21 jul 2022

7-22. ALPES 22. ETAPA 7. CABAÑA JAFFUEIL A EMBRUN. 13-7-2022.

Acercándonos a Sant Sauveur.

 Dorso Morrrénico bajo la Cabaña Jaffueil, Crevoux, Belvedere de Bajoulan, les Gaillard, Sant Sauveur y Embrun.

13-07-2022.

Salida 06:30 h. Llegada 12:30 h.

Desnivel ascendido 125 m.

Desnivel descendido 1425 m.

Distancia recorrida 20000 m.

Tiempo efectivo de marcha 05:15 h.

Sol.

Fácil.

Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa General de la Travesía Alpes 2022.

            Llevamos alrededor de hora y media de adelanto sobre el programa previsto al prolongar la atapa de ayer pero a pesar de todo, espoleados por esas prisas que sin que lo queramos, se instalan en nuestro cerebro y nos empujan, nos levantamos al 13 de Julio de 2022 a nuestra hora reglamentaria, las seis de una nueva mañana, la última de la travesía, absolutamente espléndida para que sean siete de siete.

            La noche ha sido divina y me preocupaba porque el bosque de alerces cuenta con un sotobosque de agujas, piñas y hormigas. Los sacos ni se han humedecido prácticamente pues ha corrido una brisa cálida.

Mapa de la Cabaña Jaffueil a Embrun procedente de Geoportail. Vía en amarillo.

            En media hora hemos desayunado, recogido e iniciado nuestra marcha camino abajo siguiendo la dirección sur que tomamos ayer en el Col Jaffueil.

       El camino desciende desde los 2150 metros de altitud, una ladera algo seca, medianamente inclinada, a salvo del bosque y con tendencia a buscar el barranquillo que recoge las aguas de la pequeña cuenca bajo el Col Jaffueil, hoy completamente seco.

         Enseguida alcanzamos la ladera que prolonga las paredes y que enseguida se allana y se  sumerge en prados  escalonados y practicados a base de muros de piedra. Podríamos haber bajado hasta aquí para vivaquear pero ya da igual.

Bajando al Valle de Crevoux.

Alcanzamos la carretera que recorre el Valle del Crevoux y la tomamos al oeste. Estamos en territorio de la estación de esquí de fondo. Nos lleva a la Chalp donde contemplamos un panel de pistas ante el que me pregunto que hace un plano de estación de esquí cuando solamente cuenta con una pista y un arrastre muy altos y un área de esquí nórdico. Son las siete y cuarto

Luego en casa consultando las fotos me daré cuenta de que no se trataba de publicidad de la Estación de Vars sino de la de Crevoux que cuenta con unos pocos remontes y una docena de pistas de alpino. En la zona que hemos recorrido hay estaciones de esquí como hongos en temporada, lo que no sé es cómo subsistirán con la población limítrofe que no pasará de los 20000 habitantes.

El camino lleno de revueltas nos baja al Rellano de la Chalp. 

La Chalp cuenta con instalaciones y servicios comerciales acordes con el esquí y una carretera que continúa al oeste descendiendo hacia Praveyral, pero antes hemos de remontar una cincuentena de metros al sudoeste para llegarnos a Crevoux.

Son las ocho menos cuarto cuando llegamos a Crevoux, un caserío abigarrado y remozado con una fuente en la plaza que nos va bien para reponer agua pues imaginamos que de aquí en adelante igual no encontramos demasiada.

Estamos a 1613 metros de altitud  y tenemos que encontrar nuestra continuación en la parte alta del pueblo, los carteles que hay no nos ofrecen nada significativo para nosotros. Hablo con una persona que parece del pueblo y nos confirma la idea que tenemos pero tampoco lo deja claro.

Hemos bajado por la pared situada ala derecha del Barranco Jaffueil.

Tomamos la pista que parte muy llana y al oeste secundando nuestro propósito pero sabemos de la existencia de otros caminos paralelos a esta y de nuevo tenemos que consultar Google Maps para que confirme un poco nuestra idea.

