20 feb 2019

16-19. CIRCULAR A ESPELUNCIECHA CON ARROYERAS DE PROPINA. 19-2-2019.


La Norte de Arroyeras vestida de blanco. 

Aparcamiento de Anayet. Barranco Culibillas, Ibones de Anayet, Cara Sudoeste y Arista Sur de Espelunciecha, Rellano de Anayet, Cara Norte y Arista Oeste de Arroyeras, Tubo de Arroyeras, Glera de Anayet y Negra Foratata.
19-02-2019.
Salida 10 h. Llegada 16:15 h.
Sol.
Fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Espelunciecha-Arroyeras procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Febrero de 2019 va a pasar a la Historia de la Meteorología como aquel mes de invierno con un anticiclón eterno. Estamos a 19 y casi no nos acordamos cuando terminó el tren de borrascas ni qué día cayó la última gota o copo. Yo no llevo muy bien la cuenta pero en este nuestro atípico invierno, a finales de Enero nos nevó en Panticosa y… nada más se supo.
            Hoy, mi chica y yo, nos vamos de novios a dar una vuelta por “nuestras propiedades.” Los Barrancos Bacarizal y Culibillas no tienen que estar mal.

Royo y Culibillas entrando al Barranco Culibillas desde Anayet.

            Sin prisas, son las diez de la mañana cuando nos ponemos a foquear desde el Aparcamiento Añayet a 1720 metros de altitud. Esperábamos, como así es, que el rehielo fuera bueno y ha sido extraordinario; cuando nos vamos en suave ascenso en busca del Barranco Culibillas, Bacarizal para otro día. Hay una huella excelente que faldea por la Orilla Derecha del Barranco Culibillas y que nos introduce  ya al oeste en la Garganta de Culibillas sin tener que mirar por dónde trazamos entre ramas de barranco hoy todas cerradas.

La Entrada al Barranco Culibillas tiene una buena huella.

            La mañana está espléndida y el foqueo es cómodo en busca del Gendarme de Culibillas mientras nos cubre las espaldas la Mole del Campo Troya del que me gustaría saber de dónde le han sacado tal nombre.

Hacia atrás Campo Troya.

            Ya pensábamos que íbamos a estar solos en el barranco pues suponemos que la mayoría del personal que sube a los Ibones de Anayet lo acostumbra a hacer por la Glera de Anayet pero llegados a la confluencia de vías pues tampoco. Un trío viene tras nosotros.

Hacia el Gendarme de Culibillas.

            El Tubo de Arroyeras culpable de nuestro inicio en esto del esquimo está sombrío y la Pala de Cierre de los Ibones de Anayet, soleada pero sin una huella definida y sí muy transitada como todo el barranco, debió de haber overbooking el fin de semana.

Pala de Cierre de los Ibones de Anayet. 

            Un par de zetas salerosas con largadas amplias son suficientes para remontarla y asomarnos al siempre espléndido Diente de Anayet sobre inexistente ibón. Luego aparecerá sublime como siempre el Midi de Ossau cuando ya enfilamos a por la Sudoeste de Espelunciecha con su arista sur algo pelada.

 
Diente de Anayet una de las imágenes titulares del rellano lacustre. 

            Ponemos cuchillas y enseguida, con comodidad alcanzamos la arista sur en la que aparecen las primeras peladuras. Poco más arriba hay más.

Foqueando hacia Espelunciecha. 

            Son salvables con dificultades descolgándose un poco en la pared sudoeste pero viendo que el corredor cimero tiene piedras y que los tres que vienen por detrás dejan esquís y raquetas en la arista decidimos cargar los esquís en las mochilas  para hacer cima sin necesidad de poner crampones.

Porteando esquís en la Sur de Espelunciecha.

            Son las doce y cuarto cuando alcanzamos la Cima de Espelunciecha a 2396 metros de altitud. Charlamos un rato. Alexander y sus dos compañeros son de Huesca y tenemos conocidos comunes tanto allí como en Sabi  y una pasión compartida: los montes de los alrededores. 

Foto de Cima en Espelunciecha. 

