27 jul 1995

3.95. BREITHORN OCCIDENTAL, CENTRAL Y PRIMER DIENTE DEL ORIENTAL. 27-7-1995.

Breithorn Central desde el Occidental.

Teleférico de Kleine Matterhorn, Plateau Rosa, Cara Suroeste, Breithorn Oeste, Breithorn Central, Primera Torre del Breithorn, Breithorn Central, Cara Sudoeste y Vivac Césare y Giorgio Volante.
27-07-1995.
Salida 07 h. Llegada 14 h.
Sol.
Bastante fácil.
Ascensión.

Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa del Breithorn procedente de Landerskarten der Schweiz. Vía en amarillo.

            La caseta del pastor, al sudoeste del Hirli es una pequeña habitación de 6 metros cuadrados, con mesa dos bancos, una estufa y diversos enseres. Cuenta con suelo de madera y está todo limpísimo. No tiene agua al lado pero si cerca. ¿Se puede pedir algo más? Nos ha tocado la moto.
            Son las seis y cuarto de la tarde. Entramos, descargamos las mochilas y nos vamos Juan y yo para abajo en busca del depósito que dejamos ayer a la subida En el Swarzsee. Bajaremos alrededor de 200 metros de desnivel.
            Las bolsas se encuentran tal y como las dejamos y con un poco de agua en algún pliegue pues ha debido de llover en algún momento.

Teleférico llegando a Kleine Matterhorn.

            Con la carga en las mochilas nos volvemos para arriba comprobando que los 200 metros de subida pesan lo suyo, pues al final el día va ya algo cargado con el Cervino en las costillas.
            Paramos en el barranco, llevamos las cantimploras, echamos un buen trago a la vez que recupero el aliento y enseguida nos llegamos a nuestro refugio. La excursión se nos ha llevado una hora y a las siete y media estamos  en la gloria del refugio  para disfrutar de una sensación de bienestar incalculable.
            Cenamos pantagruélicamente y se nos va en ello hora y cuarto. Luego recogemos un poco, echamos las bolsas en el suelo y nos enfundamos en los sacos. El reducido ámbito del refugio está templado y solamente nos faltan las esterillas pero…
            A las nueve y media, en la gloria de los cuerpos horizontales repaso mentalmente la jornada. Hemos subido 675 metros y bajado 1925. Me dormiré pensando que difícilmente en Kleine Matterhorn habríamos encontrado algo parecido a esto.
            Después de una noche estupenda y reparadora amanecemos a las seis de la mañana al 27 de Julio de 1995. Desayunamos cumplidamente pues no era cuestión ni de tirar nada ni de sobrecargarnos excesivamente y a las siete de la mañana nos echamos al camino a 2750  metros de altitud y, cosa rara, cuesta abajo.

Desde el Teleférico a Kleine Matterhorn el Breothorn Occidental. 

            A las ocho menos veinte llegamos a la Estación Schwarzsee que está abierta ya y con los teleféricos funcionando.
            Nos aligeran 39,5 francos a cada uno  y tomamos dos teleféricos que sucesivamente nos bajan a Furg y Furi. No habíamos previsto bajar tanto pero en Furg lo que sale es un telearrastre.
            Desde los 1886, un teleférico que ya marchaba, retrocede un poco y nos subimos. Estos suizos tienen claro que el negocio es el negocio.
            Siete minutos después en Trockenner Steg a 2939 metros de altitud tomamos el cuarto y último teleférico que nos pasea durante 8 minutos verticales por la imponente Cara Norte de Kleine Matterhorn  o Pequeño Cervino y nos deposita en la estación a 3820 metros de altitud cuando son las ocho y media de la mañana.

Cara Oeste del Breithorn Occidental.

            Un largo túnel nos conduce a la salida situada en la cara sur del pico frente a los inmensos campos de nieve de Plateau Rosa o Meseta del Breithorn.
            Hace fresquillo a pesar de la hora, ha helado bastante y dando una vuelta por los alrededores de la estación no hay manera de tenerse en pie.
            Nos ponemos polainas, crampones gorros y guantes y con los piolets en la mano nos ponemos en camino, de llano sobre nieve pisada por las máquinas en medio de un grupo de críos que han subido a esquiar. Son las nueve de la mañana.
            Caminamos en dirección sur  para describir una amplia semicircunferencia y enfrentarnos a la Pared Sur del Breithorn en su parte más occidental. Llevamos gente delante en una mañana soleada y fresca.