La pista sigue muy llana, no localizamos un camino que tenía que alcanzarla proveniente de Praveyral y vamos algo moscas. Dejamos que parta hacia arriba una rama transitada y otra poco transitada que marcha hacia carteles no significativo para nosotros e iniciamos un suave descenso desde una cota que es bastante adecuada a nuestros intereses.

La pista muy transitada hasta por moteros de carretera que igual suben al Refugio de Landet no ofrece dudas para seguirla ya que en el peor de los casos saldríamos por la parte baja del valle y arreglado, pero enseguida alcanzamos un cruce con otra que sube de Praveyral, con un cartel que indica el Belvedere de Bajoulan.

Un buen rato después aparecera un cartel que indica el Belvedere de Bajuolan.

             Un cuarto de hora después alcanzamos el Mirador de Bajoulan en el que hay una furgo aparcada y una mesa. Desde allí contemplamos Embrún y el Embalse de Serre Poncon, no queríamos ver otra cosa y de por medio una distancia considerable de bosque algo más claro que el de Meale que hemos atravesado. Coger otro de los caminos nos hubiera llevado a la misma arista en la que nos encontramos pero 100 metros más arriba en el mejor de los casos.

Son las nueve y cuarto cuando, sin prácticamente detenernos más que para hacer una foto, continuamos pista al sur hasta que enseguida aparece un cartel que nos saca de la pista y nos mete en un camino que ataja hacia les Gaillards.

El Belvedere de Bajoulan es un mirador que nos muestra el Embalse de Serre Poncon.

Van a ser las nueve y media y nos sentamos a echar un bocado al tornasol que nos propicia un bosque en el que casi han desaparecido los alerces. Media hora después continuamos el camino que se arrellana y se convierte en pista para terminar en la carretera que nos depositará en les Gaillards a 1350 metros de altitud.

Alli llega el GR. de Serre Poncon y siguiendo sus balizas nos acercamos a Sain Sauveur no sin antes atajar un par de revueltas en medio del praderío.

A la salida del caserío giramos un poco al norte  con la carretera hasta que poco después la abandonamos por un camino seco y medianamente inclinado que terminará por bajarnos al rellano aluvial del Durance. Al mismo tiempo buscamos claros con perspectiva que nos permitan localizar el Puente Nuevo, o la Estación Eléctrica de Embrun.

Enseguida cambiaremos la pista por un camino que nos baja directo a les Gaillards.

El  camino se allana definitivamente, pasa entre unos prados y cruza la carretera frente al Puente Nuevo de Embrun donde queríamos terminar nuestra travesía. Son las once y media cuando obtenemos la respuesta al interrogante que abríamos hace seis días en Montgenevre.

Hace calor incluso en las inmediaciones del puente. Hacemos una foto, cruzamos el ruidoso puente de tablas y en una sombra del aparcamiento de la otra orilla, se queda Rosa con las mochilas, como habíamos planeado, mientras que nosotros nos vamos relajadamente hasta la parte alta del pueblo para comprar y recoger la furgo.

La carretera pasa junto a la Central Eléctrica para darse una vuelta alejándose la zona de cortados que tiene la ciudad pero nosotros la abandonamos para tomar un camino que asciende directamente hacia el centro y que ya reconocimos previamente.

El bosque se aclara conforme nos acercamos a Embrun. 

Tres calles más adelante encontramos la principal que cruza la ciudad de sudoeste a nordeste. Allí entramos a un Spar que teníamos localizado, compramos pan, fruta y un poco de verdura y con la bolsa de la compra en la mano nos vamos calle adelante en busca de la furgo que dejamos en el aparcamiento de una urbanización.

Son las doce y media cuando la recogemos, está medio a la sombra y ha estado mucho más a la sombra que al sol. Le conecto la batería y nos damos la vuelta en busca de Rosa.

