Vertiente Este del Garmo Negro con la Aguja de Pondiellos. 18-8-13.
Balneario de Panticosa, Mallatas Baja y Alta, Collado de
Pondiellos, Aguja de Pondiellos y Garmo Negro.
22-08-1998.
Salida 06:00 h. Llegada 09:30 h.
Sol.
Bastante Fácil.
Ascensión.
Mapa del Garmo Negro procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Después
de volver de los Alpes tras hacer la Chamonix-Zermat en el verano del 97 le
había propuesto a Rosa hacer la Aguja de Pondiellos y así terminar todos los
tresmiles que hay en la zona de Panticosa. La información que tenía según
Miguel Angulo era de una arista fácil a la que le daba una hora y luego media
hora más hasta el Garmo Negro con pasos de segundo y tercero a lo sumo. Pero la
propuesta resultaba inoportuna, sobre todo, recién venidos de hacer la Cresta
del Medio en Benasque y consecuentemente, mi esposísima se las arregló para
exigir colaboración más experta que la mía, a su juicio necesaria para la
empresa; y como fallara ésta, el tema terminó en un titi familiar
intrascendente pero yo me quedé compuesto y sin novia pues un tiempo
regularcillo me hizo desistir de realizar la aguja en solitario.
Juan
Buysé no dice nada más que desde el Garmo Negro se alcanza sin grandes
dificultades, lo que te siembra de dudas y en la montaña solamente hay una cosa
peor que la duda, es la niebla que va siempre a caballo de la duda. Por otra
parte, la Aguja de Pondiellos tiene desde el Balneario de Panticosa tiene un aspecto terrorífico, erguida y
desafiante partiendo en dos la enorme y oscura mole del Garmo Negro.
En la
Primavera del 98 y desde El Ripera la
localizo y fotografío de forma lateral, visión que me anima a realizar la
actividad un poco más si cabe, pues su aspecto es más amable.
El
sábado 22 de Agosto decidimos realizar la actividad aprovechando que Biola se
va a nadar los Provinciales.
Collados de Arnales y Pondiellos desde el Balneario de Panticosa. 18-8-13.
Nos
levantamos a las cinco de la mañana como en nuestros buenos tiempos, pues Rosa
ha desechado la posibilidad de subir a acampar a los Ibones de Pondiellos con
lo que la actividad se parte en dos y facilita otras alternativas en caso de
dificultad. A las cinco y veinticinco
estamos en carretera con los más madrugadores que ya los hay y a las seis
estamos aparcando en el Balneario de Panticosa
en los aparcamientos de la esquina este del ibón.
Es noche
cerrada. Nos ponemos las botas mientras otro montañero que al parecer va solo y
que está aparcado a nuestro lado, cierra el coche y con linterna en mano inicia
la marcha, recordando que nosotros la hemos dejado en casa.
A las
seis y diez nos echamos a un camino que conocemos y que caminamos de la mano. No quiero que
Rosa pegue un tropezón y me la monte tan temprano.
Argualas y Garmo Negro desde la Mallata Alta.
Cruzamos
junto al campo de fútbol y nos encaminamos hacia el desagüe del Barranco de las
Argualas para volver a nuestra derecha al encuentro del camino que sabemos va
por allí. Lo encontramos enseguida, tan pronto como comienza a subir saliendo
de la zona arbolada de hoja caduca. Estamos seguros de estar ya en nuestro
camino cuando quiere comenzar a clarear, ayudado de nuestra salida del fondo de
la cubeta lacustre.
Desde la Mallata Alta.
El
camino de siempre, reconocido constantemente nos conduce fuera del primer
resalte cuando localizamos poco más arriba la luz de la linterna de nuestro
inesperado y desconocido compañero de
camino.
Subimos
el segundo resalte en el que cogeremos agua y dejaremos a refrescar un par de
cervezas para la vuelta y charlamos con una pareja que ha dormido junto al
barranco en la Majada Alta de las Argualas. El de delante está en el corredor
que conduce a la pedrera.
Debajo del Collado de Pondiellos. 18-8-13.
Subimos
el corredor y a media ladera pasamos por la zona en la que acampamos con Biola,
aunque no localizo el lugar exacto. Poco después cruzamos el barranco siguiendo
una ruta suave y por su orilla derecha ascendemos hasta la base del nevero
residual que baja del Collado de
Pondiellos.
Hemos
subido en dirección noroeste y en unas condiciones envidiables, llevamos ya un
rato al sol que todavía no calienta, con lo que nos vamos a tragar la subida en
esas condiciones que siempre se sueñan para la montaña.
La Aguja de Pondiellos y el Garmo Negro desde la Sur de Los Infiernos. 28-8-10.
