El Kili en el horizonte con su Glaciar Penk o Kibo.
Machame Camp, Shira Plateau y Shira Camp.
Prolongación a Shira II Camp y vuelta.
19-19-2019
Desnivel ascendido.1065 m.
Desnivel descendido 100 m.
Distancia recorrida 9000 m.
Tiempo efectivo de marcha 04:30 h.
Mixto.
Muy fácil.
Senderismo
Poco a poco ganamos altitud abandonamos la
Selva Tropical y nos introducimos en un páramo seco. El camino, transitadísimo,
no tiene pérdida y nos depositará en el Shira Plateau un rellano de
extraordinarias proporciones en el que impera el viento aunque hoy solamente es
una tenue brisa.
El agua la obtienen en algún barranco
próximo al este del plateau al que no tenemos acceso y desde luego no la vemos
ni siquiera cuando nos movemos por libre.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano
Javierre.
Mapa del Kilimanjaro procedente de Maco Editions. Vía en amarillo.
Hay
un equipo que mueve a las cinco de la mañana y ya no hay quien pegue un ojo en
Machame Camp. Así que tras resistirnos lo nuestro, a las siete menos cuarto de
la mañana, nos incorporamos al 19 de Septiembre de 2019.
Desde Machame Camp visualizamos el Casquete Somital del Kili.
La
noche ha sido amable pero estamos a 2835 metros de altitud y en las hierbas y
pequeños praderíos del campamento hay escarcha, así que no es difícil sacar la
cuenta.
La noche ha sido buena pero la hierba tiene escarcha en Machame Camp.
El
sol no ha llegado todavía al campamente oculto tras el Kili cuyo casquete
somital se visualiza desde aquí y cogemos nuestras palanganas de agua caliente
para asearnos en el interior de la tienda comedor mejor y más cómodamente que
en el suelo al aire libre.
La vista se marcha hacia Shira Peak.
Alrededor
de las siete y media tomamos el desayuno sentados como unos marqueses. No falta
el té ni la leche que preparamos con agua que hace poco ha dejado de hervir,
mantequilla, crema de cacahuete, tortilla francesa con verduras, pan de molde,
nescafé y colacao además de algunas porciones de fruta. Más adelante aparecerán
crepés.
Subimos en tropel inicialmente.
Luego
terminamos de recoger nuestros enseres en las mochilas, dejamos las cargas
dispuestas para los porteadores y a las ocho y media con el campo prácticamente
desmontado iniciamos la marcha.
Vista atrás en el segundo resalte.
El
camino que trajimos ayer atraviesa hacia el oeste la planicie del campamento y
tras cruzar el barranquillo del que se ha recogido el agua enseguida se orienta
al norte introducido en la vegetación pues todavía estamos en territorio de
selva tropical.
En el camino hay algún breve descenso.
Dejamos
a nuestra espalda el Meru entre espesas neblinas y comenzamos a ascender de
manera consistente el Resalte Inferior transitando entre bloques magmáticos de
colores oscuros. Los porteadores van pasando con sus cargas que además de
pesadas por lo general son voluminosas y nosotros les dejamos paso con el
clásico ¡Jambo, jambo!, nuestro hola convencional.
Luego el camino hacia Shira Camp se arrellana un poco.
Los
guías te dicen continuamente ¡Pole,pole!, poco a poco y marcan el paso que
difícilmente respetamos pues resulta
excesivamente lento para nosotros pero…
Caminamos hacia Shira Camp con el Kili por delante.
El
resalte termina en un pequeño rellano desde el que contemplamos el Glaciar Kibo,
uno de los occidentales del Kili y del que arranca un Resalte Intermedio que
subimos lenta y sucesivamente.
Todavía
superaremos el Resalte Superior que culminará en unas rocas que se utilizan
como mirador. Son las once de la mañana y tras las fotos de rigor hacemos una
pequeña parada para echar un trago de agua más que descansar ya que no estamos
cansados.
Precioso secnecio de camino a Shira Camp.
La
mañana está parcialmente soleada pero muy agradable para caminar a pesar de que
estamos ya cerca de los 3500 metros de altitud pero no nos fiamos ya que me da
la impresión de que el altímetro va por libre o las cotas que oficializan los
cartelones del parque son así asá.
En los resaltes overbooking de porteadores.
Al
norte, y por delante de nuestro camino aparece el crestón límite del Shira
Plateau al que nos dirigimos y tras un pequeño tramo de aproximación, el camino
vira al noroeste iniciando un progresivo flanqueo del crestón. Transitamos
entre bloques de importantes dimensiones con un camino que nos ofrece algunos
subes y bajas, en el que aparecen algunas desperdigadas balizas de pintura y en
el que hay que apoyar las manos en algún paso puntual. El camino al menos está
resultando bastante más entretenido que el que recorrimos ayer.
