El pasado domingo 23 de Abril de 2017, las Cadenas de Televisión Autonómicas Aragonesas retransmitieron el concierto que la Ronda de Boltaña ofreció en el Teatro Principal de Zaragoza con motivo del veinticinco aniversario de su fundación.
Fueron alrededor de dos horas un tanto enlatadas, para los que gustamos de la Ronda en vivo, en las que pudimos disfrutar de su entrañable música.
Pero la celebración se prolongará en el pueblo que les vió nacer, que celebrará una fiesta de cumpleaños de tan fausto nacimiento.
Serán tres días de Julio muy especiales y difícilmente repetibles.
Para que recordéis y disfrutéis os dejo tres videos de You-tube con sus correspondientes letras:
Con la
tronada, ¡ven a rondar!
que ya se ve relampaguear,
Si sopla aire de puerto, ¡la que se va a armar!...
¡Tú dale al guitarrico, zagal!,
las gotas llevarán el compás.
¡Buen tiempo pa rondar, rondar y no parar!
Rondar para decir que no nos van a sacar de aquí;
tu tierra estará viva, mientras viva en ti.
Rondar para decir con la voz de la lluvia
cosas que yo solo no te sé decir.
Rondar para decirte, país, mil palabras de amor;
si un trueno las apaga, ¡mejor que mejor!.
Tú mira bien mis labios, ¡verás qué misterio!:
pronunció "Sobrarbe", y digo "¡Aragón!
Tienes nombre de río, pequeña nación
agua del Pirineo que al mar no llegó.
Encontraste tu lugar, una tierra a la que amar
y has llegado a olvidarte del mar.
Somos un pueblo de agua en un seco país;
abrazados a un río queremos vivir.
No veremos nunca el mar, como no echemos a andar.
¡Vamos juntos, que se oye tronar!
...
Con la tronada, ¡ven a rondar!,
¡Que cante todo el que ha de cantar!
Seremos los heraldos de la tempestad.
En cuanto el viento quiera soplar
a Tierra Baja hay que marchar.
¡Banderas desgarradas volved a ondear!
Ejército de lluvia, en la noche se te oye llegar
por sierras y llanadas hacia la ciudad.
Las piedras que hace siglos te esperan insomnes
entre ellas se ponen a cuchichear.
El Ebro les escucha contarse delirios de amor:
que vuelve a conquistarlas "su Batallador".
"¡Ya están aquí otra vez aquellos montañeses!"
"...¿O es esa tronada que grita: ¡Aragón!"
Tienes nombre de río, pequeña nación
agua del Pirineo que al mar no llegó.
Encontraste tu lugar, una tierra a la que amar
y has llegado a olvidarte del mar.
Somos un pueblo de agua en un seco país;
abrazados a un río queremos vivir.
No veremos nunca el mar, como no echemos a andar.
¡Vamos juntos, que se oye tronar!
Con la tronada, ¡ven a rondar!
y haremos las ventanas temblar,
¡Tambores de Calanda detrás del cristal!...
¿Qué pasa con la trompa, zagal?
pa mi que hay truenos que suenan más.
Como el Moncayo sople ¡verás que es soplar!
Como el Moncayo sople verás un bajel navegar;
surcando la tronada, su rumbo buscar.
Bajel de nubes negras, bajel almogávar
¡déjame ir contigo por el ancho mar!
Ancho mar de sueños que juntos soñamos tú y yo
-romper siento sus olas en mi corazón-.
Pon rumbo a Neopatria, o lee en mis labios:
la patria que sueñas se llama Aragón.
Tienes nombre de río, pequeña nación
agua del Pirineo que al mar no llegó.
Encontraste tu lugar , una tierra a la que amar
y has llegado a olvidarte del mar.
Somos un pueblo de agua en un seco país;
abrazados a un río queremos vivir.
No veremos nunca el mar como no echemos a andar
"¡Desperta, Ferro !", ¡Que te oigan tronar!
que ya se ve relampaguear,
Si sopla aire de puerto, ¡la que se va a armar!...
¡Tú dale al guitarrico, zagal!,
las gotas llevarán el compás.
¡Buen tiempo pa rondar, rondar y no parar!
Rondar para decir que no nos van a sacar de aquí;
tu tierra estará viva, mientras viva en ti.
Rondar para decir con la voz de la lluvia
cosas que yo solo no te sé decir.
