Algún
amigo nos ha preguntado sobre cuál era el tema de trabajo de Biola y la verdad
es que no hemos sabido contestar con una mínima precisión, pues hace tiempo que
no somos capaces de comprenderlo nosotros a pesar de sus esfuerzos pues es algo
que se nos escapa.
Con
motivo de los recientes premios que ha recibido, un buen número de medios de
comunicación tanto públicos como privados han publicado notas, artículos y
entrevistas en las que se ofrecen detalles en relación con su trabajo
científico y de entre ellas, una entrevista del Confidencial, (19-3-19) en la que aparece
Biola en estado puro, ¿qué es qué? y ¿quién es quién? que quizás nos aclare un
poco cuál es su tarea científica. Le hago un "corta y pega" por si acá pudiera
interesar y no se abre el enlace:
Biola Javierre, la científica más prometedora de
España: "En ciencia deciden los hombres"
La investigadora de la
Fundación Josep Carreras ha sido galardonada entre las 15 científicas mundiales
más prometedoras y lo ha aprovechado para denunciar la falta de financiación
que sufren.
AUTOR
TAGS
TIEMPO DE LECTURA7 min
19/03/2019 05:00
Hay que respetar mucho a Biola Javierre (Huesca, 1983)
y no solamente por haber sido seleccionada como una de las 15 científicas jóvenes más prometedoras del mundo en
las últimas becas L'Oreal-Unesco For Women In Science. Desde que fuera condecorada con este
galardón, en lugar de regodearse, Javierre ha aprovechado que el foco se ponía
sobre ella para denunciar a los cuatro vientos las enormes dificultades de financiación a las que se
enfrentan cada día en el laboratorio los investigadores españoles en oncología.
La oscense, seleccionada entre 280 mujeres, es
la quinta española en alzarse con este premio en los
más de 20 años de historia del programa.
El principal objeto de estudio de Javierre, que
actualmente dirige un grupo de Investigación contra la Leucemia en la Fundación
Josep Carreras, es la cromatina —el ADN que
forma el núcleo de las células— y cómo sus interacciones con el resto de genes
puede determinar que un cáncer sanguíneo prospere o no.
Javierre es precisamente la creadora de una técnica que permite saber qué
secuencias regulan la actividad de cada gen, o como ella lo define, son
"como unos enchufes que deciden qué gen se va a encender y cuál se va a
apagar".
Esto sirve para saber en cuáles de esos miles de
posibles genes candidatos hay que centrarse para combatir la leucemia linfoblástica aguda infantil, para reducir la severidad de los
tratamientos y mejorar su efectividad, y por tanto, las
posibilidades de recuperación.
Pregunta: Tras ser nombrada ganadora, todas las
administraciones, ministerio de ciencia, etcétera, quisieron ponerse la medalla
y sacar pecho pero usted aprovechó para reivindicar las carencias de los
investigadores en materia de financiación. Tengo que reconocer que me sorpr...
encantó.
Respuesta: Sí, incluso Pedro Duque y el Presidente del
Gobierno tuitearon el premio, ¡de hecho protagonicé el último tuit de Pedro
Sánchez antes de convocar las nuevas elecciones!
P: Su investigación se centra sobre todo en leucemia
infantil, un tipo de cáncer que afortunadamente tiene un porcentaje muy alto de
supervivencia. ¿Por qué se centraron en este tipo de tumores y no en otros con
peor solución?
R: Nosotros hacemos investigación básica, no clínica.
Generamos datos para que posteriormente se desarrollen los tratamientos. Este
proyecto lo centramos en leucemia linfoblástica aguda pediátrica pero los datos
que estamos generando se van a poder aplicar a muchos otros tipos de cáncer,
sobre todo los agudos. Estudiamos las células madre hematopoiéticas, que son
las que van a generar todas las células sanguíneas.
P: Entiendo, usan esta leucemia como modelo, no como
fin.
R: La fortaleza de este trabajo es que en los últimos
diez años se han generado un montón de datos sobre las mutaciones de este y
otros tipos de cáncer. Qué pasa, que el 95% de las mutaciones no afectan a los
genes, que son las piezas que determinan por qué una célula se convierte en un
linfocito o en una célula del corazón. Y también las que definirán si una
célula será sana o se convertirá en un tumor por el uso aberrante de estas
piezas de información. Pues como el 95% de las mutaciones no afectan a genes no
se han podido interpretar.
