Ayer recibí un correo electrónico que me sorprendió agradablemente y que de alguna manera motivó una actividad del año 1988 que colgué en este blog y que alguien leyó a pesar de que las actividades fuera de fecha no las cuelgo en mi Home. Era: Pequeña colección de tresmiles en el verano 88, con cuatro entradas sucesivas.
El correo decía:
Hola Mariano
Soy Alfredo, si, el Alfredo de
Pirineos3000. Ante todo saludos y felicitaciones a un GRAN PIRINEISTA como tu,
excepcional conocedor de la cordillera, sin dejar de lado por supuesto a tu
mujer y a vuestro compañero habitual de salidas, Juan. Por cierto un
chascarrillo, me encanta su estilo y su camisa, generalmente bien desabrochada,
como uno que yo bien conozco ha hecho durante muchos años, je, je. Formáis un
trío potente y con intereses en común.
Tenía ganas de mandarte unas lineas desde
hace tiempo, sigo con interés vuestras andanzas y me gusta mucho tu forma de
escribir las reseñas. Realizáis unas ascensiones muy variadas y muchas veces a
cumbres poco conocidas y lo que es mejor, por itinerarios no habituales, eso me
gusta mucho.
Al leer esta última entrada sobre la
corona del Vignemale en ese ya lejano agosto de 1988 me he dicho, de esta no
pasa, le escribo si o si. Y ¿por qué? Pues es evidente, me identifico tanto, en
general, con lo que escribes y en este caso con la forma y numerosos detalles
del texto que parece que estoy recorriendo esas cumbres y pasajes, de nuevo
como si no hubiese transcurrido el tiempo. Y concretamente en esta ruta han
pasado la friolera de 30 años.
El viaje desde Sabiñánigo hasta Pont de
Espagne, la aproximación al refugio. El Petit, los detalles del collado de los
glaciares... hasta la relativa embarcada para descender en esa zona media antes
de llegar al Clot de la Hount, nosotros la tuvimos casi similar, al final
tonteando en la inclinada ladera, decidimos que estábamos haciendo el idiota y
que lo mejor era bajar por ese nevero que llega al glaciar directo.
Es emocionante bajar a lo desconocido
desde la cima del Montferrat en dirección a los aparentemente cercanos Tapous.
Ese "espera aquí un poco que me voy a asomar" que dices a tu mujer y
que tantas y tantas veces se lo he dicho yo a la mía... ese cabreo de la vuelta
en que llegas con un calentón bueno porque no te has querido entretener y ellas
están heladas a pesar de la ropa porque llevan esperando más de 1 hora... y a
3000 m se notan los parones si está nublado. Qué bien describes esa
incertidumbre al acercarte a la brecha del Tapou, más que vertical e
impracticable su descenso o ascenso, como comentas. Ese bajar al infierno para
subir al cielo, que lo tienes justo enfrente y se ve factible, ese nevero que
separa, y que no queda otra que bajar (un poco más...) a buscar el paso más
estrecho, esos cuatro pasos, que es verdad son cuatro, con el abismo (en tu
caso) a tu izquierda. La subida a la carrera al Gran Tapou, envuelto en sudor
(parece que me veo a mi mismo con lo que sudo, je, je) y para finalizar ese
grito "salvajemente contento" y que Rosa te oye desde el Montferrat.
LA FELICIDAD, como bien dices.
Nosotros hicimos esa travesía en subida,
unos años más tarde y comentamos: mejor así que bajando del Montferrat
Bueno, algo me decía que en ese verano del
88 hasta podíamos haber coincidido. Hubiese sido la leche. He revisado entonces
mi diario de montaña y veo que un mes antes estuvimos haciendo parte de la
corona del Vignemale. ¡Qué casualidad! Y me acuerdo perfectamente que al poco
de volver del Montferrat por la cresta me deslicé por la nieve, en cuanto, tuvo
continuidad y perdió algo de pendiente en busca del glaciar (por supuesto mucho
más elevado que ahora), donde me esperaba (a vista) mi mujer que desde el Pico
Central se bajó tranquila.
Ese año fue muy prolífico de montaña y de
tres miles en particular. Tengo anotadas muchas salidas.
Empezamos, contando solo tres miles, con
una invernal a los Infiernos (que imprudencia cometimos al meternos a la vuelta
bajo la Aguja de Pondiellos-menos mal que madrugamos mucho y bajábamos antes del
mediodía y las coladas de nieve/aludes todavía no caian). Estrenamos junio en
el Coronas, con muchísima nieve que nos impidió subir al Pico del Medio, en
julio visitas al Vignemale y a la zona del Pic Long-Néouvielle, travesía de los
Belloc al Gourdon, subida expres al Lezat desde Espingo, al día siguiente
Crabioles y compañeros, la cresta del Medio en el Aneto y el 24 de julio la
cresta completa de la Pica de Estats. Y terminamos agosto con una salida en
compañía de mi padre y hermana al Petit Vignemale.
Bueno... vaya paquete que te he metido,
pero es que metidos en harina, je, je.
Pues eso, saludos de nuevo y por mi parte
recuperando muy lentamente una grave fractura del brazo derecho en una tonta
caída de principiante con la bici, ¡quien lo iba a decir! este verano
pasado.
