los 1800 metros de altitud.

El Verde a pesar de todo está vestido de blanco. 

            La huella, muy transitada, sigue perfectamente trazada y dura como una calzada pero generalmente se sigue bien si te olvidas del incordio de levantar esquí y bota cada paso sin poder deslizar. La pareja que va delante con un esquiador ha cargado los esquís en la mochila y continúan ambos a crampón, lo que me sorprende un poco pero…

Hay que remontar con paciencia pues el Verde espera. 

            La comba no anda sobrada de nieve pero a pesar de ello presenta un aspecto magnífico diríase de merengue si no fuera por la dureza de la nieve que en las zonas sin pisar empieza a presentar cierta amabilidad: es un día divino para el crampón.

Amplias zetas bien trazadas en la Norte del Verde.

            Entra cierta nubosidad poco estable de momento pero tras hacer una breve parada para echar un dulce con un café alcanzamos y dejamos abajo Punta Fobarabach elevándonos en busca de la cima ahora evolucionando hacia la parte este de la comba.

Punta Fobarabacha ya ha quedado por debajo.

            Una última diagonal pone fin a un ramillete importante de zetas y nos deposita en la arista cimera por la que avanzamos al sur en busca de la cima. Charlamos un poco con la pareja que se vuelve por donde ha subido mientras que nosotros alcanzamos la Cima del Verde o Punta Faceras situado a 2287 metros de altitud.

En la Arista Cimera del Verde.

            Es la una y cuarto quiere empezar a bolisnear pero a pesar de ello y de la intermitente brisa que viene del noroeste no se está mal. Hacemos unas fotos  y preparamos nuestra transición.

Cima del Verde o Fazeras.

            Mi chica tiene ganas de esquiar la comba con esa nieve que solamente se esquía en sueños y como que hoy no va a ser y de allí para abajo solamente aguardan que problemas y porteos vamos a continuar hacia el Collado del Verde para entrar a la Estación de Esquí de Panticosa.

Ibón de Sabocos y Mandilar desde la Cima del Verde. 

            La pala inicial orientada al este tiene muchas huellas hechas con nieve blanda, pero soleada en la primera parte de la mañana, la nieve no está mal y Tras una zona un tanto arrellanada continúa con una diagonal en busca del lomo que baja hacia el Collado del Verde en dirección sur.
            No hemos trazado más que los primeros giros cuando esa nubosidad que ha ido creciendo paulatinamente se echa encima de nosotros y nos sustrae la visibilidad.  Nieva muy débilmente  pero ese no es el problema pues hay que deslizarse sobre un manto lechoso sin ninguna relevancia en el que alterna la nieve un poco costra con la dura de algunos esquís.

Bajando hacia el Collado del Verde sin visibilidad.

            Alcanzamos con algunos problemas el Collado del Verde situado a 2090 metros de altitud, nosotros creemos que hay que continuar por el declive próximo al pico de donde estamos bajando pero algunas huellas de esquís marchan directamente hacia el Ibón de Sabocos.  Poco después estamos sin huellas, sin ninguna visibilidad y sin perspectiva de continuación  decidimos cortar por lo sano: cargamos los esquís en la mochila y nos vamos para abajo a ciegas esperando no meternos en algún berenjenal.

Allí abajo tiene que estar el Ibón de Sabocos.

            Las huellas que hemos abandonado terminan por coincidir en el declive que suponíamos como el camino más lógico para bajar al ibón  y con ellas nos llegamos al Refugio de Sabocos en la orilla del ibón del mismo nombre a 1900 metros de altitud. Van a ser las dos y cuarto.

En el Refugio de Sabocos.

            Comemos sentados dentro del refugio que está fresquillo y limpio lo que nos proporciona un pequeño descanso. Veinte minutos después ponemos pieles e iniciamos el último remonte del día.
            Una huella que seguimos se eleva al oeste coronando un promontorio en medio de una profunda niebla de la que nos saca los remontes de Sabocos que aportan algo de profundidad y perspectiva.
            Desde la base de los arrastres no hay más que seguir cansinamente por la orilla de la pista hasta alcanzar la confluencia con la que baja de Mandilar donde quitamos pieles y nos echamos pista abajo con ganas de finiquitar la jornada.

La Oeste del Verde. Nada que ver con tan solo hace un rato.

            El descenso, en otras ocasiones agradable, no tiene más historia que perder altitud ganando visibilidad  con frecuentes paradas puesto que las piernas llevan un tute interesante y en estas circunstancias el esquí tiene más de suplicio que de placer.
            Petrosos, Estrimal… a las cuatro menos cuarto estamos en el coche: al menos nos hemos evitado el porteo de vuelta que habría estado por encima de la hora.
            Hoy ha sido una circular a un Verde variado y complicado en el que los alrededor de 1200 metros de desnivel acumulado no ha sido lo más significativo. ¡Otra vez será!


Para ver más fotos.

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