Pastorón y Toronzué desde Navariecho.
Barranco de Puerto de Yésero, Arista Oeste y Arista Norte.
24-10-2009.
Salida 14 h. Llegada 19 h.
Sol.
Muy fácil.
Ascensión.
Mapa de Navariecho procedente de Prames. Vía en amarillo.
Navariecho
y Toronzue son las dos cimas características del contrafuerte sur del Pico
Tendeñera. Son unas pastoriles y agradables montañas del Prepirineo Interior
que separan el Valle del Puerto de Yésero del del Valle del Sorrosal.
Toronzue
y a Navariecho tienen una vía muy ligera que consiste en alcanzar la arista en
la vertical sobre el Túnel de Cotefablo,
partiendo de la boca norte y alargarse relajadamente por la loma hacia el norte
llenándose los ojos de Tendeñera, uno de esos recurso para días de perros en
los que no se puede ir a ningún sitio. Con un poco más de desnivel y un poco más
corta que subiendo por el Sorrosal está la vía del Barranco del Puerto de
Yésero.
Habíamos
subido desde Cotefablo y hoy 24 de Octubre de 2009, que tenemos poco tiempo,
vamos a subir por el Barranco del Puerto.
Va
a ser una salida a la que lo de “exprés” le va a quedar un poco corto, lo
sabemos pero tenemos ganas de “soltar cadena”.
El otoño del Arce.
A
las dos sale del trabajo mi esposa y a las dos y media nos estamos medio
cambiando de ropa en la barrera del Barranco del Puerto de Yésero a 1190 metros de altitud.
Iniciando la Pista del Barranco del Puerto.
Perdemos
poco tiempo y tomamos la pista que, en dirección nor-nordeste, se va valle
arriba por la orilla izquierda del Barranco del Puerto. La conocida pista
asciende persistentemente y enseguida nos introduce en un bosque mixto que
otoña como mandan los cánones: hayas con toda su gama cromática de ocres,
abedules, temblones, arces, cerezos, medio arco iris cálido; abetos y pinos ponen los verdes que también
son cálidos. Los azules y los blancos en el cielo. El mediodía es cálido y nos
ponemos bien, a velocidad de crucero.
Toronzué al fondo.
Las Gradas.
Contemplamos
alguna que otra cascada del barranco, la fuente y la suntuosa Cascada de Las
Gradas que nos regala una vista de postal. Luego tomamos un par de pequeños
atajos a la pista y a las tres y media raspadas alcanzamos el Refugio Inferior
situado a 1700 metros
de altitud.
Del
rellanito en el que se asienta el refugio pastoril en el que hay un grupo
familiar, salimos en ascenso continuando ahora ya por el camino que transita la
orilla derecha del barranco. Enseguida se arrellana en el tramo más alto del
bosque para salir al praderío aproximándose al Barranco del Puerto ya en las
inmediaciones del Refugio Alto que está en precarias condiciones y bastante
peor que el Refugio Bajo, pero está cerrado y se puede dormir allí. Son las
cuatro menos diez y estamos a 1850 metros de altitud.
El Barranco del Puerto espectacular.
Hemos
de cruzar el barranco y proseguir más allá del refugio en dirección norte por
la orilla izquierda para contemplar la espléndida Cascada de la Plana de Yésero. Las nieves
de la semana nos regalan espectaculares imágenes de los barrancos y eso también
hay que pillarlo. Cuantas más componentes tenga más completo será el disfrute
pues nadie suda por nada.
La Sudoeste de Navariecho.
Entre los dos refugios.
Llegando al segundo refugio.
El
camino, ya de animales, se va hacia la
Plana de Yésero, un rellano de considerables proporciones
vestido de una impecable pradera alpina en la que meandrea perezosamente el
recién nacido barranco y nosotros giramos al nordeste proseguimos en fuerte
ascenso hacia los resaltes rocosos de la arista mientras contemplamos el Circo de
la Plana de
Yésero. Podríamos haber subido directamente desde el Refugio Bajo e incluso
directamente desde el Alto pero esa vertiente la reservamos para la vuelta,
desde ambas no hubiéramos visto la
Plana.
Cascada por encima del segundo refugio.
Pasamos
por debajo de los resaltes en travesía horizontal y ya en la arista oeste
pasamos el tramo pedregoso alcanzando en fuerte ascenso sobre crecida y
abrasada pradera alpina, las lomas somitales del pico, en el que todavía están
instalados reducidos neveros de breve futuro.
La Oeste de Toronzué.
Haciendo camino fácil en la ladera pedregosa.
El
tramo final se nos asienta un poco pero a las cuatro y media alcanzamos la cima
de Punta Navariecho a 2245
metros de altitud. ¡No ha estado nada mal chavala!
