Adios al Kilimanjaro desde el Camino a Mweka Camp.
Mweka Camp, Mweka Gate y Arusha.
23-09-2019.
Desnivel ascendido 10 m.
Desnivel descendido 1360 m.
Distancia recorrida 10000 m.
Tiempo efectivo de marcha 01:45 h.
Sol.
Muy fácil.
Se trata de una corta etapa que hacemos un
poco a nuestro ritmo por un camino estupendo como ha sido durante todo el treking.
El agua ha de ser procurada por el equipo
de porteadorres que la habrán hervido previamente pues cuidan muy mucho el
tratamiento de la misma de tal forma que sea la mejor publicidad de un trabajo
bien hecho.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano
Javierre.
Mapa del Kilimanjaro etapa 6 procedente de Maco Editions. Vía en amarillo.
El
día 23 de Septiembre de 2019, último día del Treking del Kilimanjaro, está todo
el pescado vendido pero nos levantamos a las seis y media, algo pronto, pero
parece ser que al mediodía tiene que estar liquidado todo y así se evitan el lunch
aunque esté incluido. Es la universal historia del regateo.
Foto final de grupo. 23-9-19.
Breve
y acostumbrado aseo, almuerzo en la tienda comedor donde flojean algunas
existencias, de otras en cambio sobra y tras enmochilar llega la ceremonia de
la foto del grupo a la que se suma alguno que no hemos visto prácticamente.
Luego, olvidándonos del afaire de la sustracción de dinero les damos la propina
que habíamos previsto creándose antes de hora la extraña situación de
insatisfacción por recibir algo que es graciable y que bien podrían haberse
quedado sin nada dadas las circunstancias, lo que confirma mi teoría de que los
humanos no tenemos suficiente con nada.
La mañana está soleada incluso tras la vegetación. 23-9-19.
Lo
que más me fastidia del asunto es que les advertí a mis socios pues llovía
sobre mojado, ya que el Tailandia nos sucedió algo parecido por dar también
la propina antes de hora. Se puede tropezar con cualquier piedra, pero me jode
tropezar dos veces con la misma.
Alrededor
de las ocho menos cuarto, estamos a 3100 metros de altitud, comenzamos a caminar
entre alguna desatención absolutamente injustificada.
Poco más abajo me
ganaré una última foto del Kilimanjaro que nuestro guía omite indicarnos
sabiendo nuestras inquietudes pero ya puedo pasar solamente con aspirinas.
Poco más abajo el camino se convierte en pista amplia. 23-9-19.
El camino
concurrido de porteadores que nos adelantan a todo trapo se adentra en
dirección sur en la Selva tropical repetida del primer día. Inicialmente
desciende con garbo para hacer honor a la ruta más rápida, pero perfectamente
mantenida y medianamente a salvo de la erosión se allana poco a poco para
terminar convirtiéndose en una pista en cuyo comienzo encontramos las últimas
camillas allí aparcadas.
Una preciosa flor que nos despide. 23-9-19.
Volvemos a
contemplar los espectaculares helechos gigantes y la vegetación en sus tres
estratos descendiendo el camino a buen ritmo y pasando a gente.
Hace una mañana
deliciosa para caminar pero casi todo lo que nos rodea tiene prisa y nosotros
nos dejamos llevar.
Cerca de Mweka
Gate a Rosa se le entrelaza el cordón de una bota con la otra y termina
arrastrada por el gravilloso suelo despellejándose manos y rodillas. Son cosas,
sin demasiada trascendencia por suerte, que pasan cuando no se hace lo que se
debe hacer, se paga peaje y a otra cosa.
En Mweka Gate. 23-9-19.
A las nueve y
media estamos en Mweka Gate. Para esto podríamos haber bajado ya ayer y así
terminamos antes. Hemos bajado 1360 me desnivel pues estamos a 1640 metros como
dice el cartel.
En las
instalaciones de la puerta firmamos el control de salida, limpiaré las heridas
de mi chica que por suerte solamente tiene una profunda en un nudillo y
esperaremos a que terminen con la parafernalia de la salida y los consabidos
Certificados de Ascensión al Kilimanjaro.
Esperando a la furgo que nos lleve a Arusha. 23-9-19.