Igual es que estoy algo más bajo de moral
de lo habitual al estar un tanto limitado ahora y pensando que quizás en el
futuro no podré ya trepar (y otras cosas) en las debidas condiciones. El fisio
me dice que paciencia que la recuperación será larga, pero me huele que deberé
mentalizarme de que entro en otra etapa.
Un saludo cordial
Alfredo Goitia
Hoy en una mañana de lluvia, es 16 de Diciembre de 2018, le contesto:
¡Hola
Alfredo!
Gracias
por tu amabilidad y atención.
En
primer lugar desearte una rápida recuperación. Tu fisioterapeuta entiende más que
tú y yo juntos de recuperaciones. Luego los límites los pondrás tú de manera
conforme con tus intereses, teniendo en cuenta que los años no nos pasan en
balde y nuestros intereses también van evolucionando motivados por todo lo que
nos acompaña. Tenemos experiencia al respecto.
Mi
amigo Juan el de “plástico” como le digo
yo, es un tío único y no lo cambiaríamos por nada. A ti también te gustaría.
Clásico y caluroso como pocos, en el monte nos conocen más por él que por
nosotros dos.
El
88 debió ser una cosecha única y hubiera sido un auténtico placer el haber
coincidido: creo que hubiéramos disfrutado sin duda del encuentro pero el monte
es tan grande… en mi agenda particular de "virtuales de cabecera" de pirineos3000
estás tú con Luiso, Luis y con BEP.
Yo
tiro de mis apuntes escritos que guardo con cariño porque son nuestra vida en
la montaña, fotos de aquella época casi no tengo. He tratado y trato de
describir con toda la fidelidad posible tanto los detalles físicos del momento
como las impresiones que me producen, vivo la montaña así y no tengo ningún
pudor en manifestarlo.
No
desdeñamos nada en la montaña, ni conocido ni desconocido. De hecho con un mapa
topográfico para ver la orografía nos vale. Programamos la actividad y luego,
si aparece camino pues estupendo y si no nos buscamos la vida que es lo que nos
gusta. Son las reglas de nuestro juego que nos imponemos nosotros mismos y con
ellas salen esas actividades poco conocidas y en ocasiones diferentes a lo más
habitual que a unos pocos podrán gustar pero, no se nos escapa, que siendo de
nuestro interés no satisfagan los
intereses de la mayoría. El monte siempre ofrece muchas más opciones que las
convencionales
Además
me alegro que alguien pueda disfrutar con las descripciones. En tú caso sin
problemas puesto que nuestra filosofía montañera ha debido ser acunada en el
mismo crisol.
Nosotros
cambiamos, aunque no se advierta demasiado; pero una arista, un repecho o un destrepe es el
mismo aunque hayan pasado 30 años, que, por cierto, no son nada y nosotros lo
disfrutamos en aquella ocasión y lo volvemos a hacer cuando lo releemos sea
nuestro o de otro con quien coincidimos espiritualmente.
Además
de todo esto, vivir la montaña con tu compañera no tiene precio más sabiendo
que no somos demasiadas las parejas que tenemos ese privilegio.
Bueno,
lo dicho: una pronta recuperación para poder seguir "jodiendo” botas en el
monte y reiterarte el placer de haber encontrado un gemelo en las redes.
Para
terminar, y si no te importa, guardaré tu carta en mi blog, allí guardo casi
todo lo que me importa.
¡Que
vaya bueno y que nos veamos en la montaña!
¡No es necesario decir más para quienes tenemos alma de montañeros!
Bonitas palabras.
ResponderEliminarEn estos tiempos de la inmediatez, de la rapidez, de la caducidad temprana, de lo visual sobre lo escrito, se agradece leer reseñas con sentimiento y maduradas. Siempre es un placer leer vuestras andanzas, revivir en ocasiones lugares y sensaciones que aunque expresadas por otros se siente como propias. Un abrazo, mucha salud y a seguir con ilusión aunque los años pasen.
David
Da gusto leer los textos tanto de Mariano como de Alfredo, de ambos se puede aprender mucho y de como disfrutan de la montaña. Hace mucho que no me escribo con Alfredo y no sabía de su lesión. Como dice David vivimos tan deprisa que en mi caso casi solo me dedico a leer pero casi no escribo. Espero que disfrutéis de unas Felices Fiestas y recuerdos para Rosa!
ResponderEliminar¡Hola David!
ResponderEliminarPues si, el Whatsapp ha desplazado a todos los vehículos de expresión aunque algunos nos resistamos a su inexorable avance y prefiramos algunas delicatessens más convencionales que nos hacen disfrutar extraordinariamente. Las vivencias personales anidan en nuestros cerebros para siempre y cuando alguien o algo te lo refresca, lo vives de nuevo y no tiene precio.
¡Que vaya bueno!
¡Hola Luis!
ResponderEliminarHacía tiempo que le echaba en falta.
Me dice que a pesar de seguir en el monte no cuelga y lo siento pues era y es uno de los usuarios de referencia en pirineos3000.
De su lesión tampoco sabía, fue este verano y lo tiene medio postrado.
Con Rosa te nombramos también por tus ausencias últimas en el blog. Andamos demasiado liados.
Gracias, cualquier día me toca despertar al personal con la felicitación de Navidad. En esta ocasión te has adelantado.
¡Que vaya bueno!