Tobacor desde Tabacol.
Pradera de Ordesa, Camino y Clavijas
Cotatuero, Corredor y Cara Norte, Tabacol, Tobacor, Millaris, Refugio de
Góriz Clavijas y Gradas de Soaso.
27-05-2015.
Salida 08:15 h. Llegada 17:30 h.
Sol.
Bastante fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano
Javierre.
Mapa de Tobacor procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Se
malogra la Arista del Gallinero pues la nieve se ha marchado muy deprisa pero
antes de que la marabunta llegue a Ordesa nos vamos a dar una vuelta para vigilar nuestras “propiedades.”
Volvemos
de Barcelona y a la carrera preparamos marcha pues nos viene bien a todos.
Quedamos a las siete y media de la mañana y a las ocho y cuarto estamos
aparcando en la Pradera de Ordesa, para comenzar inmediatamente nuestro camino
del 27 de Mayo de 2015.
Estamos
a 1330 metros de altitud, la mañana está espléndida y tomamos el camino que transitadísimo
nos conduce a la Capilla de la Virgen del Pilar, lugar en el que abandonamos el
Camino a Soaso y nos introducimos en el de Cotatuero tomando dirección nordeste siempre por la orilla derecha
del barranco del mismo nombre que llevaremos más o menos cerca.
La
mañana está ventilada en altitud pero por abajo, en el interior del Hayedo de
Cotatuero se hace calorcillo que irá en ligero aumento conforme el camino gane
altura vuelta a vuelta, pues nuestra marcha, sin prisa pero sin pausa, se
encargará de ello.
Cascada y Barranco de Cotatuero.
Entre
murmullos de las espumosas aguas del barranco que baja crecido y los cantos de
los pájaros borrachos de primavera nos vamos acercando a las paredes del
Gallinero siempre bajo la cubierta vegetal del hayedo vestido de fronda nueva.
Pasamos
el abrigo de troncos, adelantamos a un francés y comenzamos a transitar entre
gradas de calizas ocres mientras que el camino cambia la hojarasca del otoño
por las piedras mezcladas con tierras rojas.
Dejamos
a nuestra izquierda el camino de la Faja Racón y alcanzamos las gradas del
corredor ya próximo a las Clavijas de Cotatuero.
Clavijas Inferiores de Cotatuero.
Una
rampa de verdura y calizas nos deposita en las Clavijas de Cotatuero que se
componen de un corredor inicial de una decena de metros verticales, encajonados
y con viejas clavijas, alguna de ellas doblada y de un largo tramo horizontal
de clavijas a las que se le ha añadido línea de vida conformando una ferrata de
corte actual.
Mi
chica se pone el arnés y una disipadora y enseguida iniciamos el corredor que
no carece de dificultad.
Primera vez que pasamos las Clavijas de Cotatuero con línea de vida.
Al
final del mismo un descansillo es la entrada a una serie de clavijas
horizontales, las hay para pies y para manos, y están acompañadas de sirga.
La entrada es un paso un pelín expuesto y se
desarrollan en una pared vertical de calizas ocres que aprovecha una zona
amable para los pies aunque con las clavijas es más que suficiente.
En el Tramo Intermedio de Clavijas Verticales de Cotatuero.
A
media tramada hay otro grupo de clavijas verticales, alrededor de media docena,
que se elevan verticalmente en la pared
para proseguir de nuevo horizontalmente con la tramada terminal de clavijas
horizontales que aprovecha un ligero zócalo para las clavijas de los pies. Nos
entretenemos haciendo fotos.
Unas
rampas escalonadas nos depositan en el rellano desde el que salta la Cascada de
Cotatuero sobre los 2000 metros de altitud. Son las diez de la mañana.
Detalle del agua en la Cascada de Cotatuero.
La
cascada baja impresionantemente tumultuosa y es una delicia espectacular
contemplarla desde arriba pero nuestro objetivo está en atravesar el barranco y
sabemos que con este caudal o subimos por encima de las gradas o habrá que
remojarse.
