En el Rellano de la Ingla.
Estany de Engolasteis, Bosque de Engolasters,
Riu Madriu, Estanis de la Illa ,
Coll de Vall Cibera, Cabaña dels Esparbers, Coll de Calm Colomer y Refugio de
Engorgs.
05-08-2006.
Tiempo efectivo 08:15 h.
Sol.
Fácil.
Travesía.
La
jornada se nos ha hecho un tanto larga.
Mpa de Engolasters a Esparbers procedente de Prames. Vía en amarillo.
Mapa de Esparbers a Engorgs procedente de Prames. Vía en amarillo.
La
noche resultará cómoda, larga, un poco ventosa y con la presencia de algunas
nieblas originadas de las aguas del embalse. Noches así se pueden firmar las
que sean.
Son casi las seis y media de la mañana cuando nos incorporamos al día
5 de Agosto. Con el proceso totalmente automatizado y las mochilas un poco más
ligeras, a las siete y diez nos echamos al camino
Tomamos la carretera asfaltada que sube de Les Escaldes y en la
primera vuelta la abandonamos para introducirnos en una pista que en casi
imperceptible ascenso va a recorrer un circuito de multiactividad. La verdad es
que se trata de un tramo de camino bonito, cuidado y ciertamente encantador a
través del cuidado Bosque de Engolasters.
Andorra de Vella de camino a Rio Madriu.
Vamos en dirección sur hasta el Coll Jovell y poco a poco viramos casi
al este para marchar primero en suave descenso hasta Ramió y luego continuar en
suave ascenso al encuentro del Rio Madriu siempre a través de un denso bosque
de pino negro.
Fontverd bajo el Collado de Vall Civera.
El camino se hace largo al encuentro del río y de la zona de refugios
pero no nos ofrece ninguna duda ya que, el GR. está perfecta y recientemente
marcado, lo que supone un evidente relajo.
El río asciende por el valle a nuestro encuentro y llevándolo a
nuestra derecha todavía hace más agradable el camino, sobre todo en los tramos
en los que coinciden.
Poco más adelante alcanzamos el Refugio de Fontverd situado a unos metros de la
orilla derecha del mismo. Se trata de un refugio sin guardar que este
impecablemente cuidado, con leña y herramientas para partirla. Una maravilla a
la medida de montañeros de nuestro estilo. No es de extrañar que haya gente que
ha pasado la noche en el mismo.
Rellano de Fontverd en el Rio Madriu.
Del Tosal de Vall Civera al Feixar.
Nos entretenemos contemplando unas preciosas nubes de viento en
altitud que nos regalan la vista con sus juegos y sus formas sobre un impecable
cielo azul.
Estany Inferior de la Borc.
Media hora después continuamos con el camino que nos va a dar una
buena vuelta en busca de la dirección nordeste al encuentro de los primeros
estanis.
Estany Gran de la Borc y Tosal de Vall Civera.
Pasamos junto a los Estanis de la Borc y empezamos a estar
mareados de tantas vueltas y revueltas del camino en una zona de pradera alpina
absolutamente irregular.
Estani Forcat de la Illa.
En estos casos solamente conozco un remedio y consiste en meter la
directa y tirar para adelante con todo y así lo voy a hacer en el siguiente
montón de vueltas. Al final alcanzamos el Estany Forcat y divisamos el Refugio
de La Illa con
gente alrededor y
con un aspecto deplorable de barracón viejo.
Parece ser que es zona de actividad
de grupos ya que un helicóptero ha evolucionado un par de veces por la zona y
hemos localizado a un grupo montando un campamento de peso y volumen y aquí en
el estany creo que hay otro.
Estany de la Illa y Cresta Gargantillar.
Prácticamente ni nos detenemos en el
refugio. Cojo agua de una goma al lado del mismo y ascendiendo unos metros nos
llegamos a la presa del Estany de Illa e iniciamos el rodeo por su orilla sur.
Son las doce y cuarto.
