26 feb 2011

12-11. VUELTA A LOS MALLOS DE RIGLOS. 26-2-2011.

Llegando a Riglos.

Estación de La Peña, Foz de Escalete, Pardina de Escalete, Pardina Pequera, Collado Santo Román, Mirador de los Buitres, Collado de Santo Román, Barranco la Mata, Riglos, Carcavilla y Embalse de la Peña.

26-02-2011.

Desnivel acumulado 700 m.

Distancia recorrida 25000 m.

Tiempo efectivo 05:30 h.

Sol.

Muy fácil.

Senderismo.

 Agua en Riglos, en Carcavilla y en la Fuente de la Pardina Pequera. En época estival es conveniente llevarla.

Ruta circular con mucha pista y algunos tramos de camino pestoso. La Foz de Escalete y los Mallos de Riglos compensan. Se puede hacer encualquier época del año pero es recomendable en torno al invierno.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Riglos procedente de Prames. Vía en amarillo.

            Puede ser que sea hoy una de las pocas veces que nos vamos al sur y no huyendo del mal tiempo. Ayer y anteayer estuvimos pisando nieve y hoy 26 de Febrero de 2011 nos vamos a caminar en seco.

            Una marcha circular se puede comenzar en cualquier punto de la misma, sin muchos más condicionantes que no sea el acceso al mismo; el resto es opinable y en el tema de gustos…

            Nos bajamos por Caldearenas hasta Anzánigo y en la Estación de La Peña encontramos un paso superior sobre la línea férrea. Al otro lado y en el final del asfalto dejamos el coche y comenzamos a caminar. Estamos a 540 metros de altitud y por allí pasa la pista que balizada en rojo y blanco, pues se trata del GR 95, que  se marcha rectilínea y en dirección sur-sureste en busca de la entrada a la Foz de Escalete. Son las diez de la mañana.

            La pista es amplia está muy bien conservada pues se desarrolla en terreno calizo muy estable en la ladera norte del Puntal de Triste, atraviesa un bosque mixto en el que el pino silvestre alterna con la coscoja bastante desarrollada y se acompaña de boj, aliaga y enebro.

Foz de Escalete.


            La pista asciende suavemente alrededor de kilómetro y medio hasta enfrentarse  a la garganta de la Foz de Escalete conformada por verticales paredones calizos claros por medio de los cuales se abre paso un escuálido barranco que baja del sur.


            Son las diez y veinte y estamos a 630 metros de altitud. Hemos girado al sur y prácticamente de llano nos vamos, rescatando los ojos de las paredes de la foz,  por la orilla izquierda del barranco siguiendo la pista que poco después alcanza las ruinas de la Pardina de Escalete.

            Un camino conduce a Riglos  por el Circo occidental de los Mallos pero nosotros proseguimos pista adelante en dirección sur. Una pista de tierras rojas a tramos húmeda, nos lleva en suave ascenso siempre por la orilla izquierda del barranco en busca de la Pardina Pequera.

            La pardina no es más que un gran edificio completamente arruinado situado en medio de unas tierras que fueron en su día de labor actualmente abandonadas y conquistadas por la maleza.

Fuente Pequera.

            En la Fuente Pequera que se encuentra en la misma pista nos paramos a almorzar un poco. Son las once y cuarto y estamos sobre los 800 metros de altitud y al delicioso sol de la mañana.

            Un cuarto de hora después pasamos junto a una balsa de recogida de aguas y enseguida alcanzamos un cruce de pistas: la del norte se va hacia la Foz de la Garoneta, hermana menor de la de Escalete y situada al este de esta, mientras que nosotros proseguimos hacia el sur por un lecho barrancoso que enseguida se empina.

            Poco después abandonamos la pista que se va a dar una vuelta por el oeste mientras que nosotros tomamos un tramo muy erguido, terroso y húmedo que  asciende fuertemente de manera directa al Collado de Santo Román.

Mirador de los Buitres desde Santo Román.

            Son las doce y estamos a 975 metros de altitud. Nuestro camino se hunde en busca del Barranco de la Mata pero justamente, en la otra orilla del barranco de la que nos encontramos aparece recortado sobre el barranco el Mirados de los Buitres.

            El mirador parece distante pero habría que ir.


            Hay una pista que viniendo de la cabecera de los Mallos de Riglos llanea en el Collado de Santo Román y se va en dirección sur hacia Linás de Marcuello y Sarsamarcuello y con ella nos vamos hasta las inmediaciones de la Ermita de San Miguel lugar en el que nace una pista que en suave ascenso  se incorpora en dirección oeste a una largada loma llamada Los Fils y que termina en el Mirador de los Buitres.

            Calculo que habrá una distancia aproximada de 2’5 kilómetros pero eso no será lo más importante: conforme nos aproximamos a la Ermita de San Miguel, el viento que ya soplaba ligeramente en el collado ha ido incrementando su ímpetu y comienza a zarandearnos  considerablemente. Cuando avanzamos finalmente en dirección noroeste es un auténtico vendaval que hace recordar al ventoso día en el Tozal de las Comas.

Peña Rueba.

            El Mirador de los Buitres situado sobre los 1025 metros de altitud es una balconada impresionante hacia el Gállego, los Mallos y el Pueblo de Riglos, Peña Ruaba y los Mallos de Agüero. Para hacer alguna foto hay que sujetarse a la barandilla del mirador por lo que nos introducimos en un observatorio de aves que hay construido en piedra. Apoyado en alguna de las mirillas hago fotos en medio de un rato francamente desagradable.

