2 abr 2018

24-18. TORONZUE SIN DESCALZAR LOS ESQUÍS EN ABRIL. 1-4-2018.


Toronzué bien escoltado desde el Tozal de las Planas. 

Boca Este del Túnel de Cotefablo, Collado de Cotefablo, Pista Toronzué, Contrafuerte y Cima de Toredor, Tozal de las Planas y Loma Sur. Descenso faldeando Torcedor.
01-14-2018.
Salida 10 h Llegada 16:15 h.
Sol.
Fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Toronzué procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Marzo ha terminado con más pena que gloria por decir algo y nos apresuramos a estrenar Abril para compensar; bueno, lo que realmente ha sucedido es que han anunciado un tiempo espléndido como así será.

Overbooking en el Aparcamiento del Túnel de Cotefablo.

            Es Domingo de Resurrección y primero de Abril del 18 y tras desestimar algunas opciones, pensamos en Pelopín para huir de los previsibles atascos en el Valle de Tena y de las purgas que tienen que realizarse en las paredes, cargadas de nieve a reventar, pero cambiaremos por Toronzué: a mí me gusta más a pesar de los peros que se pueden aducir y que no discutiré ni siquiera con mi chica. Juan está todavía de padre de familia numerosa y marcharemos sin él.

Antes de alcanzar la pista se asoma Toronzué.

            Son las diez menos cuarto de la mañana cuando aparcamos en la Boca Este del Túnel de Cotefablo  a 1430 metros de altitud, y no es fácil pues hay overbooking. Mi chica se alegra pues el personal que marcha delante irá trazando huella sobre las nieve polvo del día anterior y eso también lo agradezco yo.

Atajando la Pista al Collado de Cotefablo.

            Foqueamos desde el mismo aparcamiento a través del inclinado prado, propiedad privada, en busca de la pista para tomarla tras la revuelta inicial en dirección norte que ha de ser nuestro rumbo de ascenso.

La Blanca, Tendeñera y Toronzué desde el Collado de Cotefablo.

            Atajamos la última gran revuelta y alcanzamos el Collado de Cotefablo sobre los1600 metros de altitud. Un grupo numeroso que va delante marcha hacia Pelopín y nos quedamos al norte con una poco definida huella mixta de esquiador y raquetero y que dure.

Faldeando Punta gabardús. 

            Descendemos ligeramente al Collado de la Pilona de Alta Tensión y tomamos la pista para faldear Punta Gabardús. Tanto la loma como la pista están bien cubiertas de nieve de tal forma que ni siquiera aparecerán los consabidos cortes de nieve en tan abrigado lugar al este de la cuerda. La mañana está espléndida y nos quitamos ropa a la fuerza.

Torcedor nos espera.

            La pista es larga y recoveco a recoveco avanzamos hacia Torcedor. Por encima se asoma la inmaculada Cara Sur de Toronzué que es nuestro objetivo.
            Hora y media después estamos abandonando la pista que prosigue un poco al nordeste para tomar el Contrafuerte Este de Torcedor perfectamente vestido de nieve polvo que amenaza con pegarse a las pieles de los esquís en esta solanera. Por suerte la huella sigue.

El Contrafuerte este de Torcedor.

            Dejamos el casetón de fortuna de la loma principal a nuestra izquierda y proseguimos ya loma adelante hacia Punta Torcedor. Se trata de un resalte suave al que le contemplamos su faldeo oeste que haremos a la vuelta.

El faldeo de Torcedor que haremos a la vuelta.

            Pasadas las doce alcanzamos la Cima de Torcedor a 1914 metros de altitud y nos echamos ligeramente para abajo tratando de deslizar, no serán más de una veintena de metros.
            Llevamos a nuestra izquierda la alambrada ganadera que está instalada en la loma y por sus proximidades proseguimos el ascenso aprovechando que la nieve venteada está limpia de nieve polvo y en mejores condiciones para foquear.

Deslizando cuanto se puede desde el Tozal de las Planas. 

            El ascenso al Tozal de las Planas sigue la tónica general de requerir un foqueo   no demasiado exigente y pendiente que solucionamos con unas cuantas  eses al gusto, el esquiador así lo ha hecho.
            Alrededor de las doce y media alcanzamos la amable cima del Tozal de las Planas situada a 1966 metros de altitud e iniciamos el segundo descenso de la mañana, de alrededor de 50 metros. A medio descenso nos cruzamos con el raquetero que vuelve y echamos una charradeta, ha salido a las ocho y nos dice que queda una pareja por arriba.