Gradas del Barranco de Cotatuero.
Hay
que decir que el Barranco de Cotatuero tiene gradas al igual que el de Soaso
pero son menos conocidas y no por ello menos bellas.
Cruzando el Barranco de Cotatuero.
Nosotros
ya hemos subido a Tabacol desde aquí allá por el 99, lo recordamos vagamente y
tras recorrer el rellano inferior del barranco elegimos un tramo de cauce poco
profundo, nos descalzamos y pasamos a la orilla izquierda del mismo.
Si
se quiere una ascensión más cómoda hay que superar las cuatro gradas del
barranco y en el rellano superior atravesar el mismo sin necesidad de
descalzarse ya que la mayor parte del caudal aparece en la grada superior. De
allí para arriba la subida también es más cómoda.
Avanzando hacia el Corredor Norte de Tabacol.
Vamos
a tomar en dirección sudoeste un corredor
próximo a las paredes de la Fraucata que no tiene mal aspecto y al que
llegaremos tras remontar un cono de deyección de materiales mixtos en los que
abunda la verdura.
Una
vira amable y herbosa, orientada un poco al este, nos permite superar el
corredor inferior tras el que aparece una rampa ya más pedregosa que nos
conduce en suave ascenso al corredor superior de calizas claras.
El corredor se alarga más de lo esperado.
El
eje del corredor tiene un nevero residual vestido de nieve dura que nos
invitará a realizar el ascenso al oeste del mismo. Se compone de una serie de
resaltes que salpican la ladera oeste
del corredor y que habrá que resolver conforme se vayan presentando pasos que esporádicamente llegarán al IIº. Es cuestión de buscar los pasos
fáciles que los hay varios.
El eje central del corredor está ocupado por un nevero residual muy duro.
Ascendemos
persistentemente, resalte a resalte y aparecen más de los esperados aunque
nunca ofrecen dificultad. Más al oeste se articulan una serie de gradas más
fáciles todavía pero ni siquiera las buscamos.
Con
ello el corredor se amplía y nos conduce a la pedriza somital del pico sobre
los 2450 metros de altitud lugar en el que se inicia el desarrollo de una
amplísima faja por encima de los Paredones de la Fraucata.
Casquete Somital de Tabacol.
Es
un mar de calizas ocres más o menos estables que se puede ascender por cualquier
parte ya que la pendiente es muy moderada. Cada uno por su lado vamos ganando
altura mientras somos vigilados por una pareja de rebecos acantonados sobre
unos bloques cimeros.
El
ascenso se hace largo ya que no en vano estamos remontando por encima de los
1400 metros de desnivel y alcanzamos los neverillos somitales con ganas.
Cima de Tabacol.
Son
las once y media de la mañana cuando alcanzamos la Cima de Tabacol situada a
2751 metros de altitud, también llamada Morrón de Tabacor.
En
la cima el ambiente está abrisado y fresquillo por lo que nos sentamos a
almorzar un poco tras abrigarnos. Hay que disfrutar de un espléndido paisaje de
oeste a este que arranca con Mondarruego y Gallinero limpios de nieve para
encaramarse a Gabietos y Taillón que tienen por delante al Blanco, el Dedo y
Bazillac con la Brecha de Rolando, el Casco, La Torre, el Col de los Glaciares,
la Espalda, los Picos de la Cascada, el Marboré, el Cilindro, el Perdido, el
Añisclo y las Olas también pelada de nieve: son los exquisitos placeres de una
mesa bien servida.
De Gabietos al Casco desde Tabacol.
Media
hora después proseguimos arista adelante en dirección este, orientados por las
Tres Sorores.
Cima de Tobacor con las Tres Sorores.
Se
trata de una loma amable y escalonada compuesta por una losera de calizas ocres
con la que se alcanza un punto bajo situado alrededor de los 2700 metros y
desde el que se inicia un suave remonte, también escalonado, en busca de la amable Cima de Tabacor situada a 2779
metros de altitud.
Arista Sur de Tobacor desde Tabacol.
