Pista de Espierre, Ermita de San Juan y
Cara Oeste hasta San Benito.
31-01-2014.
Salida 12 h. Llegada 17 h.
Mixto.
Fácil.
Esquí de Montaña y raquetas
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
En
medio de una semana de mal tiempo continuado del que, sin que nadie lo
esperara, se salva el día de San Valero para placer y disfrute de los
zaragozanos de fiesta, llega el 31 y para despedir el mes decidimos echar un
pulso al mal tiempo.
Este
Enero de 2014 nos ha puesto a prueba y hoy son las once de la mañana cuando
decidimos marchar con nieblas bajas y esperanza de mejora.
Subimos
por los Oroses y nos llegamos a Espierre con la carretera limpia. Estamos a
1250metros de altitud.
La Ermita de San Juan de Espierre.
La
pista es larga y se hace larga incrementada por la inquietud que proporcionan
las nieblas lo que de alguna manera se compensa con la cantidad de nieve que es
creciente hacia arriba.
La
nieve polvo se hace profunda y excesivamente suelta además de comienza a
hacernos zuecos bajo las pieles de foca pues las temperaturas son de sebo; así
que nos enzarzamos en la dura tarea de mover una enorme cantidad de peso en
cada paso y estamos solamente sobre los 1600 metros de altitud.
San Benito.
Oturia emergente de un mar de nubes.
A
mi chica se le ocurre marchar hasta San Benito, no son horas pero Juan se
apunta y yo me vuelvo a colocar los esquís y marcho detrás para no quedarme
frio esperando. Lo suyo hubiera sido marchar para abajo puesto que es tarde y
nos esperan las nieblas.
En la Ermita de San Benito.
Quitar
la nieve durísima de las fijaciones para bloquear los esquís me deja las manos
fresquitas cuando a las cuatro y cuarto me las enguanto y nos montamos en los
esquís dispuestos a disfrutar una hectárea de nieve buena y una enorme
incógnita.
Llegados
al primer resalte llega la nieve profunda e iniciamos una serie de giros muy
sentados en los esquís como procedimiento de evitar clavadas. No se gira
demasiado mal pero resulta cansado o es que estamos cansados de la subida.
Pasamos
por el lugar de la comida y descendiendo hasta la huella hacemos una diagonal
alta sobre la nieve que cedía y que ahora nos aguanta bien y salimos del
resalte de los problemas en la subida. Juan terminará recuperando nuestra
huella puesto que en las raquetas se le hacen muchos zuecos.
Como
la nieve no se ha transformado, de cuando en cuando tocamos alguna piedra que
gruñe a nuestro paso. Lo suponíamos en ascenso y ahora hay que andarse con
cuidado y suerte para no destrozar los esquís.
Hemos
entrado en las nieblas y apreciamos el servicio de la huella que hoy es bien
visible. Poco después bajamos el último resalte y alcanzamos la pista en el
lugar correcto. Solamente queda equilibrarse sobre los esquís y sin cantearse
descender la pista tratando de pillar el máximo de nieve mientras sea posible.
Con
sumo cuidado pasamos incluso la nave ganadera de las inmediaciones del pueblo y
cincuenta metros antes de la barrera nos quitamos los esquís. Son las cinco y
media de la tarde, hemos concluido una jornada dura sobre nieve blanda con 775
metros de desnivel y con suerte para ganarle el pulso a las nieblas
Y esto es todo por hoy. Estoy experimentando y aprendiendo a utilizar mi blogg. Paciencia.
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