A "guevo" por el Tubo Pipos.
Aparcamiento
de Espelunciecha, Rinconada, Puerto de Canal Roya, Collado Porté, Glera de
Anayet y Cuello Garmé.
11-03-2018.
Desnivel acumulado 525
m.
Distancia recorrida 6500
m.
Tiempo efectivo 02
h.
Niebla.
Fácil.
La
vuelta a los Farallones es una deliciosa actividad que se puede llevar a cabo
en cualquier época del año incluso en invierno. Pero en un día como éste se
desaconseja llevarla a cabo sin un conocimiento preciso de la zona.
Agua
en los Manantiales de la Glera según temporada pero mejor llevarla.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Espelunciecha procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Estamos
a 11 de Marzo de 2018 y por unas razones u otras todavía no hemos estrenado el
mes y hoy sí o sí. No hay circulación hacia las estaciones de esquí en un
domingo en el que solamente se han anunciado posibles alternancias de nubes a
precipitaciones.
Comenzamos a foquear desde el Aparcamiento de Espelunciecha.
En
Escarrilla comienza a llover y cuando aparcamos en Espelunciecha, junto a
cuatro gatos mal contados, a las nueve y media, cae aguanieve.
Los cañones y las balizas de las pistas serán imprescindibles en Espelunciecha.
Una
hora larga aguantaremos de espera hasta que cede ligeramente la precipitación o
así nos lo queremos creer, nos preparamos los bártulos y casi a las once
comenzamos a foquear desde el aparcamiento a 1770 metros de altitud.
La Yurta de la Majada Espelunciecha está imperceptible.
Hace
falta tener muchas ganas para echarse al monte en estas condiciones: nieva y no
se ve un carajo. No hay prácticamente esquiadores y nos vamos a tener que
servir de balizas y cañones para saber por dónde andan las pistas ya que hay
una capilla de nieve polvo que lo uniforma todo.
Por encima de la Majada de Espelunciecha hacia el Puerto de Canal Roya.
Ascendidos
un par de resaltes alcanzamos la Majada de Espelunciecha en la que la Yurta
aparece mimetizada con el paisaje. El asunto sigue igual y aprovechamos la
orilla de la Pista de la Rinconada para alcanzar el Puerto de Canal Roya en una hora de foqueo tranquilo y persistente
en el que no colaboran precisamente los zuecos de mis pieles.
Al mal tiempo, buena cara.
En
el collado a 2145 metros de altitud viramos al sudeste y siguiendo el camino de
la retrac, ayudados por un viento cambiante que no es molesto, saludamos al
Royo de Riglos que la conduce y alcanzado el Collado Porté a 2225 metros de
altitud, echamos un café, quitamos pieles e iniciamos el descenso hacia la
Glera de Anayet. Bien se nos vale que esquiamos sobre pista balizada.
En la Glera de Anayet.
El
tubo Pipos está duro en su cabecera venteada pero luego tiene una nieve
deliciosa que nos acompañará ya en adelante.
La Cabaña de la Glera de Anayet está medio enterrada.
La
Cabaña de la Glera está semienterrada por la nieve. Se acerca Juanillo mientras
nosotros proseguimos al encuentro de la pista que baja del Cuello Garmé. Hemos
perdido algo de altitud pero a cambio lo hemos ganado en visibilidad.
Saliendo de la Glera de Anayet hacia el Cuello Garmé.
Llegando al Cuello Garmé.
Volvemos
a colocar pieles, remontamos cerca de un centenar de metros para quitarlas en
el Cuello Garmé en medio de la ventisca que azota con cierta intensidad. Nos hacemos un selfie
en la transición y nos echamos para abajo ciñéndonos al guion de bajar por pistas
ya que aunque la nieve de los alrededores está incluso mejor la visibilidad
desaconseja su uso. A pesar del anunciado riesgo de aludes de nieve húmeda la
hemos encontrado bastante compactada
Selfie en medio de la ventisca del Cuello Garmé.
Es
la una y cuarto cuando llegamos al Aparcamiento de Espelunciecha y la mañana
sigue igual. Lo mejor ha sido que a pesar de la precipitación no nos hemos
mojado, cosa que estaba medio descontada. El desnivel acumulado de alrededor de 500
metros ha sido suficiente para no pasar frío. ¡Hemos tenido días mejores y no hemos visto ni a traveseros ni a raquetistas!
De vuelta al Aparcamiento de Espelunciecha no han cambiado gran cosa las condiciones.
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