Mallos de Agüero.

            Fuera hay un trío de jovenzanos que han venido detrás de nosotros y que se preparan para hacer la Ferrata de Os Fils. Allí se quedan mientras nosotros, ahora empujados por el ventarrón, desandamos el camino a todo trapo.

Vista a Riglos.

Ermita de Sarsa Marcuello.

            Desde la parta alta de la loma fotografiamos las Ruinas y la Ermita de Marcuello elegantemente perfiladas sobre la profunda y neblinosa Hoya de Huesca y escucharemos el ensordecedor sonido del viento sobre unas aguerridas encinas a punto de ser arrancadas por tan furibundos embates.

            Salidos de la loma el viento se calma y a buen paso nos llegamos de nuevo al Collado de Santo Román cuando es la una del mediodía.

Entrando al Barranco de la Mata.

            Del collado nos introducimos siguiendo el GR 1 en el Barranco la Mata. El camino que están limpiando y arreglando desciende rápidamente y se coloca en el fondo del mismo siempre en la orilla derecha del mismo. Nos mostrará en primerísimo plano los paredones que caen verticales del Mirador de los Buitres y La Peña Don Justo. ¡Ya teníamos ganas de transitar camino! Pues lo cierto es que llevamos un hartón de pista y no es lo que más nos gusta.

            El camino se abre paso entre encinas y bojes hasta que se abre bastante llano iniciando el tránsito bajo los Paredones de los Buitres situados al este de los Mallos.


            En tan abrigado lugar el viento ha cesado totalmente y el camino que se convierte en pista de nuevo nos lleva prácticamente de llano hasta Riglos.

Mallo Fire.

            A la entrada del pueblo, hemos dejado atrás el Mallo Colorado, nos sentamos a comer pues son las dos y cuarto. Lo hacemos mientras contemplamos frontalmente el Mallo la Visera y observamos las evoluciones de un par de cordadas en el Mallo Pisón.

El Pisón.

            Media hora después atravesamos el pueblo situado a 650 metros de altitud y sin querer queriendo nos introducimos en el camino que nos ha de llevar a Carcavilla y al Embalse de la Peña y que está balizado en amarillo y blanco.

Circo Occidental.

            Contemplamos  el conocido Circo Occidental y el precioso Mallo Firé en el que también hay alguna cordada y nos introducimos de nuevo en camino con aspecto de rompepiernas y que va a progresar por la orilla izquierda del río Gállego siempre por debajo de la Línea Férrea del Canfranero y en dirección norte.

Vista atrás a los Mallos.

            Desde un saliente del camino contemplamos la primera comba del mismo que perderá alrededor de 50 metros para recuperarlos al retornar al nivel de la vía del ferrocarril. Nosotros no estamos por el masoquismo y nos vamos caminando en horizontal por la cuneta de la vía. Llegados al inicio del primer túnel un caminillo nos retorna al original y con el nos asomamos a la segunda comba: al fondo de la misma está Carcavilla.

            El camino sube y baja impenitentemente y, controlada su trayectoria, hacemos algunos tramos por el interior de la caja de la vía. El firme no es regular pero al menos no requiere de esfuerzos adicionales para los continuos sube y bajas.

Carcavilla queda lejos.

            Son las tres y media de la tarde cuando alcanzamos la Central Hidroeléctrica de Carcavilla, pasamos los tubos que conducen el agua a la central y enseguida recuperamos el camino que se convierte momentáneamente en pista.
El Gállego desde Carcavilla.

            Nos queda una tercera comba que nos ha de conducir a la Presa del Embalse de La Peña y el camino sigue igual incorporándose en un par de ocasiones a la vía del tren.
         En la segunda ocasión decidimos cortar por lo sano y viendo que se eleva por la ladera derecha del Río a nivel superior a la vía decimos continuar  por la misma hasta que alcanzamos un nuevo túnel del que no parte camino alguno.

            Pero eso no supone ningún problema para nosotros que estamos familiarizados con el ferrocarril: caminamos por el interior del túnel con curva incorporada y todavía atravesaremos un último túnel más corto y recto: salimos fuera y coincidimos con el camino balizado que transitará entra la vía y las aguas del Embalse de Las Peña.


            Se trata de un tramo que conocemos y que se desarrolla por la orilla sur del embalse, en dirección este, completamente llano, lo que nos viene de perlas ya que estamos un pelín zurrados. Calculo que habremos caminado alrededor de 25 kilómetros y no tenemos costumbre de caminos largos ya que preferimos los pendientes. Además el viento que nos ha azotado en la variante para visitar el Mirador de los Buitres también ha pesado lo suyo.
Peña Gorgocha.
Triste.

            Ha quedado atrás la presa con la Peña Gorgocha y  también el caserío de Santa María. Ahora pasamos frente al Pueblo de Triste y nos relajamos contemplando la espléndida plancha de agua del embalse mientras nos acercamos a la Estación de La Peña.

            Son las cuatro y media cuando cruzamos la vía del ferrocarril y nos vamos  hasta el coche que ya veíamos en la distancia. Ha sido una jornada entretenida aunque con demasiada pista para nuestro gusto, mucha distancia recorrida y un desnivel de alrededor de 700 metros.

            De vuelta nos detenemos a contemplar la chimenea de hadas de la carretera junto a Anzánigo y por carreteras poco transitadas nos volvemos para casa.

Puedes ver más fotos.    

             

  

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