Rondar para decirte, país, mil palabras de amor;
si un trueno las apaga, ¡mejor que mejor!.
Tú mira bien mis labios, ¡verás qué misterio!:
pronunció "Sobrarbe", y digo "¡Aragón!
Tienes nombre de río, pequeña nación
agua del Pirineo que al mar no llegó.
Encontraste tu lugar, una tierra a la que amar
y has llegado a olvidarte del mar.
Somos un pueblo de agua en un seco país;
abrazados a un río queremos vivir.
No veremos nunca el mar, como no echemos a andar.
¡Vamos juntos, que se oye tronar!
...
Con la tronada, ¡ven a rondar!,
¡Que cante todo el que ha de cantar!
Seremos los heraldos de la tempestad.
En cuanto el viento quiera soplar
a Tierra Baja hay que marchar.
¡Banderas desgarradas volved a ondear!
Ejército de lluvia, en la noche se te oye llegar
por sierras y llanadas hacia la ciudad.
Las piedras que hace siglos te esperan insomnes
entre ellas se ponen a cuchichear.
El Ebro les escucha contarse delirios de amor:
que vuelve a conquistarlas "su Batallador".
"¡Ya están aquí otra vez aquellos montañeses!"
"...¿O es esa tronada que grita: ¡Aragón!"
Tienes nombre de río, pequeña nación
agua del Pirineo que al mar no llegó.
Encontraste tu lugar, una tierra a la que amar
y has llegado a olvidarte del mar.
Somos un pueblo de agua en un seco país;
abrazados a un río queremos vivir.
No veremos nunca el mar, como no echemos a andar.
¡Vamos juntos, que se oye tronar!
Con la tronada, ¡ven a rondar!
y haremos las ventanas temblar,
¡Tambores de Calanda detrás del cristal!...
¿Qué pasa con la trompa, zagal?
pa mi que hay truenos que suenan más.
Como el Moncayo sople ¡verás que es soplar!
Como el Moncayo sople verás un bajel navegar;
surcando la tronada, su rumbo buscar.
Bajel de nubes negras, bajel almogávar
¡déjame ir contigo por el ancho mar!
Ancho mar de sueños que juntos soñamos tú y yo
-romper siento sus olas en mi corazón-.
Pon rumbo a Neopatria, o lee en mis labios:
la patria que sueñas se llama Aragón.
Tienes nombre de río, pequeña nación
agua del Pirineo que al mar no llegó.
Encontraste tu lugar , una tierra a la que amar
y has llegado a olvidarte del mar.
Somos un pueblo de agua en un seco país;
abrazados a un río queremos vivir.
No veremos nunca el mar como no echemos a andar
"¡Desperta, Ferro !", ¡Que te oigan tronar!
Mi casa era un barco velero
cada vez que madre hacia la colada,
con velas de sábanas blancas
tendidas a los vientos de estas montañas.
Un barco de piedra en el valle,
anclado hace siglos a orillas del Ara,
frente a la isla de La Velilla
y entre las costas de Fiscal y Boltaña.
Quién me iba a decir a mí,
que soñaba con el mar,
que en un maldito pantano, ayayay,
mi casa iba a naufragar.
A Jánovas digo adiós,
a La Velilla y Lacort;
adiós, barquitos hundidos, adiós;
mi pobre país, adiós.
Y aunque han pasado muchos años
no podré olvidar nunca aquella mañana
en que descubrí que no solo en los cuentos
siguen existiendo piratas.
Cuando al abordaje tomaron
el pueblo y tuvimos que marchar de casa,
y al ver las lágrimas de madre
a pique se me fue de golpe la infancia.
Quien me iba a decir a mí,
que soñaba con el mar,
que en un maldito pantano, ayayay,
mi casa iba a naufragar.
A Jánovas digo adiós,
a La Velilla y Lacort;
adiós, barquitos hundidos, adiós;
mi pobre país, adiós.
Fuegos fatuos entre las ruinas,
restos de naufragio en una triste playa:
aún hay noches en que navega
por mis pesadillas un buque fantasma.
Y siempre que surca mi alcoba
despierto empapado de sudor y rabia,
pues sé que han venido a anunciarme
que en mi pueblo muerto ha caído otra casa.
Quien me iba a decir a mí,
que soñaba con el mar,
que en un maldito pantano, ayayay,
mi casa iba a naufragar.
