La Norte de Peña Ordicuso desde los ibones del mismo nombre.
Balneario de Panticosa, Mallata Baja de las
Argualas, Ibones de Ordicuso, Cara Nordeste. Vuelta pasando por los ibones de
los Fornes a la Mallata Baja
de Argualas.
18-09-2006.
Salida 14 h. Llegada 19 h.
Mixto.
Fácil.
Ascensión.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Ordicuso procedente de Prames. Vía en amarillo.
Este mes de Septiembre de 2006 se
está caracterizando por una reducida realización de actividad montañera. Hoy es
lunes 18 y nos vamos al monte aprovechando la tarde
A las dos menos cuarto comenzamos a
caminar tras haber subido hasta el aparcamiento de la embotelladora en el Balneario de Panticosa.
Juegos de granito y agua en el balneario de Panticosa.
Estamos a 1650 metros de altitud
y el mediodía a pesar de que está soleado hace cierto fresquillo que enseguida
se tiene que pasar cuesta arriba, y en dirección norte nos vamos para rodear el Ibón de Baños
por su orilla derecha y tomar el camino de las Argualas.
Allí el costerón está asegurado y
sin querer el ritmo se hace interesante y nos mete en calores elevándonos en
dirección nor-noroeste para salir de la Tartera Glaciar
del Balneario de Panticosa.
Llevamos a nuestra izquierda el
Barranco de las Argualas y enseguida
nuestro camino coincide con el barranco al arrellanarse a la entrada de la Majada Baja de las
Argualas.
Ibón Grande de Ordicuso.
Nosotros atravesamos la majada en
suave ascenso y por la orilla izquierda
del barranco por el que desaguan los Ibones de Ordicuso y el Circo de
Los Fornés nos vamos hacia arriba, viramos un tanto al sudoeste y ganamos
altura saliendo del fondo de la majada. Coronamos unas lomas vestidas de pradera
alpina muy basta pues el ganado ya no la trabaja y alcanzamos la cubeta
lacustre en la que se asientan dispersos los Ibones de Ordicuso. Estamos a 2090 metros de altitud.
Ibón Pequeño de Ordicuso.
Casdada de los Fornés desde Ordicuso.
Son las tres menos cuarto de la
tarde cuando nos paramos para comer junto a los dos mayores. Es un lugar
encantador que recordamos de nuestra anterior visita que hicimos en familia
hace ya algunos años. Los ibones son bastante visitados pero hoy no es un día
apropiado para ello por lo que gozaremos de una inmensa y delicada soledad.
Garmo Negro y Aguja de Pondiellos.
Media hora después abandonamos los
ibones en dirección oeste y ganamos altura por pedrera metamórfica bastante erguida hasta alcanzar un falso
rellano herboso sobre los 2300
metros de altitud.
Ibón Norte de Ordicuso desde la ladera herbosa por encima del mismo.
Situados bajo la pedrera de la cara
norte del pico, escrutamos la pared, elegimos vía y abandonamos la inclinada
pradera alpina que se incorpora paulatinamente por las pedreras a la pared.
Foto de familia de los ibones de Ordicuso.
Argualas, Garmo Negro y Aguja de Pondiellos.
La vista se vuelve hacia los Ibones de Ordicuso.
Hay otras vías para hacer el pico
pero nosotros preferimos una vía directa en medio de la cara norte. Para ello
hemos de ascender una pedrera bastante inclinada pero medianamente estable y
ganar la base de la pared.
En busca de una vía directa hacia la Cima de Ordicuso.
Se trata de un conjunto de repisas y
pequeñas viras escalonadas de entre las que se puede elegir siempre en medio
bastante vertical.
Hay una vira amplia con reducidos asentamientos
herbosos, que cruza la pared de oeste a este pero tiene una segunda parte un
tanto complicadilla por lo que decido cruzar la pared por debajo de ella hasta
alcanzar la parte superior de unos diedros verticales. Luego, a partir de allí,
parece factible alcanzar enorme rampa superior.
Iniciada la pared y con ello la
travesía, Rosa propone tomar la vira herbosa. Accedo porque no creo que ofrezca
excesivas dificultades tras advertirle convenientemente de las posibles
consecuencias del cambio.
La pared metamórfica está “poco”
transitada, cuenta con abundante material medianamente estable, de ese que hay
que sujetar más sujetarse en él y eso es algo altamente desagradable para mi
señora a la que todo se le mueve.
La pongo delante para que elija, rezongará
más un filibustero cabreado pero irá para arriba. Yo subo bien pues no necesito
ni siquiera de un solo apoyo dudoso.
La travesía tiene poco de agradable
pero no pasa de resultar entretenida y nos permite alcanzar la zona inferior de
la rampa en la que se resuelve la pared.
