Tras algunos cortes la nieve llega prácticamente hasta la Cima de Puig Llansada.
Carrer de la Muntaña, Volta de la Muntaña
Sagrada, Costa Rasa, Pinar de la Carena y Cara Nordeste.
Salida 08:15 h. Llegada 12:15 h.
Sol.
Muy fácil.
Esquí de montaña.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Puig Llansada procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
La
Masella y la Molina son dos estaciones de esquí que están no solamente próximas
sino que físicamente están unidas: un teleférico sale de la Molina a
desembarcar en territorio, digamos que de Masella; incluso una pista se llama
Dos Estaciones.
Por
carretera están separadas por alrededor de media docena de kilómetros que
haremos en un periquete para colocarnos en el Aparcamiento del Teleférico, es
el que nos interesa de los cuatro que hay,
para prospeccionar la parte baja de la Estación de la Molina.
En el Torrente de Pal comenzamos a portear.
Aparcamos
y nos vamos de paseo hacia la zona del Barranco de Pal previo paso por los dos estanques artificiales de agua para los cañones hasta la
confluencia de las Pistas Comabella y Volta de la Muntaña Sagrada.
Liquidadas
nuestras dudas de orientación cenamos en la furgo y nos empiltramos dispuestos a madrugar un
poco: tendremos mejor la nieve y además hemos de hacer la vuelta después.
La pista, bien orientada, conserva mucha nieve.
Nos
levantamos a las siete y cuarto, desayunamos y nos vamos con la furgo por el Carrer de la Muntaña que sube junto al Barranco de Pal hasta la confluencia
con la Pista Olímpica. No hemos subido gran cosa pues estaremos sobre los 1730
metros de altitud pero nos hemos evitado casi un par de kilómetros de porteo.
Vista atrás desde Muntaña Sagrada aparece la Tosa de Alp.
A
las ocho y cuarto iniciamos el porteo por la pista que discurre en la orilla
derecha del barranco hasta que, diez minutos después alcanzamos la confluencia
de pistas en la que estuvimos ayer. Las dos tienen cañones y las dos presentan
inmediatas manchas de nieve.
Hemos
ascendido al sur y aquí tomamos la pista que asciende al sudeste entre laderas
erguidas y vestidas de pinos.
En Costa Rasa contemplamos nuestra continuación por los pinos.
Nada
más empezar el repecho aparece una mancha de nieve alargada que no creemos sea
ya continua y nos equivocamos: el error nos saldrá barato pues cinco minutos
después viendo que la nieve continúa nos calzamos los esquís y comenzamos a
foquear para arriba.
Foqueando agradablemente entre pinos.
Han
limpiado la base de los cañones al objeto de realizar las tareas de
mantenimiento pero por lo demás la pista está transitable con algunos
incipientes cortes. Luego se arrellana bastante, se llena de nieve y se alarga
hasta Costa Rasa, la zona intermedia de la estación.
Habíamos pensado otra vía de ascenso al Puig Llansada pero ha sido un acierto.
Coronando
la cara norte inicial de la estación está
el remonte que sube desde abajo y va a parar a la parte alta de la
arista que hemos llevado a nuestra izquierda; por debajo de la misma y en la
hondonada se encuentra el remonte que en
dirección sur nos señala nuestro objetivo enmarcado por un trío de pistas y de
la parte oeste arranca una suave loma que dando un rodeo en sentido contrario a
las agujas del reloj terminará confluyendo con el remonte de Torrent Negre.
Puig Llansada muy discreto con su potente loma oeste.
Nosotros
pretendíamos subir dando este rodeo pero el amplio collado y la loma están muy
pelados, tanto que para echar una visual orientativa tendré que quitar esquís y
como que no es plan habiendo nieve en otros lugares.
Hacia el Final del Remonte de Torrent Negre.
Consecuentemente,
estamos a 2050 metros de altitud, las pistas en torno a Torrent Negre son muy
amables y se pueden subir por cualquier parte. Nosotros elegimos el pinar que se larga al oeste del remonte,
paralelo al mismo y por allí, directamente, nos vamos para arriba. La nieve
soleada está estupenda para foquear.
Puigmal desde el Final de la Estación de la Molina.
