La Oeste de Estibafreda.
Pista y Cabaña de Ardones, Coroneta,
Pala Lorruegos, Cimas de Espacs y Royero, Collado e Ibones de Ardones, Pico
Estibafreda, Loma de Cuellogordo y pista hasta el Ampriu.
21-06-2018.
Salida 07:15 h. Llegada 13:15 h.
Sol.
Muy fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa de Estibafreda procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Bajados
del Aneto y una vez colgado el proyecto de subir al Alba con los esquís,
ojeamos el mapa para fijarnos en Quillón pero el desconocimiento y más el
desnivel nos invita a buscar algo más cómodo que puede ser por Ardonés.
Nos
bajamos y subimos seguidamente a Cerler, cenamos en medio de una calima
mosquitera inigualable y nos subimos a dormir al Ampriu para pasar la noche más
fresca.
Iniciando la Pista a la Cabaña de Ardonés.
Así
será hasta que nos despertamos, sin llorar ni nada, al 21 de Junio de 2018,
comienzo oficial del Verano, cuando son las seis y media de una mañana
espléndida.
Media
hora después nos bajamos alrededor de un kilómetro para aparcar frente a la
entrada de la Pista de la Cabaña de Ardonés a 1870 metros de altitud. Se puede
subir con coche hasta la cabaña pero
queremos caminar un poco.
Acercándonos a la Cabaña de Ardonés.
La
pista en buen estado asciende suave y paulatinamente en dirección norte para tras pasar el
praderío verde que revienta, introducirse en el Pinar del Ubago de Ardonés y
rodeando la arista girar al este allanándose en busca del Barranco del Ubago,
lugar donde iniciamos en su día el ascenso a Pasolobino y Castanesa con los
esquís, tras cerca de 3 kilómetros.
Bajando para cruzar el Barranco del Clotet.
La
pista gira de nuevo al norte y en suave ascenso llega a la Cabaña de Ardonés,
un kilómetro más allá y situada a 2070
metros de altitud donde termina la pista, lo que sigue y muy brevemente es prácticamente
intransitable.
Precioso ejemplar de adonis vernalis u ojo de perdiz en Ardonés.
Echamos
una ojeada a la cabaña recubierta por un plástico azul y proseguimos en busca
del Barranco del Clotet donde desaparece la pista para reaparecer en la otra
orilla y elevarse al oeste en busca de la Pala Lorruegos y más allá del
Barranco Mascarada hasta Picalbo.
Prado de pulsatillas y ranúnculos del pirineo en la Coroneta.
En
la Loma Lorruegos, abandonamos la pista e iniciamos el ascenso por el praderío,
en dirección nordeste para pasar por la Coroneta colonizada de flores de viento
y ranúnculos del pirineo.
Remontando hacia Espacs.
Hemos
localizado algún hito rojo y en el resalte siguiente encontramos algunos más y
un caminillo que serpentea para superar el resalte y allanarse loma arriba en busca de la Arista
Oeste de Vallibierna conocida como la Sierra Negra, nombre posiblemente debido
a la coloración de los materiales que la componen.
La arista hacia Espacs.
Se
trata de una loma metamórfica compuesta por abundantes pizarras astilladas y
ralo praderío que se eleva paulatina y suavemente en busca de un nevero
residual en la cabecera de la sierra, origen del Barranco Mascarada que
llevamos a nuestra izquierda.
En
la cabecera del barranco lo cruzamos y nos vamos directamente hacia la aparente
cima, al oeste del nevero en el que aparecen algunos hitos.
Royero y Vallibierna desde Espacs.
La
arista se alarga hacia el oeste bastante llana y débilmente erizada hasta alcanzar una prominencia con hito. Se trata de la Cima
de Espacs, Espax o Igea, situada a 2551metros de altitud. Un poco más al oeste y antes de que la arista se
ahonde se encuentra el Vértice Geodésico desde el que contemplamos un paisaje ciertamente
amplio mutilada por creciente nubosidad que oculta las cimas de Eristes,
Posets, Perdiguero, Portillón y Maladeta.
Aneto desde Royero.
