Lacs de Miroir, Pas de Cure, Cara Oeste.
Pointe de la Saume, Pas de Cure, Col de Colette Verte, Vallon Claus y Cabaña
Chalance.
10-07-2022.
Salida 07:45 h. Llegada 13 h.
Desnivel ascendido 1100 m.
Desnivel descendido 1400 m.
Distancia rrecorrida 11000 m.
Tiempo efectivo de marcha 04:45 h.
Sol.
Fácil.
3 p.
1 d.
Ascensión.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
La
mañana del 10 de Julio de 2022 está estupenda pero en cambio, al estar rodeados
de agua, la humedad se ha convertido en hielo sobre el doble techo de la tienda
y eso que nos levantamos sobre las seis y media.
Ponemos
a secar la tienda con los primeros rayos del sol mientras desayunamos y
recogemos tranquilamente para, a las siete y media pasadas, comenzar nuestro
camino.
Estamos
sobre los 2200 metros y tomando el
camino remontamos al oeste un resalte breve que culmina en un pequeño rellano que ya no cuenta con agua, aunque poco más
arriba si aparecerá en el barraquillo que baja del Pas de Cure.
De
allí para arriba se abre el circo que presenta un trío de collados de los que
no sabemos cuál será el nuestro, pero dejaremos que el camino nos lleve. Poco a
poco los materiales metamórficos se van imponiendo a la capa vegetal una vez
que el arbolado se queda por debajo y proseguimos en suave ascenso orientándonos
hacia el situado más a nuestra izquierda y también más alto.
El
camino se empina a la vez que el corredor se estrecha y una buena senda al sol
de la mañana se abre paso en la pendiente poniéndonos en cintura. Hace primero
un quiebro a izquierdas para pasar junto a un gran bloque y seguidamente, poco
más arriba otra diagonal también a
izquierdas pero ya muy cerca del
collado.
Una
hora después estamos en el Pas de Cure situado a 2783 metros de altitud. Hay
una placa en recuerdo del cura de Ceillac que empujo la idea de unir los dos
valles por este collado que es un territorio totalmente mineral.
Echamos
un trago, dejamos las mochilas y siguiendo el camino descendemos unos pocos
metros por el Vallon de Pelouses. El camino se va suavemente y valle abajo pero
a nuestra derecha y en la Pedriza de la Sur de la Pointe de la Saume aparece un
caminillo y cruzamos el declive para incorporarnos al mismo. Tiene que ser el
que buscamos y cuanta menos altura perdamos mejor.
El
camino sigue faldeando en suave descenso hasta entrar en la cara oeste y
comenzar a ascender con algunas dudas. Habremos perdido al menos 100 metros.
El
camino se acerca a un paretazo, el pedregal se convierte en gravera y serpentea
hacia arriba buscando un hombro que aparece en la ladera. Desde allí se
descubre una rampa medianamente inclinada, amplia y muy descompuesta en la que
hay que seguir las desdibujadas trazas del camino sí o sí, puesto que todo está suelto. Con nieve se subiría de
cine pero hoy resulta pestosillo.
Fotografiamos
unos Ibex que andan por los alrededores de la cima y alcanzamos la Pointe de la
Saume cuando son las diez menos cuarto. Es una cima amable y redondeada desde
la que contemplamos nuestro campamento, Ceillac en el valle al norte y el
descenso de la mañana anterior que es lo que conocemos.
Al
noroeste tratamos de localizar la vía de subida alternativa que desechamos y al
este vemos perfectamente las dos Cimas de la Font Sante pero no distinguimos ni
a Panestrel ni a Escreins.
Un
cuarto de hora después, tal y como hemos subido nos vamos de vuelta pero ahora
abreviamos patinando algunos tramos para remontar hasta el Pas de Cure en poco
más de media hora. Nos hemos cruzado con una pareja que dudaba de la entrada al
pico.
En
el collado nos sentamos a almorzar un poco y sobre las once y cuarto comenzamos
a remontar la arista al sur en busca del Col de la Colete Verte siguiendo una senda
trazada en la pedriza.
El
ascenso es fuerte y nos tomamos su tiempo, no por el repecho que también, sino
por las espectaculares imágenes que nos ofrece la Mameille y la Pointe de la
Saume en plan de agujas perfectas.