A lo que sí parece afectar es a la secuencia
reguladora, que por explicarlo son como unos enchufes que deciden qué genes se
van a activar y cuáles no. Pero es muy complejo, no hay un enchufe por gen sino
varios, y varios genes regulados por un mismo enchufe o enchufes que estén muy,
muy lejos del gen diana, incluso en otro cromosoma y no pueden asociarse por
proximidad.
P: Es decir, hacia falta un método para saber cuáles
son los enchufes que activaban a determinados genes. ¿Esta fue su contribución?
R: Este fue el resultado de mis seis años en
Cambridge. Inicialmente lo apliqué a células sanguíneas diferenciadas, ya
terminadas, por ejemplo un linfocito T, y lo aplicamos a enfermedades
autoinmunes. Ahora este proyecto está centrado en los precursores de aquellas
células y en los próximos meses sabremos cuáles son esas secuencias que los
regulan.
P: ¿La cuantía del premio se va a destinar a este
proyecto?
R: Será una ayuda, porque 15.000 euros en ciencia
tampoco dan para tanto, pero contamos con financiación privada y esperamos que
pronto tengamos también financiación pública, pero cuanto más tengamos más
completo será el proyecto.
P: O sea, este tipo de premios sobre todo aportan
visibilidad, ¿no?
R: Mucha visibilidad, es lo bueno de este premio y uno
de nuestros objetivos clave, porque a las mujeres en ciencia históricamente nos
han ocultado bastante.
P: Usted también participa en el proyecto
europeo LIBRA para,
precisamente, aumentar el número de postdoctoradas en puestos de
responsabilidad científica. ¿Qué resultados han obtenido?
Inicialmente entré en este proyecto para recibir la
docencia, como investigadora postdoctoral, pero últimamente ya estoy como jefa
de grupo intentando exportar este conocimiento a nuestro centro de
investigación. Sobre las dificultades, y tengo el deber moral de decirlo, he
tenido algunas barreras como mujer, pero no muy grandes porque de lo contrario
no estaría aquí. Me siento una afortunada porque siempre he estado en
laboratorios dirigidos por hombres y han sido mis mejores sponsor y mis mejores
mentores.
Los números hablan por sí solos. Sólo un 29% de las
jefas de grupo son mujeres. Yo he tenido suerte de haber llegado ahí, he tenido
algunas limitaciones pero no excesivamente grandes. Obviamente la maternidad
penaliza y penaliza mucho, pero también yo he intentado llegar a un equilibro
entre mi vida personal y profesional que, aunque en mi caso no es muy
equilibrado [se ríe] a mí me ha funcionado.
P: De hecho, esta entrevista tiene lugar mientras
usted está en Suiza recibiendo un programa de formación en este sentido. ¿De
qué va?
R: El premio tiene también un programa muy fuerte,
llevamos casi diez días aquí y nos quedan otros cuatro. En parte el programa
está enfocado a buscar las debilidades de la mujer, o mejor dicho, las diferencias
entre mujer científica y hombre científico, porque a día de hoy quien decide
mayoritariamente en ciencia son los hombres, son quienes imponen su criterio.
No quiere decir que sea más o menos válido que el de una mujer, pero
evidentemente es diferente y la diversidad es riqueza. Cuando te enfrentas a un
comité que te va a evaluar para una posición, se van a aplicar criterios
masculinos. Si tú como mujer reconoces esos criterios y sus diferencias y, de
cierta manera, eres capaz de evadirlos, pues eso es un punto a tu favor. El
programa LIBRA iba en ese sentido, identificar a investigadoras que estuvieran
en condiciones de dar el siguiente paso y ofrecerles una formación extensa.
P: Les enseñaban las reglas para que pudieran jugar al
mismo juego que ellos.
R: Exacto, pero
tampoco hay que ser hipócritas, esto no se restringe solo a la ciencia. Sobre
todo el mayor problema es la percepción social de la mujer, que está asociada a
muchas cosas inconscientes, por eso es difícil luchar contra ello. Con los años
se irá reeducando la sociedad. Debería ser desde arriba pero las cosas arriba
están un poquito más rígidas, así que lo más impacto tendrá en el futuro es la
educación de niños y niñas, que se borre esa educación preconcebida de que la
mujer no es capaz de tener una posición de liderazgo o ser buena en ciencia.
Pero bueno, que esto me pasa hasta a mí. Soy garante de la igualdad y me doy
cuenta de que tengo estos pequeños fallos inconscientes. Si yo los tengo, ¿cómo
puedo esperar que un médico de 70 años no los tenga?
A nosotros nos ha servido para conocerla un poco más y nos hemos hecho la ilusión de que entendemos un poco su trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por tu comentario! Responderé tan pronto como lo localice.