Remontada
la ladera en la parte visible desde Costa Rasa, las pistas confluyen y se
arrellanan prosiguiendo muy llanas al
sur mientras visualizamos muy en la distancia y discretamente el casquete
somital de nuestro objetivo empequeñecido por la potente y bien nevada loma noroeste.
De por medio nos separa el Torrent Roig subsidiario del Barranco de Pal.
Foqueando la Pala Cimera de Puig Llansada.
Un
día más hemos de foquear persistentemente y muy de llano para alcanzar el final
de la silla que es el punto más alto de estación con 2300 metros de altitud;
sabemos que Puig Llansada está detrás y
100 metros más alto todavía.
Pedraforca desde Puig Llansada.
Hay
un pequeño promontorio con la cabeza
limpia de nieve que nos tapa la visión que nos interesa. Se puede faldear un
poco por ambos lados y nosotros elegimos el malo, el del este que nos obliga a
un descalce para coronarlo. Desde arriba visualizamos el pico con su cara este
bien nevada aunque tanto la loma noroeste como su cumbre están peladas de
nieve.
La Sudeste de la Tosa de Alp desde Puig Llansada.
De
por medio hay un par de cortes con insignificantes subes y bajas que hacemos
con los esquís en la mano pues son muy breves. Alcanzada la Cabecera del Torret
Roig iniciamos el remonte final suavemente ascendente sin necesidad de hacer la
travesía que había proyectado para ganar la loma.
Saxifraga opossitifolia en la Cima de Puig Llansada.
Alcanzaremos
la parte más elevada de la nieve donde dejaremos los esquís ni siquiera una
docena de metros debajo de la cima. La loma está pelada pero dando algo de
vuelta por el sur se puede empalmar con un cordón de nieve que incluso rebasa
la cima pero no la corona.
Foto de Cima en Puig Llansada.
Son
las diez y media de la mañana cuando alcanzamos el Vértice Geodésico de Puig
Llansada situado a 2409 metros de altitud, el desnivel acumulado no ha llegado
a 700 metros.
Contemplamos
al sur, espectacular como siempre, el Pedraforca de gratos recuerdos, al oeste
la parte sur del Collado de Pal con su carretera y la Este de la Tosa de Alp.
Al norte y en la distancia seguimos reconociendo el Macizo de Puigmal con mucha
nieve y que, de alguna forma nos espera desde Francia pues Nuria no nos gusta
por múltiples motivos. Hacemos algunas fotos y en un abrigo próximo de
considerables proporciones nos sentamos
a echar un bocado al solecillo de la mañana que se cuela entre girones de nubes
muy altas.
Mi chica puede con todo.
Nos
lo tomamos con calma pero al final, sobre las once y cuarto iniciamos el
descenso disfrutando de una nieve mucho mejor que la del día anterior:
“primavera que me gusta a mí.”
La noche ha sido más fresca y la nieve está mejor que ayer en Puig Llansada.
Giramos
al gusto la cara este, con picardía solventamos los cortes con un solo
descalce, mi chica ni siquiera se descalzará y nos vamos para abajo a disfrutar
del pinar con nieve pelín dura a la sombra que resulta altamente disfrutona.
Disfrutamos el pinar cuanto podemos bajando de Puig Llansada.
En
Costa Rasa iniciamos el descenso de la Volta de la Muntaña Sagrada que
bajaremos con algún cuidado sin tener que quitar esquís. Terminamos derrapando
la última lengua de nieve hasta su final peleando con la estrechez extrema de
la misma.
Esquiamos hasta la mancha de nieve más baja sin descalzar esquís.
Cargamos
los esquís en la mochila y ocho minutos después estamos en la furgo. Son las
doce y cuarto y tras pegarnos un pequeño remojón en el barranco sangrado por
los dos estanques de agua de la estación celebramos con unas cervezas frescas
esta inesperada y agradable doble sesión de esquí en un territorio desconocido
para nosotros pero lleno de posibilidades que hemos de explorar en el futuro.
En el Barranco de Pal nos reciben las prímulas elatior.
Después
de comer nos vamos a por el Puerto de Tosas, las carreteras de montaña me
gustan y nos bajamos al encuentro de la tormenta que nos regalará solamente
unas gotas. Un par de horas después en casa con tiempo suficiente para
disfrutar de nuestros nietos.
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