Barranco Foratula desde la Carretera al Balneario de Panticosa.
Cuarta
vuelta del Escalar en la Carretera al Balneario de Panticosa y Barranco
Foratula.
02-09-2007
Tiempo efectivo 03:00 h
Poco difícil.
Ascensión.
Agua en
el Caldarés de Baños, en la parte alta del barranco y en el ibón de Foratula.
Al Ibón
de la Foratula no hay ningún camino corto y fácil. Se puede
acceder desde la Hoya
de Brazato, o por el Barranco Piniecho en la Pista de la Ripera pero no se trata de caminos muy transitados
aunque siempre más fáciles que el del Barranco Foratula. Tampoco es aconsejable
partir directamente desde el Balneario de Panticosa
Mariano
Javierre.
Mapa del Barranco e Ibones de Foratula procedente de Prames. Vía en amarillo.
¡Cuántas
miradas le había echado al Barranco Foratula!
Hacía
ya mucho tiempo que me rondaba por la cabeza el proyecto Es más, con ocasión de
hacer las Puntas de Piniecho había pensado en bajar por allí pero las palabras
de José Luis, que nos sube en su coche, nos hacen desistir de intentarlo como
vía de descenso: “Oh, ese es mal terreno”.
Mariano
el que gentilmente me presta su ayuda con el móvil el día del accidente de Rosa
también me lo confirma y yo estoy emperrado con el tema. Las paredes de la
orilla izquierda del Caldarés de baños me atraen. Rosa dice que no quiere ni
verlo y yo, el domingo 2 de Septiembre me decido a darme un “homenaje”, si paso
bien y si no, media vuelta.
Cuatro
kilómetros tras pasar Panticosa con dirección al Balneario, superada la cuarta
curva importante, en este caso es a derechas, y 300 metros más adelante
ya en la recta hay un pequeño ensanche, a la derecha de la carretera, que han
realizado recientemente con motivo de la remodelación general del Balneario y
la carretera de acceso. El ensanche tiene al noroeste la desembocadura del
Barranco de Gabarda y al sudeste el amplio cono de deyección del Barranco de
Foratula.
Entrada al Barranco Foratula que tantas veces he mirado. 23-8-09.
Es
el lugar donde aparco mi coche cuando son las tres de la tarde pasadas, saco
mis prismáticos y echo una ojeada a la parte del barranco que se aprecia desde
aquí abajo y que tantas veces he mirado.
Se
abre en dos ramas a la altura en la que se aprecian algunas dificultades que
supongo se podrán solventar incluso escamoteándolas por entre los pinos negros
próximos al barranco, pero no soluciono nada. Sobre el terreno veremos.
Se
puede bajar desde aquí para atravesar el Caldarés pero yo me bajo para aparcar
en la tercera curva que es muy amplia aunque no sea el mejor lugar para hacerlo.
Cruzando el Caldarés de Baños.
A
las tres y cuarto salgo para cruzar fácilmente el Caldarés, cosa que no sea
hace por cualquier lugar ni en época de caudal más normal que ahora. Estoy a 1450 metros de altitud
cuando inicio el remonte del enorme cono de deyección del barranco por medio de
una pedrera de grandes dimensiones en la que está medio instalado un incipiente
bosquecillo mixto con especies de rivera entre los que destacan servales,
abedules y sauces.
Gano
altura hasta alcanzar el nivel de la carretera cuando el cono de deyección se
aproxima a la pared perdiendo anchura y orientándose claramente al sudeste.
Hace calorcillo al sol y subo ligero puesto que llevo muy poca mochila.
Entrado
al barranco, de piedra en piedra pues las hay fundamentalmente metamórficas con
reducida presencia de granito, asciendo hasta alcanzar una zona de grandes
bloques en la que aparece el primer resalte que paso fácilmente por la
izquierda del barranco.
Segunda acumulación de bloques en el Barranco Foratula. 23-8-09.
Unos
metros más de bloques y piedras bastante asentadas me conducen al segundo
resalte formado por unos enormes bloques empotrados que se superan por la
derecha del mismo fácilmente y vuelta a lo pedrera de respetables proporciones
que se sube muy bien con ritmo atlético y que, al paso, me llena de sudor la
espalda.
Parcial del barranco Foratula.
Localizo
un par de piedras muy aceptables que ofrecen protección en caso de lluvia y
enseguida alcanzo la división del barranco que se veía desde abajo. La rama de
la izquierda del mismo, es bastante estrecha, muy erguida y tiene un pésimo
aspecto confirmando lo que se adivinaba más que veía desde abajo: una mala
opción. La rama de la derecha del mismo es más amplia y se llena de verdura
antes de alcanzar un fuerte resalte que habrá que probar.