            Un buen rato después, nosotros continuamos por la arista noroeste  hacia abajo  en busca del nicho en el que nos sentaremos a echar un bocado y a hacer la transición. El brevísimo descenso será de lo más lioso del día.

Almorzando con el Diente de Anayet. 

            Es la una cuando comenzamos con los primeros giros de la jornada bajando hasta el hombro para desde allí dibujar una diagonal de giros que atravesará en descenso la cara sudoeste. La nieve está justa de sol pero bueno, más abajo aparece algo de costra que la convertirá en buena.

La Pala Sudoeste de Espelunciecha está justilla de sol. 

            Seguidamente alcanzamos el rellano de los ibones y lo atravesamos en dirección sur tras poner pieles. Nos orienta, por si hiciera falta el Arroyeras o Arroyetas que es nuestro destino inmediato.

Dejamos atrás Espelunciecha camino de Arroyeras. 

            Bueno no tan inmediato pues hay que arrearse una foqueada un poco más larga de lo que se acostumbra a presumir pues la vía amable describe una amplia vuelta un poco al oeste y entramos en calor por si hiciera falta.

Acercándonos al Casquete Somital de Arroyeras. 

            Escarmentados por la Oeste de Acue ni siquiera nos molestamos en alcanzar la arista. Dejamos los esquís unos metros debajo en un buen lugar para hacer la transición y solventar fácilmente  los nuevos problemas por la falta de costumbre con las ataduras Dynafit, nos ponemos los crampones y brevemente y por buena nieve, mejor de la esperada, alcanzamos la arista y proseguimos al este.

Arista Somital Oeste de Arroyeras. 

            El inicio de la misma tiene bastante roca siendo un paso obligado luego mejora con peladuras puntuales y la llegada a la cima está pelada. No eran necesarios los crampones pero nos facilitarán un descenso rápido.

Iniciando el descenso de Arroyeras. 

            En la Cima de Arroyeras a 2556 metros de altitud, son las dos y media, lo de siempre: unas fotos  y la idea que tienes en la cabeza del descenso no por la arista sino faldeando la cara sur que no evitaría las rocas iniciales obligadas.

Nieve prensada en el Tubo de Arroyeras. 

            Recuperamos los esquís en una transición cómoda y nos vamos para abajo por el Tubo de Arroyeras  con algunas prisas antes de que se vaya el sol.
            El tubo tiene dos secciones algo erguidas pero la nieve está muy decente. El superior se baja muy bien y nos deposita en el rellano con nieve apelmazada y costrosa que malogran un tanto este tramo del descenso en el que te relajas y disfrutas. El tramo inferior es más largo pero igualmente agradable pues se va acostando paulatinamente para depositarnos en el Barranco Culibillas.

Espelunciecha desde el Tubo de Arroyeras. 

            Unos metros barranco abajo y la disyuntiva de siempre o bajar más barranco para remontar con pieles o faldear la Sur de Espelunciecha con las taloneras sueltas y nos decantamos por esta última, también como siempre.

Punta de la Garganta desde el faldeo de la Sur de Espelunciecha. 

            La nieve está muy buena y a pesar de la pendiente del paretazo inicial, la diagonal se hace bien. Luego las espátulas se clavan sobradamente en la nieve primavera y permiten un imperceptible remonte hasta la Glera de Anayet. La parte final la hacemos muy alta e incluso deslizamos a tramos.

Es extraño que los aludes no hayan barrido la Sur de Espelunciecha. 

            En la Cabecera de la Glera de Anayet echamos un breve bocado al sol de la tarde y nos vamos para abajo  mayormente por una pista negra, creo que es la Foratata que transita por la orilla sur de la del Solano. En la parte llana está que si sí que si no pero luego al ganar pendiente tiene una nieve gravillosa, tormillo fino, que es una delicia por la nobleza en los giros.

Campo Troya nos señala la meta por hoy.

            A las cuatro y cuarto, todavía al sol pues estamos ya a mediados de febrero, nos llegamos al coche para liquidar una jornada variada y agradable a pesar de los 1025 metros acumulados. Luego en el coche pararemos en Escarrilla para coger “agua no tratada”  pues hoy nos hemos bebido todo lo que llevábamos y hace mucho tiempo que no nos pasaba esto.

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