Nos
abrigamos pues la sudada ha sido interesante y con permiso de las nieblas
contemplamos un conocido y medio blanqueado paisaje en el que no faltan
ocupando tribuna de preferencia, Sabocos, El Mallo Las Peñas, Peña del Forato, La Blanca o Ripera, Tendeñera,
Otal y Fenez de oeste a este. Al este y aquí mismo Bachesango y el collado de
paso al Puerto de Gavín, al oeste la cabecera del Valle del Sorrosal con la
doble loma de Fañanizas y Suaso rematados con la arista que bajando de Fenez
conforma el Tozal de las Comas y Mondiniero. Al sur, perdido en los azules del
contraluz, Oroel, Fragineto, Guara, hasta la Montañesa se asoma al
sudeste para no perderse la fiesta. Y peleando con las nieblas Ordesa. No está
nada mal.
Collado Norte de Bachensango paso para el Barranco del Infierno.
A
mi chica, llena de brillantes ideas, no se le ocurre otra cosa que pensar en
voz alta eso de que podríamos irnos hasta Toronzue y ya estamos tomando la arista
en dirección sur cinco minutos después.
Pastorón y Navariecho desde Toronzué.
La
arista se puede transitar fuera del nevero somital de viento que la decora y
así la tarea resulta más fácil. Bajamos alrededor de 50 metros hasta un amable
collado del que habrá que ascender alrededor de una treintena de metros para
alcanzar la cima de Punta Pastorón a 2224 metros de altitud.
Sabocos desde Toronzué,
Ni
siquiera nos detenemos y otra vez ligeramente para abajo para ascender de nuevo
casi un ciento de metros y alcanzar la
Cima de Punta Toronzue
a 2268 metros de altitud
cuando son las cinco menos cinco.
Las Peñas y Forato.
En
nuestro recorrido de arista hemos ido contemplando con el permiso de las
nieblas, y de manera intermitente los mismos paisajes con especial atención a
la zona de Ordesa y el Valle del Sorrosal.
Las Comas y Mondiniero.
A
gusto nos iríamos arista adelante pero el coche no está en Cotefablo, así que
volvemos sobre nuestros pasos iniciando el descenso y antes de alcanzar el
colado de separación con Punta Pastorón nos introducimos en la cara oeste para
seguir iluminados y calentados por el sol que va de bajada en el horizonte
oeste.
Tendeñera.
Bajando directamente hacia el Refugio Inferior.
Desde
el final de la pista he localizado la vía de descenso: Hay que bajar la cuenca
del Barranco Pastorón en dirección noroeste para pasar a su ladera derecha
antes de que se ahonde y resulte más complicado acabar en la pista o en el
Refugio Bajo.
La
pradera está bastante escalonada y nos permite utilizar pequeñas trochas del
ganado para ir descendiendo hasta las surgencias en las que se origina el
barranco. Luego siempre por su
orilla derecha bajar y bajar por el terreno más cómodo posible y siempre
ligeramente por debajo de la masa boscosa de la arista oeste de Pastorón, para
alcanzar una zona de enebros rastreros, a través de la cual alcanzamos la
cabecera del zócalo situado inmediatamente por encima del Barranco del Puerto.
El
zócalo está coronado por una zona de pino silvestre, boj y enebro en la que
damos algunas vueltecillas. Terminamos bajando por las rocas de un pequeño
crestón ya que es la zona más limpia y más directa y que nos deposita en la
inclinada majada herbosa situada justamente encima del refugio. Aprovechamos
para coger media docena de macrolepiotas medio cerradas todavía que rebozadas
serán un bocado de príncipes.
A
las seis menos cuarto atravesamos con fortuna el crecido barranco en las
inmediaciones del Refugio Bajo, le echamos una ojeada comprobando que está en
buen estado y nos metemos con garbo en la pista.
En
un barranco de Cochata Pino paramos a echar un trago y un bocado pues tenemos
apetito y ni hemos comido ni bebido prácticamente nada.
¡Cómo
nos gustan estas salidas superexprés!
A
las siete y media “aterrizamos” junto al coche pues hemos ido volados, justo a
la hora en que casi hay que encender las frontales que llevamos y que no hemos
utilizado. Solamente han servido para despertar la incertidumbre al respecto de
mi chica.
Hemos
fusilado 1200 metros
de desnivel en cinco horas. Todavía tendremos el tiempo justo para cambiarnos
de ropa y llegar a la feria de Biescas que cierra a las ocho y comprarle unos
pensamientos al fransuá, el queso y el embutido será para otra ocasión con un
pelín más de tiempo.
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