Se trata de una rampa herbosa,
mixta, muy vertical y por tanto escalonada por las pratenses, de esas que no
gusta mirar hacia abajo. Rosa sube pensando en la delicada bajada que le espera
y yo hago un par de citas estratégicas por si las moscas. Creo que no bajaremos
por aquí, pero por si acaso, las citas pueden resultar valiosísimas. Son
pequeñas y quedan colocadas en lugares que barrerá la nieve el próximo
invierno. No se deben dejar citas en una pared así.
La rampa es larga, nos permitirá
salvar alrededor de 200
metros de desnivel, y le cuesta arrellanarse cosa que
hace ya en la cima.
De Argualas a Zarre desde Ordicuso.
Son las cuatro y cuarto cuando alcanzamos
la cima de Peña Ordicuso a 2606
metros de altitud. Se trata de un trozo de arista casi
horizontal, algo estrecha y orientada prácticamente en sentido este-este, a la
que también llega una rampa herbosa muy vertical pero sin barras rocosas
proveniente de la vertiente sur.
Peña Gabarda desde Ordicuso.
Ibón de las Algas desde Ordicuso.
Hemos subido en dos horas de camino
más el rato de la comida y ahora contemplamos un panorama ciertamente
interesante y que teníamos en cartera desde hace bastante tiempo. Al norte nada
nuevo, al este lo mismo más el reconocimiento de las Puntas de Piniecho y su
complicado descenso hacia el Caldarés que tiene que llegar; al sur las laderas
de Gabarda y la espectacular Peña Gabarda y al oeste el complejo nudo de la
vertiente cálida de las Argualas. Allí está el recóndito Ibón de Algas, el Pico
y la Peña de
Feniás que supone la Arista
Sur de las Argualas. La arista de Ordicuso se introduce horizontal en dirección nordeste en la Hoya de Los Fornés y nos
restan al nordeste los verticales paredones de la Cara Sur de Argualas.
Arista Noroeste de Ordicuso desde la cima.
La vertiente sur del Macizo de
Argualas requiere de una inspección posterior y en ello estamos pero a pesar de
todo, un rato después, tomamos dirección noroeste y nos vamos arista
adelante para introducirnos en el Circo
de Los Fornés. A estas alturas mi señora ya se ha relajado sabedora que tenemos
otros caminos de descenso.
Ibón de los Fornés.
La arista que es muy fácil a pesar de que está muy
abierta se nos lleva media hora y luego
convertida en una sinuosa loma nos enseña los dos Ibones de Los Fornés que en
los mapas carecen de nombre. El inferior es sencillamente encantador mientras
que el superior es un ibonciecho difícil de distinguir en el lugar en que se
asienta.
Collado Sudoeste de Argualas desde los Fornés.
La Noroeste de Peña Ordicuso.
Son las cinco y cuarto cuando tras
reconocer el Circo de Los Fornés nos damos la vuelta sobre nuestros pasos hasta
casi alcanzar el inicio de la arista. Allí hay varios corredores llenos de
pedreras que nos pueden bajar hasta el
rellano bajo la cara norte de Peña Gabarda.
Ibonciecho de los Fornés.
Elegimos un corredor próximo a la Arista de Ordicuso y en dirección sudeste alcanzamos las pedreras
que, por cierto, no van a resultar ningún regalo puesto que no cuentan apenas
con materiales sueltos.
En la Noroeste de Peña Ordicuso.
Bajamos con aceptable ritmo pero a
base de un esfuerzo considerable de piernas que poco o nada tiene que ver con
el relajo de las pedreras sueltas.
Alcanzamos el rellano inferior del
Circo de Los Fornés siempre al sur del desagüe de los Ibones de Fornés y antes
de alcanzar el falso rellano bajo la cara norte de Peña Ordicuso tomamos el
barranco por el que desagua el circo y nos vamos para bajo en dirección este,
aprovechando que está seco.
Nuestra vía en la Norte de Punta Ordicuso.
El barranco es fácil y es utilizado
por los que suben a los ibones y nos conduce a la confluencia con el Barranco
de los Ibonciechos de Ordicuso en la parte superior de la Majada Baja de
Argualas donde coincidimos con nuestro camino de ascenso.
Atravesamos la majada en suave
descenso hacia el este hasta que en la parte baja de la majada cruzamos el
Barranco de las Argualas y nos vamos para bajar por el camino de la orilla
derecha del barranco ya que nunca hemos bajado por allí.
Cogemos algunas setas aprovechando el fresco praderío salpicado de
pino negro y por la más baja de las defensas de aludes del barranco pasamos a
la orilla izquierda del mismo y por el camino de siempre alcanzamos el praderío
del Balneario.
Comemos una fruta junto al barranco, echamos un trago de agua y
rodeando el ibón por el mismo camino que en el ascenso llegamos al coche cuando
son casi las seis y media de la tarde, abrumados puesto que hemos contado 14
grúas.
La tarde está ya un pelín fresca pero el día, mejor dicho, la tarde ha
resultado interesante. Hemos movido 1050 metros de altitud a nuestra manera.
Media hora después estamos casi en la ducha.
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