Cara Este de Coma Pedrosa.
Arinsal, Barranco de Coma Pedrosa, Refugio de
Coma Pedrosa, Estanis de Coma Pedrosa y Portela de Baiau. Vuelta por el Collado Norte
de Coma Pedrosa, corredor este y pista a Arinsal.
03-08-2006.
Tiempo efectivo 06:10
h.
Mixto.
Fácil.
Travesía.
Agua
en el Barranco y Refugio de Coma Pedrosa y
en el Estany Negre de Coma Pedrosa.
Mapa de Arinsal procedente de Prames. Vía en amarillo.
Después de le operación y
aprovechando que “estaba en garantía” la probamos debidamente. Ya se sabe que
el verano se pasa enseguida y nunca se hace todo aquello que se planea o al
menos así nos parece. Estuvimos a primeros de Julio en Turquía, luego unos
pocos días en la Playa ,
pasamos Santiago en casa como nunca y nos fuimos a Cotiella como aperitivo de
lo que iba a venir después.
Yo había preparado al principio del
invierno pasado un poco de travesía como continuación de la que hiciéramos en
el 2004 y ese iba a ser nuestro reto. Habíamos llegado hasta el Refugio de
Baiau y pretendíamos continuar a partir de allí atravesando Andorra y entrando
a Gerona para terminar en Camprodón.
A nosotros nos gusta la alta montaña y el GR
11. no es una Alta Ruta salvo en contados lugares. Lo que conocimos en Navarra
poco menos que nos defraudó, lo de Lérida a excepción del parque nacional de
Aguas Tuertas pues lo mismo y ahora teníamos esperanzas en Andorra y Nuria.
La logística de la travesía es
sencilla: son ocho días de actividad seguidos con un avituallamiento en medio,
en Puigcerdá. Por lo demás seremos autosuficientes pues los refugios por los
que pasamos no nos vienen nada bien y hay que llevar material de acampada.
Llega el Jueves día 2 de Agosto
temprano, a las seis menos diez estamos recogiendo a Juan en su casa y a las
seis, puntuales como relojes suizos emprendemos viaje.
Bajamos hasta Binéfar, Alfarrás
hasta Balaguer en donde nos incorporamos a la carretera que sube de Lérida a
Andorra.
A la entrada de Seo de Urgel tenemos la oficina de turismo en la que
nos facilitan los horarios de autobuses entre Seo y Puigcerdá. Hay tres
posibilidades.
Luego vienen los 10 kilómetros hasta
entrar en el Principado de Andorra con algo más de circulación y con una
pequeña detención en la frontera y de allí para arriba colas y atascos. Andorra
parece ser que no ha cambiado demasiado a pesar de los notables esfuerzos para
mejorar el intenso tráfico en un valle absolutamente angosto y superpoblado.
Luego de La Masana llegamos a Arinsal.
Paramos en el pueblo pues lo imaginaba más plano y amplio según la
idea que me había hecho con el Google y tras comprobar los horarios de
autobuses nos vamos hacia la
Estación de Esquí de Arinsal, fin de la carretera e inicio de nuestro camino para el día
siguiente.
Comienzo de nuestra trevesía en Arinsal con la Ladera de Percanela.
Son las once de la mañana cuando
alcanzamos el aparcamiento más alto de la estación. Nos orientamos y buscamos
un lugar para comer tranquilamente, un lugar para que mis socios pasen la
tarde, buen sitio para plantar la tienda a la noche y, de paso, el GR 11.
Encontramos el GR 11. con bastantes
balizas rojiblancas y un buen lugar a la sombra y junto al Barranco de Coma
Pedrosa para comer y organizarlo todo.
Comemos al gusto como lo hacen los
reos la víspera del viaje al encuentro con la parca y con cierto nerviosismo
mezcla con prisa: a mí me queda una jornada complicada para la que necesitaré
todo el tiempo posible.
Hemos descargado todo lo que nos
hemos de llevar con nosotros y tras cargar lo que ha de quedarse en el coche me
despido y me voy para abajo con el coche.
La bajada hasta salir de San Julia
de Loira, aproximadamente 25
kilómetros , se me lleva una hora de reloj.
Relleno el depósito de gasolina un
poco más barata que en España y ya a buen ritmo me llego hasta Seo de Urgel y
sin entrar en el pueblo marcho hacia Puigcerdá.
