11 abr 2006

3c-06. PIRINEO NAVARRO POR EL GR11. ETAPA 3. ENTRE RONCESVALLES Y ORBAIZETA. 11-4-2006.

Hayedo de Astobiskar.

Collado Leopoder, Collado Bentartea y Collado Arnóstegui. Vuelta por el mismo camino.

11-06-2006.

Desnivel acumulado 400 m.

Dstancia recorrida 12000 m.

Tiempo efectivo 05:00 h.

Mixto.

Muy fácil.

Travesía.

Agua en Roncesvalles.

Se trata de una actividad en la que las condiciones del día que no son de las más adecuadas para evolucionar en un territorio desconocido te recuerdan la idoneidad de un buen mapa.

 Rosa Mª. Martínez Mariano Javierre.

Mapa de Roncesvalles-Orbaizeta procendente de Prames. Vía en rojo.

            Nos tapamos con el doble techo de la tienda y la verdad es que pasamos una noche tranquila y bastante buena. A la mañanada  notamos un pelín de condensación en la parte alta del doble techo pero a pesar de ello el confort  ha sido considerable.

Pasan de las siete de la mañana cuando comenzamos el martes 11 de Abril recogiendo un poco el coche. La mañana sigue estando complicada por arriba parece ser que es nuestro destino en Navarra.

Enseguida ponemos el coche en marcha y nos subimos hasta Roncesvalles. Es el mejor procedimiento para calentar el coche y desempañar los cristales.

Una vez allí paramos en un aparcamiento y nos preparamos el desayuno tranquilamente.

Van a ser las ocho cuando nos subimos hasta el Puerto de Ibañeta, las nieblas están medianamente metidas y aprovechando que hay una pista que sube hasta el Collado Lepoeder camino del repetidor de Orzanzurieta, nos vamos a subir con ella hasta donde podamos llegar. De esta forma, acortando camino podemos intentar llegar a la Fábrica de Armas de Orbaizeta, echar un café y volvernos.

La pista asfaltada sale a la derecha del puerto y nos mete en las nieblas a la vez que el asfalto se cubre con una ligera capa de nieve. Subimos despacio con mucha atención  y sobre todo preocupados por si el tiempo empeorara para el regreso.

Vuelta a vuelta en dirección nordeste estamos a punto de quedarnos en el Igalepo pero como el tema sigue igual proseguimos un poco adelante y cuando creemos estar cerca del Collado Lepoeder, aprovechamos un lugar amplio y llano para dar la vuelta al coche e iniciar la caminata.

El hayedo tiene más nieve en las ramas que en el suelo, está de postal pero encontramos unas balizas rojiblancas y Rosa se adelanta un poco. Enseguida me doy cuenta de que ese sentido en descenso tan prolongado debe ser una bajada directa a Roncesvalles y que deberíamos haber tomado las balizas en sentido contrario.

Parar a Rosa me cuesta lo mío  pues bajar baja que se las pela. Luego remontar ya lo hace algo más despacio, pues habremos perdido algo más de 50 metros de desnivel.

           Al otro lado de la carretera están las balizas que seguimos de inmediato. Enseguida alcanzamos el Collado Lepoeder situado a 1445 metros de altitud. La pista asfaltada se va en dirección sudeste y nosotros con alguna duda tomamos otra pista sin asfaltar que se va en dirección nordeste

Luego localizamos una baliza que confirma nuestra ruta y proseguimos adelante en medio de una mañana bastante fría en la que conviene caminar a ritmo.

Llevamos a nuestra derecha la doble alambrada de un coto de caza  y con ella vamos a subir y bajar un poco primero a través de un robledal y luego por medio de un hayedo.

Alerces en el Collado Bentartea.
 
A la salida del mismo alcanzado el Collado de Bentartea en el que hay un cartel indicador de direcciones y donde comienza nuestro laberinto particular.

Marchamos en la dirección indicada e inmediatamente se pierden las balizas por lo que proseguimos por la derecha de una valla de una finca para ver si localizamos las balizas, lo que no se producirá y consecuentemente volvemos hasta el amplio Collado Bentartea.

Comprobamos las dos entradas a la finca y no hay rastros rojiblancos pero si localizamos el mojón 200 en la continuación de la finca que traíamos pero ya dentro de la finca.

Caminaré algo así como medio kilómetro reconociendo en la distancia nuestro recorrido del que nos hemos dado la vuelta pero no localizo ninguna baliza a pesar de que en esta zona no hay casi nieve.

