En el Ibón de las Ranas o Escalar.
Aparcamiento de Astún, orilla
izquierda Barranco Escalar, Ibón Escalar, Ibón de las Truchas y orilla
izquierda del Aragón Subordán.
18-12-2010.
Tiempo efectivo 02:45 h.
Sol.
Fácil.
Esquís de montaña.
Se trata de un recorrido apto
para hacerlo igualmente Tanto con raquetas como caminando sin otro material que
los crampones en caso necesario. Un día más clemente puede convertir la
actividad en placentera.
Agua según el momento de la
estación pues puede realizarse en cualquier época del año. Incluso hoy
podríamos haber cogido en algún punto del Barranco de Escalar, pero ante la
inseguridad mejor llevarla desde abajo.
Mapa de Astún procedente de Prames. Vía en amarillo.
Vamos
a dar una vuelta por Astún con los esquís. El día es frío de verdad y pretendemos dejar que avance la mañana y
caldee un poco la jornada.
Estamos
a 18 de Diciembre de 2010 y son las once de la mañana cuando llegamos al
Aparcamiento de Astún. Mi chica quiere subir por el Barranco de escalar y nos
vamos por la carretera de arriba. Está muy llena y tenemos que aparcar fuera de
la zona de edificios. Estamos a pleno sol y a seis grados bajo cero.
Entre
prepararnos y cargar los esquís para iniciar la marcha a 1710 metros de altitud
se nos hacen las once y media.
Coincidimos
con un variado grupo que se marcha hacia el Barranco de Escalar y aunque no
creo que sea una buena idea por allí nos vamos.
Han
caído unos polvos de nieve, nada más; ha hecho un poco de viento y la abarrido,
hay muy poca nieve y las zonas peladas abundan a ambos lados del barranco… me
huele que no vamos a tener una buena jornada.
La hora de la decisión.
Ascendemos
suavemente y en dirección norte por la orilla izquierda del barranco y en el
rellano mis dudas se confirman, hay huellas por los dos lados pero en ambos o
se ven o se adivinan los problemas. El Ejército español ha subido de prácticas
por la orilla derecha y se han tenido que quitar los esquís.
Optamos
por el camino de la orilla izquierda, la pala central está muy bien nevada y…
Nada
más iniciarla tenemos que poner las cuchillas pues la nieve está durísima.
Finalizada la primera largada en la pala, un par de lazadas nos colocan en el
lomo rocoso por el que sigue el camino y sobre el que a falta de nieve, afloran
piedras a granel. Menos mal que con las cuchillas das vueltas marías en
cualquier parte para tratar de salvar piedras y tomar acumulaciones de nieve
polvo venteada que ceden al no estar estabilizadas en absoluto.
Con
tanto cuidado como paciencia superamos el resalte y sobre la cabecera ya mejor
nevada el camino se arrellana y enseguida nos deposita en el Ibón de las Ranas
o de escalar situado a 2078
metros de altitud. Es la una del mediodía y se nos ha
ido hora y media en este corto ascenso.
La foto es complicadilla.
El
ibón está absolutamente helado y como hemos venido de paseo pues lo vamos a
pasear. En medio del ibón me cuesta lo mío hacer una foto con autodisparador,
pero no hay problema la mañana está decentilla y no tenemos frío.
Benou, qué guapo.
El
ejército está soleándose al abrigo de unas piedras al norte del ibón y nosotros
deambulamos un poco sobre la superficie del mismo, aunque mi chica no las tiene todas consigo y echamos un café con leche calentito. Deberíamos
haber comido alguna cosilla pero decidimos hacerlo en Ibón de las Truchas.
Hacia el ibón de las Truchas.
Remontamos
unos metros en dirección este y alcanzamos el lecho nevado de la pista que une
los ibones. Desde allí echamos una última ojeada a los Picos Arnousse, Benou,
Belonseiche y Monjes, pasamos una vez más la vista sobre el gélido lecho del
ibón y nos vamos en horizontal hacia el Ibón de las Truchas.
La
pista no está muy rellena de nieve y ofrece un tránsito cómodo solamente
estropeado por la presencia de hielo pero como llevamos las cuchillas puestas
pues no hay mayor problema que la imposibilidad de resbalar para alargar el
paso.
Los Monjes.
Entra
viento del este que enseguida se hace molesto y contemplamos el corredor sur
que permite el acceso al Pico de Astún, no tiene mal aspecto pero no termina de
seducirnos en estas circunstancias.
Faldeamos
toda la cara sur del pico, encontramos cierto abrigo del viento un poco más
adelante y pronto remontamos ligeramente para alcanzar la parte superior del
borde lacustre del Ibón de las Truchas lugar al que llega la nueve silla
desembragable.
Ibón de las Truchas.
Nos
llegamos hasta el viejo chiringuito que está cerrado con intención de comer
allí y disponernos para el descenso. Van a ser las dos de la tarde.
Mala Cara.
El
viento sin ser fuerte es tremendamente frío, deberíamos buscar un lugar
abrigado pero no lo hacemos. El momento resulta francamente desagradable pues
las manos se nos congelan y decidimos marchar para abajo sin más dilación.
Todavía y sin demasiadas ganas haré unas cuantas fotografías del Ibón de las
Truchas completamente helado e inmaculado y de La
Punta Mala Cara luciendo sus mejores galas.
Pico de Astún.
Descenderemos
por la pista sorteando a los kamikaces que no atreviéndose a descender por
libre hacen carreras en medio de los esquiadores. Fuera, la nieve está muy
complicada cuando no falta según nos dirá el esquiador del grupo con el que
hemos subido, los otros iban con raquetas y tardarán en llegar.
Los cañones de
la parte baja de la estación que hacían nieve a todo trapo siguen con su tarea
cuando llegamos a la base de la misma. Son las dos y media de la tarde y
concluimos uno de nuestros peores días con los esquís en los que hemos movido
unos pobres 450 metros
de desnivel.
Desandamos a
todo trapo la carretera hasta el coche y llegamos con ganas de terminar.
Mientras
recogemos se me empiezan a despertar los dedos de la mano derecha que me
cosquillearán toda la tarde.
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