Nos liamos algo hasta alcanzar la calle que baja al Puente Nuevo pues nos metemos sucesivamente en calles cortadas pero finalmente a la una la recogemos.

Al llegar al embalse vimos que tenía el nivel muy bajo y que darse un remojón no era tarea fácil en el lugar que conocíamos, así que, lo haremos en el río pues cerca hay gente bañándose y hay un aparcamiento con sombra.


En el Puente nuevo a punto de finiquitar nuestra travesía Alpes 22.

Después y con la furgo ventilada nos ponemos a comer y a secar un poco la ropa que hemos sudado y los sacos. Lo cierto es que las cervezas de la furgo están fresquillas y pasan bien. Lo mismo sucede con la poca verdura que dejamos. No la dejamos donde habíamos planeado pero creo que ha estado en un lugar inmejorable.

Son las tres y media pasadas cuando damos por concluido nuestro descanso, recogemos todo y nos echamos a la carretera dejando que el navegador nos lleve a Gap. Creo que será un acierto volver por la N94 que deshacer las carreteruchas que tuvimos a partir de Avignon.

No tengo demasiadas ganas de conducir pero como hemos terminado nuestra jornada antes de lo previsto disponemos de casi toda la tarde para hacer kilómetros. Gap, Orange, Avignon… alguna vueltecilla nos da el navegador pero vamos bajando.

Desde Embrun echamos la vista al Belvedere de Bajoulan.

Cerca de Nimes, ya finalizando la tarde,  paramos en un pueblecillo que resulta más extenso de lo esperado. Cenamos y nos empiltramos con ganas de acabar la jornada; una jornada en la que hemos hecho una buena cantidad de kilómetros después de hacer nuestra última jornada de travesía en la que apenas hemos subido 125 metros, bajado 1425 metros y recorrido alrededor de 20 kilómetros gracias al adelanto del día anterior.

La noche no resultará tan caliente como suponíamos, descansamos bien y a la hora de comenzar el 14 de Julio de 2022, Fiesta Nacional Francesa, nos despierta un coche que aparca a nuestro lado. Es un madrugador que aprovecha para regar su huerto antes de que llegue la fiesta y hasta se excusará por despertarnos.

Alrededor de las seis y media volvemos a la carretera, pasamos bien Mompellier, luego Bezieres y continuamos directos a Carcasonne. No sabría decir con precisión, pero me parece que no hay demasiada circulación al ser festivo.

Pasamos por Carcasonne y poco más adelante paramos a echar un café para romper la mañana. Luego, llegados a Villefranche Lauragais hacemos el vadeo de Toulouse y tomando la autovía, enseguida nos llegaremos a Lanemezan y con ello estamos de vuelta en Pirineos.

Hipericon perforatun bajando a Embrun.

Cerca de Arreau paramos a comer en una sombra de la carretera luego solamente nos quedara el repechón hasta el Túnel de Bielsa y en hora y media más llegarnos a casa a media tarde. Recibiendo el bofetón de los casi 40º centígrados de Sabiñánigo. En Queyras habíamos disfrutado de una meteorología inenarrable pero por aquí se estaban asando vivos.

Habíamos terminado nuestros Alpes, al fin. Habían pasado raudos como un sueño agradable y allí se quedaban para el recuerdo como siempre pasa. Siete jornadas en seis días, 7800 metros subidos, 8600 metros bajados y 135 kilómetros recorridos habían servido para prolongar nuestro “gusano alpino” que ahora se extendía de Embrun a Zermat.

¿Prolongaríamos ese “gusano” algún día…?

Parece claro que precisamente hacia el sur no, pues esos Alpes no son otra cosa  que  más Pirineos y de eso estamos bien servidos, no necesitando hacer 2000 kilómetros de carretera y no he sentido ni sueño ni cansancio conduciendo.

Zermat cae ya muy lejos  y hace falta ilusión, unos paquetones de ilusión que ahora mismo igual no tenemos pero…

Para ver el Comienzo.

 

 

 

 

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