La Sur de Medidodía y Picón.
Aparcamiento de San Julián de
Banzo, Barranco de San Martín, Barranco de la Cobeta , Collado Sopilata, Reguero del Aguila,
Paso de los Tres Pitones y Pico Mediodía. Vuelta por depresión, Cima del Picón,
Arista Este del Picón, Paso de las Dos
Clavijas, Cresta de la Cobeta
y camino alto.
30-01-2010.
Salida 10 h. Llegada15 h.
Mixto.
Bastante fácil.
Ascensión.
Mapa de Picón y Mediodía procedente de Prames. Vían en amarillo.
El
Pico Mediodía y el Picón se ven, recónditos y enigmáticos, desde los Llanos de
Nueno, siempre modestamente a la sombra del poderoso además de vistoso Salto de Roldán. Con un camino
intrincado y en Guara eso es significativo, son unos picos poco visitados.
Guara desde Barluenga.
Se
acaba Enero de 2010 pues hoy es 30, han anunciado muy mal tiempo que no creemos
vaya a resultar demasiado malo y una vez más nos marchamos a Guara.
Salto de Roldán desde San Julián de Banzo.
Huesca,
Loporzano, Sasa, Barluenga y San Julian de Banzo. Pasamos la parte alta del
pueblo y en la vuelta de siempre tomamos la segunda salida, avanzamos junto a
un almendral y con una pista en suave descenso alcanzamos el aparcamiento a 740 metros de altitud.
Son
las diez de la mañana cuando iniciamos un camino no indicado pero conocido, en
suave descenso que en cinco minutos nos deposita en el Barranco de San Martín
de la Val de
Onsera con una cueva amallatada que recordamos perfectamente.
Barranco y Cresta de la Cobeta.
Hemos
iniciado el camino en dirección nor-nordeste y vamos a proseguir en dirección
norte hasta coincidir con un torrente que baja suavemente por nuestra izquierda
y alcanzar enseguida unos pequeños pastizales abandonados junto a una derruida
Mallata del Romeral.
Peña Sopilata.
Detalle del Collado Este de Sopilata.
Un
poco antes de alcanzar la mallata, un caminillo parte ligeramente hacia el
nordeste, no lo tomamos pero enseguida nos daremos cuenta que es el camino que
asciende directamente hasta el Collado Sopilata; nos ha vuelto a suceder lo
mismo que la vez anterior pero no nos preocupa. Llevamos en camino que conduce
a la Peña de
Amán y ya lo abandonaremos en su momento para llegar al Collado Sopilata.
Hemos
De descender de nuevo ligeramente para alcanzar el Barranco de la Cobeta y atravesarlo por un
amplio herbazal arrellanado y evolucionar hacia el noroeste para atravesar otra
suave depresión y aproximarnos a la Paridera Saso.
El
barranco que acabamos de atravesar es amplio, medianamente inclinado y
transitable pues ya lo utilizamos el año pasado. Conduce al Collado Sopilata
que es nuestro objetivo.
Localizamos
una mancha de pintura azul que nos invita a seguirla en dirección norte, luego
otra y algunos puntos algo desperdigados hacia arriba. Nos permiten ascender
por terreno poco limpio pero con trazas de caminillos más bien propios de
animales, pero subimos sin problemas entre los Paredones de Punta Sopilata y
unas afloraciones rocosas algo erguidas en la orilla izquierda del barranco.
En
la parte alta se arrellana un poco y nos conduce al Collado Sopilata sobre el que evolucionan ingrávidos los
buitres leonados pues hay viento por arriba.
Mediodía desde el Collado Sopilata.
En
el collado a 1060 metros
de altitud corre el viento, avistamos el Reguero del Aguila y la cara sur de
los picos que recordamos. La mañana está ligera y espléndida pero invita al
movimiento. Un movimiento que continuamos en dirección este por la, casi plana
aquí, Cresta de la Cobeta.