El estany cuenta con unas
proporciones considerables y no deja de
tener cierto encanto en un paraje bastante amplio; pero nosotros no estamos
para esas monsergas, la mañana se ha hecho larga y abreviamos. Enseguida
dejamos el estany a nuestra izquierda y nos alejamos del mismo en busca de un
amplio collado que aparece sobre el este.
Collado Alto de Vall Civera o de la Illa y el Pico Muga.
Dejamos Andorra y entramos en Lérida
y lo hacemos con fuerte descenso hacia el sudeste hasta que alcanzamos la
pradera alpina salpicada de pino negro y asistimos al nacimiento del barranco.
En las proximidades del mismo localizo un boleto edulis que nos llena de
contento.
Vell Civera hacia la Cabaña de Esparbers.
El descenso se alarga valle abajo
ahora en dirección este, a pesar de que localizamos el fondo de valle al que
nos dirigimos e imaginamos la continuación en la ladera opuesta como así será.
Finalmente el barranco se arrellana
recorriendo una pradera en forma de cubeta por su parte sur y enseguida, en la norte aparece la Cabaña dels Esparvers a 2068 metros de altitud
cuando es la una y media.
El refugio tiene un aspecto
absolutamente inmundo. Está tan deteriorado y tiene tan mala pinta que ni
siquiera nos acercamos para visitarlo.
Hacia el sur, el valle se
ahonda con el Riu de la Llosa , pero eso no es lo
nuestro. Nosotros remontamos un pequeño resalte que separa el rellano del
refugio de un valle orientado de norte a sur y tras cruzar el Rio Engait que
baja por el mismo y que permite paso hacia Francia nos paramos a remojar los pies y a comer.
A la sombra se hace fresco todavía y
al sol calor. El agua del río está que corta el hipo.
Recogemos y continuamos nuestro
camino con las orejas tiesas: hemos entrado en Cataluña y la señalización del
GR. deja bastante que desear sobre todo si se compara con Andorra.
Camino a la Portella de Calm Colomer.
El mapa nos indica que hemos de
proseguir en ascenso ahora y en dirección este para ganar la confluencia de la Sierra de la Esquella al norte con la
de Calm Colomer al sur. Creemos tener localizada la zona pero el camino no se
orienta hacia allí directamente sino que se va un tanto al nordeste ganando
altura sobre un terreno mezcla de bosque de pino negro con enebro rastrero y
rododendro sobre pradera alpina y las balizas del GR. desaparecen quizás
sustituidas por citas de piedras.
Tenemos que echar mano de nuestros
conocimientos de la montaña y de nuestra intuición para volver un tanto al este
en ascenso, pasar por un amplio rellano herboso repleto de vacuno y adivinar un
camino que atraviesa un espolón rocoso y nos permite introducirnos en el
barranco que conduce a nuestro collado. Una auténtica lección de rumberos
experimentados.
El corredor que baja directo hacia la Cabaña dels Esparbers
ofrece un camino rectilíneo pero se
hunde demasiado para atravesar el
Engait. Mas lo nuestro es para arriba por una pradera alpina que se va
poniendo de pié conforme nos acercamos al collado a la vez que le sale piedras.
Pero lo mejor de todo es que hemos recuperado un camino que traza frecuentes
lazadas en la pendiente y que se eleva sin pausa hasta los 2600 metros , lugar en
el que situamos la presencia del collado.
Pero no es así. Llegados a este
punto aparece ante nosotros un puerto de altura suavemente inclinado que hemos
de atravesar en dirección este en suave ascenso y sin perder las balizas que
hemos localizado pues el terreno es muy amplio.
Desde la Portella de Calm Colomer el Rio de la Llosa y Esparver.
Finalmente una enorme cita nos
orienta y con ella alcanzamos la
Portella de Calm Colomer o de Engorgs a 2700 metros de altitud.
Es la última subida del día pero ya está bien pues son las cuatro menos cuarto
de la tarde.
Vall Civera desde Calm Colomer.
Dejamos a nuestra espalda el tajo del día pues nuestros ojos se
derrumban para abajo atraídos por los estanis que salpican la Cubeta Lacustre de
Engorgs.
Estanis Altos de Engorgs desde la portella.