Son
las doce y media cuando desde esta cima servida por potentes aristas
contemplamos un dilatado paisaje hacia el sur en el que lucen espléndidos:
Cotiella todavía con nieve y vestidos de verano Castillo Mayor, Solana,
Montañesa y Sestrales. Hacia el Oeste la Sierra de las Cutas nos lleva a
Tendeñera.
Saxifraga oppositifolia en Tobacor.
Hay
un circo, hoy muy vestido de nieve, entre las aristas norte y este del pico y
que fue por donde bajáramos en su día.
Hoy recorreremos su arista norte hacia Punta Millaris: Góriz puede esperar.
Millaris en la Norte de Tobacor.
La
Arista Norte de Tabacor es amable, alomada y vestida de neveros residuales que
mediante suavísimos resaltes nos conduce, tras un descenso de 200 metros, a un
pequeño collado desde el que remontando una trentena de metros nos deposita en
la Alargada y amable Cima de Millaris situada a 2619 metros de altitud, desde
donde contemplamos la potente volumetría de Tabacor. Es la una del mediodía.
Góriz queda lejos.
Hacemos
alguna foto, contemplamos el Circo Superior de Cotatuero y ponemos rumbo a
Góriz sin proseguir la arista hasta el Collado de Millaris ya que la depresión
y las gradas tienen mucha nieve que estará muy blandurria.
Descendemos
la pared este del pico sin irnos hasta el fondo para no tener que remontar
después y buscamos el Camino de Góriz a la brecha a través del lapìaz, con
cuidado con las trampas de nieve cuando hemos de atravesar manchas residuales
de nieve.
Tobacor y Millaris desde Góriz.
Alcanzado
el camino ya limpio de nieve solamente hay que dejarse llevar por el mismo que
nos depositará en el Refugio de Góriz situado a 2180 metros de altitud cuando
van a ser las dos menos cuarto.
Comemos
en el refugio que todavía está en obras de ampliación, charlamos con Javier
Garrido y su hijo que está por allí y tras contemplar los viejos aseos al que
un alud de este invierno le ha pegado un empujón nos vamos para abajo. Son las
tres menos cuarto.
En las Clavijas de Soaso.
El
camino recorre en suave descenso los praderíos de Góriz en dirección sur
faldeando la Oeste de Punta Custodia, zetea en el resalte para aproximarse al
barranco y nos deposita en las Clavijas de Soaso llenas de cadenas y que atajan
el viejo camino utilizado con los mulos de abastecimiento del refugio.
Cola de Caballo.
En
tres cuartos de hora nos llegamos al Arazas, fotografiamos la Cola de Caballo
que baja espléndida y continuamos la vuelta recorriendo el Rellano de Soaso tras
atravesar el río por el puente.
No
hemos bajado por la faja de Pelay pero a pesar de ello la bajada a la pradera
siempre se nos hace pestosa, sobre todo por debajo de las Gradas si no bajas a
contemplar las cascadas.
Gradas Intermedias de Soaso.
Hoy
no será una excepción a pesar de que bajamos entre diseminados grupos de
escolares que han subido de excursión a la Cola de Caballo.
Hacemos
las consabidas fotos en las Gradas de Soaso mientras recorremos un camino
transitadísimo y archiconocido no por ello menos espectacular que se está
llenando de flores.
Deliciosa sombra del Hayedo de Soaso.
El
mediodía es absolutamente espléndido y agradecemos la fresca sombra del hayedo
en la parte inferior del camino.
Contemplamos
la Cascada de Arripas cada día más asediada por la vegetación natural y nos llegamos con ganas a la Pradera de
Ordesa cuando son las cinco y media. No nos hemos dormido bajando pues lo hemos hecho en dos horas y tres cuartos desde
Góriz.
En
la pradera hace calor y nosotros hemos llegado calientes por los 1500 metros de
desnivel de la jornada y por el largo recorrido de esta circular. Luego coche y
carretera para casa, tras parar en Torla a echar un vistazo al Centro de
Interpretación.
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