Pasamos
el lugar donde almorzamos en la anterior ocasión, seguidamente el lugar por el
que nos incorporamos al Reguero e inmediatamente alcanzamos el camino el camino
alto que viene prácticamente llano y que se inició en la Mallata del Romeral.
Cierre del Reguero del Aguila.
Un
caminillo poco transitado pero con apariencia de haber sido limpiado
recientemente abandona la
Cresta de la
Cobeta antes de alcanzar la zona de las agujas y se introduce
suavemente por la ladera izquierda del Reguero del Aguila. No tenemos ninguna
duda de que se trata de nuestro camino, cosa que se confirma de inmediato con
la presencia de algunos colgajos de plástico, que en el fondo del barranco se
harán inestimables ya que la limpieza del camino no dura más allá de unos
cientos de metros.
Ya
en el fondo y con un camino muy sinuoso y prácticamente cerrado por un bosque
de crecidas carrascas, carrasquillas, bojes, enebros y genistas proseguimos unos metros por el
plano fondo y nos incorporamos a unas
difuminadas pedreras ya en la ladera derecha del Reguero lugar al que acaba de
llegar el sol.
La Sur del Mediodía.
Estamos
a 1250 metros
de altitud, son las doce menos cuarto y nos paramos a almorzar al abrigo del
lugar y al calorcillo del sol mientras contemplamos las evoluciones del grupo
que hemos visto al principio por el camino alto.
Están
subiendo por una arista orientada al sur que conduce directamente a la Cima del Picón. Uno de ellos
está en un pequeño hombro, otro detrás lleva camino de enriscarse por lo que lo
reconducimos a voces y cuatro más se dan la vuelta.
Detalle de la Oeste del Pico Mediodía.
Diez
minutos después proseguimos por una erguida pedrera terrosa que asciende
directamente hacia las paredes del Pico Mediodía. Ya casi en la base de la
pared el caminillo y las citas nos llevan en horizontal a las mismas. Pasamos
un escalón rocoso fácil e inmediatamente nos deposita en la pared: hay un
cintajo de plástico en medio.
Estamos
en la zona oeste de la depresión entre las dos puntas y hemos de atravesarla
hasta alcanzar la parte central, por debajo la depresión está defendida por
unas placas calizas muy tiesas y habrá que pasar por aquí.
Me
voy a probarlo mientras mi chica espera.
El
paso de entrada es largo pero las presas son decentillas. Enseguida localizo un
viejo pitón y luego otros dos más. La continuación no es difícil pero no es
agradable. Tendrá alrededor de una docena de metros la mayoría de los cuales hay
que hacerlos en travesía ligeramente ascendente conformando un paso que no
llegará a IIIº.
Termina con un pequeño nicho en
la cabecera de una amplia rampa descendente que salva la pared por arriba.
Me
vuelvo a por mi chica cuando ella ya ha forzado el paso de entrada y juntos lo
terminamos comentando que un quitamiedos podría ser ciertamente útil.
Descendemos
la rampa que nos introduce en la maleza del fondo de la depresión, continuamos
con otra rampa terrosa llena de verdura y nos orientamos frontalmente para
arriba por el fondo de la depresión.
Enseguida
un pequeño resalte en el que hay que ayudarse de las manos nos deposita en la
descompuesta ladera somital solamente afirmada por desperdigados enebros
rastreros y aguerridas genistas hórridas.
Pico Mediodía.
Ascendemos
por cualquier parte en dirección noroeste y poco después alcanzamos la Cima del Pico Mediodía a 1418 metros de altitud
cuando son las doce y media y el día está cambiando a velocidad de vértigo con
un cielo que se cubre totalmente por momentos.
Picón desde Mediodía.
El
Pico del Mediodía es una cima orientada de oeste a este que continúa hasta la
depresión que lo separa del Picón que se ahonda dividiendo la cara orientada al
sur y que es el lugar por donde hemos accedido. La arista oeste es un tremendo
paredón vertical que se prolonga a lo largo de toda su cara norte.
La Sur del Picón.
