Bramapán desde Vió.
Carretera de Buerba a Escalona, Tozal
del Paco, Arista Noroeste, Bramapan, Lobos, Siarra, Gallisué, Camino de la
Sardinera y Barranco Arpio.
10-12-2018.
Salida 08:45 h. Llegada 12:45 h.
Sol.
Juan Castejón y Mariano Javierre.
Mapa de Bramapán procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Diciembre
lleva camino de ser un nefasto mes y quizás sea de los peores que recordamos
pues todavía no hemos salido al monte. Aprovechando que mi chica no está para trotes, Juan y yo marchamos a Bramapán, es 10 de
Diciembre de 2018.
Hemos
elegido de entre nuestra cartera de pendientes intentar la circular a Bramapán,
aprovechando que ella no viene, ya que nos esperamos algunos tramos sin camino
y jabalinear pues como que le pone más bien poco.
Comenzamos el camino desde un kilómetro más al sur de Buerba.
De
Sabi a Buerba hay hora y cuarto para nosotros. La carretera, la de siempre,
está como siempre y con sus tramos húmedos tanto antes de llegar a Sarvisé como de camino a Fanlo o más arriba hacia Vió
y son las nueve menos cuarto cuando aparcamos en un pequeño ensanchamiento de
la Carretera de Sarvisé a Escalona por el Valle de Vió, un kilómetro más abajo
del pueblo donde hay un cartel que anuncia una casa rural.
La Noroeste de Bramapán desde el Tozal del Paco.
De
la orilla este de la carretera parte una línea de hitos que vamos a seguir. Hay
un caminillo una decena de metros antes cerrado con una cuerda de plástico que
será por donde volveremos.
El
camino arranca a 1150 metros de altitud,
no estábamos seguros de que existiera, y
se introduce en el pinar en dirección oeste por un transitado camino que asciende
impíamente y no solamente como pesado inicio de camino.
Vista atrás hacia las Tres Sorores.
Ascendemos
por un espeso pinar un poco hacia el norte para zetear luego brevemente y
alcanzar, un poco a canasta pasada, la vestida cima del Tozal del Paco situada
a 1344 metros de altitud. Se trata de una cima alargada y ahogada por el pinar
que a duras penas nos permite una vista traslúcida de Bramapán.
En la Arista Norte de Bramapán.
Hay
que perder algo así como una veintena larga de metros mientras contemplamos el
casquete somital del pico y alcanzar un amplio collado desde el que, de nuevo, el camino se empina
fuertemente.
Cerca de la Cima de Bramapán.
Ascendemos
junto a un crestón calizo hasta que lo abandonamos para faldear un poco a
nuestra izquierda y proseguir el ascenso en busca de otro crestón que será la
arista noroeste del pico.
Desde
la arista contemplamos la depresión del Barranco Arpio que baja hasta el de
Añisclo y continuamos ascenso bien a toda cresta en la que hay afloraciones y
resaltes calizos o con tramos faldeados un poco en el flanco sur.
La Arista Norte de Bramapán que estamos subiendo.
Son
las nueve y media de la mañana cuando alcanzamos la Cima de Bramapán situada a
1546 metros de altitud. Se trata de un balcón ciertamente interesante desde el
que contemplamos la cadena blanca distante que arranca con la Partacua, pasa
por Tendeñera y se acerca con Ordesa, Marías, Tella, Suelza, Cotiella, Llerga,
Solana y Montañesa; aunque nuestro interés está centrado en Sestrales, la Punta
de las Puertas que también llama ¿¡el Fraile¡? según reza el Mirador de Vió y
el Garrot del Diablo de gratos recuerdos. También al sur Santa Marina y la
arista que nos tiene que llevar a Gallisué.
Foto de Cima de Bramapán.
Hacemos
algunas fotos y poco después tras observar la arista que conduce a Puntas Lobo
y Siarra continuamos al sur.
Hacia Punta Lobo y Siarra.
Si
hasta aquí hemos disfrutado de las facilidades del camino a partir de aquí, el
camino desaparece y tendremos que evolucionar por donde el medio nos permita.
Llegando al Collado de Bramapán.
Bajamos
por las inmediaciones de la arista en una pendiente prima hermana de la que
hemos subido hace un momento y aprovechando que la vegetación compuesta de
bojes, genistas, sabinas, pinos y encinas no es muy espesa, lo hacemos con
facilidad en busca de un collado que se ahonda hasta los 1475 metros de altitud
y que nos permite contemplar las paredes que decoran la Norte de Punta Lobo.
Llerga, Cotirella, Solana y Montañesa desde el Collado Bramapán.
Un
corto ascenso por las inmediaciones de la arista o por la vertiente sur nos deposita en la poco visitada Cima de Punta
Lobo situada a 1496 metros de altitud. No hay hito cimero y lo hacemos.
Las cabras silvestres mantienen el monte en Bramapán.
Tras
echar una visual atrás hacia la Sur de
Bramapán que acabamos de bajar, proseguimos de nuevo con un descenso de una cincuentena corta de metros para alcanzar un amable collado en el que hay
unas cabras asilvestradas y ascender
otro tanto a lo bajado por una faja en principio amplia y vestida de viejos
pinos silvestres que nos permite retornar a la arista.