Hay un poco de tráfico y la carretera
no es demasiado buena, así que, se lleva su tiempo hacer los 48 kilómetros que
hay. A pesar de ello a las dos y media entro en Puigcerdá, localizo las dos
plazas circulares y en una calle próxima, sin tráfico aunque es un poco
estrecha, aparco el coche. Allí se va a quedar justo en el inicio de la
carretera que lleva a Aje: el GR 11.
El autobús del mediodía sale a las
tres y cuarto pero a las tres menos diez ya estoy haciendo dedo en la carretera
a Seo de Urgel. No es la carretera de montaña con poco tráfico, ideal para hacer
autostop, pero que le vamos a hacer.
Pasa la hora del autobús y que si
quieres, no veré tal autobús y creo que debería pasar obligatoriamente por
aquí.
Cuando la cosa se está empezando a
complicar pues son ya las cuatro y diez me para un chileno que trabaja en algo
de estaciones de esquí y que va, ni más ni menos, hasta Andorra. ¡Toma ya! Me
deja cerca de la parada del autobús que va a La Masana.
Luego tomaré el autobús que va a Arinsal.
No tengo ganas de caminar media hora larga para arriba y finalmente a las siete
menos diez llega y diez me doposita en la última parada que es, ni más ni
menos, el último aparcamiento de la estación de Arinsal.
Mis socios sonríen cuando me ven
llegar. ¡Misión cumplida!
Rosa
se ha aburrido como una india guardando las mochilas mientras que Juan ha
bajado al pueblo para localizar cómo estaba el patatar de la continuación
Lo primero que hago es comprobar que
el GR 11. no va por el barranco, sigue una amplia pista. Me lo confirma un
grupo que baja de hacer el Pico Coma Pedrosa. El barranco coincide con la pista
poco más arriba.
Luego nos vamos al pequeño pic-nik y
mientras los socios preparan la cena yo me encargo de preparar el terreno con
la arena para plantar la tienda.
A las ocho cenamos tranquilamente
pues hace una tarde estupenda, casi calurosa para el lugar en el que nos
encontramos y no es consecuencia de otra cosa más que el cielo se ha encapotado
un poco. Para mañana dan un día regularcillo con bastante riesgo de lluvia pero
ahora nadie lo podría asegurar.
Sobre las nueve y aprovechando que
por la carretera solamente suben los ocupantes de un bloque de apartamentos y
no hay movida, plantamos la tienda, preparamos las mochilas y organizamos lo
que hemos de dejar escondido para no marchar mañana cargados con todo, ya que
hemos de volver a pasar por aquí.
Son casi las diez de la noche que
llega a toda pastilla cuando nos empiltramos. La noche será cálida y se hará
calor.
No hemos puesto despertador pero no
es necesario. A las seis y veinte, cuando ya se ve un poco nos levantamos al
día 3 de Agosto.
Juan y yo recogemos mientras Rosa
prepara el desayuno. Una vez desayunados, montamos las mochilas, ponemos dentro
de un saco de basura todo lo que no vamos a llevar y lo escondemos encima del
pic-nik.
Cuando volvemos para coger las
mochilas, son las siete, para iniciar la marcha se echa a llover. ¡Bueno!
Nos refugiamos bajo el alero de la
casa, nos sentamos en unos trozos de madero que hay por allí y nos disponemos a
esperar. El cielo que se ha puesto gris y uniforme en un santiamén nos regala
con una lluvia fina y pertinaz que promete un buen remojón para el caminante.
A
pesar de todo la lluvia resulta ser un tanto irregular y las nubes comienzan a
moverse lo que nos invita a aprovechar un momento en el que prácticamente cesa
de llover, nos ponemos las capas y nos echamos al camino. Son las ocho de la
mañana.
Hemos de transitar una pista en
principio por lo que podemos caminar aunque llueva y si llueve mucho nos
podemos quedar en el Refugio de Coma Pedrosa y darnos la vuelta desde allí sin
llegar a la Portela
de Baiau, pero todo eso ya se verá.
Llueve de camino de Coma Pedrosa.
El camino tras la primera vuelta de
la pista se orienta prácticamente en dirección oeste y asciende con cierta
consistencia en principio a través de un pinar algo mezclado. Enseguida el GR
11. se bifurca y nosotros dejamos la pista para irnos por camino balizado
próximos al barranco. La pista asciende hacia un rellano para hacer un circuito
de estanis y volver por el Refugio de Coma Pedrosa. Nosotros lo vamos a hacer
al revés.
