La Sur de Guara desde la Tejería.
La Tejería, Ermita de la Fabana, Barranco Calcón, Collado
Petreñales y cara sudoeste. Descenso por las Graveras y la Canal del Abadejo.
7-6-09.
Salida 9 h. Llegada 16 h.
Nublado.
Fácil.
Ascensión.
Mapa de Guara procedente de Prames. Vía en amarillo.
A
Guara Hemos subido por el norte desde Nocito y desde Used. Por el sur lo
intentamos un 4 de Diciembre de 2005 y las nieblas y la nieve nos hicieron
desistir. Hoy 7 de Junio de 2009 lo vamos a intentar de nuevo y digo vamos,
puesto que la meteorología anunciada es mala como casi siempre que bajamos a
Guara, y así nos va.
Nos
acercamos hasta las proximidades del Pueblecito de Aguas y de allí hasta el
final de la carretera en las casas de la Presa del Embalse del Calcón. Allí
tomamos la pista que parte al noroeste y que nos deposita, tres kilómetros
después, en el aparcamiento de la Tejería sobre los 900 metros de altitud.
Son
las nueve de la mañana cuando tomamos un indicado y transitado camino que se
introduce en un pinar de repoblación en
dirección este, atraviesa un barranco y va girando al este hasta alcanzar las
ruinas de la Ermita de la Fabana tras enseñarnos la cola del Embalse de Calcón
o de Guara que, por cierto, está completamente lleno.
Ermita de La Fabana.
Del
rellanito herboso de la ermita, una pista poco transitada y llena de verdura
desciende ligeramente hasta aproximarse al cauce del Barranco de Calcón y por
su orilla derecha proseguir en dirección nor-noroeste hasta alcanzar la entrada
de las Gargantas de Fabana. Al norte parte la Canal del Abadejo y al noroeste
la Garganta de Solencio de Fabana que es por donde baja el barranco Calcón.
Tenemos
las mismas dudas que la vez anterior pero en esta ocasión localizamos manchas
de humedad en las piedras por las que se progresa barranco arriba y con ellas
nos vamos adelante.
Barranco Calcón.
El
camino compite con el curso de agua y muy transitado serpentea de un lado a
otro bastante horizontal y limitado por verticales paredones a ambos lados que
dificultan la entrada de la luz del sol incluso a estas horas.
Utiliza
los rellanitos de alubión que ha formado el mismo en sus orillas y en los que
se ha instalado un sotobosque típico de rivera, hasta que unos cientos de
metros más adelante se ensanchan las paredes a la vez que el barranco describe
una rotunda ese para comenzar a ascender orientándose al norte.
Llevamos
el barranco a nuestra izquierda, casi siempre por debajo del nivel del camino
hasta que se separan un poco alcanzando un colladito herboso desde el que se
divisa el Cuello Lizana momento en el que la presencia del barranco deja de ser
tan notoria y nos introducimos en un espeso pinar en el que un empinado y
rectilíneo camino nos ofrece una sucesión casi ilimitada de rampas que van
subiendo el Barranco de las Balles contenido entre Fragineto al oeste y la Ronera al este.
Fragineto.
Sobre
los 1300 metros de altitud hay un poco marcado camino que prosigue por las
laderas de la Ronera pero nosotros nos dirigimos hacia el Collado de Petreñales
y para ello nuestro camino se sale del fondo del barranco y con una fuerte
lazada se incorpora a la ladera este de Fraginero y, en suave ascenso, alcanza
los prados del Collado de Petreñales sobre los 1600 metros de altitud, lugar al
que también se accede desde el Barranco La Pillera tras pasar por el Collado de
Chemelosas.
En Petreñales.
Van
a ser las once y media y nos sentamos a echar un trago y un bocado.
La Sudoeste de Guara.
Hacia el Raso de los Hongos.
Un
cuarto de hora después, el camino de aquí para arriba ya lo conocemos, un
camino horizontal y en dirección este se introduce de nuevo en el pinar, pierde
algunos metros cruzando alguna torrentera, pasa junto a la Fuente del Chinebro
y alcanza el Raso de los Hongos, lugar al que ha llegado el caminito directo
desde el fondo del barranco.
En el Raso de los Hongos.
Más
allá del Raso de los Hongos, el camino comienza a ascender suavemente hasta que
sale del bosque y se incrusta entre las manchas de genista hórrida que rellenan
las laderas de calizas claras de Guara.
Caminillos sobre caliza y genista.
Una
multitud de caminillos que aprovechan tanto las acumulaciones de calizas
sueltas como las afloraciones firmes asaltan la ladera noroeste de la peña.
