27 feb 2019

19-19. LARISTE AL FIN. 26-2-2019.


Lariste y Marmida desde las Foyas de Santa María gentileza de Juanillo.

Camping de Oza, la Mina, Barranco las Foyas y Cara Sur.
26-02-2019.
Salida 09:45 h. Llegada 16 h.
Sol.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Lariste procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Llevábamos varios años queriendo esquiar en el Barranco de las Foyas, tenía que ser una gozada, nos decíamos. Incluso hace un par de años entramos en el mismo pero la falta de nieve nos hizo dar la vuelta y marchar  al Mallo las Ferrerías como alternativa, y es que para nosotros no es fácil el Valle de Oza en invierno ya que hay que controlar el estado de la Carretera hasta Oza cuando hay nieve abundante que también la tenemos más cerca y la pereza…

Lariste desde más abajo de Hecho.

            Va a hacer un mes que no nieva pues estamos a 26 de Febrero de 2019 pero aprovechando que la nieve que cayó abundantemente por los Valles Occidentales queda todavía en buena medida nos “echamos al charco” y que salga como sea.

Comenzamos a foquear en el Cámping de Oza.

            En la Puerta del Cámping de Oza a 1120 metros de altitud la Carretera a la Mina está completamente cubierta de nieve y nos orillamos en un pequeño ensanche al lado de un par más vehículo más cuando van a ser las nueve y media de la mañana.
            Enseguida comenzamos a foquear pista adelante en dirección norte con la idea de que tendremos que hacer algún descalce en los 3 kilómetros largos que nos separan de la Mina.
            La nieve de la pista está muy trillada y con un rehielo importante foqueamos prácticamente de llano, lo que puede ser algún problemilla para la vuelta.

Llegando a la Mina salimos al sol y nos recibe el Mallo Cristián.

            Sin un solo corte llegamos al desvío donde dejamos que la pista continúe hacia Guarrinza mientras que nosotros cruzamos el Aragón Subordán, salimos al sol y nos llegamos a las inmediaciones de la Mina donde abandonamos la pista para entrar al Barranco Acherito tras cruzarlo sobre el puente. Son las once menos cuarto y hemos echado una hora hasta aquí.

Terminamos poniendo cuchillas y a otra cosa. 

            Estamos a 1230 metros de altitud, el Barranco Acherito baja con bastante agua y tras transitar unos tramos con poca nieve lo abandonamos a nuestra derecha  para tomar la Orilla Izquierda del Barranco las Foyas con su ladera derecha al sol y sin nieve y la izquierda con poca y con el sol recién llegado.
            Foqueamos con cuidado buscando líneas de nieve sin cortes y con nieve dura, el barranco está abierto como ya sabíamos y en el desvío al Ibón de Acherito terminamos por ponernos las cuchillas y dejar de ir con el “culo preto.”

Habíamos venido a subir por el Barranco de las Foyas. 

            Abandonamos nuestra línea de ascenso paralela al barranco para remontar un dorso cuando las huellas de esquís se abren en dos eligiendo la alta que nos saca del barranco para, tras una pequeña travesía prácticamente llana, devolver al barranco aprovechando que se acaba de cerrar. Estaremos sobre los 1400 metros de altitud. Son las once y media y ya teníamos ganas.

En los tramos sombríos del Barranco las Foyas con Chipeta. 

            A partir de ahora todo cambia: el barranco inmaculadamente relleno de nieve y suavemente ascendente es una auténtica delicia para foquearlo con algunos tramos todavía a la sombra que proyecta al Mallo Añarón. La mañana está espléndida y foquear es un placer.
            Enseguida se asoma a nuestros ojos el Lariste con su erguida pala sur algo más acostada al este pero hasta allí hay un buen tramos de barranco que subimos relajadamente.

Aparece nuestro objetivo cerrando el Barranco las Foyas. 

            Dejamos a nuestra izquierda las laderas del Mallo Cristián  por las que subiéramos a primeros de enero prácticamente sin nieve y al ensancharse y allanarse el barranco alcanzamos las Foyas de Santa María, un amplio e irregular rellano situado sobre los 1800 metros de altitud.

Bajo el Casquete Somital Sur de Lariste.

            Echamos un cafetito caliente al vigoroso  sol de la mañana  y continuamos siguiendo desgastadas o poco marcadas huellas de esquiadores que llevamos delante.
            Tenemos por delante un paretazo de 400 metros que se estructura en tres partes de las que la inferior está compuesta por unas suaves lomas entre las que avanza el ahora  zigzagueante barranco. Se pueden ir coronando las lomas pero nosotros las engañamos pues no sabemos si nos llevarán a perder altitud.

La Sur de Lariste desde la cima.