El
barranco que hasta ahora tendrá una pendiente media de 35º deja atrás las
pedreras de relleno y comienza a mostrar su base metamórfica de superficie algo
lisa y pintada de tonos oscuros a la vez que acentúa la pendiente de forma
considerable.
Primer Gran Resalte y el Mallo.
Tras
una pequeña zona de placas metamórficas muy bien cuarteadas surge un espolón
que divide en dos al barranco. La rama derecha se llena de la verdura que ya he
visto desde abajo, sobre una pendiente de alrededor de 60º rematándose en una
pared bastante vertical de mal aspecto, de alrededor de 15 metros de altura, que
se extraploma un poco hacia el centro del barranco y que me dice que por allí
no pasaré.
A
un lado de la zona herbosa está el dorso metamórfico y al otro aparece la otra rama del barranco que se ha
iniciado unos metros más abajo con un paredón vertical.
Se
trata de hacer una travesía sobre el dorso divisorio por encima del paredón de
la rama izquierda y echar una ojeada. La travesía es fácil aunque los materiales
no son de la mejor calidad y me deposita en la base de un oscuro canal bastante
semicircular y algo húmedo. Estoy frente a la segunda parte del primer gran
resalte del barranco, una pared de alrededor de 8 metros de altura con
materiales metamórficos de calidad que ofrecen un importante número de presas y
que permiten una escalada vertical pero fácil.
Autofoto en la parte intermedia del Primer Gran Resalte del Barranco Foratula.
La
pared alcanza un rellano bastante amplio ocupado por una pequeña cubeta de agua
de aproximadamente un metros cúbico y
sobre el mismo la tercera parte del resalte que es una pared vertical de 15 metros lóbregos y
sobrecogedores. Hasta aquí he llegado.
La
parte izquierda se pierde vertical más arriba de la salida, el centro es
asequible en su parte baja pero completamente lisa y vertical hacia la salida,
solamente la mitad superior derecha ofrece un estrecho corredor que puede
solucionar el tema siempre y cuando pueda alcanzarlo.
Tratar
de alcanzar el corredor puede tener el precio de un remojón y lo que es peor,
un buen chaquetazo. Se puede rodear el estanque por su izquierda se puede
progresar por el centro de la pared donde aparecen dos buenísimas presas pero
dudosas que son las claves del paso y hay que emplearlas necesariamente.
Los dos tercios superiores del Resalte Inferior. 23-8-09.
La
roca lisa ofrece pequeños y buenos apoyos de pie aunque inclinados, para las
manos se buscan más pequeños pero también más seguros. Subo 3 metros y me detengo para
ver. Hay que subir más.
Un
par de metros más arriba con seguras presas de manos me permiten alcanzar la
altura de las presas clave y probarlas con fuerza para comprobar que la más
importante parece de garantía.
La
continuación es una travesía hacia la derecha de la pared para alcanzar la
presa clave siempre con una presa segura en mi mano derecha y desde ésta poder
acceder con mi mano izquierda a la presa de entrada al corredor con poco aire
en los pulmones.
La cubeta de agua desde arriba y la Carretera al Balneareio de Panticosa. 23-8-09.
El
corredor es estrecho, lóbrego, muy inclinado, acogedor y vestido de roca porosa
y áspera; de momento una joya pues me puede sacar del paso. Lo peor que tiene
es pensar lo que tiene debajo al descenso.
El
corredor es bueno y me saca del resalte que tendrá alrededor de 45 metros en total. Estoy
sobre los 1700 metros
de altitud y de nuevo en un barranco pedregoso en el que se alternan los
bloques de variadas dimensiones con las afloraciones de materiales
metamórficos firmes, que en el mayor de
los casos van a permitir una fácil progresión debido a la formación de multitud
de repisas escalonadas. La presencia de agua es intermitente en estos momentos
de la temporada.
Sobre
un lecho medianamente inclinado de aproximadamente 35º, se van sucediendo
resaltes fáciles que se pasan por donde la intuición te manda, no se puede
transitar parajes como éste sin esa intuición fruto de la experiencia. Se van
pasando a la vez que el corredor se va alargando pues creía que tras el resalte
se resolvería en una pared más o menos inclinada.
Al
barranco le salen pinos negros en su ladera izquierda cuando muestra un segundo
resalte importante que no se puede franquear directamente por liso y vertical y
que habrá que salvar por la parte izquierda del mismo. Para ello hay que subir
una primera parte muy erguida, realizar una expuesta travesía a la parte
izquierda del corredor y alcanzar unos retazos de pradera alpina sobre la que
se asientan aislados pinos negros retorcidos por los repetidos aludes que bajan
por el barranco año tras año.