Kleine Matterhorn desde cerca de la Cima del Breithorn Occidental.


            Me encuentro extraño, poco motivado, ni siquiera me pesa la mochila y no hay nada que me inquiete demasiado. Estamos donde queríamos estar con tres horas de retraso pero sabemos que hay día de sobra para la actividad programada.
            Hemos bajado levemente, llaneado luego y comenzamos a ascender imperceptiblemente al encuentro de la pared. La gente se arma pues ha venido hasta aquí prácticamente en pantuflas mientras nosotros iniciamos el ascenso de la pared glaciar de amable aspecto, atravesando la rimaya inferior, bastante abierta, por un puente consistente.
            Vamos progresando por un glaciar que a pesar de no estar empinado sí que está bastante agrietado y en el que a tramos aflora el hielo baja una casi inexistente capa de nieve.

Desde el Breithorn Occidental el Central los Dientes, el Oriental, Polux, Castore, Liskamm y la mayor parte de Monte Rosa.

            Alcanzamos la cresta y la cima a la vez. Son las diez y cuarto y estamos en la Cima del Breithorn Occidental a 4165 metros de altitud.
            Hay gente, no en vano se trata quizás de que sea el cuatromil más sencillo partiendo del más favorable medio mecánico que ayude en la ascensión: son 350 metros facilísimos con permiso de la rimaya.

Breithorn Central y Liskamm desde el Occidental. 

            Nos hacen una foto al contraluz, siempre hacia el este, hacia adelante; echamos un trago sin quitarnos las mochilas lo que es buena señal en función del peso y contemplamos los brutales paredones de la Cara Norte del Breithorn y nos encordamos pues igual no nos viene mal.

De bajada hacia el Breithorn Central.

            Atravesamos el nevado casquete somital en dirección este y nos vamos ya por cresta afilada al encuentro de la Silla Oeste del Breithorn situada a 4081 metros de altitud. Se trata de un corto descenso por una arista afilada que nos permite contemplar la Arista Oeste del Breithorn Central, pico al que nos dirigimos y las enormes cornisas que adornan su casquete somital.

Cara Sudoeste del Breithorn Central.

            Una marcada huella sobre una nieve que empieza a blandear nos conduce, a salvo de las cornisas, a la Cima del Breithorn Central situado a 4150 metros de altitud cuando son las once de la mañana.

Pollux y Castor desde el Breithorn Central.

            Ya estamos solos, el personal se ha quedado en la cima anterior. Hacemos unas fotos y continuamos cresta adelante que se afila inmediatamente descendiendo hacia las tres prominencias rocosas que no tienen demasiado buen aspecto a los ojos de Rosa.
            Enseguida nos encaramamos en la primera afloración rocosa a través de una aristilla algo aérea y afilada con la intención de estudiar la continuación.

En los Dientes Rocosos del Breithorn Oriental. Atrás Monte Rosa.

            Sabemos que la primera prominencia hay que pasarla a toda cresta y que las otras dos se pueden faldear.
            Lo que vemos no nos gusta demasiado, se trata de una arista afiladísima y con una roca no muy buena pero quizás sea peor es que al otro lado habrá que asegurar y rapelar, cosa que no será muy adecuado con la cuerda que llevamos.

Breithorn Central desde la Primera Torre  del Breithorn Oriental.