En la Cima de Punta Siarra.
Un
tramo bastante limpio de vegetación nos deposita en la Cima de Punta Siarra
situada a 1491 metros de altitud donde de nuevo hacemos un hito de piedras.
De
la cima, amplia y bastante plana,
arranca una ladera suavemente descendente en la que encontramos un
caminillo de animales o de cazadores que vamos a seguir al sur.
Larga rampa herbosa en la Este de Punta Siarra.
A
nuestra izquierda llevamos una faja herbosa en la que terminaremos entrando por
comodidad y por la que desciende el poco transitado camino que hemos tomado.
Por ella descenderemos cuanto podemos hasta que la abandonamos en un punto en
la que parece perderse en la ladera este de la arista.
Ermita de San Mamés en Gallisué.
Sobre
los 1200 metros de altitud la dejamos siguiendo una especie de camino que baja
directamente hacia el Caserío de Gallisué que hemos visto desde la parte
intermedia de la faja herbosa.
Tomando el Camino de la Sardinera.
La
ladera está bastante inclinada y se transita bien pero poco más abajo la
vegetación se espesa y continuamos bajando por un torrente seco que nos
aproxima al caserío. Deambularemos un poco mientras enlazamos pequeños tramos
de pedrizas que terminan por depositarnos en Gallisué situado a 1050 metros de
altitud. La carretera pasa muy cerca, al
sur.
El Bellos en el fondo del Cañón de Añisclo.
Se
trata de un caserío abandonado en el que hay un edificio malamente restaurado,
la Ermita de San Mamés arreglada y cerrada y algunos pequeños edificios
completamente derruidos. Son las once y nos sentamos a echar un bocado cuando
llega un senderista con el que charlamos un poco. Va a recorrer nuestro camino de vuelta hasta Buerba.
Rosmarinus officinalis en flor en la Sardinera.
La
mañana se está arañando y el sol no calienta todo lo deseable pero no se está
mal en un día excelente para caminar. Media hora después y siguiendo balizas
azules tomamos el Camino de la Sardinera que nos ha de llevar de Gallisué a
Buerba.
El Camino de la Sardinera recorre una faja estrecha abierta a pico.
No
tenía conocimiento de camino en el tramo inicial y quedamos agradablemente sorprendidos con el mismo, que se desarrollara muy
horizontal y en dirección norte por la
ladera este de Siarra, Lobo y Bramapán. Allá abajo rumorea el Barranco de
Añisclo por el que discurren las Aguas del Rio Bellos que no veremos más que en
una breve ocasión.
La Sardinera prosigue hacia Buerba y Vió.
Lo
de horizontal es un decir pues ya es sabido que en la montaña no acostumbra a
aparecer ese mirlo blanco; se trata de una sucesión casi infinita de cortas y
suaves subidas y bajadas que conforman un camino abierto a pico y barrilla y
que sigue una estrecha e intermitente faja en una auténtica pared que se
precipita en el Bellos.
Bramapán desde Buerba.
Se
ha publicitado por los medios senderísticos del Sobrarbe el Camino de la
Sardinera que no nos va a decir ni fu ni fa.
Se trata de un viejo camino desde el que solamente de cuando en cuando
se ven unas pocas coloristas paredes del cañón, y a duras penas tiene paisaje
ya que el bosque mixto lo oculta casi por completo.
Atraviesa
un primer barranco junto al pueblo en el que hay un manantial pataqueado por
las vacas y sucesivamente tres más antes de alcanzar una bifurcación que sube
desde la Carretera del Cañón de Añisclo. Nos acompañan las tablillas del Parque
Nacional que han aparecido en el segundo barranco al ser límite del parque.
Frontal al Cañón de Añisclo.
A
partir de aquí el camino gira al oeste entrando en territorio del Barranco
Arpio que, también muy profundo, tampoco se ve y se humedece un tanto en esta orientación norte para
continuar descendiendo una serie de
zetas muy bien trabajadas que nos depositan en otra bifurcación acartelada: a
la derecha siguen las balizas azules hacia Vió y Buerba y a nuestra izquierda
el sendero sin balizar nos lleva a la carretera donde cerraremos nuestra
circular ya que allí hemos dejado el coche.
La Oeste de Sestrales, Puertas o Fraile y Garrot del Diablo.
Es
la una menos cuarto cuando terminamos nuestro recorrido. Hemos empleado cuatro
horas, paradas incluidas, en recorrer alrededor de 13 kilómetros y en el que el
desnivel acumulado se habrá acercado a los 600 metros y que se ha desarrollado
en unas condiciones mejor de lo esperado. Bramapán tiene unas espléndidas
vistas aunque el tramo del Camino de la Sardinera que hemos conocido nos ha
decepcionado un tanto.
La
vuelta en coche con un breve desvío hasta Vió para conocer el caserío que nos
gusta menos que el de Buerba y a las dos y cuarto en casa finalizando la
matinal del día.
Merci pour ta publication,la boucle semble très intéressante, et me donne envie d'y emmener mon groupe.
ResponderEliminarJean Pierre
Salut Jean Pierre!
ResponderEliminarMerci pour ton commentaire.
Si ça vous a plu alors génial.
Salutations!