Estanis de Carança.
Nuria,
Valle de Noufonts, Collado de Noufonts, Pic de Noucreus, Coma de Vaca,
Tirapits, Col de la Marana ,
Refugio de Ull de Ter, Setcases y Praderíos de Lliens.
09-08-2006.
Tiempo efectivo 09:20
h.
Sol.
Fácil.
3
p.
1
d.
Travesía.
Agua
en Nuria, en el refugio de Ull de Ter, en Setcases y en los Prados de Lliens.
Mapa de Nuria a Setcases procedente de Prames. Vía en amarillo.
Mapa de Setcases a Pla de Lliens procedente de Prames. Vía en amarillo.
El suelo está duro al ser de madera
pero se está caliente y a salvo de contingencias desagradables.
Son casi las seis y media de la
mañana y me levanto con prisas: sigo con una diarrea descomunal que no ha cortado el tanagel que tomé ayer
por lo que tendré que tomar más. El 9 de Agosto de 2006 empieza complicado.
A pesar de ello no me encuentro mal
pero ya veremos.
Camino en el valle de Noufonts y puente que no tomamos.
A las siete y diez dejamos todos juntos nuestro “hotel de noche”, los
vascos se van al bar a desayunar, van a otro ritmo que nosotros aunque vayan en
la misma dirección y a lo mismo, y nosotros salimos en dirección norte por el
camino balizado del Valle de Noufonts el orientado más al norte y que recorrió
Juan ayer, a pesar de que hay un puente sobre el Barranco de la Coma de Mulleres que indica
claramente tomarlo.
Seguimos balizas rojas y blancas en
suave ascenso por la orilla izquierda del barranco y alcanzamos el rellano
final del circo, lugar en el que podíamos haber acampado y de pronto se pierden
las balizas.
Las nieblas esperan que cambiemos al Valle de Noufonts.
El camino al norte se cierra en un
circo de paredes escarpadas en las que aparecen el Collado de Nuria al
noroeste, el Pico y el Collado de Eina al norte y la arista que baja del Pico
Noufonts al este.
Collado de Noufonts en su vertiente sudoeste.
Buscamos visualmente pero no
localizamos nada de nuestro interés por lo que viramos al este y ascendemos
hacia un par de collados suaves en la Arista Sur del Noufonts.
Arriba, cada uno por nuestro lado, tratamos de localizar balizas en
una ladera muy suave que es la orilla
derecha de un barranco intermedio y subsidiario del Barranco de Mulleres.
Parece el camino lógico hacia la arista y consecuentemente nos vamos
en dirección este y en suave ascenso para atravesar la pradera y localizar el
camino.
Atravesamos el barranco que baja del Coll de Noufonts y me voy en
horizontal al encuentro del camino que sube por la orilla izquierda del
barranco y que está balizado.
Poco más arriba nos reunimos y comentamos que este valle si habría
sido mejor para acampar pues, más amplio, ofrece muchos lugares al efecto.
El Valle de Noufonts y el collado de paso desde el Valle de Enia.
Una pedrera metamórfica en la que desde abajo hemos localizado el
camino nos conduce en fuerte ascenso al Collado de Noufonts a 2645 metros de altitud.
Nos hemos parado un poco antes de llegar para abrigarnos y cuando llegamos al
collado quiere entrar el sol pero lo que de verdad entra es un ventarrón de
esos que no te dejan claro si es más fuerte o frío. Las nieblas juguetean en la
cresta.
Ascendiendo hacia Noucreus.
Una mirada a la
Arista Este del Pico Noufonts de sencillo ascenso y nos
orientamos al este-sudeste para iniciar el ascenso de la Arista Oeste del Pico
Noucreus.
Nos cruzamos con un trío con perro que bajan y se van hacia el Noufonts
al trote mientras nosotros proseguimos hacia arriba por camino y contra el
viento que entra por todas partes.
