Ibón de Tebarray e Infiernos con Garmo Blanco. 27-8-18.
Ibon de Respomuso, Ibón de llena de
Cantal, Collado de Tebarray, Ibones Azules y Bachimaña, Balneario de Panticosa
y Vuelta a la Casa de Aragonesas en Bachimaña Inferior.
27-07-1985.
Desnivel acumulado 1250 m.
Distancia recorrida 20000 m.
Tiempo efectivo de marcha 07 h.
Sol.
Fácil.
Senderismo.
Se trata de una etapa clásica que enlaza
los Circos de Piedrafita y Bachimaña, un lugar en el que los ibones son
abundantísimos y de considerable tamaño. La pena es que los más grandes han
sido represados con lo que pierden parte de su encanto y además las obras lo
han dejado todo lleno de basuras.
Agua en Los barrancos del recorrido y
los Ibones de Respomuso, Llena de Cantal, Tebarray y Bachimaña. También en el
Balneario de Panticosa pues prácticamente no hay ganadería con la excepción de
los Praderíos de Campo Plano.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Respomuso-Bahimaña procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
No
hay mucho donde escoger pero dormiremos en una de las habitaciones de la casa
que dan al Ibón de Respomuso y que está
medio decente. Tiene dos jergones en buen estado y colchonetas de gomaespuma.
Estamos dispuestos a pasar una noche cómoda en compensación con la anterior.
Hacemos
nuestra cena a base de puré de patatas y huevos que compramos ayer en Sallent y
que con cuidado han venido hasta aquí para propiciarnos un alimento
de poco peso y apetitoso. Un café con leche y galletas nos pasaportan
para una noche que todavía no ha caído del todo.
Desde la Presa de Respomuso la Gran Faxa y la Chalet de EIASA.
Estamos
cansados pero no rendidos, los pies van bien especialmente los de Rosa que ha
cuidado caminando a ratos con las zapatillas. Los hombros estupendos. Finalmente cortamos la conversación y dejamos
que cada mente se vaya a lo suyo, la mía a los neveros que hemos visto hacia
Tebarray.
Dormimos
de un tirón y son las seis y cuarto cuando desembarcamos en el 27 de Julio de
1985. Una mañana todavía vestida de gris dormido que reposa indecisa sobre las
aguas del Ibón de Respomuso a 2130 metros de altitud.
Circo de Piedrafita desde Campo Plano. 4-8-13.
Una
hora después nos echamos al camino bajando hasta la Capilla de la Virgen de las
Nieves. Allí encontramos a la pareja que se acaba de levantar y nos adelantamos
con la esperanza de que nos alcancen y así hacer una parte de la jornada juntos.
Cruzamos
sobre la pared de la presa del ibón y contemplamos la enorme serenidad de sus
55 hectáreas de superficie de agua además de la considerable magnitud de la
pared de la presa.
Camino en la Orilla Sur de Respomuso. 1-7-10.
Continuamos
un poco por la orilla izquierda en
dirección sudeste, esperamos, pero no
viéndolos venir decidimos seguir a nuestro ritmo. La decisión será un acierto
puesto que a pesar de llevar una posición privilegiada en el valle no
lograremos verlos tras nosotros.
Dejamos en frente de nosotros el esqueleto de
lo que se puede convertir en un espléndido refugio y poco después el grisáceo y
abovedado tejado del Refugio Peñalara o Alfonso XIII. Vamos hacia el este en
dirección a Campo Plano hasta la altura de la Forqueta de Piedrafita. Allí nos
reorientamos claramente al sur para tomar el Barranco de Piedrafita
incorporándonos a las primeras lomas cubiertas de fresca pradera alpina.
El Barranco de Llena de Cantal y Tebarray. 1-7-10.
La
mañana clara y serena nos ha saludado con un sol radiante y juguetón que se entretiene con las Puntas
de Pecico hasta que se decida definitivamente a ganar altura en el cielo.
Nosotros entre tanto y por la orilla izquierda del barranco vamos ganado
altura, dejamos a nuestra izquierda el Pico Campo Plano y alcanzamos la Cubeta
Lacustre del Ibón de Llena de Cantal, a los pies del pico del mismo nombre en
el que se inicia el Cresterío de los Picos del Pecho.
Ibón de Llena de Cantal y Collado de Piedrafita.
Son
las ocho y cuarto cuando a la sombra se nos hace un poco de fresco mientras
echamos un bocado. Entre tanto contemplamos el escarpado circo impecablemente
defendido por empinados neveros que cierran el paso y que por algún lugar
deberemos forzar.