Machame Camp ya queda muy abajo.
Alcanzado
el borde del Shira Plateau hay que descender alrededor de 50 metros en
dirección oeste para alcanzar enseguida la zona del plateau en la que ya están
levantadas algunas de las tiendas del Shira Camp o Shira Cave Camp situado a
3750 metros de altitud.
Llegando a Shira Camp.
Son
las doce y cuarto de la mañana y ya hemos liquidado esta pequeña jornada.
Ayudamos a terminar de montar las tiendas, recogemos las mochilas en las mismas
y nos entretenemos un rato contemplando el descabezado por las nieblas Kili o
Kibo, el amplísimo plateau que se adivina más que se ve desde aquí y el Shira
Peak al sudoeste y para el que no
aparecen complicaciones en caso de intentar su ascensión que nos parece no será
posible. Las nieblas van subiendo.
Shira Peak desde Shira camp.
Alrededor
de las dos y media nos sirven el lunch y nos dicen que a las cuatro y media hay
que ir a inscribirse en el libro del campamento.
Cuervos en Shira Camp.
Pasadas
las tres nos vamos a dar un garbeo tomando el camino de continuación del día
siguiente. Salidos del campamento pasamos junto a una cueva en la que un cartel
prohíbe pernoctar. Quizás venga de allí el nombre de Shira Cave Camp y
enseguida el camino se encarama en un crestón de poca entidad pero lleno de
hitos de piedras como entretenimiento del personal que se llega hasta allí.
La cueva que puede dar origen al nombre de Shira Cave Camp.
Desde
el crestón y claramente al oeste contemplamos otro campamento y decidimos acercarnos
pues se trata de un irregular campo abierto, cubierto de una capa arbustiva de
pequeña talla que se puede transitar muy bien pues se trata de un páramo seco.
No hay camino pero el páramo se transita bien.
Atravesamos
un par de pequeños barranquillos siempre al oeste y nos alargamos directamente
hacia el campamento. Se trata del Shira II Camp como reza su cartel
institucional y está situado a 3750 metros de altitud, la misma que su gemelo
del que venimos. Nos parece menos concurrido que el nuestro y pertenece a la
Rutas Lemosho y Shira.
De vuelta de Shira II Camp, el crestón que nos orienta.
Inmediatamente
nos damos la vuelta sobre nuestros pasos puesto que el tiempo apremia.
Volveremos algo más rápido que a la ida, alcanzaremos el crestón y nos
bajaremos al campamento cuando son las cuatro y media.
El Plateau de Shira es enorme.
Allí
nos encontramos con Inocence, nuestro guía más asiduo y nos vamos a
inscribirnos en el libro del campamento. Seguidamente nos damos el paseo hasta
el crestón pues parece ser una actividad habitual para engañar la tarde de una
jornada absolutamente light en la que habremos subido alrededor de 1065 metros
y bajados sobre 100 metros. La distancia recorrida calculamos que ha sido mayor
de los 9 kilómetros que estimamos con los tablones de los campamentos.
Ruta Machame. Treking del Kilimanjaro.
El resto de la tarde la pasamos
echando un té o un café con leche mientras que las nieblas van para arriba y
para abajo. Luego, alrededor de las siete y media cenamos un poco más abrigados
que los días anteriores pues estamos ya bastante altos y corre una brisilla
fresca, en un lugar tan ventilado como éste en el que los árboles denuncian con
su inclinación la persistencia frecuente del viento.
Perfil Ruta Machame.
A
las ocho y media nos empiltramos tras recibir el programa para el día siguiente
que se presume más consistente que el de hoy.
Hola Mariano.
ResponderEliminarMucho desayuno para tan poca cosa! Imagino que será por el tema de la aclimatación, aún así, esta segunda jornada me ha parecido bastante atractiva, y las vistas desde el campamento de lujo.
Un saludo
¡Hola Eduardo!
ResponderEliminarNada que se parezca a la montaña en libertad que nos gusta y practicamos.
Entendemos el asunto de la aclimatación pero hubiéramos agradecido que vistas nuestras condiciones nos hubiéran dado alguna vuelta más aunque solamente fuera por entretenernos. Habíamos hecho un verano de 1500 a 500 por hora.
Estando todo el día al aire y con los ojos abiertos, de cuando en cuando aparece algo interesante, siempre dentro de una fotografía de baja calidad como es la nuestra. Es lo que hay.
¡Que vaya bueno!