Son
las nueve y media, hacemos algunas fotos y nos damos la vuelta sobre nuestros
pasos, yo lo haré dos veces ya que olvido mi bastón y tendré que volver a
recuperarlo.
Se
trata de una loma que se amplía hacia su punto bajo sobre los 2500 metros para
remontar muy suavemente y en dirección este una loma amplísima que nos deposita
en la imperceptible Cima de la Tuca Royero situada a 2548 metros de altitud.
En la Tuca de Royero.
Son
las diez y cuarto y en el único lugar de la planicie en la que aflora una
camionada de rocas nos sentamos a almorzar mientras contemplamos el paisaje y
el jugueteo de las nubes con el mismo. Contemplamos especialmente los Picos de
Quillón que están frente a nosotros al otro lado del Valle de Vallibierna.
Bajando hacia los Ibones de Ardonés.
Media
hora después continuamos al este
descendiendo muy suavemente para alcanzar el amplio y amable Collado de
Ardonés en el que se encuentras los tres ibones del mismo nombre, uno de los
cuales está prácticamente colmatado.
Macizo de la Maladeta desde uno de los Ibones de Ardonés.
Pasamos
entre medio de los mismos a 2510 metros
de altitud y proseguimos adelante ahora en suave ascenso sobre la naciente
Arista Oeste del Estibafreda que luce un nevero residual en su vertiente
noroeste que se alarga a nuestro encuentro.
Atrás se han quedado los Ibones de Ardones subiendo a Estibafreda.
No
es preciso pisar la nieve ya que la loma se mantiene limpia y transitada por un
caminillo sobre base metamórfica terrosa que nos deposita en la Cima del Pico
de Estibafreda situado a 2694 metros de altitud cuando son las once y cuarto de
la mañana. Hemos venido hasta aquí a petición expresa de nuestra chica que ayer
estaba muy cansada pero poco se nota hoy.
Casquete Somital Oeste de Estibafreda.
En
la cima hacemos algunas fotos, contemplamos la elegante arista que se alarga
hasta Roques Trencades y Castanesa, recordamos nuestra travesía que vendría a
parar hasta aquí y sin más ponemos rumbo sur y nos vamos ladera abajo. Se puede
bajar por cualquier parte pues se trata de una ladera metamórfica absolutamente
uniforme, completamente pelada de vegetación y vestida por un potente nevero
que se ahonda hasta conformar la Rama Norte del Barranco Ubago.
En la Cima de Estibafreda.
A
medio descenso del casquete somital evolucionamos un poco al oeste, mis socios
tomarán el barranco y yo me alargaré hasta las inmediaciones de Cuello Gordo
para descender por la loma que se alarga al sur vestida de praderío y por la
que hiciéramos nuestro descenso con los esquís en la ocasión anterior.
Quillón tendrá que esperar.
Acabado
el amplísimo dorso, descendemos los resaltes herbosos siempre alejándonos del barranco que se
ahonda a nuestra izquierda, alternamos algunas terrazas con resaltes siempre
cubiertos de verde pasto hasta que alcanzamos el hombro divisorio entre Ubago y
Ardonés.
La Sur de Estibafreda.
Desde
allí divisamos la Cabaña de Ardonés ya muy próxima y nos echamos a la
pista por la vertiente del Barranco
Ubago alcanzándola por un lugar con poco corte y ya próximo al puente sobre el
barranco.
Barranquillo en busca de la Pista de Ardonés.
Desde
allí, son las doce y cuarto, solo queda que desandar la pista para llegarnos al
coche en una hora de camino tranquilo liquidando nuestro paseo parcialmente
circular con alrededor de 900 metros de desnivel acumulado.
La subida cómoda a Cuello Gordo con perspectiva frontal.
Luego
nos bajaremos al Barranco del Ampriu y nos pegaremos un remojón con ganas;
después en una sombra próxima a Cerler echaremos unas cervezas y picotearemos
al gusto a modo de comida y a las cuatro en casa sin pasarte a verte como
acostumbramos mamá, pero me he acordado mucho de ti, Benasque ya no está tan lejos como estaba en
el siglo pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por tu comentario! Responderé tan pronto como lo localice.