Seguidamente
continuamos en busca del primer nevero que alcanzaremos sobre los 2500 metros
de altitud y que es de una considerable extensión. Poco inclinado lo
atravesamos de frente aprovechando que la nieve no está demasiado dura. Luego
continuamos por un pedregal metamórfico astillado hasta alcanzar el camino
practicado en la pedrera que distinguíamos ya de lejos.
Vista atrás desde el Collado de Tebarray al Circo de Piedrafita y Frondiellas-Balaitus. 30-6-12.
Cuanto
más nos aproximamos al cierre del circo más se va inclinando el camino. Nos
encontramos en la base de los neveros superiores y ya por debajo ha quedado la
severa Cubeta del Ibón de Llena de Cantal y mucho más abajo la verde y luminosa
Pradera de Campo Plano.
Continuamos
en dirección al Pico Piedrafita suponiendo que tendremos el paso por alguno de
sus collados aunque habrá que ver por dónde ya que desde aquí el aspecto sigue
siendo inquietante al menos. Pero nos aguarda una sorpresa: la nieve tiene
profundas y marcadas huellas que seguimos sin duda por el, ahora, empinado
nevero en el que Rosa se ayudará con el piolet mientras los crampones seguirán
durmiendo en el fondo de las mochilas.
El Collado de Tebarray desde más arriba del Ibón de Llena de Cantal. 4-8-13.
Paramos
frecuentemente para contemplar el paisaje
pero el motivo fundamental es recobrar el aliento. Hemos subido un poco
al sudeste y giramos al sudoeste y enseguida
comienzan a aparecer piedras que nos conducen a un estrecho y empinado
corredor que acaba en una minúsculo y
ventilado collado: el Collado de Piedrafita deducimos sin duda, pues si damos
un tropezón caemos de cabeza en el Ibón de Tebarray bajo una inclinada e
inestable pedrera de materiales metamórficos propios de la zona. Estamos a 2782
metros de altitud, es el techo de nuestra travesía por el momento.
Collado y Pico de Tebarray desde el Collado de los Infiernos.4-8-13.
Son
las diez y cuarto y tras despedirnos rápidamente del Circo de Piedrafita nos
situamos al amparo del viento para fumarnos un cigarro mientras contemplamos el
terso y recóndito Ibón de Tebarray aprisionado por los Picos Tebarray,
Marmoleras e Infierno Occidental. A su
alrededor un firmamento pardorojizo y centelleante: el sol refulge en los
limpios astillamientos de las pulidas rocas metamórficas.
Continuamos
en descenso a media ladera de la Cara Sudoeste de las Marmoleras para alcanzar
el Collado Norte de los Picos del Infierno.
Bajando del Collado de los Infiernos. 3-7-07.
A
las diez y media entramos en el Circo de Bachimaña con un objetivo inmediato:
llegar a comer el Balneario de Panticosa; mientras inicalmente bajamos un
potentísimo nevero. Un trote de alrededor de veinte minutos nos baja 250 metros
y nos deposita en el Ibón Azul Superior. Más despacio que nosotros van en
dirección contraria algunos montañeros con los que nos saludamos
distanciándonos rápidamente.
Vertiente Este del Collado de los Infiernos desde el Azul Superior. 27-8-18.
Estamos
ya en zona conocida. Bajamos por la Orilla Izquierda del Barranco de los
Azules. Más abajo el brillante Bramatuero bajo y en el fondo el Enorme Ibón de
Bachimaña Alto. Dejamos a nuestra izquierda Punta Zarre y tras rodear por la
izquierda los dos Ibones Azules nos dirigimos hacia la Cola de Bachimaña
atravesando el barranco para situarnos en la orilla derecha y alcanzar
directamente el camino que bordea el gran ibón actualmente represado.
El
descenso del nevero al trote tendrá como consecuencia además de la ganancia de
tiempo unas rozaduras en los pies de mi esposa.
Ibón Azul Inferior. 28-9-05.
Hemos
cambiado la calcinada roca metamórfica por el familiar granito magmático del
Pirineo Axil y tras rodear los dos Ibones de Bachimaña y atravesar el puente de
madera del inferior nos acercamos hasta la Casa Refugio de Aragonesas.
Son
las doce cuando tras quitarse las botas envío a mi esposa para abajo. Entre
tanto vaciaré una de las mochilas en la que pondré la cantimplora y algunas
ropas de abrigo, pues aunque el día es bueno, en la montaña nunca se sabe.
Bramatuero y Bachimaña Superior desde la Zona de Pecico. 20-7-16.
