3 abr 2013

16-13. SAOUBISTE FRUSTRADO. 3-4-2013.

Saoubiste desde el Col de Suzon.

Cabaña de Soques, Barranco de Pombie, Col de Suzon, Refugio de Pombie y vuelta por el Barranco de Pombie.

03-04-2013.

Desnivel acumulado 925 m.

Distancia recorrida 10500 m.

Tiempo efectivo 04:30 h.

Mixto.

Fácil.

Agua en los barrancos de las inmediaciones de la Cabaña de Soques.

Recorrido en el Circo de Pombie sobre proyecto de ascensión al Saoubiste. Se puede hacer en cualquier época del año y en invierno es conveniente hacerlo con raquetas o esquí. El descenso directo cuenta con pendiente suficiente en el rellano intermedio.

 Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Saoubiste procedente de Prames. Vía en amarillo.


            Al Refugio de la Pombie  acostumbramos a subir desde el Aparcamiento de Aneou por el Soum de Pombie. Es la vía más rápida que te permite actividades en la zona.

            En una ocasión subimos desde la Cabaña de Soques con las raquetas y nos dijimos que había que disfrutar el circo con los esquís.

            Este 2013 y sus copiosas y reiteradas nieves han tenido cerrada la vertiente norte del Portalet durante un considerable tramo del invierno y entre esto y el mal tiempo pues no vemos ocasión hasta el 3 de Marzo, un miércoles   de buen tiempo anunciado en medio de dos borrascas de las que hemos tenido cumplidas noticias en este año.

            No son las diez de la mañana cuando aparcamos, a la sombra, junto a la Cabaña de Soques a 1390 metros de altitud. Hace fresco.


            Hay que bajar unos metros en busca del puente del Barranco de Aneou y tras ponernos los esquís bajamos hasta el puente para introducirnos con algunas dudas en el Hayedo de la Pombie que nace en la orilla izquierda del barranco.

            Hay muchas huellas pero enseguida y ya al sol, tomamos la principal que se va hayedo arriba en dirección noroeste. La mañana absolutamente luminosa y clara está espléndida.

            Una huella muy suave y continua nos aproxima al Barranco de Pombie  alcanzándolo en la parte alta del hayedo y cruzándolo por un potente puente de nieve propiciado por aludes bajados de la ladera sur del mismo.


            El barranco cuenta ya con algún ojo y nosotros avanzamos, ahora en dirección oeste, siempre en la vertiente izquierda del mismo.

            El fondo del barranco se pierde en un caos de ondulaciones muy llanas bajo la Cabaña Pucheaux pero la huella de un par que suben delante de nosotros abandona paulatinamente el barranco para ganar altura en busca de la Cabaña Arregatiou. Han caído tres centímetros de nieve y el circo está prácticamente virgen.
Inusual imagen del Midi de Ossau.

            Dos montañeros suben directos a Pombie y la pareja de delante enseguida se deja alcanzar. Se darán la vuelta inmediatamente mientras nosotros, en una suave media ladera vamos ganando altura en la cara sur de la arista que une los Pics de Pombie y Saoubiste.


            Todo está inmaculadamente nevado y sin huella alguna de tránsito salvo algún caminillo de rebeco despistado. Hemos dejado a nuestra espalda el Soum de Pombie y llevamos al frente el conjunto de Peyreget, Saoubiste y Pombie capitaneado por el Midi de Ossau que nos presenta una de sus imágenes quizá menos estética.

El Pallas.

            Orientados directamente al Col de Suzon al que se puede llegar con suma facilidad, nuestro objetivo es tomar la Arista Oeste del Pic Saoubiste, hacer la, creo recordar, fácil cresta hasta la base de las paredes y subirnos al pico dejando allí los esquís. La esquiada puede ser magnífica.
Bajo el Col de Suzon.

            En los sitios protegidos la nieve polvo recién caída se pega y me hace zuecos en las pieles de foca con lo que los esquís no deslizan gran cosa pero… paramos a echar un café calentito y a comernos un dulce. Son las once y media.
La arista al Saoubiste.

            Luego proseguimos y nos situamos bajo la pared que defiende el Col de Suzon y advirtiendo que  arriba hay ventisca lo que contrasta claramente con la apacible hora que disfrutamos aquí abajo al sol de la mañana.

            Podríamos acceder al collado de separación con el Pic de Pombie pero perseverando con nuestra intención, buscamos rampas suaves que nos permitan negociar la subida sin tener que poner las cuchillas.

