La pista se arrellana un poco cuando alcanzamos el lugar en el que la hemos perdido a la subida. Luego un tramo más llano en el que hay que remar un poco nos lleva al Aparcamiento de Espelunguere y pista abajo, con algunos atajos en el claro del hayedo nos llegamos al coche cuando son las tres y cuarto. La pista se ha bajado mejor de lo que suponía mi chica con lo que hemos puesto colofón a una agradabilísima jornada de esquí que terminamos ligeramente traqueteados ya que han sido 1000 metros de desnivel además de mucha pista foqueada.
9 mar 2015
19- 15. ACUE DESDE LA CENTRAL ELECTRICA DE ESTAENS. 8-3-15.
En la Oeste de Acué.
Central
Eléctrica de Estaens, Aparcamiento de Espelunguere, Camino a Cabañas de Couecq,
Rellano Cabañas de Couercq, Collado de Acué y Arista Oeste. Descenso por la
pista al Aparcamiento de Espelunguere.
08-03-2015.
Salida 10
h. Llegada 15
h.
Sol.
Fácil.
Juan
Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Acué procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
¡Cuando
algo tiene que salir bien suele salir redondo! Es mi alterntiva a la Ley de
Murphy.
Entre
ir a Samola Baja y a Acué elegimos la primera por razones de estricta urgencia
ya que la nieve ha quedado muy irregularmente distribuida por el capricho de
los vientos en la sur del Pirineo Central.
El
domingo 8 de Marzo de 2015 marchamos a Villanúa un tanto preocupados por la
hora y las posibles retenciones en la carretera que no encontramos. Tomamos la
pista, hacemos un par de kilómetros y antes de llegar al desvío de la Fuente
del Paco avistamos Bacún completamente pelado de nieve y el Barranco al Collado
de Marañán que es por donde pretendemos subir que también está medio pelado.
¡Menudo panorama!
No
nos lo pensamos demasiado, damos la vuelta y nos metemos de nuevo en la
carretera para tomar el Túnel de Somport y llegarnos a les Forges de Abel. Son
las nueve y media de la mañana, el sol camina por lo alto y nosotros nos
llegamos hasta las instalaciones de la Central Hidroeléctrica de Estaens
situada a 1270 metros de altitud. La carretera se encuentra limpia de nieve
hasta allí.
Foqueando por la pista llegamos al claro en el Hayedo de Espelunguere.
Aparcamos
orillados en la misma pues el personal ha llegado antes que nosotros y tras
quitar los esquís que iban montados en las mochilas comenzamos a foquear por la
pista.
Siempre
hemos subido con el coche hasta el aparcamiento bajo la Cascada de Espelunguere
y se nos hace largo e incluso extraño. La carretera está bien nevada, hay
huellas de tránsito como suponíamos y a pesar de algún tramo a punto de
cortarse se sube muy bien.
Sol en una mañana espectacular.
Alcanzamos
el claro en el Hayedo de Espelunguere en el que atajamos los lazos de la pista
y proseguimos hasta alcanzar el aparcamiento a 1330 metros de altitud. Casi se
nos ha llevado una hora.
La Cascada de Espelunguere.
Proseguimos
pista adelante, ahora en dirección norte pues hemos entrado hacia el oeste, con
la intención de remontar el Barranco Couecq siguiendo las lazadas de la pista
que recorriéramos no hace mucho ya que el camino tiene unos tramos un tanto
erguidos al menos para nosotros.
Atravesando un potente alud.
Atravesamos
un potente alud que ha rellenado nuestra trayectoria y proseguimos pista
adelante hasta que, sin comerlo ni beberlo, las huellas abandonan aparentemente
la pista y nos meten en la ladera que no queríamos subir. Nosotros no somos muy
amigos de dar la vuelta y proseguimos para arriba.
Vueltas maría en el final del Hayedo de Espelunguere.
La
nieve está muy buena por blanda y la huella que marcan los esquís permite un
foqueo bastante cómodo a pesar de la pendiente que superamos a base de vueltas
maría.
En el Contrafuerte del Barranco Couecq.
Finalizando
el hayedo, unas rampas limpias y tiesas nos depositan en la cabecera del
Contrafuerte Este del Barranco Couercq desde el que contemplamos nuestra
continuación que no es el objetivo final.
Entrando a la Zona Ondulada de las Cabañas de Couecq.
El
paretazo se nos ha llevado lo suyo pero satisfechos proseguimos adelante
siguiendo huellas que se encaminan al Corredor Este del Collado de Acué: la
tarea es más sencilla.
Las Cabañas de Couecq prácticamente enterradas.
Atravesamos
una serie de suaves lomas ya por encima de las Cabañas de Couecq, que están
prácticamente sepultadas por la nieve y tras echar un cafelito que mitigue los
dispendios anteriores, proseguimos con un largo faldeo por la ladera derecha del
corredor al objeto de no perder altura en el cruce del barranco que nace bajo
el Collado de Acué. Inicialmente yo pensaba en subir el barranco por la ladera
izquierda del mismo, amable y soleada pero quizás sea ésta otra opción incluso
mejor ya que hay una huella de esquís
que lo pone fácil.
