Parador de Oroel, Cara Norte, Neveras,
Aristas Este y Sur, Corredor Oeste, Faja Oeste, Faja Norte, r Creston Norte, Oroel, Neveras y Parador.
27-08-2021.
Salida 07 h. llegada 10:45 h.
Sol.
Bastante fácil.
Juan Castejón y Mariano Javierre.
Llevaba
ya algún tiempo desde que a finales de Agosto del 17, se produjera un
desprendimiento de rocas en la Cara Oeste de Oroel. Viniendo desde Puente la
reina hacia Jaca era perfectamente visible el cordón de tierras y rocas que se
había depositado en la ladera vestida por el pinar.
Un año antes
habíamos hecho nuestra Circular a la Peña Oroel con un doble camino de descenso
a la Faja Alta Oeste y suponía que el derrumbe habría bajado por nuestra zona
de tránsito y no solo de tránsito de cazadores como afirmó algún medio de
comunicación tan poco informado como siempre pues los Militares tenían equipado
uno de los descensos y suponemos que será porque lo utilizan.
Hoy 27 de Agosto
de 2021, aprovechando que a Rosa no le gusta un pelo estas cosas y se queda
cuidando a los nietos, nos vamos con Juan. Madrugamos y a las siete y media
tras aparcar junto al Parador de Oroel iniciamos el conocido y transitado
camino que orientado al sur asciende por el pinar-hayedo-abetar en busca de las
Neveras.
El camino está
pisadísimo, es muy temprano, subimos a ritmo y en tres cuartos de hora nos
llegamos a las Neveras de Oroel. Hemos pasado de los 1180 a los 1670 metros de
altitud.
Juan por la arista
y yo por abajo nos alargamos hacia el oeste en busca de la Cruz de Oroel y
desde las inmediaciones de la misma iniciamos el descenso al sudoeste en busca
de la arista que fracciona la cara oeste del pico.
Sobre los 1675
metros de altitud hay una depresión con fondo arbustivo de alrededor de 100
metros de longitud cuya parte oeste termina en el inicio del Corredor Oeste
pero alcanzarlo no es fácil al tener pequeñas paredes que dificultan el acceso.
Lo más sencillo es
acercarse hasta la cabecera de las paredes y por allí se encuentra un acceso bastante
limpio y directo al inicio del corredor. Hay trazas de tránsito y en el inicio
del corredor algún hito de piedras.
Unos metros terrosos
llenos de cantos rodados nos bajan al inicio de la zona de bloques de
conglomerados de pudingas, la roca de Oroel, Santa Orosia o Riglos. Y ya no hay
que buscar más pues aparece la cuerda pasamanos que equipa el corredor y que
debieron colocar los Militares de la Escuela Militar para sus prácticas y que
nosotros encontramos desde abajo al tratar de recorrer el corredor en sentido
inverso.
La cuerda a modo
de pasamanos contornea un escalón de roca y prosigue descenso en un tramo de
corredor lleno de piedras que marchan para abajo pises donde pises. Pero no es
problema: en la zona derecha del corredor hay pasamanos, las piedras marchan
para abajo y la equipación toma en la parte derecha del corredor una estrecha e
inclinada vira herbosa que nos permitirá bajar a salvo de pedradas.
La equipación
termina en la parte baja del corredor que se amplia descompuesto y desde la que
a nuestra derecha o nordeste aparecen los restos del derrumbe en la zona de
impacto. Creo que fue más aparatoso que efectivo ya que tanto la amplitud de la
zona como las huellas en las paredes son relativamente reducidas.
A partir de aquí
ya en la base de la faja herbosa iniciamos el tránsito de la misma atravesando
la zona de bloques y gravas que no tendrá más allá de 70 metros de ancho y que
se continúa con otro tramo ascendente por medio de la vegetación arbustiva que
cubre la faja. Hay un débil caminillo que transita junto a las paredes, algún
cintajo y algún hito.
Enseguida
alcanzamos el rellanito en la base de la Arista Oeste. Hacemos una foto con
poca perspectiva y con el sol al frente e iniciamos el tránsito de la Faja
Norte.
Unos metros llanos
nos sacan del rellano y nos meten en la pared inclinada y de verdura en la que
habrá que ascender unos metros en busca de las paredes bajo las que el tránsito
es más cómodo y enseguida aparece otra cuerda que remonta a la pared y se
alarga pared adelante, equipando otro tramo de una treintena larga de metros.
Estamos sobre los 1600 metros de altitud.
