Entrando al Corredor Norte del Gallinero.
Cerler, Cota 2000, Collado del Gallinero y Corredor Norte.
11-03-2015.
Salida 10 h. Llegada 16:30 h.
Sol.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa del Gallinero procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Al
gallinero ya habíamos subido con los esquís desde el Ampriu. Lo hicimos por el
Corredor Norte e iniciamos el descenso por la Pala Norte próxima al corredor.
La nieve estaba estupenda y la estación cerrada ya.
Hoy
11 de Marzo de 2015 vamos a subir desde Cerler, la base de la estación que
también se conoce como Remascaro o el Molino situada a 1500 metros de altitud.
Ascendemos, siempre que es posible, por fuera de la Pista Planes.
Hay
poca nieve fuera de las pistas en esta parte baja de la estación y a las diez
de la mañana cuando comenzamos a foquear es prácticamente inevitable hacerlo
por las Pista de los Planes que marcha
para arriba en dirección sur. A pesar de ello transitamos por fuera hasta que el Barranco Puimestre nos cierra el paso y hay que
introducirse en ella para seguir hacia arriba resalte a resalte y bien
orillados.
Hacia atrás Perdiguero por encima de Cerler.
La
mañana está espléndida con un cielo
inmaculadamente azul sobre el que ya navega muy alto un brillante y cálido sol
que nos invita a subir sin guantes.
Nos encontramos con Isel nuestra prima que vive en Benasque.
No
hay demasiada gente en la estación por lo que la subida es cómoda y por
momentos en soledad y enseguida alcanzamos el Rellano del remonte que marcha al
Rincón del Cielo momento en el que
nosotros nos introducimos en el Camino de los Planes para foquear una
zona cómoda entre elegantísimos pinos negros en la que nos encontraremos con
Isel una de nuestras primas que vive en Benasque y con la que charlaremos un
poco.
Creo
que subimos por la Pista Fontanals para atravesar la Zona Familiar muy llana y
alcanzar la Cota 2000, lugar en el que nos tuvimos que dar la vuelta debido a
una avería en una de mis fijaciones, en la primera ocasión que intentábamos el
ascenso, hoy es la segunda y…
El Gallinero desde la Cota 2000.
Son
las once y cuarto, tenemos tres pistas posibles para proseguir con el ascenso y
elegimos la del Barranco que se eleva en
la vertiente este del Barranco Puimestre completamente cubierto de nieve.
En
el resalte de inicio, el único que tiene, pasamos bajo la silla y unos
cachondos que suben en la silla nos dicen que si no tenemos forfait, les
diremos que nosotros solamente lo empleamos para bajar en caso necesario, un
chascarrillo sin más.
Enseguida
nos encontramos con Javier Sanagustín, su chica Pilar y su hermano y claro,
echamos otra charradeta pues ahora nos vemos menos por el pueblo.
Con Ordesa al fondo.
Ya
hace un buen rato que nos orienta la Cima del gallinero pero todavía se ve
lejos.
En
la confluencia con el Tubo del Barranco nos paramos a echar un trago y un
bocado pues nos queda tajo todavía.
El Gallinero nos guía continuamente.
Hay que avanzar ascendiendo muy
suavemente por una pista enormemente ancha que se aproxima al Collado del
Gallinero puesto que vamos dejando a nuestra izquierda o este el Pico Cerler.
Ampriu bajo Pasolobino y Castanesa. desde el Collado del Gallinero.
Alrededor
de las doce y media alcanzamos el Collado del Gallinero situado a 2260 metros
de altitud. Juan se marcha de frente para subir por las Marmotas mientras que
nosotros nos introducimos ligeramente en el Circo del Ampriu para continuar
nuestro ascenso, un poco más suave, por la Pista Perdiz Blanca.
Cibollés y Gallinero desde el Collado del Gallinero.
La
nieve está un poco más dura pero la suelta nos hace algunos zuecos que molestan
pero al paso nos facilitan los ascensos en los pequeños muros que salpican la
pista.
Foqueando por Perdiz Blanca.
Avistamos
la Pala Norte que descendiéramos en su día y nos llevamos la primera sorpresa:
tiene muchas rocas en la parte central con lo que casi no la reconocemos a no
ser por una estructura metálica que suponemos para provocar aludes.
Enseguida
alcanzamos la llegada del arrastre más alto de la estación situado a 2620
metros de altitud en plena arista que rodeamos para introducirnos en un pequeño
rellano en la base del Corredor Norte de Gallinero.
La nieve está muy dura y el corredor está cortado y con mucha roca emergente.