Estanyets de Engorgs, Roc Colom y Puigpedrós.
El camino se retuerce para pasar junto a los lagos más próximos al
collado y se orienta seguidamente para pasar junto a los Estanis Gemelos de
Engorgs entre enormes bloques de granito. Son una pareja de ibones
sencillamente encantadores que cuentan con unas aguas de una coloración
deliciosa.
Estanis Gemelos de Engorgs.
La Bresole y Roc Colom.
Quedan unos estanyets en la zona
norte del rellano pero no iremos a verlos, preferimos tomar una loma que se
orienta hacia el sudeste y nos conduce a las proximidades de otro estany un
poco más abajo en el que hay una manada de yeguas pastando y bebiendo.
Hacia atrás la Vertiente de Engorgs del Collado de Calm Colomer.
Estany Inferior de Engorgs cerca del refugio.
En el rellano herboso de este estany surge un barranco que se ahonda
en dirección este hasta alcanzar otro rellano más profundo en el que confluyen
las aguas de todos los estanis de la zona superior.
El refugio tiene que estar aquí, no
puede estar más lejos pero se oculta de nuestra vista hasta que alcanzamos el
rellano.
Son las cinco menos cuarto, estamos
a 2375 metros
de altitud y aquí está el Refugio de Engorgs y el fin de la jornada.
Llegamos al refugio y lo encontramos
absolutamente destartalado, renegrido,
abandonado y lleno de basura tanto dentro como en los alrededores. Lo
único que tiene decente es una litera doble de madera corrida que nos irá bien
para dormir y así no tener que montar la tienda.
Nos vamos al barranco a bañarnos y a
hacer la colada pues todavía queda tarde de sol y además el viento que corre
contribuirá a que se sequen las ropas más recias.
Hacemos la colada y seguidamente nos
damos un buen baño pues el agua no baja muy fría y nos secamos al sol mientras
nuestros castigados pies van aliviándose del día. Es nuestra tercera jornada
pero todos llevamos los pies bastante castigados y con algunas ampollas. Con
tanta piedra y tanto calor ya se sabe.
Retozamos tranquilamente sobre la
hierba y con la ropa escurrida y hechos unos brazos de mar nos volvemos al
refugio.
No hacen falta los comentarios, da mala gana en este país de vándalos
sin civilizar. Recogemos cosas que hay por la mesa y por la encimera hacemos
recuento e inventario de posibilidades, colocamos los sacos sobre las literas y
nos salimos al sol y al abrigo del viento que corre medio molesto a estas
horas.
Hemos abierto algunas ventanas y
protegido con algunos trozos de metacrilato para evitar demasiada entrada de
viento y pensamos que podemos cenar en la calle al sol utilizando las banquetas
metálicas que, evidentemente, no han
podido quemar.
Sobre las seis y media preparamos la
cena y comenzamos a cenar. Entonces llega un grupo de tres vascos con los que
charlaremos bastante y les daremos algunas ideas al respecto de lo que hemos
hecho nosotros ya, vienen en sentido contrario.
Pero la cena se estropea por el
viento que se ha hecho francamente frío y nos invita descaradamente a recoger
los bártulos, abrigarnos y meternos dentro del refugio.
Dentro continuamos la charla, el
trío cena y llega una pareja que también quiere saber. Han venido de Barcelona
a ver el anochecer en la montaña. ¡Será posible!
El refugio está frío a pesar del calor humano de ocho personas con la
puerta y las ventanas mal cerradas. Calentamos bien la leche y cuando van a ser
las nueve nos metemos en los sacos. Los demás lo harán poco después.
Calentitos dentro del saco
conversamos y nos introducimos en una noche propia de habitación múltiple de
refugio. La gente da vueltas y más vueltas hasta que se acomoda.
Entre tanto hago mentalmente arqueo
de la jornada en la que hemos subido 1652 metros , hemos
bajado 910 metros
y hemos caminado como poco 23 kilómetros en ocho horas y cuarto más las
paradas correspondientes que no han sido gran cosa.
Para ver más fotos.También puedes ver la Continuación.
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