Estamos en Enero, a mediados de mes y todavía en la llamada cuesta
del Invierno; pero no todo es blancura inmaculada de nieves gélidas o noches heladas, estrelladas,
u oscuramente cubiertas en las que el frío regala poco a la vida.
Pero
ese medio natural, fundamentalmente hostil, sin solución de continuidad nos depara alguna agradable
sorpresa: la floración temprana del almendro como un inestimable anticipo de la
Primavera.
La flor del almendro
con su infinita delicadeza nos rescata del Invierno, de ese que no se comen los
ratones y nos devuelve a la vida que esperamos espléndida y luminosa.
Un guiño del Invierno a la Vida.
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