A Jánovas digo adiós,
a La Velilla y Lacort;
adiós, barquitos hundidos, adiós;
mi pobre país, adiós.
Mi pobre país, adiós.
¡Qué lentas pasan las tardadas de
invierno
pensando en los hijos que andan lejos!;
por las alcobas vacías gime el viento,
mientras tu coses junto al hogar.
pensando en los hijos que andan lejos!;
por las alcobas vacías gime el viento,
mientras tu coses junto al hogar.
Y en ese rincón a salvo de los hielos
donde tus plantas sueles guardar,
las ves secas y piensas mirando al cielo,
si la primavera volverá.
Pronto estaremos juntos, y estallará la fiesta;
sin darnos cuenta la albahaca reverdeció.
¡Cómo brillan tus ojos, seca esa glarimeta,
saca el pañuelo y al invierno dile adiós!
Echame, madre, échame un ramico de albahaca
de esa maceta que tienes en el balcón,
fresca como el rocío, albahaca perfumada,
un beso que Huesca y tú me dais con amor.
Echanos, madre, échanos ramicos de albahaca
de ronda venimos mis amigos y yo,
que aunque no oigas cohetes ni repiquen campanas,
si huele a albahaca es fiesta en el Altoaragón.
Qué lentas pasan las tardadas de invierno
cuando me vienes al pensamiento.
el calendario, niña, es como un desierto
que para verte he de cruzar
Y aunque estás tan lejos y hace tanto tiempo
no creas que he podido olvidar
el aroma de la albahaca y de tu pelo
la seda negra de tu mirar
Pronto estaremos juntos, y estallará la fiesta;
sin darnos cuenta la albahaca reverdeció.
¡Cómo brillan tus ojos, seca esa glarimeta,
saca el pañuelo y al invierno dile adiós!
Echame, niña, échame un ramico de albahaca
de esa maceta que tienes en el balcón,
fresca como el rocío, albahaca perfumada,
un beso que Huesca y tú me dais con amor.
Echanos, niña, échanos ramicos de albahaca
de ronda venimos mis amigos y yo,
que aunque no oigas cohetes ni repiquen campanas,
si huele a albahaca es fiesta en el Altoaragón.
donde tus plantas sueles guardar,
las ves secas y piensas mirando al cielo,
si la primavera volverá.
Pronto estaremos juntos, y estallará la fiesta;
sin darnos cuenta la albahaca reverdeció.
¡Cómo brillan tus ojos, seca esa glarimeta,
saca el pañuelo y al invierno dile adiós!
Echame, madre, échame un ramico de albahaca
de esa maceta que tienes en el balcón,
fresca como el rocío, albahaca perfumada,
un beso que Huesca y tú me dais con amor.
Echanos, madre, échanos ramicos de albahaca
de ronda venimos mis amigos y yo,
que aunque no oigas cohetes ni repiquen campanas,
si huele a albahaca es fiesta en el Altoaragón.
Qué lentas pasan las tardadas de invierno
cuando me vienes al pensamiento.
el calendario, niña, es como un desierto
que para verte he de cruzar
Y aunque estás tan lejos y hace tanto tiempo
no creas que he podido olvidar
el aroma de la albahaca y de tu pelo
la seda negra de tu mirar
Pronto estaremos juntos, y estallará la fiesta;
sin darnos cuenta la albahaca reverdeció.
¡Cómo brillan tus ojos, seca esa glarimeta,
saca el pañuelo y al invierno dile adiós!
Echame, niña, échame un ramico de albahaca
de esa maceta que tienes en el balcón,
fresca como el rocío, albahaca perfumada,
un beso que Huesca y tú me dais con amor.
Echanos, niña, échanos ramicos de albahaca
de ronda venimos mis amigos y yo,
que aunque no oigas cohetes ni repiquen campanas,
si huele a albahaca es fiesta en el Altoaragón.
Hola Mariano.
ResponderEliminarEse fin de semana de Julio creo que va a ser de visita obligada ;-)
Por otros 25 años más¡¡
Salud¡
Fer
¡Hola Fer!
ResponderEliminarCreo que puede ser una buena idea para los que gustamos de estos asuntos. 25 o los que se pongan por delante que para disfrutar no debemos ponerle peros.
Desde luego que algún día nos caeremos por allí.
¡Que vaya bueno!