Cruz de Santa Orosia.
Cruz Guáriz, Camino de Satué, Pista de
San Cocoba y Cruz del Mallo de Santa Orosia. Descenso por el Camino de Isún
hasta Cruz Guáriz.
02-11-2011.
Desnivel acumulado 625 m.
Distancia recorrida 15000 m.
0Tiempo efectivo 4:00 h.
Mixto.
Muy fácil.
Marcha circular utilizando senderos de
pequeño recorrido.
La extensión hacia la Pista de San
Cocoba no es necesaria.
Agua en las dos fuentes del Camino de
Satué, en la Fuente de San Cocoba y en la Ermita de Santa Orosia en caso
necesario. También en Isún.
Mapa de santa Orosia procedente de Prames. Vía en amarillo.
La
Cruz de Santa Orosia fue colocada allá por los
años sesenta en la zona oeste del
“Mallo”, como así decía mi abuela. Perfectamente visible desde Sabiñánigo me
sirvió para denunciar esa miopía que me colocaría las gafas correctoras. Ahora,
je,je, ya vuelvo a verla sin gafas.
La
primera vez que recuerdo subir a la Cruz fue en un día de Santa Orosia que
partiendo de Satué, extraviamos el camino y terminamos trepando directamente
hasta su localización. Entonces, no teníamos ninguna capacitación especial para
la montaña ni maldita la falta que le encontrábamos, estábamos capacitados de
manera natural.
Hemos
ido a la Cruz desde el Rellano de Santa Orosia que es la forma convencional y
también he subido directamente por el Pinar de Isún. El entorno de Santa
Orosia-Oturia es el recurso para aquellos que no gustamos demasiado pasear la
Calle Serrablo.
La Cruz de Santa Orosia desde Cruz Guáriz.
Por
fin llegan las lluvias de otoño y la mañana del 2 de Noviembre de 2011 puede
estar decentilla. Por arriba estará mal. Son las nueve de la mañana cuando
aparcamos el coche en Cruz Guariz, al
este de la Ralla de Latas. En algunas ocasiones iniciamos la marcha en el
Pueblo de Satué y otras, como hoy, desde aquí. Estamos a 940 metros de altitud.
El
camino se orienta en dirección este hasta cruzar con el que une Satué con Isún.
Allí y por una pista de servicio para los campos se eleva suavemente en busca
del Pinar de Isún, hasta alcanzar otra vieja pista que recorre la falda del
pinar.
Con ella y en dirección norte,
ascendemos suavemente hasta que cruzamos el camino que en dirección este sube
desde Satué.
Hemos
caminado alrededor de media hora, quizás un poco más que desde el pueblo pero
sin gran diferencia.
Coincidiendo con el camino que sube desde Satué.
Allí
tomamos el transitado camino que asciende por medio del pinar abrigado de
profundo sotobosque de boj y que tras pasar por un discreto mirador para la
Cruz se va introduciendo poco a poco en la orilla izquierda del Barranco de Situé.
Poco
más arriba, el pinar se mezcla con el hayedo-abetal y transita sobre unas
gradas de conglomerados en las que anida la oreja de oso.
Ramonda myconi u oreja de oso.
Con
algún pequeño sube y baja, pasamos por la fuente, ahora seca y enseguida
cruzamos el barranco junto a una deliciosa poza.
Ya
en la orilla derecha pasamos bajo el Cura de Aurín que ya perdió su cabeza y
nos alargamos de llano para volver a cruzarlo y proseguir por lo más profundo
del hayebo-abetal. En un nuevo cruce del barranco justo en el inicio de la zona
de genista de la orilla derecha tomamos agua de la fuente que mana discreta
junto al barranco y nos alargamos camino adelante localizando algunos suillus
dispersos.
Fuente en la cabecera del hayedo junto al Barranco de Satué.
Junto
a la majada del puerto, en el cruce de caminos, paramos a echar un bocado al
abrigo de los bojes pues por el puerto campan las nieblas y el viento. Son las
diez y media y estamos ligeramente por debajo de los 1600 metros de altitud.
Luego,
nos ponemos el cortavientos y nos vamos hasta la Pista de San Cocoba
aprovechando que ni el viento ni las nieblas molestan demasiado. Damos una
vuelta por el joven pinar de las inmediaciones de la Ermita de Santa Orosia
para comprobar que hay cuatro setas viejas y aguachinadas y tomando
dirección oeste nos vamos prácticamente
de llano hacia la Cruz.
Hay
que atravesar una considerable extensión del puerto contorneando incipientes
declives que se convertirán más abajo en barranquillos subsidiarios del de
Satué, a través de un praderío raso y socarrado que quiere empezar a verdear.
Pasamos
al noroeste de los repetidores y proseguimos por el camino balizado que se
marchará hacia Isún.
Alcanzado
el lugar donde el camino se introducirá en la ladera sudoeste en descenso hacia
Isún, unas citas en medio de la masa de boj y genista se orientan hacia el
oeste y coronan un pequeño resalte en
las inmediaciones de los paredones del Mallo, desde el que se ve la Cruz.
El
caminillo baja ligeramente y por medio de la genista nos deposita en la base de
la Cruz de Santa Orosia situada a 1580 metros de altitud. Son las doce menos
cuarto.
Las
nieblas nos rodean y nos impiden contemplar tanto el paisaje distante como el de
mayor altitud de la que nos encontramos. A pesar de ello, la mañana es buena y
disfrutamos recordando caminos que hemos recorrido para llegar hasta aquí.
Llegando al Camino de Isún.
Un
cuarto de hora después, son las doce, iniciamos la vuelta. Pero ya puestos aquí
y teniendo en cuenta que el sotobosque de boj está bastante mojado, lo que nos
obligaría a desandar la mayoría del camino hecho sobre el praderío, nos
acercamos a la cabecera del Camino de Isún volviendo un poco al este,
contemplamos la zona de despegue de los parapentistas y tomamos para abajo el
Camino de Isún.
La Val Ancha y Sabiñánigo.
El
camino se introduce en los paredones de conglomerado de pudingas, “patatones” y
comienza a zetear pared abajo alcanzando primero en una zona húmeda y
seguidamente sumergiéndose en el pinar.
Isún desde las alturas.
Bajamos
en dirección sur-sudoeste sin prisa pero sin pausa y en cincuenta minutos nos
llegamos a Isún nos recibe con la deliciosa cara de un pueblo remozado y
ampliado con cierto gusto.
Isún.
A
la entrada del pueblo tomamos el camino que partiendo hacia el norte se alarga
hasta Satué. Transitamos una zona de margas azules, en la que abundan los
fósiles del eoceno, en el límite de los campos de labor de Guáriz y en
suavísimo cerramos el bucle abierto unas
horas antes en el inicio de la primera pista.
Cerrando el bucle. Al fondo Cruz Guáriz.
Cinco
minutos más tarde llegamos al coche en Cruz Guáriz cuando quieren empezar a
caer unas tímidas gotas. Hoy ha sido un pequeño y delicioso paseo en el que
hemos subido un desnivel de poco más de 600 metros. Santa Orosia siempre nos
regala vivencias entrañables.
Alguna fotografía más.
Alguna fotografía más.
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