Aparcamiento de Petramula, Collado de las
Puertas y Cara Sur.
05-08-2021.
Salida 14:15 h. llegada 16:45 h.
Mixto.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
A
Rosa se le ocurrió que podríamos ir a
vivaquear a Robiñera, hacía tanto tiempo que no habíamos ido por allí… además
Juan no había vivaqueado este año y aprovechando que dan dos días decentes nos
vamos aunque no acostumbramos a hacerlo más que una vez al año.
Es
5 de Agosto de 2021, pretendíamos comenzar a caminar desde Petramula sobre las
dos de la tarde y para ello habíamos calculado tiempo para viajar hasta Bielsa,
sacar el tiket de acceso a la Pista de Ruego y subirla hasta los 1920 metros de
altitud a los que se encuentra el aparcamiento pero la máquina expendedora está
averiada y tenemos que ir al ayuntamiento con lo que se nos va un rato extra no
calculado.
Son
las dos y cuarto cuando comenzamos a caminar tomando la senda que en la gran
revuelta de la pista marcha al oeste para cruzar enseguida un par de ramas del
Barranco Petramula.
Cruzamos
la segunda rama en consistente ascenso y proseguimos girando al norte para
avanzar por los praderíos de la Sudeste de Chinipro y las Puertas. Vuelta a
vuelta ganamos altura mientras nos cruzamos con gente que baja. Los Ibones de
la Larry y Robiñera tienen bastante concurrencia.
La
tarde es espléndida y además de algunas nubecillas dispersas que ocultan el sol
de manera intermitente, vuela alguna brisa que se agradece por lo que una hora
de camino nos coloca en las inmediaciones del Collado de las Puertas. Hemos
subido 600 metros.
Calculábamos
llegarnos a los Ibones de la Larry para coger agua pero hay una escorrentía que
baja por la Nordeste de las Puertas y allí la recogemos ahorrándonos media hora
que se nos hubiera llevado el asunto. Nos han dicho que había agua un poco más
arriba pero también hay un rebaño de ovejas.
Seguidamente cruzamos el barranco que nace en el Collado
de las Puertas y nos introducimos en la cara sur del pico ascendiendo hasta un
pequeño hombro herboso.
La
continuación es una travesía bastante horizontal y por praderío hasta el centro
de la pared para comenzar a ascender a
base de revueltas cortas en las inmediaciones
de un barranco próximo a la arista sudoeste del pico por el que baja un
poco de agua.
Se
trata de una pared metamórfica de pizarras claras, muy descompuesta que se sube
bien a base de un camino establecido que progresa en sucesivas zetas cosido de
hitos. Superado el barranco el camino progresa hacia el centro de la pared
aproximándose luego a la arista sudeste que asciende desde Ruego culminando la
Sierra de Liena.
Son
otros 500 metros de desnivel que se nos hacen ligeramente pesados por las ganas
de rematarlos y porque vamos cargados con bastante agua a pesar de que algunas
tenues nieblas han aparecido por arriba refrescándonos un poco el ascenso.
Otra
hora de camino después alcanzamos la arista cimera que no la cima que se
encuentra alrededor de 300 metros más al norte. Se trata de una arista que no
gana altura sino que sube y baja recorriendo pequeños promontorios que la accidentan.
Son
casi las cinco menos cuarto cuando alcanzamos la Cima del Pico Robiñera situado
a 3003 metros de altitud en el promontorío situado más al norte de la arista
cimera.
En
la cima hay un vivac para dos y ampliarlo para tres puede resultar bastante
complicado por lo que le arreglaremos un poco la superficie y haremos otro al
lado aprovechando una terraza terrosa con lo que nos arreglaremos fácilmente el
asunto.
Nos
queda por delante una tarde enorme para
beber, descansar y contemplar un dilatado paisaje con mucha nubosidad alta que
lo desluce cuando no lo oculta. La Munia, Peña Blanca, Chinipro y los Ibones de
la Larry están excelsos y próximos; la Sierra de las Tucas pasable al
contraluz, Ordesa y Vignemale muy nubosas con Panticosa y Sallent muy distantes
y azules al igual que el horizonte norte francés algo impreciso. Luego
contemplaremos la Sierra de Chía, el Turbón, Cotiella y las Peñas Horarias,
Eristes y Posets… bueno, que nos entretenemos.
Hay
un par de hitos que sugieren la presencia de una vía de ascenso desde los
ibones pero no la vemos clara y buscamos una zona abrigada de la brisilla que
nos acompaña para preparar la cena, que
liquidaremos al sol mientras se instala en nosotros la idea de que no vamos a
contar con esas condiciones que buscamos para nuestros vivacs.
El
este se limpia de nubes aunque no de neblinas pero el oeste las recoge por lo
que nos despedimos de la puesta de sol en el horizonte a la vez que disfrutamos
pírricamente con las luces del sol entre nubes.
El ocaso se produce cuando ya nos hemos empiltrado. Subirán a visitarnos unos rebecos cuando estamos tratando de disfrutar de la comodidad de nuestros vivacs, esperando que no se parezca demasiado a la de Bachimala.
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