Arista de los Murciélagos al Aspe desde la Zona de Tuca Blanca. 25-2-03.
Estación
de Esquí de Candanchú, Cara este de Tuca Blanca, rellano de Tortiellas, Paso de
la Garganta
de Aisa y Arista del Murciélago o Este. Descenso por el Corredor Noroeste y
Collado de Tortiellas.
25-08-2004.
Salida 07
h. Llegada 15
h.
Sol.
Algo
difícil.
Escalada.
Mapa de Aspe procedente de Prames. Vía en amarillo.
Es el miércoles 25 de Agosto. Se me
acaban las vacaciones de este verano 2004, pero antes hemos de hacer algo más
de escalada con Miguel Lanaspa.
Hemos quedado a las seis de la mañana y a esa hora me recoge. Pasadas
las seis y media llegamos a Candanchú y nos pasamos el estop del aparcamiento:
la pista no tiene barrera.
Nos introducimos en la estación y en
la primera salida a la izquierda tomamos la rama que sube hasta el Tobazo.
El Aspe desde Aisa. 3-11-01.
Enseguida, cuando encontramos el
primer repecho importante, el coche se para y como no se pone en marcha le
damos la vuelta y lo dejamos aparcado en la pista.
Son casi las siete cuando iniciamos
el camino por la pista en dirección este y con consistente ascenso, imposible
para su coche ya muy viejete.
La pista se abre en dos y nos vamos
por la de la derecha, más empinada y que girando se orienta al norte en fuerte
ascenso: es una pista de esquí.
Entramos en calor y alcanzamos el
final de una de las sillas que llevan a la Punta de Tobazo, lugar en el que giramos al
sudoeste y en descenso continuamos pista adelante.
Murallones de Borauy sobre Tortiellas. 26-6-10.
Llegan dos todoterreno con gente pues están de obras mientras nosotros
siguiendo una de las múltiples ramas de pista que hay en la parte alta de la
estación nos orientamos al este al objeto de pasar al sur de la Zapatilla y de la Tuca Blanca para
enfrentarnos al corredor que baja del Paso de la Garganta de Aisa.
Del Paso de Borau al paso de Aisa. 26-6-03.
Un cartel indicador nos coloca en
camino practicado sobre retazos de pradera alpina. Las citas nos guían en suave
descenso para perder la mínima altura posible y alcanzar la base del corredor
en el lugar plano más elevado. Habremos perdido 50 metros al final puesto
que parece que no terminamos nunca de alcanzar el fondo, situado sobre los 2075 metros de altitud.
Tortiellas Baja desde Tortiellas Alta.
Ya llevamos un rato al sol, pues el
día esta sensacional y tomando la pedrera por la orilla izquierda del corredor,
en dirección sur-sudeste, iniciamos el ascenso del mismo, suavemente pero a
ritmo, a través de una amplia pedrera de calizas ocres y de aceptable tamaño.
El Paso o Collado de Aisa desde Rioseta. 12-6-06.
Subimos a tren aunque Miguel resopla como una vieja tabernera, pero
son 250 metros
de desnivel que se terminan pronto. Son las nueve menos veinte y estamos en el
Paso de la Garganta
de Aisa a 2325 metros
de altitud.
Cara Norte de Aspe con toda la Arista de los Murciélagos. 12-3-09.
Sentados al sol almorzamos un poco,
nos vestimos otro poco puesto que desde la vertiente de Aisa viene un “biruji”
un tanto fresco y tras ponernos los arneses nos vamos a la arista.
Contraluz sobre la Nordeste del Aspe. 23-4-09.
Yo no soy escalador y la visión
desde el collado de la arista en la continuación de la torre de entrada es
aterradora a primera vista. Por allí no pasaremos, pienso yo. Luego...
Nos encordamos en doble y atacamos
el torreón de entrada ligeramente al sur. Hay un diedro que parece más fácil
pero se cierra y echa para atrás a Miguel. Nos vamos un poco más a la izquierda
de la arista y tomamos el paso que yo había visto.
Inicio de la Vía de los Murciélagos, el Torreón de entrada.