Nos
hemos entretenido con una manada de rebecos en la que había bastantes retoños y
ahora nos saluda un frío ventarrón que anuncia descaradamente la presencia del
Collado de Pondiellos a 2809 metros de altitud. Con el montañero que nos
precedía y que hemos alcanzado nos decimos hola y adiós, él va hacer el Pico de
Pondiellos y nosotros en el mismo collado nos vamos a nuestra izquierda, que es
el sudoeste, ascendiendo una pedrera inclinada e inestable que es el cono de
deyección de un corredor en el que nace la arista sudoeste de la Aguja de
Pondiellos. Veinticinco metros más arriba, al final de la pedrera y en la parte
izquierda del corredor, al sol y al abrigo del fresco viento que campa por el
lugar, paramos a almorzar y a descansar un poco. Son las ocho y veinte y hemos
subido a quinientos treinta y cinco metros por hora sin esforzarnos gran cosa,
lo que está bastante bien, y a mí me consuela y confirma en la idea de que
todavía no estamos paralíticos del todo.
La Cresta Nordeste de la Aguja de Pondiellos.
Rosa no
tiene apetito trágicamente concentrada. Yo como un poco con gana mientras
pienso que si hubiéramos acampado en los ibones, la mañana hubiera sido algo
más que fresca. Qué diferencia entre el abrigado, soleado y cálido lado sur y
el gélido, sombreado y severo lado norte en el que perduran neveros residuales.
Media
hora más tarde continuamos para arriba por un estrecho corredor fácil, con
abundantes aunque no demasiado buenas presas, se trata de una pared metamórfica
bastante descompuesta, sobre todo la parte más orientada al sudeste.
El
corredor tendrá alrededor de 30 metros y nos deposita en la arista que se
continúa con un muro bastante inclinado y que nosotros vamos a pasar pos el
sudeste. Serán unos tramos fáciles en una pared bastante descompuesta los que a
lo largo de unos 100 metros hacemos muy próximos a la misma cuando esta se
allana bastante aproximándose a unas manchas rojizas que llevan de nuevo a la
arista.
La Aguja de Pondiellos desde el Garmo Negro. 18-8-13.
Hacemos
una fotografía y continuamos por la venteada arista que sigue siendo fácil y
que virando un tanto al sur y
prácticamente ya en horizontal nos conduce a la cima de la Aguja de Pondiellos
situada a 3011 metros de altitud, veinte minutos después.
La
ascensión poco o nada ha tenido que ver con la hora que anunciaba Luis Angulo desde el collado. A veces las
descripciones se ajustan poco a la realidad, como en este caso, aunque a mi no
se me escapa que dar referencias sobre una actividad es algo que depende de
muchos factores de entre los que intervienen los personales ya para colmo. La
ascensión ha resultado incluso más fácil de lo que yo suponía en contra de todo
lo augurado por Rosa que me felicita en la cima. Con este pico damos por concluida la
ascensión a los tresmiles de la Zona del Balneario.
Balaitus, Infiernos e Ibones de Pondiellos desde el Garmo Negro. 18-8-13.
Hacemos
otra foto y desandando un poco de arista continuamos hacia el collado de
separación con el Garmo negro. La pared del pico parece muy vertical y
sostenida pero la experiencia me dice que con estos materiales será fácil el
ascenso. Unicamente la parte superior nos puede deparar alguna sorpresa pero
espero vadearla, si llega el caso, por el sur.
En la Cima del Garmo Negro. 3-9-88.
La
brecha está alrededor de 40 metros más abajo. Primero por pedrera y luego sobre
unas placas metamórficas claras y buenas alcanzamos la brecha simada por un par
de corredores.
La Aguja de Pondiellos que acabamos de subir desde el Garmo Negro.
Unas
huellas en el corredor este indican y confirman que el muro de salida se vence
por la izquierda. Así que bajamos media docena de metros y enfilamos la pared
de frente y por cualquier parte, es ocioso buscar vía, lo que hay que hacer es
superar, de la forma más segura, una pared empinadísima pero fácil para
nosotros, trepadores de postín.
En la Cima del Garmo Negro.
Ascendemos
buscando siempre materiales consistentes próximos a la arista, aunque sabemos
que por allí desembocaremos en esa zona que hemos advertido como posiblemente
complicada. Ya haremos alguna travesía si es preciso.
Marmoleras de los Infiernos.
No será
preciso ninguna travesía. Alcanzaremos la arista con buena roca y cuando nos
disponemos a emplearnos un poco a fondo por si fuera preciso, la arista se
allana y nos deja en la cima del Garmo Negro a 3051 metros de altitud. Hemos
empleado entre bajar y subir otros veinte minutos. Son las nueve y media.
Para ver la Continuación.
Para ver la Continuación.
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