Acercándonos a la Este de Troumouse.
Aparcamiento, Pista, Cabaña y Puerto de
Barrosa, Brecha de Barrosa y Cara Este.
05-09-2017.
Salida 06:15 h. Llegada 10:30 h.
Sol.
Bastante fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa de Troumouse procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Hace
ya algún tiempo que quería subir directamente al Pico Troumouse desde el Puerto
de Barrosa pues en las dos ocasiones en las que habíamos estado allí había sido
haciendo la arista del Circo de Troumouse.
Invariablemente
lo habíamos pospuesto hasta que finalmente decidimos abordar el asunto sin
dilación. Incluso llegue a proyectar el ascenso para vivaquear en su cima pero
el tema del agua me había hecho desistir.
Primeros rayos de sol en Troumouse.
Descartamos
hacerlo durmiendo en los alrededores del Refugio de Barrosa y así limar un poco
el esfuerzo y finalmente lo vamos a hacer de tacada.
Son
las seis y cuarto de la mañana del 5 de Septiembre de 2017 cuando encendemos
las frontales y nos echamos a la Pista del Valle de Barrosa a 1390 metros de
altitud. Ayer viajamos con la furgo, cenamos en el aparcamiento y hoy a las
seis menos veinte nos hemos levantado con la intención de aprovechar el día,
noche incluida.
Iniciando el remonte hacia el Puerto de Barrosa.
Tomamos
erróneamente la pista que marcha a las instalaciones de las minas y tenemos que
remontar por un caminillo hasta alcanzar enseguida la Pista del Valle de
Barrosa, unos metros más delante de la zona llana de los Carteles explicativos
de las Actividades Mineras.
La
pista se introduce en el valle y en dirección oeste ascenderá suavemente al
encuentro del fondo del circo y del día.
La
noche que ha estado estrellada, se ha cubierto de madrugada y no va a facilitar
la llegada del día con luz suficiente para caminar, cosa que será posible
alrededor de las siete de la mañana. Para entonces, la pista ha atravesado tres
barranquillos y se ha convertido en camino amplio entre bloques de granito y
retazos de praderío.
Precioso Troumouse a las luces de la mañana.
Ya
en el fondo del circo el camino se acerca al barranco que baja seco y lo
atraviesa encaramándose suavemente en el praderío alpino que rodea al Refugio
de Barrosa a 1750 metros de altitud.
El Puerto de Barrosa queda lejos todavía.
El
refugio está arreglado tiene techo, ventanas, puerta y entarimado para dormir
nuevos y está limpio, nada que ver con la pocilga de hace unos años en la que
ni las vacas se atrevían a entrar.
A media ladera bajo el Collado de Barrosa.
El
camino que ha girado al norte asciende la ladera en base a amplias lazadas muy
cómodas que nosotros atajamos para ganar altura y alcanzar la Zona del
Sobrestivo con su ibonciecho prácticamente seco a pesar de las últimas
tormentas que han pasado por el valle.
Euphrasia alpina en la Cabaña de Barrosa.
Hay
que hacer camino de manera persistente puesto que hay que remontar 800 metros y
en ello estamos a la sombra de la mañana que nos propicia el Pico de Barrosa.
Cerca del Puerto de Barrosa.
Desde
muy abajo nos orienta el Pico Troumouse
dominando el Puerto de Barrosa y cambiando de tonos en función de la luz. Hacia
atrás dejamos la Arista de Liena y Esplucas que culmina en Robiñera mientras
que nos acercamos al puerto cruzándonos ya arriba con cuatro que van de
travesía.
Varios corredores conducen a la Brecha de Troumouse.
En
la confluencia de nuestro camino con la Senda de las Pardas, cuyo poste
indicador está en el suelo no sabemos si por desidia o intencionadamente ya que
las sirgas de la senda no tenían mantenimiento, abandonamos el camino y nos
vamos directamente en busca del Gendarme Blanco que señala el inicio de la
Pared Este de Troumouse. Alcanzarlo se llevará un ratillo pues el Puerto de
Barrosa que es amplísimo comienza ya a ascender para acercarse a la pared del
pico convertido en arista.
Lacs de Barroude desde la Brecha de Troumouse.