El camino se arrellana un poco cruza
el barranco y continúa en ascenso por su orilla derecha. La lluvia no es muy
consistente pero a pesar de ventilar las capas nos humedecemos con el sudor.
Hierba de algodón debajo del Refugio de Coma Pedrosa.
Poco más arriba localizamos la Cascada de Coma Pedrosa y
adelantamos a una pareja de ingleses con los que charlamos un poco.
Pico de Port Vell promesa de un mejor día.
Dejamos a nuestra derecha la cascada
cuando ya el bosque está prácticamente desaparecido, pasamos de nuevo el
barranco y por su orilla izquierda ascendemos un resalte que nos conduce a un
collado herboso cuando el sol quiere aparecer por medio de los jirones de las
nubes entre la arista que une los picos Negro y Port Vell.
Llegando al Refugio de Coma Pedrosa.
El collado da acceso a un rellano
herboso que cuenta con una pequeña cabaña de pastores en la parte norte, lugar
por el que se va el camino. Nosotros giramos un poco al sudoeste y ascendemos
una corta ladera herbosa que nos deposita en el Refugio de Coma Pedrosa cuando
son las nueve de la mañana.
El refugio situado a 2260 metros de altitud
está guardado. Se trata de un refugio mediano que se ha debido de poner en
marcha para acoger al montañismo del Coma Pedrosa. Nos quitamos las capas y nos introducimos al comedor para secarnos
un poco, comer algo y ver qué pasa.
El comedor está fresquillo y la
gente deambula por allí indecisa. Yo me cambio de camisa aunque no espero que
con este ambiente se seque y nos sentamos a almorzar.
Se nos hacen las diez entre que
almorzamos, charlamos y nos informamos del circuito de los lagos. Nos dice uno
de los guardas que el tiempo se arregla de ahora en adelante confirmando las
previsiones que tenemos. Solamente nos advierte de las nieblas en altitud.
Camino a Port de Baiau desde el refugio.
Algunos salen del refugio pues ha
cesado la lluvia entre tanto y nosotros hacemos lo propio cuando son las diez
de la mañana, vamos detrás de una pareja que se encamina hacia la Portela de Baiau. Ni
siquiera echamos una mirada al Estany de las Truites que está junto al refugio.
Tenemos otros intereses.
Para retomar el camino a la Portela de Baiau hay que
progresar en horizontal a media ladera vestida de ericas y rododendros, en
dirección noroeste y avanzar hacia el valle por el que el camino asciende
suavemente.
Reencontramos el camino
perfectamente balizado y ascendemos medianamente pero de forma consistente
adentrándonos en un circo metamórfico de marcados colores oscuros. No llueve
pero las nieblas nos regalan un ambiente muy húmedo que a pesar de todo damos
por bueno.
El Rellano del Refugio de Coma Pedrosa.
Estany Negre Inferior de Coma Pedrosa.
Viramos con el camino al norte y
alcanzamos el lecho de un minúsculo estany que superamos por su orilla
izquierda y junto al barranco de alimentación que proviene de otro estany
superior.
Estany Negre bajo la Arista Sur de Baiau.
Se trata del Estany Negre de Coma Pedrosa situado a 2650 metros de altitud
que también se rodea por su orilla izquierda, lugar en el que parte el camino
al Pico de Coma Pedrosa.
Juan ha dejado la mochila y se ha
ido para arriba a pelear con las nieblas. Yo le digo a Rosa que no haga
tonterías y que prosiga, que podemos dar por bueno lo bueno. Juan volverá
enseguida pues no hacía nada entre las nieblas.
En la Portel de Baiau viento y nieblas.
Superada la cubeta lacustre un amplio corredor nacido en la cara sur del
Pico de Baiau nos permite ganar los últimos metros que nos depositan en la
infernal ventolera que sopla en la
Portela de Baiau situada a 2757 metros de altitud.
Son las doce menos cuarto.
El momento es infernal pero allí
abajo, al noroeste están los Estanis de Baiau y el refugio. La verdad es que
están relativamente cerca y la impresión es más favorable de la que sacamos
cuando hace dos años llegamos hasta el Refugio de Baiau.
Estanis y Refugio de Baiau.
Llega la pareja detrás de nosotros,
intercambiamos fotografías con más voluntad que apetencia, ellos se van hacia
Vall Ferrera y nosotros nos apartamos de la ferocidad del viento en el collado
recostándonos hacia la cara sur del Pico de Baiau.