Nos
abrigamos pues corre “biruji” y esperamos que llegue la pareja que ha ascendido
por la arista orientada al sur del Picón.
Salto de Roldán desde Mediodía.
Nos
comentan que se han dado la vuelta del paso que hemos forzado nosotros y se han
ido a la arista donde los hemos localizado. Nos comentamos mutuamente las
dificultades encontradas y enseguida nos
vamos a probar su camino de ascenso. El día no me gusta un pelo y hay que salir
de la roca antes de que se moje.
Hemos
contemplado Gratal, la Punta
del Aguila y las Peñas del salto de Roldán desde una perspectiva poco usual y
ahora mientras avanzamos por la fácil cresta la neblinosa estampa blanca de
Guara rellena de nieblas. El resto lleva todo el día oculto por la perturbación
que nos está sitiando.
Localizamos
un par de citas que nos invitan a
proseguir por la arista este y con ellas nos bajamos unos metros hasta que la
arista se pone vertical.
Junto
a la misma localiza una rampa llena de la “verdura de Guara” que se puede
descender para seguidamente practicar una travesía algo inclinada y alcanzar
una brecha en la base de la arista desde la que el descenso cuenta con una
sucesión de gradas.
La
rampa está muy sucia y por qué no mirar un poco, solamente caen algunos
desperdigados copos de nieve. Además la pareja de la cima ha subido algo más al
sur y por allí también podemos bajar.
Dejamos
la arista por una terraza inclinada aunque amplia y enseguida localizamos otra
cita. Desde ella veo a tres de los compañeros de la pareja de cima que están,
de nuevo, dándose la vuelta del paso que tengo a mis pies.
Paso de las Dos Clavijas.
La
vía es mejor que la rampa que acabamos de desechar: cuenta con un tramo
superior escalonado entre bojes y carrasquillas y dos pequeños resaltes
sucesivos y equipados con sendas clavijas Son fáciles y no pasarán del IIº ó a
lo sumo serán de IIº +.
Reguero del Aguila.
Detalle de la Vía de las Dos Clavijas al Picón.
Luego
proseguimos por un sistema de pequeñas gradas algo descompuestas y con
asentamientos vegetales en busca de la vegetación del fondo del Reguero del
Aguila. Hemos charlado con el trío y con los dos de arriba que finalmente se
han venido tras nosotros y nos vamos para abajo cuando ya nieva con cierta
consistencia. Hemos de encontrar el camino y salir con el mismo hasta la parte
limpia pues los arbustos se están cargando de agua y de nieve.
La Sur del Picón.
Enseguida
encontramos el camino y poco después ya por la zona limpia avanzamos ligeros
hacia la Cresta
de la Cobeta. Atrás
se quedan ya muy cubiertos el Picón y el Pico Mediodía, nuestro camino de
subida, el de descenso y el de la arista sur que nos ha quedado por patear.
Las Alpargatas entre nieblas.
Echamos
una última visual a la, ahora lechosa,
Punta Sopilata y tomamos en dirección sur el camino alto que enseguida
girará al este para alcanzar el Barranco de la Cobeta a buena altura y en
el lugar en el que hemos localizado por última vez al grupo.
El
camino está más limpio que la anterior vez y se agradece fundamentalmente en la
parte de descenso hacia el Barranco de la Cobeta.
Deja
de nevar y llueve ligeramente a la vez que el cielo se va abriendo un poco.
No
perdemos el camino como en la vez anterior en la que llegamos a la Majada del Romeral por
libre y enseguida alcanzamos la unión de los caminos. Poco después encontramos
en la Mallata del Barranco de San Martín al otro
integrante del grupo que está esperando
a sus compañeros y a las tres menos cuarto nos llegamos al aparcamiento. Han
sido 800 metros
de desnivel interesantes los que nos han permitido salvar la deuda que teníamos
pendiente con el Picón.
Comemos
en el coche con un recién nacido sol. Luego llega el grupo con el que charlamos
y con las ganas de habernos marchado hasta San martín pues tarde había, nos
volveremos para casa y otro día será.
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