Remontados
los 100 primeros metros muy tiesos aparece el collado al que llegaremos enseguida
tras una travesía muy suave.
Son
las once y media y ante nosotros se abre un nuevo valle, con un circo en su
cabecera este, que se ahonda al sudoeste sin mostrarnos nuestro objetivo final.
Es un paso completamente mineral, en una arista fundamentalmente plana, a 2908
de altitud e inmediatamente nos echamos para abajo con una senda que zigzaguea
en busca del fondo del circo y tan erguida como la que hemos subido.
Descendida
la pared superior, un pequeño descansillo da paso a un segundo tramo de ladera,
similar al anterior y que se remansa en un primer rellano herboso.
En
el rellano vamos girando un poco al oeste y continuamos valle abajo llevando a
nuestra derecha el torrente seco por el que vierte sus aguas. Estamos en el
Vallon Claus y al otro lado del torrente se elevan unas paredes claras de
aspecto poco amable en el mejor de los casos.
Todavía
descenderemos un par de resaltes más, algo erguidos entrando en pequeños
asentamientos de alerces bajo los que el camino parece buscar la sombra. El
Torrente de Rit Bey que recorre el Val de Escreins todavía queda hondo.
Tras
el último resalte aparecemos en la cabecera de unas paredes que habrá que ver
cómo las bajamos pue no tienen buena pinta.
Enseguida
vemos un pasamanos montado sobre clavijas de un metro que hace una zeta para
introducirnos en un erguido corredor. Se trata de una ferrata compuesta de
media docena de tramos de sirga y dos cortos tramos con escalerillas metálicas que
descendemos sin problemas pero con la inquietud de ver la solución final. El
terreno es vertical y algunas zonas están con pedreguilla sobre roca madre.
Tras
hacer algún quiebro la escalerilla final nos deposita en un pequeño cono de
deyección en el que se asientan ya los alerces. La sorpresa que nos guardaba el
Vallón Claus se ha terminado y enseguida alcanzamos un cruce de caminos que nos indica todo lo que queremos saber: de
dónde venimos y hacia donde continuaremos mañana ya que la Cabaña Chalances
tiene que estar por aquí.
Cruzamos el barranco y enseguida alcanzamos la cabaña. Estamos a 1900 metros de altitud y hemos terminado nuestra jornada. Es la una del mediodía.
La Cabaña Chalances es una cabaña de madera que está rodeada por un cercado de animales, está abierta, bajo unos alerces y en perfectas condiciones. Vamos a disponer de toda una tarde y una noche para disfrutar de la misma.
Ponemos
a secar lo que hemos traído húmedo, nos pegamos un buen remojón en el barranco,
hacemos colada y comemos un poco en la mesa que tiene en el exterior mientras
le gente va y viene de paseo. Luego descansamos pues aunque la jornada de hoy
ha sido corta de distancia, habremos recorrido alrededor de 11 kilómetros, han
sido acompañados por 1100 metros de ascenso y alrededor de 1400 metros de
descenso.
Queda
un problema por resolver: mis botas tienen las suelas algo despegadas. Me he
dado cuenta de vuelta en el Pas de Cure y el asunto ha ido a más, sobre todo la
izquierda.
No
estoy seguro de si estamos en un valle que va a parar a Guillestre, creo que
sí, es domingo y unas monitoras que van con un grupo de críos no controlan
demasiado. Parece ser que a media hora de camino llega un autobús gratuito que
baja hasta no sé que pueblo y que allí, posiblemente, podría comprar calzado.
Todo un programa.
Después
de rumiarlo algo pues estamos mitad de travesía y San Paul Sur Ubaye está a dos
jornadas de distancia decido tirarme al charco. Si no funciona me quedan unas
viejas zapatillas que lleva Juan.
Saco
un paquetillo que siempre llevo para emergencias y con alambre y alicates hago
unas grapas que sujetan las dos suelas Son cuatro en una y dos en la otra pero
pueden ser más. Todo dependerá de caminar con cuidado para que la alambre no
corte la goma. Son las tres y media y me creo que han quedado bastante bien.
Pasamos una tarde espléndida y larga, cenamos sobre las siete y a las ocho y media pasadas nos empiltramos. Tendremos una excelente noche con la puerta del refugio que hemos dejado abierta.
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