Por dónde mejor.
Cima del Heid, Punta de Aires,
Pico Troumouse, flanqueo por el norte y Pico Sierra Morena.
5-8-98.
Salida 12 h. Llegada 14 h.
Mixto.
Bastante fácil.
Ascensión.
Juan Castejón, Rosa Mª.
Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Sierra Morena procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Estamos en la Cima del Pic Heid y continuamos la suave
arista en descenso al encuentro del próximo collado que nos ha de conducir a través de tres dientes
fáciles a la cima de la Punta de Aires
con sus 3028 metros de altitud. Es la una menos diez y vamos a buen ritmo sin
aparente esfuerzo. El viento nos acompaña impertérrito.
La Montaña de Aiguillous y el Circo de Troumouse desde el Soum des Salettes. 12-9-13.
Hacemos fotos y proseguimos adelante siempre en dirección
sur a través de una arista fácil y descompuesta que nos muestra el horripilante
trípode metálico del vértice geodésico, calco inequívoco del de Balaitús.
Punta de Aires desde Troumouse. 11-9-10.
El pico tiene una antecima rocosa en la que también hemos
de apoyar las manos para superarla. Escasamente será algún paso de segundo por no
buscar alternativas más sencillas que las hay.
Desde el Pic Troumouse el circo del mismo nombre.
Un pequeño descenso a continuación nos permite abordar el
casquete somital fácil que nos conduce a la cima del Pico de Troumouse con sus
3085 metros de altitud. Es el tercer tresmil del día y es la una y media del
mediodía.
La Norte de Sierra Morena. 11-9-10.
Frente a nosotros aparece la cara norte de Sierra Morena.
Hay que descender una cincuentena de metros, transitar un plano y amplio
collado y llegarse hasta la base de la pared.
Sierra Morena desde el Pic Troumouse. 3-7-04.
Allí se encuentra, según las guías, la única dificultad
técnica de la jornada. Puestos allí, la negra pared nos recibe con un paso un
tanto delicado sobre un monolito estrecho en el que se ven buenas presas.
Detalle de la Arista Norte de Sierra Morena. 3-7-04.
El pasaje es aéreo pero mi esposa ha visto escapatorias a
uno y otro lado de la pared, el paso hace un poco de extraplomo e
inmediatamente exige de un paso atlético con una presa fundamental en sentido
opuesto y ni lo intenta. Juan ha subido y yo que me conozco el patatar le digo
a Rosa que arree por el flanco norte, ni
siquiera me molesto en sacar la cuerda de mi mochila, ya subiremos más
adelante.
Detalle del faldeo de la Oeste de Sierra Morena. 11-9-10.
Lo que viene a continuación si que es serio para mi
señora, pero sarna con gusto no pica. Se trata de una travesía de unos 50
metros de longitud, sin camino fundamentalmente, en una gravera pizarrosa y metamórfica, negra como el carbón
y húmeda por suerte, que hay que hacerla un poco en descenso dentro de una
pared muy vertical que unos pocos metros debajo se desploma en los abismos de
la cara norte del circo.
Robiñera desde Sierra Morena.
Hay que buscar las acumulaciones de materiales sueltos
para hacer los apoyos de pies y esperar que a la presión cedan y se practique
una huella de fortuna. En otros lugares más sólidos hay que clavar los cantos
de las botas y contener la respiración. Terminamos clavando hasta las uñas. Se
han aliado, una vez más, dificultad con peligro y el coctail resulta delicado.
Desde el faldeo difícil de la Oeste de Sierra Morena.
La continuación es más sencilla, menos expuesta y tiene
como gran dificultad que los materiales están enormemente descompuestos y
resulta casi imposible no tirar materiales al paso. Rosa viene detrás como
puede pero calla como una muerta, ya tenía yo ganas de que sacara las uñas.
La fácil Vertiente Sur de Sierra Morena. 3-7-04.
Por no dar más vueltas ganamos altura a través de la
descompuesta pared buscando los tramos más firmes y a media ladera alcanzamos
la amplia cresta por la que baja Juan. Le decimos que vamos a subir y se da la
vuelta con nosotros tras quitarse los calcetines y dejarlos a solearse sobre
una roca.
Picos de la Munia desde Sierra Morena. 3-7-04.
Alcanzada la cima de Sierra Morena sin dificultad,
estamos a 3090 metros de altitud, me acercaré hasta el cordino que permite
asegurar el paso fundamentalmente en sentido contrario al nuestro. Como
suponía por lo visto y con la confirmación
de Juan, se trataba de la única dificultad, el resto era aéreo pero fácil. Son
las dos y cuarto.
Circo de Troumouse desde el pico del mismo nombre a Peña Blanca.
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