De
mármoles claros, tiene una fisura en su cara sur por la que parece que se puede
atravesar sin coronarlo pero ni siquiera es necesario alcanzar la fisura sino
que bajo el mismo y también en la vertiente sur hay un corredor que
directamente conduce a la Brecha Troumouse.
Juan
sube por el fondo del corredor que no ofrece ninguna dificultad más que los
materiales sueltos y nosotros lo haremos por unos corredorcillos más próximos
al gendarme, que tiene buena roca y en los que encontramos algún hito.
El Gendarme de Troumouse por encima de la brecha del mismo nombre.
Son
las nueve y cuarto de la mañana cuando llegamos a la brecha situada a 2664
metros de altitud. Contemplamos la vertiente norte muy sombría y ocupada por un
potente nevero, no se ven los lacs de Barroude desde aquí y nos echamos a la
pared.
Una
flecha azul nos indica que hay que trepar una placa clara y lisa sin presas
decentes para los pies, las manos si las tienen primero a nuestra derecha y a
continuación un poco a la izquierda, son inversas pero muy buenas. Es un paso
de segundo que resulta más fácil de lo que se ve en principio.
Rampa en la Este de Troumouse.
Superados
esos tres metros, una vira inclinada y amplia nos conduce a la pared que se
puede ascender un poco por cualquier parte utilizando de cuando en cuando las
manos. Se trata de una rampa mixta con algún asentamiento reducido de pratenses
en la que encontramos algún hito disperso.
Tras la rampa empleamos las manos en un tramo de esquistos .
Poco
más arriba aparecen placas algo más erguidas y coronándolas la esperada Franja
de Rocas Negras. Podemos decir que no hay una línea de hitos porque se puede
ascender un poco al gusto tanto por el fondo de pequeñas canales o por
crestones que aparecen en la amplia pared. Hemos dejado atrás el Gendarme
Blanco que desde aquí tiene una vista terrorífica.
Algún tramo de placas más lisas e inclinadas bajo la Franja de Rocas Negras.
Es
una pared que nos gusta pues tenemos costumbre en medios como éste y hasta Rosa
se permite el lujo de ir de cuando en cuando por delante. Los valles españoles
fundamentalmente comienzan a parir nieblas.
La Franja Negra tiene muy buena roca.
De
aquí para allá nos aproximamos cómodamente a la base de la Franja de Rocas
Negras. Sabemos que tiene un acceso directo por su parte central, equipado con
alguna cuerda y también por su parte sur, nuestra izquierda, aprovechando que pierde algo de potencia.
Remontamos el corredor sin utilizar la cuerda.
Desde
abajo hemos visto colgar una cuerda que desaparece luego de nuestra vista al
estar incrustada en algún corredor mientras que nosotros nos llegamos hasta la
parte sur de la franja desde la que visualizamos otra parte de la pared con muchas placas por
lo que hemos de volver en busca de unos hitos que hemos dejado a nuestra
derecha. No debemos de ser los únicos que hacemos la jugada.
Saliendo de la Franja de Roca Negra en la Este de Troumouse.
Una
vira horizontal nos devuelve a la franja y enseguida encontramos un corredor
bastante vertical pero con muy buena roca y en el que, media docena de metros
más arriba de su entrada aparece una cuerda.
El crestón nos ofrece una trepada fácil y entretenida.
Subimos
el corredor sin necesidad de utilizar la cuerda que yo he probado por si fuera
necesario pues está algo vieja, tiene lazadas para utilizarlas como presas y
está anudada como veremos después; pero el corredor está suficientemente
escalonado y se sube bien, será de segundo superior en virtud de la
verticalidad de la pared más que otra cosa.
Algún faldeo por la Este de Troumouse.
El
corredor se acuesta y se amplía en una inclinada terraza en la que aparecen
materiales firmes a modo de placas estriadas que se suben bien. Por encima de
nosotros se perfila una arista ascendente y hacia ella nos vamos un poco por
cualquier parte pues los hitos están algo desperdigados o es que nosotros no los seguimos fielmente.
Al final visualizamos el Trípode de Troumouse.
Alcanzamos
un crestón que no nos da la impresión de ser una arista definida al uso y por
ella nos vamos empleando las manos con cierta frecuencia pero siempre con
absoluta comodidad.
Avanzamos
por el filo alternando de cuando en cuando ligeros faldeos hacia la vertiente
de Barroude pero siempre retornamos a la
arista que se va confirmando poco a poco.