Seguidamente
me lanzo para abajo a la carrera. Mi esposa no pierde el tiempo tampoco y la
alcanzaré al final de la Cuesta del Fraile. Sin peso, cuesta abajo, ligeros de
ropa y por camino conocido nos presentamos en el Balneario de Panticosa en algo
menos de una hora. El día es cálido aquí a 1630 metros de altitud.
En
nuestros planes entraba una comida a base de alimentos que durante la travesía no podríamos comer
algo simple como ensalada variada, algo de pescado fresco y fruta.
En
Casa Belío nos dicen que pueden hacernos algún bocadillo que si queremos algo
diferente debemos ir al Hotel Mediodía.
La Casa de EIASA. de Bachimaña. 19-7-16.
En el hotel nos ofrecen elegir entre dos
primeros que no nos apetecen gran cosa y dos segundos de carne, que no pueden
servirnos ni una triste ensalada ni una trucha. Lo solucionamos levantándonos
de la mesa y marchándonos sin comer. Volvemos a Casa Belío para comer algún
bocadillo aunque sea el socorrido jamón
con queso. La verdad es que empezamos a estar de un humor bastante regular y a duras penas y a base de cerveza podemos
pasar los bocadillos. No venden fruta y lo que ya es el colmo, cuando estamos
pagando, observamos como uno de los camareros de la tienda-bar sirve en una
mesa un plato de tomate arreglado en ensalada.
Puedo
afirmar que jamás he estado tan cerca de morder o de cometer una atrocidad
incalificable y con nuestra caja de leche, será la única satisfacción que vamos
a obtener aquí, nos dirigimos a los teléfonos públicos para comunicarnos con
nuestras familias y perder de vista al Balneario.
Llegando al Balneario de Panticosa. 20-9-08.
Están
estropeadas todas las cabinas y entonces, nuestro estado de ánimo es un coctail
de rabia, desesperación y abatimiento. Juan el de Casa Berdón de Sabi que lleva
el estanco va a ser nuestra salvación. Le contamos el asunto y nos indica que
desde la Oficina del Ayuntamiento de Panticosa que tiene aquí podremos llamar. Está cerrada, habrá que
esperar pero finalmente conseguimos veinte segundos de comunicación, con ello
tenemos bastante.
Agradecemos
el servicio y salimos cuesta arriba como alma que lleva el diablo, maldiciendo
como fulibusteros. ¡Lástima de bombazo!
Cuesta y Salto del Fraile subiendo a Bachimaña. 8-7-05.
De
todas formas, ahora comprendemos como un montaje de este calibre estropea todas
las posibilidades, que son muchas, y se convierte en algo anticuado, ruinoso,
inoperante y obsoleto; una preclara basura que no encontrará a nadie con
suficientes arrestos para ponerlo patas arriba, pues medidas intermedias no
creo que sean válidas.
Estamos
más tranquilos cuando perdemos de vista al Balneario y por camino que nos
conocemos casi de memoria pues no en vano es sin duda el que más veces hemos
recorrido en este Pirineo, nos deslizamos Caldarés de Baños para arriba
haciendo en poco más de una hora los 600 metros de desnivel que nos sitúan de
nuevo en el Ibón Bajo de Bachimaña. Con ello rematamos a las cuatro y media de
la tarde un día que supone el ecuador de nuestra travesía. Nos encontramos
mejor que nunca y tenemos motivos para estar machacados pues son ya tres
días y hoy por ejemplo nos hemos subido
y bajado alrededor de 1300 metros.
La
Casa de Aragonesas de Bachimaña a 2170 metros de altitud y que en su día
también fue forzada está en lamentable estado especialmente su cocina, pero al
ser más pequeña, los destrozos también son menores. Con unas hojas de rumex
alpino barro la tarima de la única habitación que la conserva y allí pasaremos
la noche. Queda mucha tarde para estudiar el mapa y pasear los alrededores
convertidos en un basurero similar al de Respomuso.
Croquis de Respomuso a bachimaña.
Encontramos
a un grupo de jóvenes montañeros con los que charlamos largamente de la montaña
con el internacional lenguaje del esfuerzo y del placer por el objetivo
conseguido. Ellos se van para abajo y nos regalan algunas verdura que no van a
utilizar.
Para
la cena hacemos nuestra sopa de sobre y nos preparamos una ensalada de tomate y
cebolla, curiosamente lo que no hemos podido lograr en el Balneario y que
comemos con escandaloso deleite junto con
unas patatas fritas con longaniza y una
lata de sardina, vaso de café con leche incorporado. Posiblemente la
alimentación más que suficiente ha colaborado positivamente en la marcha de la
travesía.
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