            Encontramos nieve acumulada en algún tramo un poco más erguido pero de cualquier forma y siempre de manera fácil superamos el resalte más consistente que se arrellana y nos deposita en una pequeña cuenca abrigada media docena de metros por debajo del Col de Suzon.

            Lo tengo claro. Mi chica se sorprende de la decisión pero yo me quito los esquís  y con los bastones me voy al collado al que acaba de llegar Juan que ha subido de forma más directa con sus raquetas. Van a ser las doce y media y estaremos sobre los 2175 metros de altitud.

            Inmediatamente que alcanzamos la arista somos zarandeados inmisericordemente por una ventisca extraordinaria. El viento que sopla del sur arranca nieve que empuja pared arriba y que alcanzada la arista la convierte en surtidores que se elevan unos metros hasta disiparse en un ambiente absolutamente hostil. La ventisca llena nuestros bolsillos de nieve en un instante, se cuela por todas las rendijas de nuestras pertenencias,  y azota nuestros rostros absolutamente impía.
A petición expresa de mi chica.

             La arista es amplia, corta  y fácil hasta que alcanza la base de la pared somital del Saoubiste  que vemos solo de manera intermitente. Al oeste el Midi parece ajeno a lo que aquí acontece y de nuevo lo tengo claro: me vuelvo para abajo como una moto diciéndole adiós al pico mientras Rosa pide una foto para el recuerdo que Juan, paciente él, se la hará.
Magnífico Midi de Ossau.

            Juan todavía se acercará  hasta la base del pico y descenderá enseguida poniéndose al pairo en la cara sur. Nosotros, fuera de la arista estamos en otro mundo. Preparamos los esquís mientras las manos nos van entrando en calor y cuando queremos iniciar del descenso nos reunimos.


            La parte superior de la pared la descendemos por donde hemos subido. La nieve está muy buena para la pendiente y se gira muy bien, más abajo puede ser otra cosa.

            Mi chica propone acercarnos al Refugio de la Pombie ya que no hemos hecho el pico y consecuentemente, antes de alcanzar el fondo del rellano y como procedimiento de remontar lo menos posible iniciamos un flanqueo hacia la  la Grande Raillere que resulta generalmente fácil salvo un muraco que sale a nuestro camino y que hay que atravesar en diagonal  de forma satisfactoria gracias a la buena nieve que presenta.

            Atravesamos colas de aludes bajados de la Sudeste del Midi e iniciamos el remonte tras poner las pieles de foca.

Refugio Viejo de la Pombie.

            Atravesamos en suave ascenso una serie de barranquillos completamente cubiertos de nieve y alcanzamos el emplazamiento de las Cabañas de la Pombie tras contemplar el inexistente Ibón de Pombie pues nadie diría que lo fuera de no conocerlo.


            Es la una y cuarto cuando nos sentamos en la terraza del refugio situado a 2032 metros de altitud. Los dos refugios están cerrados. Los fransuas se habrán cansado del vandalismo y no se andan con leches.

            Comemos al sol y al abrigo que proporciona la cubeta de nieve en la que ahora se encuentra el refugio. Media hora después iniciamos el descenso. Se puede bajar directamente pero yo no tengo claro el rellano lleno de ondulaciones del terreno y prefiero descender al encuentro de nuestra huella de subida que es lo que conocemos.

            Siguiendo el camino que recorriéramos en su día con las raquetas, tomamos uno de los barranquillos que hemos atravesado y enseguida, en dirección nordeste un dorso lineal que suavemente nos deposita en la zona intermedia del circo.

            Todavía tendremos que atravesar un par de depresiones suaves a media ladera para alcanzar la huella de subida alrededor de los 1850 metros de altitud.

            Luego descendemos las suaves rampas de nieve por las que hemos subido, ahora está blandurria y  aproximándonos al barranco lo atravesamos por el mismo puente de nieve para entrar en el hayedo. El Valle de Arrious que nos guía en el descenso está de auténtica postal y el Pallas con las Aristas de los geodésicos y la de Von Martin  pone un imborrable broche a un día que ha tenido muchas luces y alguna sombra.

            No tenemos costumbre de esquiar por camino entre  árboles y nos da un pelín de cosa a pesar de que sabemos que todo el problema se puede liquidar abrazándose a  algún niño y fuera. Lo bajamos sin problema y con un solo rehúse en el que mis esquís no quieren negociar una vuelta del camino.

            Ya muy cerca del barranco y al final de la nieve nos quitamos los esquís  y tras cruzar el puente subimos cansinamente el repecho que hemos bajado a la mañana y que nos deposita en la Cabaña de Soques tras 925 metros de desnivel que hemos acumulado en la jornada

               

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