Aparcamiento de Espelunciecha, Majada e
Ibón de Espelunciecha.
18-08-2021.
Desnivel acumulado 200 m.
Distancia recorrida 5000 m.
Sol.
Muy fácil.
Mario, Julia y Oscar Layos, Rosa Mª. Martínez y Biola y Mariano Javierre.
Alguna
experiencia tenemos de ir al monte con “gente menuda” desde que lo hiciéramos
hace ya muchos años con nuestra hija y eso, como lo de ir en bici, no se
olvida.
Estamos todos de vacaciones en casa y hay que salir a ventilar el piojo. Para ello es conveniente algo ligero y con cierto atractivo para los críos sabiendo que lo ”atractivo” para ello no coincide en absoluto con nuestro concepto.
Debe
ser algo corto, de buen camino y con algún aliciente animal preferentemente y
no es fácil, pero siempre tenemos el Ibón de Espelunciecha y allí nos vamos.
Es
18 de Agosto de 2021y la Zona del Portalet aporta siempre alguna ventaja en
días de canícula como los actuales. Pero cuando llegamos al Aparcamiento de Espelunciecha
está entrando la Gabacha y casi se pasa de viento fresco lo que hace por allí y
son las once de la mañana.
Abrigamos
y nos abrigamos un poco y cruzamos el Gállego con dirección al Valle de
Espelunciecha. Tan pronto como avanzamos un poco al sur nos ponemos al abrigo
del viento y así ya es otro día.
Utilizamos la Pista de Espelunciecha que es un camino cómodo hasta alcanzar el rellano de la Majada de Espelunciecha, lugar en el que abandonamos la pista y marchamos al oeste hasta la Yurta que nos llama la atención por ser algo raro.
Luego
atravesamos la majada cruzamos el menguado desagüe del ibón y remontamos
suavemente por praderío con señales de tránsito: este verano hay gentes por
todas partes.
Tras
alrededor de un par de kilómetros largos de recorrido y 200 metros escasos de
desnivel alcanzamos la recogida cubeta lacustre en la que se asienta el ibón.
En
su orilla este vestida de praderío, al oeste hay pedrizas, nos sentamos a
contemplar el ibón y las “cucharetas” abundantes renacuajos que pueblan las
orillas del ibón.
Un
rato después volvemos por un caminillo que baja junto al desagüe del ibón hasta
la majada. Como es cuesta abajo, casi sin querer se camina mejor.
En
algo menos de dos horas estamos de vuelta en el coche. La Gabacha sigue
entrando pero el sol tiene más fuerza. Más abajo en el Valle de Tena hace un
día estupendo para comer en una terraza cerca de Sabi.
Hola Mariano.
ResponderEliminarBuena elección, el agua en los recorridos con los "menudos", es un elemento que siempre agrada y a los adultos, verlos disfrutar. Adrián, ya, se va haciendo mayor y cada vez más cuesta que venga.
Un saludo
¡Hola Eduardo!
ResponderEliminarEse problema de Adrián, más pronto o más tardesuele llegar aunque nunca las salidas con los hijos dejan de estar llenas de dificultades.
Primero en la mochila con todo, no paran quietos y terminan desquiciándonos, luego porque van sin amiguetes y hay que buscarlos con candil para que les acompañen, después se hacen un poco más mayores y no quieren venir con nosotros...
Me harté de llevar a Biola en la mochila, hicimos la Faxa con 4 años, bastante montaña en verano hasta que vino su problema de asma y tuvo que dejarlo un poco por obligación, luego cambió por la Natación que le iba bien y ya se quedaba en casa... pero el tiempo pasa: después de dedicarse diez años solamente a estudiar en serio le dió por volver a correr, que no la hacía mal codeándose con Mazías a nivel de Aragón y finalmente terminó hacendo media maratones y demás goriladas; así que, tú tranquilo, lo que has sembrado allí está.
He conocido a padres de montaña con los hijos a la vez haciéndola por su cuenta.
¡Paciencia y que vaya bueno!
¡Que vaya bueno!