La Salida del Segundo Resalte. 23-8-09.
Localizo
paso de sarrios cuando van de camino a las pequeñas campas herbosas en la base del Mallo pues este es el lugar
por el que se accede al mismo. Y, tras un paso terroso delicado sobre los
paredones verticales inferiores, retorno
al lecho del barranco dando por liquidado el resalte que de unos 30 metros de altura no
tan vertical como el primero y que ha resultado más fácil aunque haya sido más
artificioso e inseguro. Estamos sobre los 1900 metros de altitud
y llevo una hora de ascenso.
El barranco se allana y ensancha a la altura del Mallo. 23-8-09.
El
corredor no termina sino que se alarga medianamente inclinado hacia arriba
entre materiales de menores proporciones y mayor presencia del granito. Las
paredes del mismo ofrecen variados escapes para salir del barranco pero la
progresión es fácil.
Atrás queda el estrangulamiento del Barranco Foratula. 23-8-09.
Poco
más arriba, sobre los 2000
metros se divide de nuevo en dos ramas igualmente
fáciles. Elijo la derecha pues por ella baja agua y tras ascender a la
izquierda del curso del agua primero y por el propio lecho escalonado después,
alcanzo un final terroso, en el que se asienta el acónito, que me conduce a un
collado instalado sobre un pequeño rellano herboso agostado en el que
finalmente se resuelve el barranco.
Bifurcación del Barranco Foratula por encima del Segundo Gran Resalte. 23-8-09.
Estoy
a 2100 metros
de altitud y desde aquí el barranco no se ve en detalle pues se escamotea a la
vista pero a cambio muestra
perfectamente el casquete somital del Mallo de 1919 metros de altitud
en mitad del mismo, los desconocidos paredones de la Punta del Onso al norte,
Cochata Pano al este como antecima de las Puntas de Piniecho y Gabarda,
Ordicuso, Argualas, Pondiellos, Infiernos, Tebarray, Piedrafita…todo al
noroeste.
Hacia abajo la Punta del Mallo. 23-8-09.
Ibón de la Foratula. 23-8-09.
La
continuación es una ladera granítica en la que se alternan pedreras
medianamente estables con afloraciones firmes de granito sobre la que se
asientan manchas de pratenses, mirtillos y rododendros arrellanándose siempre
al encuentro de una cubeta lacustre en la que se encuentra el ahora menguado
Ibón de Foratula o Piniecho, hay otro sin agua, situado a 2240 metros de altitud.
Nos contemplan los Picos de la
Foratula al norte y las Puntas de Piniecho al sur.
Son las cuatro y media pasadas y dándome la vuelta
sobre mis propios pasos, espoleado por
la inquietud del resalte que me espera abajo, inicio un descenso que carece de
historia y que repite pasos hasta alcanzar el segundo gran resalte.
Tras
el paso terroso sobre la pared para alcanzar los pinos, localizo una rampa
herbosa que por la izquierda del barranco me permite faldear totalmente el
resalte. Es la zona por la que se accede al Mallo.
He
deshecho una cita de las mías en la parte alta del resalte, aquí no son
necesarias y no duran de una temporada a otra en el caso de que alguien las
haga, y ahora desciendo la parte del barranco en la que no hay excrementos de
sarrio. Por abajo no suben el primer gran resalte y por arriba no bajan de las
campas del mallo. ¡No saben nada estos bichos!
Una
pequeña duda de situación me introduce en el corredor superior del, tan
esperado, primer gran resalte. El descenso del corredor es seguro y fácil. Luego,
sabiendo como está el material, de espaldas al valle, destrepo cómodo y seguro
la pared que me deposita con más facilidad de lo esperado en el estanque de la
base. Es un IIIº y nada más.
Desciendo
la pared intermedia del resalte tras echar un trago de agua, me hago una foto
con disparador automático y para abajo disfrutando. El corredor que me parecía
un asuntillo corto tenía 650
metros de desnivel. He liquidado el barranco y el ibón
moviendo 800 metros
pero lo que si puedo asegurar es que no he dado un solo paso en balde.
El Mallo desde la Carretera del Balneario de Panticosa.
A
las seis de la tarde llego al coche. Antes de volver para casa me daré una
vuelta por el Balneario de Panticosa ya con poco movimiento y muchas obras
todavía.
A
las siete y media estoy en casa descargando las fotos, he perdido tiempo en
ello y comprobaré que, en efecto, ha sido tiempo perdido puesto que la primera
tarjeta con la mayoría de las fotos ha desaparecido por arte de la informática
quedándome con la foto del disparador automático y unas cuantas del Balneario.
¡Será posible!
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