La Oeste de Cabaliros desde el Col de Contente.
Cauterets,
Granja de Igau, Bosque de Aumede,
Barranco Catarrabes, Ladera Sur, Collados de Contente y Anapeou y Arista Oeste.
Descenso pasando por Catarrabes. Antes descenso desde Refugio Russell a la Fruitiere.
29-07-2015.
Salida 06:30
h Llegada 15
h.
Mixto.
Fácil.
Juan
Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Cabaliros procedente del IGN. francés. Vía en amarillo.
En
el Refugio Rusell a 1980 metros de altitud dormimos de cine entre otras razones
porque la soba del día ha sido algo más que los 1650 metros que hemos movido
pues las aristas y las pedrizas de granito obligan a continuos sube y bajas,
pero a pesar de ello, el despertador de nuestros compañeros de refugio toca
diana a las seis y ya que es la hora a la que teníamos previsto levantarnos
pues nos ponemos de pié en el día 29 de
Julio de 2015.
Bajando de Russell a la Fruitiere.
Recoger,
enmochilar y desayunar se lleva poco tiempo y a las seis y media pasadas nos
ponemos en camino, por una vez, cuesta abajo: hay que bajar, de momento hasta
la Fruitiere.
No
bajamos demasiado alegres y se nota pues nos cuesta entrar en calor. La mañana
está débilmente nublada con unas tempranas nubes de desarrollo que no nos preocupan demasiado pues se
acumulan al sur pero que habrá que tener en cuenta.
Labas y la Seda con las luces y nieblas de la mañana.
A
medio descenso nos amenizan la marcha las espectaculares imágenes de Labas y la
Seda entre girones de nubosidad tormentosa mezclados con los primeros rayos de
sol de la jornada.
La
ladera desciende y con ella nuestro
camino hasta la orilla del barranco por la que transita el camino que seguimos
al norte. Luego, llaneando unos tramos y descendiendo suavemente otros, nos cruzamos
con los primeros que suben y nos llegamos a la Fruitiere cuando van a ser las
ocho. Nos ha costado bajar tanto como subir.
La ladera entre el Plateau de Agudes y el Barranco de Estaing.
Sin
pérdida de tiempo nos metemos en el coche y nos vamos para abajo hasta la
carretera que sube a Pont de Espagne sin cruzarnos con ningún coche. De allí
para abajo enseguida llegamos a
Cauterets y una señal nos saca de la carretera principal y nos conduce al
Barrio de Mamelón Vert sin necesidad de entrar por el puente del norte de la
ciudad.
Damos
alguna pequeña vuelta pero enseguida encontramos el inicio del camino a
Cabaliros, aparcamos en las inmediaciones y preparamos las mochilas. Estamos a
950 metros de altitud.
Cabaliros desde más arriba de Cauterets.
Son
las ocho y media de la mañana cuando tomamos un sombreado camino que se orienta
ladera este para arriba, en dirección norte y entre prados rodeados de seto
natural.
Poco
después da un quiebro y coincide con una
carretera asfaltada y con la entrada de la Granja de Igau a 1090 metros de
altitud donde puede aparcarse algún coche.
Un
tramo al sur lleva a unas antenas para girar al norte y alcanzar un desvío que conduce a
Catarrabes. Se convierte en pista y continúa para arriba en suave ascenso
sombreado hasta que alcanza un aparcamiento final donde termina sobre los 1300
metros de altitud y a donde llegamos un tanto mosqueados por habernos embarcado
en esta actividad sin la información pertinente como casi siempre. La pista
está abierta, es perfectamente transitable para cualquier vehículo y en el
aparcamiento hay varios.
Praderíos de Catarrabes y Cabaliros desde la orilla del Barranco Catarrabes.
El
camino que arranca de aquí atraviesa el Bosque de Aumede que nos propicia
sombra y una serie de lazadas que nos acercan a unos prados para tratar de ver
desde allí nuestro futuro.
Tras
un par de fuertes lazadas sobre un claro vestido de rododendros y arándanos el camino llanea, de nuevo en
terreno boscoso introduciéndose valle adentro mientras nos muestra al norte una
ladera medianamente inclinada y bastante amplia en la que localizamos las
amplias lazadas de lo que suponemos ha de ser nuestro camino. También a un
numeroso grupo de montañeros.
Camino que zetea indolente en la Mousquere.
Atravesamos
el torrente de Bourg y nos acercamos al Barranco de Catarrabes que terminaremos
por cruzar sobre los 1550 metros de altitud tras abandonar definitivamente la
masa arbolada que nos ha cobijado hasta ahora.
Vignemale.
Tenemos
por delante una enorme ladera vestida de verde praderío en la que abundan
arándanos y brecinas en flor recorrida por una sucesión considerable de zetas,
algunas enormes, que nos han de elevar en dirección nordeste en busca de la
cabecera. Se trata de un camino pastoril
utilizado por senderistas y montañeros.
