La Norte de Mulleres acompañado de Cap de Toro.
La Besurta, Aiguallut, Barranco de la
Escaleta, Valle de la Escaleta y Arista Noroeste.
5-6-14.
Salida 08 h. Llegada 17 h.
Mixto.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Mulleres procedente de Ibrpix. Vía en amarillo.
Hace
ya algunos años cuando empezábamos con los esquís de travesía nos fuimos hasta
el Ibón de Coll de Toro. Tratábamos de resolver a nuestra manera nuestros
problemillas con esta disciplina de montaña.
Mulleres
siempre nos llamó la atención. Habíamos estado en algunas ocasiones y lo
intentamos con los esquís en el 2012 equivocándonos y terminando en el Coll de los Aranesos.
Salidos
ya de nuestro error y con la lección aprendida volvemos el 5 de Junio de 2014.
Por
unas cosas y otras entre ellas el tiempo inseguro, se nos hace un poco tarde
pero han habido recientes nevadas y…
Dormimos
con la Furgo en la Besurta una noche estrellada que se resuelve en nieblas y
fina lluvia a la mañana. Queríamos salir a las ocho de la mañana y finalmente
lo hacemos media hora después. Ya tenemos descontado que habrá que portear al
menos hasta el final del Rellano de Aiguallut.
Partimos
de la Besurta y llaneando en dirección sudeste nos llegamos hasta el desvío a
la Renclusa para proseguir por transitado camino hasta el resalte de cierre del
rellano.
Desde
allí contemplamos el panorama que confirma nuestro esperado porteo: las nieblas
están por encima del rellano cubriéndolo todo pero dicen que mejorará.
Bajamos
al rellano para acercarnos hasta el Forau de Aiguallut, contemplarlo brevemente
y proseguir hasta la Cascada de Aiguallut que baja esplendorosa a estas horas
de la mañana.
Proseguimos
atravesando el rellano por su orilla este especulando todavía con la
posibilidad de coger nieve en el Barranco de la Escaleta.
El
barranco está limpio, baja un chorrazo de agua y la pared de salida del rellano
tiene un triste nevero blando que nos permite subirlo con cierta comodidad a
pesar de las botas de plástico.
En
las primeras campas de nieve, al igual que hace dos años, aparecen manchas de
nieve entre trozos de pradera alpina y salpicados de grandes bloques de granito
por lo que preferimos aproximarnos al barranco para entrar en la nieve continua
lo antes posible.
Nos
calzamos los esquís sobre los 2150 metros de altitud después de hora y media de
porteo. La poca nieve reciente que queda está blandísima y la vieja primavera
muchísimo mejor.
Pasamos
por debajo del Ibón de Coll de Toro y atravesamos de manera bastante rectilínea
el ondulado rellano bajo la entrada al Valle de la Escaleta orientados por el
estrangulamiento del inicio del mismo que nos orienta al sur.
Furcanada tras el Coll de los Aranesos.
Las
nieblas mueven, nos enseñan intermitentemente a la Furcanada, dejamos atrás la
Tuca de Aiguallut y nos introducimos en el Valle de la Escaleta para foquear
cómodamente el angosto resalte de entrada, un corredorcillo corto y suave tras
el que nos espera el Rellano Inferior de
la Escaleta con un par de ibones cubiertos de nieve sobre los 2300 metros de
altitud.
Furcanada y Turó de Tres Puntas.
Lleneamos
bajo el Coll de los Aranesos y afrontamos el ascenso de una serie de resaltes
muy suaves apartándonos de las paredes de la Arista Norte de Barrancs que tiene
bastantes coladas.
Atrás las Tucas de Pomeró.
Una
trazada sinuosa y suave nos permite alcanzar el siguiente rellano bajo el que
se yergue un subsiguiente muro orientado un tanto al sudoeste.
Llevamos
tres horas de marcha y a petición mía nos sentamos en unas rocas que han salido
a recibirnos para echar un bocado y un trago que me vendrá bien. Estamos sobre
los 2500 metros de altitud.
Un
cuarto de hora después afrontamos la subida del Resalte Intermedio que a pesar
de ser el más erguido se sube bien ya que la nieve permite unas cómodas vueltas
marías.
Enseguida
se arrellana el resalte y prosigue con unos enormes campos desde los que
contemplamos ya la Cima de Mulleres como esperábamos.
Una
zona amplia y suavemente inclinada nos conduce al inicio de la Arista Noroeste
del pico. Entra viento que está endureciendo la nieve.
Las
dos aristas visibles tienen afloraciones rocosas. La Pala Norte también termina
en rocas. Mi chica recuerda un corredor orientado al oeste pero prefiero ir en
busca de la arista que tenemos delante.
Se
eleva poco a poco muy alomada, lo estará así hasta el final, y enseguida
aparecen bloques de granito por lo que preferimos introducirnos ligeramente en
la vertiente norte de la misma para ascender en diagonal.