            Rosa lo tenía claro antes de llegar y Juan y Yo no estamos demasiado motivados y nos puede, enseguida, la alternativa cómoda que en esta ocasión existe en dar la vuelta y faldear las afloraciones rocosas.
            Volvemos  hasta la Cima del Breithorn Central y continuamos en descenso hasta la Silla Occidental del Breithorn.
            Nuestro proyecto original era pasar las prominencias y continuar por la cresta para hacer el Breithorn Oriental, alargarnos hasta la Roccia Nera para descender desde allí directamente hasta el Refugio Vivac Césare y Giorgio, también conocido como Refugio Volante, ese que intentamos localizar hace tres años y que no lo conseguimos.
            Ahora tenemos que bajarnos de la cresta al amplio escalón glaciar que culmina en el Collado del Breithorn y para ello tenemos dos alternativas: la más lógica es volver hacia el collado en suave descenso y dando un amplio lazo orientarse después hacia la Roccia Nera y la alternativa nuestra  que va a consistir en tirar por medio y de frente por una zona que estará en peores condiciones que las que imaginamos.
            Iniciamos el descenso en dirección sudeste y muy pronto se nos empieza a complicar el camino que aparece cortado por enormes grietas que hay que contornear necesariamente.
            Nuestro empeño nos llevará, sobre nieve que empieza a ser profunda, a la parte superior de un espolón rocoso que aflora sobre el glaciar. Desde este pináculo contemplamos el panorama y las nieblas que se van a cercando a la hora de comer.
            Volver sobre el camino lógico ya es difícil, proseguir bajo la cresta con esta nieve  puede ser complicado y prolijo, la Roccia Nera queda todavía lejos y descender este último escalón que nos separa del rellano glaciar  al que nos dirigimos no se puede hacer por cualquier parte. Terminamos por elegir  un estrecho y empinado corredor que atravesamos por su parte superior describiendo un suave lazo y haciendo el resto del descenso de frente.
            La nieve está blanda y apelmazada, hay que tener cuidado pues se desprende con cada paso y abajo nos espera una rimaya que no sabemos cómo está.
            El corredor se amplía en su tramo final y nos orientamos hacia el centro ya que no hemos podido localizar ningún puente.
            Con el seguro de Juan me acerco al borde de la rimaya y compruebo que no es factible saltarla debido al desnivel ente sus bordes, tampoco veo puente hacia el este por lo que habrá que recorrerla hacia el oeste donde va a morir  junto a la base del espolón rocoso del que acabamos de bajar.

Con qué poco es suficiente en el Refugio Volante.

            Tras un intento fallido atacamos un puente de esos que tiemblan nada más mirarlos. Bien asegurado transito sobre el borde superior de la rimaya y salto al otro lado a la vez que me abrazo a  una prominencia de nieve asentada sobre un  serac para contornearlo  luego y atravesar otro puente que comunica con el firme del glaciar.
            Ya al otro lado hago seguro con el que pasa Rosa funambuleando  doblemente asegurada y detrás Juan.
            El glaciar está lleno de grietas pero estamos en el rellano, son franqueables y hemos salido del asunto ya que nos incorporamos a la huella para continuar en busca de la Roccia Nera para localizar el refugio pero estamos envueltos en las nieblas.
            Charlamos al cruzarnos con una pareja que nos pone en antecedentes sobre el vivac y la meteorología de estos días por aquí. Transitamos en horizontal sobre los 3600 metros de altitud mientras esperamos que levanten un poco las nieblas y nos permitan localizar el emplazamiento exacto del vivac.

Al final en el Vivac Cesare y Giorgio Volante o de la Roca Negra, tres años después.

            Enseguida lo localizo encaramado sobre un espolón rocoso, algo así como 125 metros por encima del nivel en el que nos encontramos.
            Abandonamos la huella que llevamos y girando al norte progresamos por un corredor bastante amplio entre el espolón y las paredes del sur y este de la Roccia Nera.
            Milagro que hace tres años no lo viéramos a pesar de que lo buscáramos en los paredones aunque no nos pareciera lugar idóneo puesto que la pared parecía estar hecha una caca. Se encuentra bastante más al oeste del collado con el Pollux a salvo tanto del glaciar como de la caída de rocas de la pared.

La Norte del Breithorn Occidental y Kleine Matterhorn. 26-7-92.

            El corto corredor se nos hace cuesta arriba, quizás por las ganas de llegar y a medio corredor la huella se va a las rocas. Poco más arriba aparece una sirga que nos deposita en el emplazamiento del Vivac Césare y Giorgio Volante situado a 3770 metros de altitud donde finalizamos la jornada de hoy. No son las dos de la tarde y chispea la niebla.  Disponemos de una enorme tarde para descansarnos del estrés del día más que de los teóricos 590 metros subidos y 664 metros bajados.

Para ver la Continuación.

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