Se trata de un paso largo sobre una
laja lisa que será de IIIº. Permite
alcanzar después una amplia vira que se orienta hacia la arista y nos conduce a
un diedro-corredor fácil que enseguida se escalona y nos lleva a la parte
superior del torreón de entrada.
Continuamos por la arista que se
arrellana unos metros y se va elevando poco a poco en forma de cresta de ola:
es la cara este de la
Aguja Dondestastú.
Agujas de la Vía de los Murciélagos al Aspe.
Yo propongo faldear la aguja por el
sur e introducirnos en un corredor que se salta las dos agujas pero no cuela.
La arista se yergue, trepamos en
ensamble una placa caliza perfectamente agrietada que nos puede llevar a un
segundo corredor que sube directamente la aguja ligeramente al sur de la misma
pero nosotros alcanzamos el pitón situado en el filo y aseguramos el segundo
largo pues la vía va ligerísimamente al sur de la arista.
El muro de la Aguja Inferior o Aguja Dondestastú.
Un muro vertical con buenísimas presas nos permite tomar un diedro muy
erguido al que le sigue un corredor y un pequeño muro también con buenas
presas, tras el cual montamos la reunión. El largo es de IIIº, y nos permite
pasar la “terrorífica imagen” desde el collado, estamos escalando la esbelta
aguja que se ve desde el norte cuando se perfila la arista en el horizonte sur..
Caliza característica en la Vía de los Murciélagos.
El siguiente largo es más
indefinible, tiene algún tramo de peor roca pero no es más que de IIIº. Nos
deposita en la cima de la
Aguja Dondestastú. Miguel la ha franqueado, ha bajado a la
brecha de separación con un destrepe de IIº, y ha montado la reunión. Lo que se
ve es otra cosa.
De la base de la aguja arranca un
muro vertical que es una placa caliza bastante lisa y con pocas presas, de
alrededor de 10 metros .
Es un IVº, bastante largo con un seguro complicadillo de sacar pues a mí
escalando todo se me complica. Luego un pequeño flanqueo a la izquierda
posibilita tomar un diedro muy vertical pero con presas mejores que nos permite
alcanzar la siguiente reunión con cierta comodidad.
La placa de la Segunda Aguja de la Vía de los Murciélagos o Aguja Dondestaeste.
La aguja se puede faldear por el sur
pero nosotros no lo haremos. Otro largo de cuerda que será de IIIº, bastante
sostenido y similar al de llegada a la
aguja anterior tanto en calidad de roca como en dificultad, nos deposita en la
cima de la Aguja
Dondestaeste. Los nombres tanto de la vía como los de las
agujas son fruto del humor y la chispa de Alberto Rabadá, quizás haciendo
referencia a posibles despistes del personal
aperturista, ya que eran nada menos que cuatro.
Hay un rápel de 10 metros que se puede
destrepar pero abreviamos rapelándolo pues el final es bastante liso a primera
vista.
Rapel del 6º largo de la Vía de los Murciélagos para atacar la Aguja Dondestaeste.
Desde la brecha de la arista
localizamos perfectamente la amplia vira herbosa que conduce hacia un espolón
orientado al norte, por el que sigue la vía introduciéndose posteriormente en un corredor que conduce a la cima este
pero nosotros nos decidimos a atacar el muro final, es la denominada Variante
Directa atribuida a Txomin Goñi, Mujica y Roma el 8 de Diciembre de 1970.
Se trata de un muro de grandes
bloques escalonados y verticales de caliza con líquenes blancos en los que hay
que localizar la vía
El primer largo de cuerda del muro es relativamente fácil aunque algo
erguido y con pocas presas aunque sean suficientes. Nos muestra en la cara
norte de la arista otra vira herbosa por la que se podría alcanzar el espolón
de la vía original. Para montar la reunión en mejor lugar hemos de subir cuatro
o cinco metros en ensamble.
La reunión es sobre una plataforma
inclinada que tiene una salida delicada: el segundo largo supera una laja
vertical de 2 metros
cumplidos y ligeramente extraplomada que se superan gracias a una larga grieta
inferior que hay que recorrer hacia nuestra izquierda para elevar los pies al
máximo y erguirse sobre el potente apoyo de manos a la altura de los hombros.