La Faja tiene
huellas en la hierba de algún tránsito reciente, lo que confirma nuestra apreciación
de que alguien la recorre. Cuando la hicimos por primera vez no había hitos ni
antes ni después del corredor y este tramo de pasamanos no existía.
El tránsito no es
cómodo pero tampoco difícil. La faja tiene algún tramo vertiginoso pero
generalmente conserva cierta amplitud y en ella se alternan pequeñas subidas y
bajadas ya que la faja no es completamente llana.
De media faja
hacia adelante aparece cierta vegetación arbórea y la sensación de vacío
prácticamente desaparece con la amplitud. Nos deposita en el Crestón Norte de
Oroel que ascenderá directamente a la Cruz. Hay que tener cuidado para no
pasarse entrando en el amplio corredor siguiente por el que continúa la Faja de
llano con la Vía de los Mayencos.
Se trata de una
pared con cuatro partes: la inicial algo tumbada que se coge desde el bosquete
anterior al corredor para evitarse la pared de inicio, se ve la punta de la
Cruz de Oroel y tiene como dificultad el que todo está suelto y tiras piedras
sí o sí.
La parte
intermedia evoluciona un poco hacia el centro del corredor, nuestra izquierda y
encuentra una vira inclinada y fácil que conduce a un viejo pino seco en
travesía a derechas y con materiales más fiables.
Ya en el crestón,
los materiales mejoran, los apoyos son fiables y se sube bien a pesar de algunos
tramos erguidos, incluso hay un pequeño tramo escalonado y herboso.
Nos deposita en un
pequeño hombro del que arranca el paretazo cimero en el que hay un par de
clavijas. Se trata de un tramo bastante aéreo pero con la mejor roca de toda la
pared que se trepa bien y nos deposita en la Cruz de Oroel a 1769 metros de
altitud. Hemos empleado una hora desde la entrada del corredor a cima.
Nos sentamos a
echar un bocado cuando no son todavía las diez menos cuarto y en compañía de
cuatro cabrones asilvestrados que se han acostumbrado a campar por allí ya que
la gente les debe dar algo de comida. Huelen que matan.
Alrededor de las
diez nos vamos para abajo encontrándonos con unos sobrinos de Juan con los que
echamos una charrada. Llegados a las Neveras nos echamos para abajo al trote.
A medio descenso
me encuentro con Alejandro Gabás hijo y nos saludamos con charradeta incluida.
Luego continuamos al trote para abajo para llegarnos al coche en menos de media
hora de trote con las botangas.
Otra media hora de carretera, ahora por Jaca para dejar a Juan en su casa cuando no son todavía las once y cuarto y rematar nuestra centelleante circular a la Cruz de Oroel en la que hemos acumulado alrededor de 700 metros de desnivel y otro día más.
Otras actividades en la zona:
Bacials, punta, 27-5-12, 28-12-14,
San Salvador de San Juan de la Peña, 27-10-96, 7-6-06, 16-3-13, 5-6-18,
Cuculo, punta, 27-10-96, 7-6-06, 16-3-13, 5-6-18,
Bonito y espectacular recorrido. Para los que no somos de la zona, aunque conozcamos la peña, nos parece que sólo tiene accesibles la senda del parador al norte y la de la Virgen de la Cueva al sur. Y parece que tiene más tela. Gracias por enseñarlo.
ResponderEliminar¡Hola Luiso!
ResponderEliminarLa Peña Oroel además de las dos vías que citas y que son las normales, tiene otras opciones menos transitadas y con alguna complejidad más.
La Senda de los Lobos que se inicia en el camino normal de la Norte a las Neveras y que enseguida abandona este camino para marchar hacia el este hacia Punta Bacials todo por camino algo transitado.
La Vía de los Mayencos que también transita la Cara Norte pero saliendo del Parador un poco al oeste por la carretera y tomando enseguida un camino que marcha al sudoeste hacia las paredes para subir un corredor de IIº + si está húmedo y transitar la Faja Alta al oeste hasta alcanzar la vertical de la Cruz hacia la que se trepa IIº. Poco camino.
Y la circular que hicimos el otro día que carece de camino en lo que se refiere al anillo.
Además hay una subida digamos en la vertical de Punta Bacial, también en la norte, pero nosotros subimos sin encontrar más que algunos pequeños tramos de caminos de cazadores.
Debe haber más por el sur pero deben estar muy abandonados y no fáciles de seguir.
En fin, como pasa en casi todos los montes hay muchos más caminos de los que conocemmos.
¡Que vaya bueno!