En el mismo collado y hacia el norte
parte un camino que conduce a la Roca Entrevesada y, luego lo sabríamos, al
Circuito de los Estanis. Pero nosotros estamos en el límite inferior de las
nieblas y tenemos nuestras dudas.
Mientras me abrigo localizo un par
de citas y con ellas nos vamos hacia un collado que se adivina al nordeste.
Perdemos las citas en medio de una considerable pedrera metamórfica pero nos
alargamos hasta el collado que es una brecha con acceso relativamente fácil por
ambas vertientes.
Inicio del Corredor Este de Coma Pedrosa.
El descenso hacia el este es
bastante vertical pero está transitado. Así que, como nos lleva en dirección
aceptable, por allí nos bajamos aunque no haya señales del GR., lo que
evidencia que no estamos en la ruta de los estanis.
Se trata de un corredor rectilíneo
que se articula en tres tramos. El superior es muy vertical pero con camino
practicado a base de repetidas lazadas sobre inestable pedrera metamórfica. Nos
conduce a un gran rellano ocupado por una enorme pedrera que transitamos en
descenso diagonal hacia las paredes del lado derecho del corredor, guiados por
citas.
La Parte Superior del Corredor este de Coma Pedrosa.
El rellano conduce a una enorme rampa algo inclinada que se remata en
un espolón herboso del que nosotros salimos por la derecha del mismo: un embudo
herboso y muy tieso que se pone vertical en la parte final y que a través de un estrangulamiento
complicado por la humedad de una surgencia, nos deposita en el cono de
deyección del corredor también muy
inclinado que es la tercera parte y final del mismo.
Parte Inferior del Corredor Este de Coma Pedrosa.
En el rellano al que llegamos hay un pequeño refugio de pastores y es
el lugar al que llegan los paseantes del circuito de los lagos y no me
extrañaría que la mayoría desista de completarlo ya que la salida para arriba
es un paredón de mucho cuidado, de esos de los que hacen que te tiemblen las
patas.
El rellano bajo el Corredor Este de Coma Pedrosa.
El Collado Norte de Coma Pedrosa estará sobre los 2750 metros de altitud
y el refugio se encuentra sobre los 2200 metros . Allá arriba se han quedado las
nieblas y aquí abajo hace ahora un día espléndido de sol. Paramos a echar un
trago y comer un poco pues son las dos de la tarde.
Camino hacia los estanis desde el rellano.
Poco después continuamos con nuestro descenso e inmediatamente
alcanzamos la pista que sube desde Arinsal.
Cono de Deyección del Corredor Este de Coma Pedrosa.
Está muy poco transitada y en regular estado en su tramo superior pero
enseguida mejora para dar acceso a unas casetas de pastor y unos depósitos de
agua.
Pista hacia Arinsal.
La Cascada de Coma Pedrosa
Comemos frambuesas que están deliciosas y contemplamos el Barranco de
Coma Pedrosa con su cascada ahora libre de nieblas y a la cálida luz del sol de
la tarde
Cara Sur de Coma Pedrosa.
Ponemos a remojo los pies en el barranco, nos aseamos, bebemos y
comemos un poco y recomponemos las mochilas al sol y sombra del lugar y de la
tarde.
A las cinco menos cuarto nos
ponemos de nuevo en marcha carretera abajo para pasar bajo el túnel del
paranieves y alcanzar las casas más altas de Arinsal.
Contemplamos el tremendo impacto de la estructura de hormigón del
enorme complejo urbanístico que parece abandonado y sin futuro, a Dios gracias,
y localizadas las citas las seguimos para abandonar el pueblo por su parte sur
a través de una calle que es la carretera que asciende a una urbanización, el
Mas de Ribafeta, en la orilla derecha de un barranco seco.
Cuando la carretera cruza el barranco por última vez para irse de
llano hacia unos edificios en obras, el GR 11. se introduce en un empinado
camino que transita la orilla izquierda del barranco en fuerte ascenso.
Unos metros más arriba aparecen unas pequeñas fajas de terreno planas
y abandonadas para el cultivo y allí nos vamos a quedar para montar nuestro
campamento alrededor de los 1530
metros de altitud. Son las seis menos veinticinco y
estamos donde queríamos estar tras haber subido 1360 metros , bajado 1370 metros y recorrido
24,5 kilómetros
caminando efectivamente seis horas y diez minutos.
También puedes ver la Continuación.
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