Es un paso de IIIº superior que como paso de hombros es clásico y que deja ya
cómodo al resto del largo que se desarrolla superando placas escalonadas y una
rampa inclinada hacia la derecha.
La Arista de los Murciélagos vista desde encima de las agujas.
En la reunión encontramos un escalón calizo muy vertical
que prueba Miguel por una especie de diedro muy liso que asegura. Luego ve
mejor paso un poco a la derecha y progresa por ese lado. Se trata de un bloque
largo y liso casi carente de presas. Es un paso de adherencia muy delicado
puesto que hay que elevarse hasta la repisa superior, también lisa y bastante
inclinada. Hay un seguro doble en la repisa superior formado por una gran baga
y por una sirga potente.
Pruebo el paso pero no fiándome
de mis botas me ayudo de la sirga y a otra cosa. Es un paso de IVº, pero como
dice Miguel será un paso de A-0. La continuación es erguida pero solamente de
IIIº, que se remata con un par de corredores
cortos y con buenas presas entre bloques más o menos compactos.
El cuarto y último largo cuenta con
un muro bastante vertical con presas
decentillas que será de IIIº superior y una serie de bloques y corredores
escalonados que se van acostando sobre la Cima Este del Pico de Aspe.
Miguel me ve llegar y proseguimos en
ensamble. La cima es prácticamente horizontal aunque algo aérea, de IIº sin más.
Llegando a la Cima de Aspe y fin de la Vía de los Murciélagos.
Hay que bajar a la brecha mediante un par de largos pasos sobre dos
bloques que escalonan la llegada al fondo, que no aseguramos, y desde allí
quedan unos cuantos metros de pendiente tendida que nos depositan en la cima
del Pico de Aspe a 2645
metros de altitud. Son las doce y veinte.
Nos desencordamos y nos sentamos a comer junto a un grupo que está
descansando. Otro grupo de franceses sube a la cima para hacer una fotografía.
Se la haré yo, quieren el “Osó” pero solamente les saldrá osín como les digo yo.
Tengo tiempo para recordar la recorrer mentalmente la escalada que
acabamos de hacer y para recordar a Alberto Rabadá con pena infinita. Si
cualquier muerte es lamentable, la muerte en la montaña a causa de los
imponderables lo es decididamente mucho más.
A la derecha del Paso de la Garganta de Aisa, en el lado norte, he leído en
una placa de roca caliza adosada a la pared:
“Alberto: Contigo tenemos una estrella más en el cielo.”
A la una nos vamos para abajo por la vía normal, es decir, por la
arista oeste.
En el primer collado tomamos un corredor en dirección norte sin
necesidad de llegar al Paso de la
Garganta de Aspe. Un camino sobre pedrera caliza desciende
por el corredor alrededor de 200
metros para girar al este por una amplia repisa y
proseguir en descenso en busca de faldear por el sudeste a la Tuca Blanca sin perder
altura.
El camino se encarama bastante en la pared del pico y remontando una
veintena de metros aparece bajo el Telesilla de la Tuca.
Luego en dirección este–nordeste alcanzamos una de las pistas y
desandamos el camino de la mañana puesto que ya hemos coincidido con el mismo.
La brigada de obras está en lo suyo y nosotros en lo nuestro y para
abajo pero terminan ellos antes y nos adelantan, primero los dos todoterreno y
luego el camión; bajan con la reductora puesta.
A las tres menos cuarto llegamos al coche dando por liquidada la
jornada en la que hemos subido 1175 metros de altitud de los que 320 no han
sido precisamente una cuesta de vacas. No somos capaces de arrancar cuesta abajo
el coche y a pesar de la inercia que coge en la parte final del descenso no
remonta la última cuesta. Seremos nosotros los que lo empujemos en tres
intentos calzando la rueda trasera, ya que no pasa nadie para pedirle
colaboración.
Luego cuesta abajo salimos del territorio privado de la estación y
aparcamos frente a la galería comercial.
Después vendrá la batalla telefónica para terminar con un taxi que nos
trae hasta nuestras casas: las grúas de Aragón se han puesto hoy en huelga,
precisamente hoy.
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