Faldeando por la Este del Pico de Troumouse
En
uno de los faldeos visualizamos el Trípode de Troumouse indicándonos que
tenemos que seguir faldeando a nuestra
derecha. La Cima no es visible desde el Valle de Barrosa ya que la arista que
estamos ascendiendo la tapa.
La Munia y Sierra Morena llegando a Troumouse.
Suben las nieblas desde el este por detrás de la Arista Cimera Este.
La
arista se ha arrellanado y el faldeo de la misma se hace por terreno suave pero
lleno de materiales inestables. Alcanzada una pequeña depresión solamente queda
ascender unos metros cómodos que nos deposita en la Cima de Troumouse situada a
3083 metros de altitud. Son las once y media de la mañana y estamos sólo con la
compañía del trípode.
En la Cima de Troumouse.
Las
nieblas van creciendo de los valles españoles mientras que, curiosamente, la
mayor parte de la vertiente francesa está limpia. Hacemos unas fotos del
Cresterío del Circo de Troumouse y de los alrededores notorios con Ordesa,
Vignemale, y Neouvielle y nos sentamos a almorzar al solecillo de la mañana que
está deliciosa. No tenemos prisa pero nos queda por delante una buena jornada
todavía pues hoy no hemos hecho más que subir 1700 metros.
Arista Norte de Troumouse.
Los Lacs de Barroude desde Troumouse.
Este
verano estamos sacando algunos muertos que dormían en el armario de nuestros
deseos.
Hola. Me ha encantado vuestra ascensión. Mucho he leído sobre esta montaña y me ha dado respeto realizarla. Vuestro relato e imágenes me inducen a animarme. Objetivamente no lo veo difícil. Hay mucha exposición?, 500 metros de pared es mucha tela!!!
ResponderEliminarUn saludo
¡Hola Enrique!
ResponderEliminar¿Qué tal!
Objetivamente, el paso más difícil es el de acceso a la pared. Sera de IIº durillo pues a pesar de que la entrada tiene buenas presas, la salida que es inmediata, es lisa y hay que hacerla en adherencia con un poco de caída.
Luego hasta la banda de rocas oscuras es avanzar por una ladera inclinada con apoyos puntuales de manos sin más.
La banda la subimos por el corredor de la cuerda, creo que hay otra posibilidad. Tiene buena roca, lisa pero muy escalonada y nosotros no utilizamos la cuerda que está instalada, el corredor es bastante vertical y tendrá una veintena de metros erguidos, luego se acuesta y el resto es seguir hitos, apoyar manos de vez en cuando pero siempre con comodidad alternando tramos de arista con faldeos.
Hay tramos con basura otros limpios y en general cuando hace falta la roca es buena.
Si descontamos los dos pasos citados que si tienen cierta exposición el resto es un trabajo de pico y pala, hay que ir subiendo y disfrutando. Eso si, tiene que ser un buen día con roca seca.
No tuve la sensación de estar en una pared especial y en la mayor parte de la ascensión, hora y media aproximadamente resulto entretenida y relajada a pesar de que, también te diré que oyes cosas y el runruneo en mi cerebro me acompañó hasta que hice el paso de entrada.
Espero que te sirva para desmitificarla un poco y ponerla en su justo lugar.
¡Que vaya bueno!
Gracias por tu útil información. A ver si a la temporada que viene nos animamos.
ResponderEliminarUn saludo
Preciosa ruta que tengo en la agenda desde hace mucho tiempo. He buscado info sobre ella y lees de todo pero creo que lo que indicas es lo que más se acerca a la realidad... A ver si uno de estos findes la podemos hacer... Abrazos!
ResponderEliminar¡Hola Cumbreslibres!
ResponderEliminarHe tratado de reflejar la pared de la manera más objetiva posible que siempre será algo subjetiva.
Con la escepción del paso de entrada y el corredor de la banda rocosa oscura que no llegan al IIIº el resto es incluso muy agradable, hay que ir progresando sin más pero en conjunto es algo que te deja bien. La compararía un poco a la Vía del sarrio al Diente de Anayet y salvando algunas distancias que las hay siempre me recuerda a la Este del Jean Arlaud aunque no tan rotunda.
Estoy seguro de que te gustará.
Ah, por cierto, me llena de envidia tu fotografía.
¡Que vaya bueno!