Bastante
arriba un par de zetas nos permiten volver a la Arista Noroeste ahora vestida
con nieve costra un poco dura por lo que
tras superar un par de resaltes cortísimos e incómodos decidimos poner las
cuchillas.
Con Vallibierna y Rusell.
Con
ellas iniciamos un faldeo ascendente por la vertiente oeste de la arista
mientras contemplamos como el corredor que recordaba Rosa se encumbra bastante
amable.
Cuando
queremos darnos cuenta localizamos a Juan que ha subido directamente por la
arista y que nos fotografía desde la cima.
La
ladera se arrellana y alcanzamos la Cima de Mulleres situada a 3009 metros de
altitud cuando es la una del mediodía. Hemos metido una hora justa desde que
hemos avistado la punta.
En
la cima hace viento y fresqui, las nieblas que hemos visto volar por encima de
la cima y el Collado de Mulleres, en el que en un momento hemos localizado a un
montañero, siguen haciéndolo y rellenando toda la vertiente sur por lo que no
veremos nada en absoluto hacia allí.
De Rusell a Maladeta.
Nos
abrigamos, hacemos fotos de Rusell, Margálida, Tempestades, Aneto y Maladeta
con muchas nubes, lo más claro es la Arista de los Portillones y tras apañar
los bastes nos montamos en los esquís y nos vamos para abajo: lo haremos por la
Pala Oeste.
Primeros giros con la Maladeta al fondo.
Unos
primeros giros muy llanos nos indican que la bajada va a estar peleona ya que
hay nieve costra y nunca sabes cuándo se va a clavar el esquí en el giro, pero…
eso es lo que hay.
No
la negociamos mal del todo, hacemos unos cuantos giros en un tramo de pared
erguida y luego, una larga diagonal nos deposita cómodamente en el collado
entre Mulleres y Salenques.
En
la cabecera del corredor se inicia el disfrute pues la costra ha desaparecido.
Sabemos que la nieve primavera blanda suele ser el martirio de muchísimos
esquiadores pero es lo nuestro.
Bajamos
girando por aquí y por allá al gusto pues a eso hemos venido.
En
el rellano coincidimos con el socio que se ha bajado por la arista y
tranquilamente proseguimos para abajo.
En
la cabecera del Resalte Intermedio nos despedimos de Mulleres y bajamos el
resalte disfrutando con una nieve blanda y profunda en la que provocamos
pequeñas coladas. Seguidamente descendemos suavemente el rellano y nos sentamos
a comer en nuestro comedor particular. Son las dos de la tarde.
Salvaguardia, la Mina y las Tucas de Pomeró.
Media
hora después proseguimos para abajo sin prisas alargando el disfrute lo máximo
posible hasta alcanzar el rellano inferior en el que tendremos que remar en
medio de una tarde extraordinariamente cálida en este paraje.
Descendemos
el estrangulamiento de la entrada y deslizando un poco y remando otro
atravesamos el rellano de la salida del Barranco de la Escaleta.
Un
rato después nos colocamos en el barranco y alcanzamos el lugar en el que nos
hemos puesto los esquís. Pero en lugar de quitarlos, ascendemos unos metros por
puentes de nieve y con cuidado todavía
bajaremos un par de neveros residuales que nos permiten alcanzar un punto bajo
muy próximo al resalte de cierre del rellano de Aiguallut. ¡Conseguido
chavales!
Son
las tres y media, colocamos los esquís
en las mochilas, Juan sus raquetas y nos vamos tranquilamente pateando para
abajo.
Contemplamos
a algunos que han bajado por Barrancs, suponemos que de Aneto y las vueltas que
dan para no tenerse que descalzar en el Rellano de Aiguallut ya que el agua se
ha llevado uno de los puentes próximos a la Cascada de Aiguallut.
Llegados
a la misma no sentamos a contemplarla largamente y a echar unos tragos de agua:
queda mucha tarde para no tener que hacer nada en la furgo más que secar lo
poco que se nos ha humedecido.
Diente de perro en flor.
Luego
tranquilamente y contemplado la espectacular profusión de diente de perro en
flor nos acercamos lentamente hacia la Cabaña de Aiguallut y poco después a la
Besurta cuando son las cinco y cuarto.
Ponemos
pieles botas y demás aparejos a secar, nos remojamos los pies y nos pegamos una
refrescada en el barranco, charlamos con los tres catalanes que
vivaquearon ayer terminando la noche a
cubierto donde les dijimos nosotros y nos sentamos en la furgo para tomar unas
cervezas con aceitunas celebrando sencillamente los 1100 metros de desnivel que
hemos tenido hoy. A Luis y a David, dos
blogueros que sigo no les confirmaba nada del fin de temporada en Bacias. Puede
ser que haya sido hoy, la trigésimo séptima y última esquiada de la temporada que comenzamos allá
por finales de Noviembre.
¡Otro año más!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por tu comentario! Responderé tan pronto como lo localice.