Aprovechando
una de las lazadas adelantamos al numeroso grupo que llevábamos delante y
proseguimos para arriba mientras contemplamos
la Norte de Vignemale con la Pared de Gaube en primer plano y las
nieblas que siguen en desarrollo.
Soum de Picarre y Moun-ne desde la parte alta de la Ladera de Mousqueres.
Más
al oeste aparece la estampa del Mon-ne al que nos hubiera gustado subir pero
arrancar a 950 metros de altitud te asegura una tomatada de cuidado.
El
camino alcanza una zona más erguida con afloraciones metamórficas y
zigzagueando entre ellas alcanza la loma cimera en las inmediaciones del Col
Contente situado a 2150 metros de altitud. Se trata de una loma aplanada y
cubierta de verde praderío que nos
muestra al nordeste la amable cima de nuestro pico algo distante todavía.
El Valle hacia Arrens.
Dejamos
a nuestra espalda los promontorios del cordal divisorio entre los Valles de
Cauterets y Estaing y llaneamos un poco con el camino, incluso hemos de perder
unos metros para alcanzar el Collado de Anapeou
en el que hay una majada derruida y desde el que se inicia el ascenso de
un pequeño resalte intermedio hacia Cabaliros.
La Oeste de Cabaliros desde la zona de los collados.
Hacemos
fotos puesto que desde el norte están entrando las nieblas además de que van
creciendo por todas partes y nos creemos que no tardarán en sitiarnos.
Entran las nieblas por el Col de Contente.
Suaves lomas herbosas hacia la Cima de Cabaliros.
Tras
el resalte intermedio que se faldea ligeramente por el noroeste nos asomamos
para contemplar el Laquette de Anapeou que no es más que un abrevadero para el
ganado y nos largamos en suave ascenso por praderío hasta alcanzar la Cima de
Cabaliros situada a 2334 metros de altitud. Son las once y veinte y hemos
subido los 1400 metros desnivel en casi tres horas.
Lac de Anapeou y Cuterets al fondo.
Se
trata de una amable y amplísima cima cubierta de praderío en el que amallata el
ganado y en la que hay tres antenas y una mesa de direcciones que nos va a
servir de poco ya que las nieblas nos envuelven de inmediato y nos roban el
paisaje. Solamente en un pequeño y fugaz claro haremos una foto de cima orientada
al macizo de Vignemale.
Cima de Cabaliros con Vignemale.
Esperábamos
disfrutar de buenas imágenes de Barbat, el Valle de Arrens, Gabizos y la Zona de Aubisque-Soulor pero con las
ganas nos quedamos, lo que más o menos quiere decir que habrá que volver a
alguna otra cima de la zona para reconocer el terreno.
Mesa de direcciones de Cabaliros.
Echamos
un bocado tranquilamente y alrededor de
las doce, cuando el personal va llegando y tras asomarnos entre nieblas a las paredes de la
cara norte del pico, iniciamos la vuelta.
Las
nieblas nos ocultan el paisaje pero no dificultan la visión para transitar,
consecuentemente no perdemos el tiempo en contemplaciones y enseguida estamos
en el Col Contente para iniciar el descenso de la Ladera de la Musquere.
Pasados
los resaltes superiores ponemos rumbo al cruce del Barranco Catarrabes y
atajamos una tras otra todas y cada una de las zetas que nos hemos chupado a la
subida.
Saliendo de las nieblas el Barranco Catarrabes.
No
sé si ganamos mucho tiempo pues el descenso es erguido aunque algo amortiguado
por la masa arbustiva que recubre la ladera pero alcanzado el barranco
agradecemos el camino que llanea de vuelta por el hayedo.
En
la zona de los prados paramos a comer arándanos y frambuesas que ya están
maduros y alcanzamos la pista para continuar por ella para abajo.
Brecina en flor en Cabaliros.
Cerca
del repetidor mis socios que van delante abandonan la pista por un camino que
se orienta en descenso hacia el norte. A mí me parece que por allí no hemos
subido, es más, estoy seguro de ello pero… terminaremos bajando hacia el
Barranco Catarrabes en las inmediaciones de Bourdalats.
Ya
en el barranco en el que hay ingentes cantidades de madera provenientes de
aludes proseguimos para abajo con el mismo hasta desembocar en una carretera
que entre chalets y en dirección sur nos llevará al coche tras caminar por ella
alrededor de un kilómetro.
Son
las tres de la tarde cuando nos metemos en el coche. Nos iremos en busca de
algún barranco para poner a remojo los pies y comer un poco.
El
remojón será en el Barranco de Cauterets y la parada para echar un bocado la
hacemos en Pierrefite. Luego vendrá el Aubisque con menos nieblas y goteando
para subir a continuación Portalet y volver al verano español de cielos limpios
calimas y calores como pocos se recuerdan. Pero no hay problema pues como dijo
el poeta “todo pasa…” y estos calores tocan a su fin después de siete semanas
prácticamente ininterrumpidas.
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