Casquete Somital Sur de Toronzué.

            El ascenso se sigue en busca del Hombro Sur de Toronzué o se faldea por el este como hacemos siempre pero esta vez continuaremos por la loma aprovechando la bondad de la nieve.
            Se trata de la rampa más larga de la subida y se nota pues además llevamos un catarrazo de campanillas y, al menos a mí, se me hace bastante pesada. A medio camino nos cruzamos con la pareja que baja y de nuevo echamos otra charrada más larga pues es principiante en el esquí de travesía y mis canas le inspiran confianza

Forato, Blanca y Tendeñera desde Toronzué.

            Unas eses, que no vueltas maría, nos permiten alcanzar la cabecera del hombro, nunca lo habíamos hecho y desde aquí atacamos el casquete somital directamente para rematarlo con otras eses a la conveniencia y en busca de la nieve polvo ya que la vieja se va un pelín en la soleada pendiente.

En la Cima de Toronzué.

            Es la una y media cuando alcanzamos la Cima de Toronzué a 2263 metros de altitud. Fotos, purgas en la Sur de Tendeñera, comida sin ganas al abrigo de la brisa cimera que poco bien nos hará a nuestros catarros y media hora larga para tratar recuperar unas piernas excesivamente cansadas que no se van a recuperar y una comida sin ganas: bien se valdrá de las mandarinas y el café con leche.

Descendiendo la Pala Sur de Toronzué.

            Pasadas las dos, nos despedimos del raquetero que ha llegado con su perro y del esquiador que acaba de llegar y nos vamos para abajo en busca de la nieve polvo de la cara sur que no será tan buena como esperábamos y que nos invitará a buscar la primavera más dura que podamos encontrar: esas placas que en otras ocasiones desdeñábamos.

Hay que buscar la mejor nieve bajando de Toronzué. 

            Faldeamos el hombro por el este y alanzamos la loma sur por la que bajaremos esquiando la mejor nieve de todo el día.
            Terminamos la Semana de Pasión con la Cruz a cuestas para remontar al Tozal de las Planas y seguimos descenso hacia Cardador.

Hay que arrastrar la cruz para subir al Tozal de las Planas.

            Desde el collado pasamos la alambrada y faldeamos por el oeste  la pequeña punta para retomar la huella en la loma. De allí para abajo más que girar deslizamos al encuentro de la pista: la nieve polvo está más blanda de lo deseable.

Foqueando y deslizando de vuelta por la Pista de Toronzué.

            Liquidado el Contrafuerte Este de Torcedor entramos a la pista para deslizar por la huella que todo el mundo ha respetado y foquear sin pieles con la talonera suelta en los repechos.
            Luego en el Collado de Cotefablo atajamos la pista  con nieve que la mejora la pendiente y caminamos con los esquís tres o cuatro cortes de la misma: este tramo es un horno y mañana habrá que portear seguro.

Con los esquís hasta el coche. 

            Son las cuatro y cuarto cuando llegamos al aparcamiento, con mucho cuidado pues también ha marchado nieve de allí. El día ha sido espléndido, la nieve ha estado decente y los casi 1000 metros de desnivel acumulados se me han hecho pesados con el catarro.

2 comentarios:

  1. Hola Mariano.

    Para un día que sale bueno hay que aprovecharlo, lo malo que todos vamos a lo mismo y se forman unos atascos de la leche, así que esta zona del Pelopín, es una buena alternativa.

    Yo el Toronzue lo tengo en la lista de pendientes, 1000 m d+ no está nada mal, aunque por lo menos tener nieve desde el inicio es una ventaja.

    Un saludo

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    1. ¡Hola Eduardo!
      No es fácil hacer la actividad sin cortes de nieve para los esquís, para las raquetas es otra cosa.
      Concurrido solamente estaba el aparcamiento luego anduvimos solos tanto a la subida como a la bajada. Y el paisaje de postal.
      Pelopín era la idea original y también era el día adecuado pero nos pareció un poco de desperdicio para un día tan extraordinario. Así que a nosotros nos queda pendiente con buena nieve que con poca y mala ya lo conocemos.
      ¡Que vaya bueno!

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