San Nicolás de Bujaruelo, Cabaña e Ibón de
Lapazosa y Arista Norte. Descenso por la Arista Oeste.
13-10-2021.
Salidfa 09 h. Llegada 14:45 h.
Sol.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Estuvimos
en el 99, eso era el siglo pasado y queremos volver no vaya a ser que lo hayan
cambiado de sitio y no nos hayamos enterado.
Son
las nueve de la mañana cuando aparcamos junto al Refugio de San Nicolás de
Bujaruelo situado a 1330 metros de altitud. Esta vez no hemos encontrado
tránsito de vacas pero si nos han retenido por limpieza de árboles en las
orillas de la carretera.
La
mañana está fresca a la sombra pero agradable para caminar a pesar de que
quiere mover algo de viento, lo que nos recuerda que han anunciado viento del
norte con rachas interesantes.
Un transitadísimo camino asciende al norte tras pasar sobre el Puente de San Nicolás para, poco más arriba, abrirse en dos: el de nuestra izquierda marcha al norte hacia Bernatuara y el que seguimos, a nuestra derecha que marcha al Puerto de Bujaruelo siguiendo el GR11.
Enseguida
gira al este y en ascenso con sucesivas vueltas atraviesa un pinarillo de pino
negro para proseguir atravesando la pedriza que se ha descolgado de la Norte de
Punta Escusaneta.
En
un punto determinado en el que había un pequeño torrente ocasional, alguna
tormenta lo ha convertido en un auténtico barranco seco en la que se trata de
recomponer la huella, en todo momento muy transitada.
Poco más arriba y tras superar un dorso rocoso alcanzamos la Cabaña Lapazosa o de Eléctricas y cruzamos el Barranco Lapazosa tras visualizar nuestro objetivo de hoy justamente al norte del Collado de Bujaruelo.
Enseguida
dejamos que marche el camino directamente al puerto pata tomar una línea de
hitos que marcha al este-nordeste y que remontando el praderío alcanza el
desagüe del Ibón de Lapazosa para seguidamente colocarse en el rellano situado inmediatamente
al oeste del ibón.
Hay que remontar un resalte de cerca de 100 metros, Juan lo hace por el fondo del circo y nosotros lo hacemos siguiendo un caminillo que recorre algunas de las pilonas del tendido de Alta tensión que para por el Collado de Lapazosa afeando definitivamente al ibón asentado en un idílico lugar a 2275 metros de altitud. Son las once de la mañana.
Rodeamos
el ibón por su soleada orilla norte agradeciendo el calorcillo ya que a la
sombra hace pelín de fresqui y trazamos una diagonal suavemente ascendente en
busca del collado y del viento que ya es descarado.
Alcanzado
el collado situado 2335 metros de altitud y en una mañana de sol y viento
espléndida a partes iguales, tomamos la arista que asciende al sur y en la que
un poco transitado caminillo acomete un par de pequeños resaltes.
Son
las once y media, hacemos una foto de cima y contemplamos no con el detalle y
la tranquilidad que querríamos un paisaje de 360º que no por conocido deja de
ser espectacular: Blanc des Especieres y
Saint Andre al norte; Pimene, Tentes y una buena de Ración de Ordesa con el Pic
des Sarradets al este; Taillón, Gabietos, Tourettes y Escusaneta al sur y la
Sierra de Tendeñera y Ferreras al oeste.
Nos
metemos dentro del abrigo cimero y echamos un bocado terminando por abrigarnos
a tope para defendernos del viento.
Media
hora después iniciamos descenso por la vía más breve posible al efecto de
ponernos a salvo del viento. Lo haremos por la arista oeste. Hay que decir que
es un pico con cuatro aristas todas transitables y en general tendidas.
A
media arista la abandonamos para continuar descenso por la cara noroeste que
poco a poco se va vistiendo de praderío algo abrasado por el hielo pues ya ha
helado por aquí.
En el rellano bajo el Ibón de
Lapazosa recuperamos el camino de ascenso y salimos del furor de los embates
del viento. Luego no queda más que desandar camino cosa que se nos llevara algo
menos que a la mañana gracias al viento que nos empuja por la espalda.
Son las dos menos
cuarto cuando ligeramente pasadas, cuando llegamos de vuelta a San Nicolás de
Bujaruelo tras los consabidos1150 metros de desnivel acumulados.
Aquí es otro día.
El martes hice aire de verdad, nosotros estuvimos vivaqueando en el Campbiell, y como dices, no hizo frío, pero fue muy molesto...
ResponderEliminar¡Hola David!
ResponderEliminarHay días, mejor dicho noches, en las que la meteorología es poco clemente con los vivaqueadores. De todos los meteoros adversos, que los hay, quizás el más molesto sea el viento aunque no sea especialmente frío.
Este año, el vivac en Machimala fue ventoso y por tanto bastante desagradable y Campbieil tiene pinta de ser patrimonio de todos los vientos al estar a caballo de dos valles profundos.
En fin, que se pasa y a otra cosa, pero ese sabor que tienen las noches apacibles pues como que no.
¡Que vaya bueno!