Se nos van en
estas chorradas un par de horas y a las once y media montamos 16 en la
furgoneta como si fuera un autobús y marchamos pista abajo.
Hacemos una parada
en un chiringuito en el que parece que hay banco y allí nos tiraremos media
hora larga esperando. Suponemos que el personal está cambiando moneda.
La anécdota del treking. 23-9-19.
Poco después en la
intersección con la Carretera que une Arusha con Moshi volvemos a parar otra vez
e iremos parando de cuando en cuando para dejar y coger personal.
Son las dos de la tarde cuando tras
atravesar un buen trozo de ciudad llegamos a las Oficinas de BMS donde nos
espera Buhembo.
Hay mucha gente que sale del P.N. del Kilimanjaro por Mweka Gate. 23-9-19.
Charlamos un poco
del treking mientras nos ultiman los certificados y vamos a lo nuestro: desde
los campamentos habían habido contactos telefónicos del guía con el jefe para
proceder al cambio de un día de montaña por un día de hotel en Arusha.
Las orillas de la Carretera a Arusha es un auténtico y continuo hervidero. 23-9-19.
Nos dice Buhembo
que nos ha reservado en el Natron Hotel que es el mismo de la noche de la
llegada y no hay problema pero yo que me las sé, tan pronto como nos llevan al
hotel que está muy cerca, en la recepción me encargo de preguntar por la
habitación y la hora de las tres comidas, a lo que la recepcionista nos dice
que no hay comidas que solamente hay “bed and breakfast” y ya estamos en el lío
que me temía.
Furgotaxis de bote en bote. 23-9-19.
Está todavía el
guía en recepción y le digo que eso no fue lo que acordamos, que lo solucione.
Habla con Buhembo
por teléfono, la recepcionista también y finalmente aparece Buhembo por el
hotel. Tienen un lío interesante pues como aquí todo dios contrata y
subcontrata pues el tal Jimmy que está en Dar Es Salaam dice que si son siete
días con el de llegada. Pero lo tengo chupado. Subo a la habitación, cojo la
copia del programa y la bajo a recepción. Inmediatamente se termina la polémica
pues son siete días más el de la llegada y que los servicios los pagará BMS y ellos
se entenderán con Swahili. ¡Hay que joderse con la picaresca! Creía que era
patrimonio exclusivo de los españoles.
Los niños de los colegios van todos uniformados. 23-9-19.
Nos pegamos un
duchazo con ganas y nos comemos una longaniza de Graus que habíamos traído
exprofeso mientras me relajo de la tensión del ratito anterior: tenía muy
olvidado el inglés pero después de esta semana ya he superado eso de hacer una
frase y saltarme la palabra que no recuerdo y continuar.
A las cinco y
media salimos del hotel y nos introducimos en el caos de la ciudad.
Jardines de la Biblioteca de Arusha. 24-9-19.
Os puedo asegurar
que los cuatro puntos en los que se encontraba todo lo que nos interesaba
estaban en una superficie de un par de hectáreas a lo sumo pero… los rótulos de
las calles son pocos y muchos tapados, tenemos un plano pero la estructura
callejera tiene poco que ver con lo nuestro, preguntas y la gente no conoce la
ciudad ni los nombres de los establecimientos… al final y cuando lo tenemos en
las narices, no nos queda más remedio que dar una propina a una chica que nos
lleva veinte metros y nos deja en la puerta de la compañía de nuestro safari
que está cerrada a estas horas.
El Mercado Central de Arusha es una explosión de frutas y colores. 24-9-19.
De vuelta al hotel
pasaremos por el Mercado Central y la estación de Autobuses que está al lado
del hotel y sabremos lo que es la presión de una muchedumbre que quiere hacerte
un servicio y ganarse una propina. Y cuando sacas el plano del bolsillo ni os
cuento.
Volvemos al hotel
y alrededor de las ocho y media cenamos a la carta para subirnos hora y media
después a la habitación y liquidar la jornada con ganas.
Cables aéreos por todas partes y negocios inverosímiles en Arusha. 24-9-19.
Nuestra noche tiene
una mezquita en las inmediaciones. A las dos hay un follón inexplicable en el
mercado y a las cinco el muecin nos termina de joder la noche.