Hacia el Collado de Acué.
Cruzamos
el barranco casi sin darnos cuenta en un rellanito al que accedemos tras
superar un amable tramo del mismo y proseguimos ahora con unas rampas
medianamente inclinadas ya por la ladera izquierda, mientras contemplamos unas
cornisas en la Arista Este de Arri. Juan continúa por el fondo del barranco.
Hemos pasado a la Orilla Izquierda del Barranco Couecq.
Poco
más arriba, hemos ganado casi toda la altura necesaria, la huella se acuesta y
con una pendiente suave y persistente nos deposita en el Collado de Acué al que
ha llegado Juan hace un momento pues se ha tenido que pelear la erguida llegada
al collado. Hemos echado casi otra hora desde la salida de la pared cafetito
incluido, pelín menos de lo calculado y proseguimos.
Gebedeille al oeste del Collado de Acué.
Atravesamos
un corto rellano hasta el collado que nos sirve para ponernos en antecedentes:
sopla el viento y la nieve está dura.
Gebedeille desde el Collado de Acué.
En
el Collado de Acué a 2019 metros de altitud situado entre el Arre o Arri que se
encuentra al norte y el Gebedeille que está al sudeste mostrándonos su estampa
oscura y rocosa, cambiamos de valle y orientándonos al sur remontamos unos
suaves resaltes vestidos de nieve muy dura en los que hay que cantear de lo
lindo a pesar de la poco significativa pendiente. Hacia abajo aparece
Guarrinza.
Nieve dura con el Castillo de Acher.
Hay
que faldear por el oeste el Pico Gebedeille para localizar la arista rocosa que
le une al Acué y que conocemos e introducirnos en la comba que hay que
atravesar para alcanzar la Arista Oeste de Acué.
Nieve muy dura hacia la Oeste de Acue.
La
nieve está muy dura pero la negociamos sin poner las cuchillas hasta
encontrarnos en las inmediaciones de la arista oeste una mancha de nieve polvo
en la que dejamos los esquís y ponemos los crampones. El de delante ha colgado
en su mochila los esquís y los demás que encontraremos por arriba los han
dejado en la arista.
La Norte de acué la subimos con crampones.
No
merece la pena llegar a la arista con esquís porque suponemos que estará pelada
y solamente nos íbamos a ganar una salida con nieve muy dura al estar orientada
al norte que poco o nada debe tener de agradable para nosotros.
Los socios llegando a Acué.
La
arista que ya conocemos está muy cortada además de ventilada y buscamos zonas
abrigadas para proseguir con el ascenso del casquete somital que es de andar.
Cima de Acué.
Son
las dos menos cuarto, he fotografiado a
mis chicos que vienen detrás y en la cima me veo el culo para poder hacer una
foto con trípode de fortuna.
Collarada y Aspe desde Acué.
Unas
fotos de un paisaje en el que se salpican, Aspe, Bisaurín, Castillo de Acher,
Acherito, Petrechema, Mesa, Anie, Aillari, Arlet, Arri, Gebedeille aquí mismo,
Sesques, Midi, Diente de Anayet, Collarada… un par de panos nos vamos para
abajo en busca de un lugar abrigado del viento para comer mientras contemplamos
algunos meandros de Aguastuertas.
Alrededor
de las dos y media levantamos el comedor y enseguida estamos recogiendo los
esquís para iniciar una incómoda
cabalgada sobre nieve acanalada y durísima que nos permite aproximarnos al
Collado de Acué al que llegaremos tras unos giros fáciles sobre nieve muy dura
aunque algo rugosa que dulcifica el giro.
Nieve primavera bajando a las Cabañas de Couecq.
Bajamos
desde el collado el rellanito que ya nos enseña mejor nieve y nos echamos
corredor abajo como “unos profesionales”. ¡Joder, cómo nos gusta la nieve
primavera!
No
os diré si la esquiada es más larga que divina pero gozamos infinito. Luego nos
permitimos el lujo de trazar la diagonal más alta para no pegar ni una sola
remada con lo que en un pispas nos plantamos en la zona ondulada de las Cabañas
de Couecq.
Allí
nos reunimos con Juan que ha bajado delante y nos acercamos hasta el
Contrafuerte del Barranco Couecq. Hay que remontar unos metros hacia el este por el lomo del
contrafuerte y proseguir luego por la
cabecera del mismo por la que discurre la pista hasta que se decide a echarse
pared abajo por medio del hayedo.
Descendiendo por el claro del Hayedo de Espelunguere.
Son una serie de lazadas en dirección sur casi esquiables pues la nieve cubre sin
rellenar la caja de la pista. En cualquier caso se trata de una fácil deslizada
sobre nieve blanda sin otro problema que la cargada de rodillas que proporciona
la nieve blanda.
Puede
ser que haya llegado la hora de olvidarnos un poco de las peladuras del sur y
marchar al norte pues todo es Pirineo.
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