Aspe y Tuca Blanca desde el Tobazo.
Aparcamiento de Candanchú, Cara
Norte del Tobazo, Cima Oeste del Tobazo, Ladera Sur de la Zapatilla , Cara Este de la Tuca Blanca y Arista
Nordeste. Descenso por el Paso del pastor a la Rinconada.
19-03-2011.
Salida 12 h. Llegada 17 h.
Sol.
Fácil.
Esquís de montaña.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre
Mapa de la Tuca Blanca procedente de Prames. Vía en amarillo.
Esta noche hemos estado allí, en la Raca.
Nos
acostamos pasadas las dos de la mañana vueltos de nuestra nocturna a la Raca y, consecuentemente nos
levantamos también tarde y sin prisas ya que no tenemos programa para esté
sábado 19 de Marzo de 2011.
La
nieve está muy alta y se han hartado de dar riesgo de aludes también muy alto;
consecuentemente, decidimos hacer algo cómodo y al amparo de una estación de
esquí. Hace tiempo que no hemos estado en Candanchú y ¿por qué no irnos a la
Tuca Blanca ?
Son
las once y media pasadas cuando llegamos a Candanchú y aparcamos junto a la
nieve después de mover el coche con las botas de esquí puestas que eso si que
es una buena puñeta. Estamos a 1550 metros de altitud.
Iniciamos
la marcha en dirección oeste pasando por debajo de los arrastres de la Norte del Tobazo y
enseguida, antes de acceder a la
Rinconada , remontamos la cara norte para coger altura
suficiente que nos permita pasar por encima de esos remontes.
Candanchú
no es una estación de esquí fácil a nuestro entender. Se trata de una zona de
calizas donde las paredes rocosas aparecen por cualquier parte y en la que no
puedes ir a ver qué sale ya que puedes enriscarte con suma facilidad.
Nosotros lo
sabemos pues aunque poco, la conocemos y por ello tomamos el acceso fácil hacia
el Tobazo: es una pista que se orienta hacia el este y que gana altura de
manera suave en principio; luego, para no acercarse demasiado hacia los
Cortados del Puente del Ruso hay que virar un tanto hacia el sur y ascender de manera
más consistente.
La nieve en la
parte baja estaba blanda y húmeda en su parte superficial bajo la cual aparecía
una capa dura y la progresión no resultaba cómoda cuando la pendiente aumentaba
un poco. Ahora sobre los 1800
metros de altitud, al sol de la espléndida mañana, la
nieve está mucho mejor aunque las placas duras aparecen por cualquier parte.
Nosotros avanzamos casi continuamente por las orillas de las pistas para no
molestar a los esquiadores pues por fuera es una zona que no facilita las maniobras.
Ya muy arriba,
bajo el tubo que lleva a la llegada de uno de los telesillas charlamos con una
pareja muy maja que nos dice que enseguida llegamos a una cafetería. Nosotros
entre risas correspondidas casi les invitamos a café. En este mundo tan variopinto
está la gente maja y “otros.”
Murallones de Tortiellas.
Es la una y
cuarto cuando alcanzamos la punta Este del Tobazo prácticamente a 2000 metros de altitud.
Se nos ha hecho un pelín pesada la subida aunque no sepamos muy bien por qué.
Murallones de Borau.
En este punto tomamos en suave descenso la pista de enlace con la zona de Tortiellas Alto y avanzando en dirección oeste por la sur de la cresta nos vamos adelante teniendo por guía nuestro objetivo que es
La Zapatilla.
Arista cimera.
Van a ser las
dos y media, contemplamos la arista somital del pico que es lo que nos queda
por subir y decidimos buscar un lugar abrigado del viento y sentarnos a comer
al sol.
A mi chica no
le gusta caminar con las botas de esquiar, no se siente cómoda. Tampoco me
gusta a mí demasiado a no ser que haya nieve profunda pero es algo que hay que
hacer de cuando en cuando y para ello nada mejor que acostumbrarse.
Arista Norte de Aspe y la Llena del Bozo.
Tendré que
conquistarla una vez más, ella se deja conquistar y alrededor de las tres nos
vamos para arriba.
El resalte de
inicio tiene nieve bastante dura y reafirmaré las huellas para que mi chica
suba detrás cómodamente. Luego un pequeño descanso de nieve más amable se
sucede con un nuevo resalte que culmina en una afloración de rocas.
La arista se
afila un poco pero está vestida de nieve buena
que enseguida se yergue y amplía: es un pequeño muro de nieve más dura
pero con recrecer las huellas de subida se pasa muy bien.
La
continuación es un poco más tendida y se camina muy bien ya en suave ascenso
guiados por el Aspe que ha aparecido detrás de la cima de la Tuca.
Son poco más
de las tres y cuarto cuando alcanzamos la Cima de la Tuca
Blanca situada a 2323 metros de altitud. Se trata de un crestón
estrecho, alargado y cubierto de nieve que se desploma en dirección oeste. Más
allá aparecen unos terroríficos crestones que constituyen la Arista Norte del Aspe.
Hacemos una
difícil foto de cima sin paisaje de fondo y disfrutamos de las suntuosas vistas
que nos propicia la Tuca :
Los Murallones de Tortiellas, Los Pasos de Borau y Aisa ya hace buen rato que
hemos disfrutado de ellos y están celestiales; el Aspe, la Norte del Aspe, es un
dulcísimo y a la vez imponente merengue: una novia perfecta. La Arista de los Murciélagos
se recorta vertical, salvaje e inmediata pero nuestros ojos se van al erguido
corredor Noroeste lleno a rebosar de nieve que nos deja supendidos…
-¿Te acuerdas
pequeña?
-¿Por allí…
subimos?
-¡Joder! Pues
claro. Aquel día había un poco menos de nieve pero estaba igualmente guapo.
Aspe.
Lecherines y el Paso de la Garganta.
Las nieblas
quieren velar ligeramente la estampa del Aspe, el Dios local y nosotros nos
vamos para abajo pues nos queda la vuelta.
La Cuca y el Rellano de Tortiellas.
El descenso de
la arista resulta breve y sencillo como la subida. Bajamos el corto muro de
espaldas al valle ya que mi chica confía poco en sus bastones a falta de
costumbre y yo le reafirmo las escaleras que prefiero hacer con las punteras.
Luego, siguiendo la huella fácil nos llegamos a los esquís, nos montamos en
ellos, están preparados ya, y nos vamos para abajo. Van a ser las cuatro menos
cuarto.
Enseguida
faldeamos por debajo de la zapatilla a suficiente altura para alcanzar el Paso
del Pastor sin tener que remar. Una vez allí nos vamos directamente para abajo
hacia la Rinconada.
La parte
superior de la pista esta muy buena pero enseguida se estropea llena de placas
y bañeras hacia la zona del quiebro. La continuación sin ser mala no es
precisamente cómoda ya que el tramo final es una placa de nieve muy dura en la que no puedes andarte con
contemplaciones.
En la apertura
de pistas nos vamos a rodear por el riñón del este vestido con nieve abundante
aunque algo blanda y amontonada por el trasiego de toda la jornada.
Terminamos con nieblas.
Recogemos los
bártulos mientras contemplamos como las nieblas se han convertido en nubes
altas sobre el Tobazo aunque esperamos que nos sean nada que pueda empañar la
jornada de mañana. Lo que no sabemos es si a la noche no volverá a suceder algo
parecido a lo de la noche pasada en la Raca.
Puede ser que esta noche haya abundante clientela.
Puedes ver más fotos.
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