El día 24 comienza
con un buen desayuno en el hotel a las ocho y cuarto. Una hora después nos
vamos con Juan para pasar primero por Bespoque, la compañía del safari con lo
que pagamos y solucionamos el asunto. Nos vendrán a recoger al hotel.
Masai en la ciudad sin oficio ni beneficio. 24-9-19.
Luego nos vamos a
localizar el Center Inn Hotel. Nos sucede lo mismo que el día anterior pero lo
solucionamos con suerte. El hotel era el Arusha Center Inn y tampoco lo
podíamos localizar. Volvemos a las diez al hotel y tras cargar los móviles
salimos a dar una vuelta.
En medio de esa
marabunta que ya conocimos ayer lo único que merece la pena es comprobar la
existencia de cinco niveles de comercio diferentes.
El tráfico es la leche tanto en organización como en medios. 24-9-19.
En cualquiera de
las plantas de un edificio tienes negocios con puerta abierta y servicio
establecido; luego en la planta calle hay un segundo nivel de tiendas
abiertas de todas las clases incluyendo
tanto negocios importantes con vigilancia policial como chiringuitos vulgares
de mala muerte; en la parte interior de la acera se establecen sastres
reparadores y vendedores de quincalla de segunda mano; además y en las
profundas cunetas de muchas de las calles se establecen los manteros con
inimaginables productos para la venta y finalmente están los vendedores
ambulantes, mujeres fundamentalmente, que llevan sobre la cabeza los productos
que tratan de vender, especialmente frutas. En medio de todo y fundamentalmente
a la tarde aparecen los chiringuitos de fritangas y demás. No hay que
preocuparse, todo eso que desechamos aparece en Tanzania, pero eso sí, móvil en
la mano, antediluviano o bastante moderno, no falta ni en las manos de los
masai.
El comercio se desarrolla a varios niveles en todas las calles de Arusha.
A media mañana
bajamos las mochilas a recepción para dejar la habitación libre y nos vamos a
dar una buena vuelta por Sokoine Roud, visitando la biblioteca y un jardincillo
recoleto.
Comemos a la una y
media y se nos hacen las tres pues es a la carta y hay que esperar a pesar de
que no hay prácticamente comensales.
Ruta Machame. Treking del Kilimanjaro.
Después de comer
porteamos nuestras mochilas de hotel a hotel siendo curioso que ninguno de los
merodeadores se acerque a nosotros. En cinco minutos cruzamos junto a la
mezquita y nos llegamos al hotel. Está peor que el anterior pero no hay
problema.
Por la tarde nos
quedamos en el hotel, no tenemos ganas de salir a pelear con los buscones.
Cenamos a las siete y media y nos empiltramos. Mañana nos espera nuestro
safari.
Programa de descenso a Mweka Gate.
Tenemos tiempo
para hacer un poco de resumen de nuestro treking que se ha saldado con 5600
metros subidos y otros tantos bajados y 75 kilómetros recorridos, cifra poco
fiable en 33 horas de reloj corrido durante seis jornadas y concluiré en que no
ha sido gran cosa pero es lo que hay.
Hola Mariano¡
ResponderEliminarEnhorabuena por esa cima y ese pedazo de viaje¡¡
Esa combinación de actividad en naturaleza y conocer países nuevos, es un caramelico de los que no te cansas de probar ;-)
Salud¡
Fer
Enhorabuena por la ascensión y por la crónica tan bien relatada y llena de detalles.
ResponderEliminarEl Kilimanjaro es un sueño que tengo apuntado en la agenda de futuros proyectos desde hace años, pero que por una cosa o por otra nunca llega a realizarse.
Un saludo.-
¡Hola Fer!
ResponderEliminarBueno, en conjunto tiene interés fundamentalmente por el carácter tan diferente de la montaña en relación con las que acostumbramos. La montaña tiene altitud y poco más.
Es cuestión pues de probar.
¡Que vaya bueno!
¡Hola Tomás!
ResponderEliminarSi es tu sueño, sácalo de la agenda, hazlo realidad y así disfrutarás de infinitos detalles más de los que he relatado yo. Lo disfrutarás.
¡Que vaya bueno!
¡
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