De nuevo en el mojón 200 decidimos caminar un poco hacia el norte y localizamos balizas rojiblancas con lo que nos vamos con ellas pero enseguida me doy cuenta que son de la GR 65 que sube de San Juan Pie de Port.

Volvemos otra vez al collado y de nuevo marchamos por la derecha de la valla, pasamos del lugar en el que nos hemos dado la vuelta antes y caminamos en suave ascenso por una camino al lado de la finca hasta que girando un poco al sur nos enseña la cabecera del próximo valle. Nosotros buscamos la bajada a Orbaizeta con lo que descartamos definitivamente esta alternativa y volvemos por enésima vez al collado bastante moscas por el enigma y porque el tiempo pasa y deja de ser hora para cumplir nuestro primer objetivo.

Otra vez volvemos al mojón 200 y a la fuente de la GR 65 para ver si desde allí salen balizas hacia el este.

No vemos nada así que, desde allí tomamos la dirección este ascendemos a un pequeño collado y contorneando un lomón herboso y redondeado vestido de nieve por su cara este acortamos al encuentro de la pista que pasando por el mojón 100 atraviesa la finca vallada a pesar de que no hayamos visto balizas.

Urkulu.
 
Alcanzada la pista proseguimos en dirección este ya en suave descenso junto a unos puestos de hormigón para la caza de la paloma. Nos orienta el cúmulo rocoso de la cima del Urkulu. Ahora es inconfundible y por aquí debemos ir para flanquearlo por su ladera sur.

Bajamos hasta un collado al que llega una pista que sube del lado francés y en la que hay aparcado un coche y buscamos balizas aunque solamente sea por la satisfacción de haber recuperado el camino, pero no será posible. Estamos en el Collado Arnostegi y hay un camino que faldea horizontalmente el Urkulu y que conduce a un pequeño collado herboso antes de que el camino se decida a descender hasta la Fábrica de Armas de Orbaizeta.

Mediodía sobre el Hayedo Xangoa.
 
Habrá alrededor de 5 kilómetros de camino y decidimos no hacerlos más por mosqueados que por cansados o por la hora. Son las doce y media.

Orzanzurieta.

La vuelta es directa al mojón 200 pasando antes por el 202 y el 201. ¡Joder que mal indicado está aquí en esta zona el camino! Una simple baliza a la entrada de la finca hubiera bastado pero...

El Hayedo de Orzanzurieta.
 
La vuelta no tiene más historia que la de ir haciendo alguna fotografía a un paisaje que no está como a la mañana pero esta mañana había prisa. Lo único interesante del Collado de Bentartea es una plantación de alerces a la que haré unas cuentas fotos.

Mediodía en el Collado Lepoder. 
 
Hielo en Igalepo.
 
La vuelta sin ser larga se hace larga por la falta de motivación son 6 kilómetros sin historia hasta el Collado Lepoeder y enseguida al coche. Van a ser las dos de la tarde.

El este que no vamos a recorrer.

El día ha ido a mejor, el deshielo ha sido considerable y la pista ha perdido casi toda la nieve, así que tranquilamente y sin ningún problema nos bajamos hasta el Puerto de Ibañeta y damos por liquidada una nefasta jornada en la que hemos dado más vueltas que un canario en una jaula alrededor del Collado de Bentartea. Una jornada en la que en teoría hemos recorrido 12 kilómetros pero en la que en la práctica habrán sido alrededor de 22 kilómetros. El desnivel habrá sido insignificante pero entre unas cosas y otras nos habremos ido a 400 metros movidos y todo para no ir a ninguna parte.

En el Puerto de Ibañeta.
 
Paramos un instante en Ibañeta, un rato en Roncesvalles y luego nos vamos más abajo de Burguete y en un lugar abrigado a la salida de Erro nos paramos a comer y a echar una pequeña siesta al sol de la tarde.

Roncesvalles bajando del Igalepo.

Capilla románica en Roncesvalles.
 
Nos cambiamos un poco, recogemos el coche un mucho y nos volvemos a Pamplona. Llegamos a las seis pasadas y tras aparcar en la Clínica Universitaria con grandes dificultades nos vamos a tomar un café en un bar que está en la quinta puñeta para rematar el día.

A las siete recogemos a nuestra hija en el Hexágono y a las nueve y media llegamos a casa.

Han sido unos 62 kilómetros recorridos,  1615 metros de desnivel movidos  y en diecisiete horas y cuarto. El Pirineo Navarro ha resultado sencillamente desastroso.

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