Espada de Urdiceto tras el Barranco Oriental. 4-10-09.
Cabaña
de Pastores de la Pista de Urdiceto, Cara Sur del Pico Urdiceto y Arista Este.
5-06-2004.
Salida 08
h. Llegada 10
h.
Sol.
Fácil.
Ascensión.
Rosa
Mª. Martínez y Mariano
Javierre.
Mapa de la Espada de Urdiceto procedente de Prames. Vía en amarillo.
Bielsa queda lejos para nosotros y nos parece una expedición
cada vez que nos planteamos alguna actividad por la zona. Por ello,
consecuentemente se trata quizás de una de las partes del Pirineo que visitamos poco aunque en realidad no esté
lejos.
Por otra parte, el Ibón de Urdiceto tiene un martirio
de pista de 11 kilómetros con la inevitable tentación de sus 2350 metros de
altitud. Y eso tiene peso.
El la Travesía del 85 nos subyuga
Punta Suelza y Punta Fulsa, a las que volveríamos años después. En esa ocasión
ponemos la vista en la arista fronteriza, tan próxima, tan atrayente y tan
desconocida; pero para ella precisamos un par de jornadas por lo que habrá de
esperar a un momento propicio.
El viernes 4 de Junio del 2004 nos
montamos en el coche, nos olvidamos del mundo y nos marchamos a las cinco y cuarto
de la tarde. Tenemos hora y media hasta Bielsa y luego casi una hora hasta el
ibón.
La tarde está espléndida, las
predicciones son buenas meteorológicamente hablando y nos vamos con intención
de disfrutar.
Pasamos la Guarguera como siempre,
Boltana y Ainsa después y enseguida Bielsa. No tenemos ningún problema para
localizar Parzán, Chisagües y el inicio de la Pista de Urdiceto que está
acartelada.
Vamos a por una pista que recordamos
infernal en su primera parte y no nos parece tan mala. Poco a poco ganamos
altura y nos llegamos al desvío de la central con el cartel que nos engañó la
vez anterior. En esta ocasión no sucede lo mismo pero me preocupa otra cosa: la
cantidad de nieve.
La Nordeste de la Espada de Urdiceto. 4-10-09.
Tras las fuertes lazadas sobre la
central aparece a nuestra vista la parte final de la pista y se confirman las
primeras estimaciones que he hecho en la distancia: no vamos a llegar de
ninguna forma hasta el ibón y me temo que nos queda poco futuro con el coche.
Así será puesto que poco más
adelante aparece la primera “cuniestra” de nieve y justamente bajo las últimas
lazadas frente al Collado de Urdiceto la nieve cierra la pista.
Damos la vuelta, comprobamos que en
los alrededores no hay espacio adecuado para plantar la tienda y nos volvemos
para abajo hasta la cabaña de pastores que hay junto a la misma, 1200 metros
más abajo y ligeramente por encima de la central. Estamos a 1950 metros de
altitud y nuestra estrategia tiene que ser modificada.
Son las ocho y cuarto de la tarde y
al sol metemos en la cabaña nuestras pertenencias. Vamos a estar como generales
pues para dos nos sobra. Los dos franceses que estaban junto a la presa se
marchan para abajo, y por lo tanto, ya estamos todos pues un par de sarrios
bajan a ver a los nuevos inquilinos del valle.
Preparamos la cena tranquilamente y
los bártulos de la mañana siguiente, cenamos, contemplamos el paisaje y las
nieblas que tenuemente aparecen sobre la arista fronteriza. La tarde se ha
refrescado con la caída del sol y no nos queda otra cosa que hacer más que
empiltrarnos cuando son las diez menos cuarto.
Una noche de cine termina con la
pertinaz llamada del despertador a las siete y cuarto. La mañana está
espléndida y en media hora estamos dispuestos a la marcha tras haber recogido
un poco en el coche.
Iniciando el camino a 2000 metros de altitud en la Pista de Urdiceto.
Iniciamos nuestro camino en
dirección norte pues no vamos a ir al encuentro del Collado de Urdiceto que nos
queda un tanto al nordeste. No hay senda, ni falta que hace puesto que se trata
de una pared medianamente inclinada que no supone dificultad alguna. Se trata
de eso que nos gusta más que a un tonto un lápiz: hacer nuestro propio camino
en la montaña.
Cara Este de la espada de Urdiceto. 4-10-09.
Tomamos una vira orientada hacia el
oeste en medio de un resalte metamórfico que se podría haber pasado por
cualquiera de los dos lados y progresando siempre un poco con tendencia al
oeste, proseguimos para arriba hasta el encuentro de un rellano en el que se
asientan los primeros neveros. Se trata de la loma sur del Pico de Urdiceto que
vamos a faldear, siempre un poco al oeste para acceder directamente al extremo
oeste de nuestro objetivo: La Espada de Urdiceto.
Subimos a la sombra pues vamos
huyendo del sol al introducirnos en el barranco al sudoeste del pico que
contorneamos y sabemos que eso nos traerá mayor presencia de nieve en una pared
que esperamos mixta.
Atravesamos varios estrechos
corredores de aludes con nieve buena hasta que alcanzamos el fondo del
barranco, siempre en ascenso sobre los 2450 metros de altitud. La nieve, a
manchas discontinuas, nos enseña el camino. Arriba nos esperan las cornisas que
profusamente adornan toda la arista. Pero no hay problema puesto que siempre
nos queda la alternativa de cambiar de lado del barranco para irnos a una zona
más limpia de nieves y ya soleada a estas horas.
Castet y Espada de Urdiceto desde la Cola del Ibón de Trigoniero. 4-10-09.
Pero no va a ser necesario.
Sorteando neveros, alcanzamos un rellano bajo el collado completamente nevado
que hemos de atravesar para ir accediendo a la parte terminal de la pared ya
iluminada por el sol.
En la Cima de la Espada de Urdiceto.
La nieve se deja hollar con
facilidad además de no ser profunda, con lo que la llegada a la arista resulta ciertamente
cómoda. Estamos a 2720 metros de altitud y tomando la arista en dirección
noroeste continuamos para arriba. Sorteamos pequeñas cornisas, transitamos
algún tramo de cresta afilada, utilizamos todos los tramos limpios que podemos
y alcanzamos la cima del Pico de La Espada de Urdiceto a 2825 metros de
altitud, también llamada Punta de
l’Amorriador.
Ordesa, Robiñera y la Munia desde la Sur de la Espada de Urdiceto. 4-10-09.
Son las diez menos cuarto de una
mañana espléndida y desde aquí el Valle de Rioumajou va a ser nuestra constante
visión sobre la ladera norte vestida de un
blanco continuo hasta bastante abajo en que aparece el praderío. Mas en
el horizonte aparecen gratos y viejos conocidos por todas partes: Machimala, Posets, Forqueta, Eristes, Box, Cotiella,
Suelza, Montañesa, Sestrales, Montinier,
Marías, Ordesa, Robiñera, Munia, Neouvielle,...
Suelza y Fulsa desde la Espada de Urdiceto.
- ¡Mira! El Lustou, allí a la izquierda del Batoua. Y
allá Guara. Y ahí, ves, las Agujas de Labasar. ¿Has visto allí el Rabada y el
Navarro? Y hasta el Dedo del Perdido. Y mira allí que bien se ve la Arista de
Trois Conseiliers y la pared de Sierra Morena,
¿te acuerdas...? Joder, no se ve la punta de la secuoya de Biola en
nuestra casa por puro milagro. La Gloria tiene que ser algo así.
Puedes ver la Continuación.
Puedes ver la Continuación.
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