Allí
recibimos la segunda sorpresa. El corredor cuenta con poca nieve y dura, y
tiene un estrangulamiento central a media altura además de estar salpicado de
rocas emergentes que difícilmente se puede pasar y que para nosotros esta
prohibitivo. Arriba no hay huellas de esquí.
Pasada la zona de rocas emergentes del Corredor Norte del Gallinero.
Subimos
el primer tercio y bajo el estrangulamiento dejamos los esquís, ponemos los
crampones y nos vamos para arriba con la pequeña frustración que supone no
poder salir esquiando desde arriba, pero las condiciones de la nieve son
siempre determinantes.
Llegando a la Cima del Gallinero.
Son
100 metros de corredor en los que nos cuesta más dejar esquís y poner crampones
que subirlos. El final del corredor termina en la arista que arranca de la base de la silla y por el
borde de la Pala Norte se acerca a la cima que tiene un pequeño muro de nieve.
Parece ser que toda la nieve del casquete somital se ha acumulado aquí.
Cima del Gallinero.
Son
las dos menos cuarto cuando alcanzamos la pelada Cima del Gallinero situada a
2728 metros de altitud. Hacemos fotos y nos sentamos al sol para comer y
descansar un poco.
Cibollés desde Gallinero.
No
solamente la Pala y el Corredor Norte están con poca nieve y peladuras sino que
la amplia arista que desciende al Collado de Cibollés está prácticamente
limpia. No digamos de las vertientes este y sur: la Tuca de Urmella está de
primavera-verano. Algún día hemos de subir la Pista de Arasán para hacerla con
esquís.
Maladetas y delante la Cresta de Pasolobino, el tajo del día siguiente.
¡Cómo
se está en Gallinero! Recordamos el frío tremendo que pasamos en esta cima en
nuestra primera ascensión por su cara
sudeste con un sol infinitamente más resplandeciente que el de hoy ya que hay
una cierta calima.
El Turbón y el descanso de mi chica en la Cima del Gallinero como en la playa.
Mi
chica incluso se tumba a descansar en la hierba cosa que inmortalizaré con el
Turbón que tiene la Coma de San Adrián como si se tratara de la piel de un dálmata.
Tanta nieve… ¡dónde estará la nieveee…!
Posets desde Gallinero.
No
recuerdo muchas cimas en las que hayamos estado tanto tiempo y tan bien como en
esta si exceptuamos nuestros acostumbrados vivacs de altura. Se nos hacen las
tres y nos vamos para abajo para recupera los esquís y aprestarnos a un
dilatado descenso de casi 10 kilómetros y 1200 metros de desnivel pues eso venden
y quizás con razón, en Cerler.
Iniciando el descenso con esquís de casi 10 kilómetros.
Juan
se baja por donde ha subido y mi chica quiere probar Marmotas. Yo voy a
disfrutar de los pequeños muros con nieve divina de nuestra subida y los fuera
de pistas cerca de la misma que están de vicio. Nos reuniremos en el Collado de
Gallinero.
Allí
nos encontramos con Juan de mi chica no sabemos nada. Ha entrado a Marmotas creyendo que era roja, ha visto
balizas negras, ha creído que estaba en una pista equivocada y se ha dado la
vuelta para bajar por donde ha subido; para colmo y en medio del disfrute se ha
metido en una roja que la bajaba al Ampriu teniendo que darse la vuelta otra
vez. Nosotros vuelta para arriba a buscarla que luego baja, bronca y amén.
Del
collado vamos para abajo un poco por fuera negociando nieve primavera hasta que
nos metemos en el Tubo del Barranco a pesar de que indica cerrado, nosotros
subiendo no lo hemos visto mal.
En el Tubo del Barranco con el Gallinero al fondo.
El
tubo está de cine, es disfrutón, no
cuenta nada más que con un par de pequeñísimos resaltes y una nieve excelente.
No sabemos por qué lo habrán cerrado.
Pasada
la cota 2000 nos introducimos en la Zona Familiar, nos hacemos el Bosque
Encantado y hacemos todos los fuera de pista que se pueden en las inmediaciones
de la de Los Planes para llegar hasta el final con mejor nieve incluso que en
la pista.
Son
las cuatro y media de la tarde cuando nos quitamos los esquís han caído los
1230 metros de desnivel y la esquiada ha resultado excelente y larga como
ninguna otra hemos hecho jamás. Le teníamos ganas y creo que ha merecido la
pena. Otro día puede ser el Pico Cerler o la Tuca de Urmella, mañana nos espera
Castanesa. Entre tanto tenemos una enorme tarde de sol para echar unas cervezas
que nos reconforten del sol del día y de la sudada olímpica que nos hemos
metido a la subida.
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