            El barranco se pone de pie en la zona intermedia de la pared algo más erguida y nosotros ascendemos en busca de un contrafuerte que baja de del vecino Marmida en dirección sudoeste. Se trata de una pala consistente vestida con nieve ya trasformada que se sube bien con alguna vuelta maría.
            Cuando coronamos el resalte nos cruzamos con tres esquiadores que bajan, son bomberos y uno de ellos es nuestro amigo de la Raca y de Peña Blanca; joder, el bombero de la Larry. Nos saludamos, charlamos un poco y nos despedimos deseando volver a encontrarnos en el monte, cosa que parece no ser demasiado complicada.

En la Cima de Lariste.

            La zona final, tendrá alrededor de 200 metros de desnivel, tiene la lógica de avanzar zeteando hacia el collado de separación entre Marmida y Lariste cruzando la pared con amplias zetas y buscando la línea de rotura más amable aunque el remonte final haya que hacerlo por el sudeste que tiene algo de caída hacia Lhers en caso de nieve dura que no es el caso.
            La huella zetea en la pared, ponemos cuchillas pues quiere irse y proseguimos con la misma que en lugar de avanzar hacia el collado se marcha directamente hacia lo más erguido de la pared pero… por allí va.

Petrechema, Mesa y Anie desde Lariste.

            La ladera hace un lomo en el centro y nos engaña, subimos muy arriba y unos metros antes de la cima descalzamos los esquís y los dejamos en las rocas de la parte más oeste de la pala ya que desde allí hay una buena salida.
            Una treintena de metros más arriba nos espera Juan y la alargada cima del Pico Lariste situada a 2164 metros de altitud. Es la una y media.

Arista Este de Lariste hasta Collarada.

            La huella está mal trazada al no ir hacia el collado de separación de los dos picos, pues desde allí se eleva una rampa algo más suave que la pared que hemos subido, vestida igualmente de buena nieve, que tiene sobrada amplitud  sin riesgo de caída al norte. Pero nos da igual, hacemos unas fotos y nos volvemos hacia los esquís para sentarnos en las piedras para comer. Una pareja sube detrás y uno de ellos deja sus esquís junto a los nuestros.

Esperando que terminemos de comer. 

            Alrededor de las dos y cuarto recogemos pieles, nos montamos en los esquís e iniciamos el descenso. La nieve está divinamente primaveral y el tramo más erguido es el que mejor se baja, los giros son francos y agradables y así proseguiremos pared abajo. Juanillo marcha de frente y nosotros haciendo el tonto por la pared por donde nos apetece ya que en todo momento es visible cualquier posibilidad.

La Sur de Lariste está de cine. 

            Terminamos entrando al Barranco de las Foyas por donde lo hemos abandonado y proseguimos el descenso cosiendo el tubo a giros ahora con nieve un poco más blanda ya que el día, uno más, tiene  unas temperaturas escandalosamente elevadas. Hacemos fotos un poco más que de costumbre.

Disfrutando de la Sur de Lariste. 

            Llegados al punto donde el barranco se abre tenemos la opción cómoda de cruzarlo, cargar los esquís y bajar andando hasta el Puente del Barranco Acherito o seguir por la margen izquierda del barranco buscando los retazos de nieve y salvando cortes continuamente.

Habíamos venido a Lariste a por esta nieve. 

            Mi chica prefiere pelear con la nieve y tras esquiar con cuidado el faldeo que hemos hecho a la mañana,  descendemos unas rampas suaves con cuidado y tenemos la suerte de localizar una huella bastante transitada que va un poco más alta de la que hemos llevado al subir y que se baja hasta muy abajo con lo que nos cepillamos la mayor parte del barranco y también la más precaria de nieve.

Entrando al Barranco de las Foyas. 

            Pasada la confluencia con el Barranco Acherito me arreo una clavada de esas de las que no se sabe cómo ha sido, que se salda con un buen golpazo en un codo y tras portear un cortísimo tramo con los esquís en la mano nos llegamos al Puente del Barranco Acherito de nuevo  con los esquís puestos. Son las tres y media.

Disfrutando del Barranco de las Foyas. 

            Cogemos agua, echamos un buen trago pues se ha hecho mucha sed y proseguimos deslizando hasta la Pista de Guarrinza. Lo único decente de esta pista que se nos llevará bajarla tanto como subirla es que no tendremos que descalzar los esquís. Por lo demás tiene cuatro tramos con casi imperceptible subida que se hacen de pena pues la nieve que funde a todo trapo resbala que es una “delicia.” Juanillo empuja a mi chica que pasa como una reina.

Apurando la nieve en la Orilla Izquierda del Barranco de las Foyas. 

            A las tres y media llegamos a la furgo, todavía y brevemente al sol, para poner los bártulos a secar y tomarnos unas cervezas con unos encurtidos mientras reposamos los 1050 metros de desnivel de la jornada.

La Pista de la Mina se hará pesada a la vuelta.

            Será media hora, no más, y como hemos decidido pasarnos a Ansó para subir mañana a la Paquiza, recogemos bártulos, nos bajamos hasta Hecho para subirnos  al Collado de los Arrieros donde tendremos sol asegurado para secar todas nuestras pertenencias.

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