Puedes elegir camino pues son equivalentes pero lo corriente es tomar alguna de
las diagonales más notorias y, de la manera más suave ganar altura, a ser
posible sin entrar en las Graveras de Guara ya que es el camino utilizado en
descenso y su ascenso se hace penoso debido a la inestabilidad del terreno.
En la Oeste de Guara.
Al
final casi siempre se alcanza la arista oeste a la altura de un hombro que nos
muestra los paredones somitales de la cara norte y de allí para arriba, en
suave ascenso por materiales bastante firmes se alcanza la cima del Tozal de
Guara a 2077 metros de altitud. Es la una menos diez.
Casquete Somital Oeste de Guara.
El
cielo, como a lo largo de toda la mañana, está relleno de nubes de cierto
desarrollo que tamizan la luz y ocultan bastante del paisaje distante pero no
llueve y eso ya es suficiente para propiciar un buen día de montaña.
En la Cima del Tozal de Guara.
A
pesar de ello, desde la cima se contempla un dilatado paisaje hacia la Hoya de
Huesca que se acerca hasta el Embalse del Calcón coronado de verde y poco más allá de los
límites del Parque: Gratal y Oroel. Al norte Nocito y San Urbez.
El Calcón desde Guara.
Contemplamos
con cierto detalle la arista este que se alarga hasta Punta Ballemona mientras
recordamos la última subida entre nieblas desde Used en la que no vimos nada y
un cuarto de hora después nos vamos para abajo por el mismo camino.
Las Graveras de la Sur de Guara.
Antes
de llegar al hombro nos tropezamos, casualidades de la montaña, con una pareja,
perteneciente al grupo de navarros con los que coincidimos en Escarra el fin de
semana anterior. El mal tiempo previsto nos ha hecho coincidir. Charlamos un
rato y luego, continuando con el descenso alcanzamos la cabeza de las Graveras
de Guara, nos montamos en ellas y nos vamos para abajo.
Las
graveras son dos y recorren
verticalmente y en dirección sur el casquete somital sur de Guara. La más alta,
y más larga es un poco incómoda en la parte superior pero luego es estupenda y
permite bajar alrededor de 200 metros de desnivel.
Para
coger la inferior hay que hacer un poco de travesía al oeste y permite añadir
otros 100 metros más de descenso que terminan incorporándose en un sotobosque
espinoso y típico de Guara en el que ni se puede ni se debe perder el camino,
so pena de sufrir desagradables consecuencias: el enebro es de lo más agradable
de la vegetación, las genistas abundan y la carrasquilla se defiende sola. Es
la Canal del Abadejo.
Hay
que decir que desde la parte baja de la pedrera superior, un bien marcado
camino te ofrece la posibilidad de faldear hacia el oeste hacia el Raso de los
Hongos.
Debajo de las pedreras.
Nosotros
bajamos las dos pedreras y alcanzamos las citas que marcan el inicio del
camino. Será un descenso largo, pestoso y no exento de esfuerzo pues el camino
transita el lecho de un reseco barranco que castiga nuestras rodillas hasta que
finalmente se arrellana un poco.
Torres del Abadejo.
Estamos
en el lugar del que nos dimos la vuelta en la anterior ocasión y ahora nos
queda en primer lugar un largo descenso por un camino que mejora
ostensiblemente y que se desarrolla por la ladera oeste de la amplia canal y
que nos muestra las Torres del Abadejo que recordamos perfectamente.
Superadas
las torres que quedan a nuestra izquierda, disfrutamos del esplendor de las
madreselvas o loníceras etruscas en flor y cruzamos el barranco.
Un
suave repecho que nos sabe a rayos nos saca del fondo del barranco, con el
premio de un precioso rusco con frutos que fotografío y nos coloca en un suave
camino que poco a poco desciende por la ladera oeste de las Puntas de la Mer,
siempre en dirección sur.
Se
nos hace apetito pero decidimos llegarnos hasta el Calcón para comer allí a la
orilla del barranco. Son las dos y media pasadas cuando lo hacemos. Agradecemos
la comida y el descanso ya que Guara se ha cobrado cumplidamente su peaje.
Madreselvas.
Media
hora después sin demasiadas ganas
reemprendemos el regreso en suave ascenso hasta llegar a la Ermita de la Fabana
y despedirnos de Guara. Nos queda un agradable camino por el pinar y la
sorpresa de encontrarnos con gente conocida de Sabi: Fiti y su esposa que
también huyendo del mal tiempo se han subido
pero por Montidinera.
Charlamos
un rato hasta alcanzar los coches que están en el mismo aparcamiento,
descansando de los 1200 metros que nos hemos movido nosotros, cuando son las
cuatro de la tarde.
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