La arista es rocosa y erguida aunque fácil y cuenta con un vivac de
fortuna en plena arista que se encuentra ocupado todavía ahora que van a ser las nueve de la mañana.
PIco de la Fosa del Gigante desde Noucreus.
Noufonts desde la Cima de Noucreus.
Enseguida alcanzamos la plana cima del Pico Noucreus situado a 2809 metros de altitud.
Hacemos alguna foto y en pleno vendaval he de cambiar la tarjeta de la cámara.
Luego proseguimos cresta adelante fundamentalmente en dirección este.
Collado de Carança.
Descendemos suavemente hasta el Collado de Noucreus situado a 27 85 metros de altitud para
subir también suavemente al Pico de la
Fosa del Gigante de 2805 metros de altura.
El viento nos zarandea pero la vista norte es espléndida sobre todo la Fosa del Gigante que nos
regala con el Estany Bleu y el Estany Noir que se continúan más al norte con
los Estanis de Caranca. La imagen desde el Coll de Caranca es sensacional a 2730 metros de altitud.
Al sur tenemos la Coma
de Mulleres que nos habría permitido subir directamente hasta aquí por el valle
en el que estaban trabajando las máquinas en la ampliación de la estación de
esquí, es la vía más al este de las tres que nacen en Nuria y nosotros nos
hemos ido por la norte. Me encuentro bastante bien y doy algunas vueltas para
hacer bonitas fotografías.
Ascendemos suavemente y en un
pequeño faldeo al abrigo del viento nos paramos a almorzar cuando son las diez
de la mañana.
Yo sigo con mi miedo y mi agua de limón que los socios no quieren
compartir, no vaya a ser que lo mío sea contagioso.
La Coma de Freser.
Media hora después, nos hemos puesto crema protectora pues el sol
conjuntamente con el viento pueden hace estragos en nuestra piel, continuamos
adelante hacia el este por un camino que
conduce a la Coma
de Vaca y el Pico de Vaca a 2824
metros de altitud y desciende suavemente hasta el Coll
de Tirapits situado a 2791
metros de altitud y adornado de una profusión inusitada
de cruces conmemorativas, piolets, placas y zarandajas similares.
Otra imagen de los Estanis de Carança.
Picos de Freser y Bastiments.
A nuestra izquierda aparecen El Pico del Infierno, el Pico Freser y se
empieza a perfilar el Bastiments, a nuestra derecha y hacia el hondo la Coma de Vaca y se empieza a
ver la Coma de
Freser. Pero antes hemos de iniciar un fuerte descenso primero por un anchísimo
camino y luego a través del circo de la Feixa Llarga en la que encontraremos gente y un
refugio en pésimo estado con radioteléfono.
En el praderío del rellano hay ganado vacuno y algún sarrio que
comparte majada pero la estampa más deliciosa es la de un ternero recién nacido
al que su madre lo ha puesto en un terreno un tanto delicado para él y que
falto de fuerzas se cae una y otra vez e incluso rueda para abajo totalmente
desvencijado. Le va a costar sudores salir de allí.
Col de la Marrana y Gra de Fajol de Dalt.
Cruzamos el recién nacido Río Freser e iniciamos un suave ascenso que
nos conducirá enseguida al amplio Coll de la Marrana a 2520 metros de altitud
copado de caminantes y turistas que han venido hasta aquí para fotografiar el
Bastiments, un pico emblemático para los catalanes
La Sudeste de Bastimets desde el Col de la Marrana.
Tenemos al sudeste la pirámide esbelta del Gra de Fajol y al noroeste
la enorme mole del Bastiments y al este, discreto y oscuro se perfila el
Canigó.
En el Col de la Marrana con el Canigó.
Son las once y media pasadas y hacemos fotos como los demás.
¿De dónde sale tanta gente? Pues muy sencillo, debajo de nosotros está
la Estación
de Esquí de Valter 2000. La carretera sube como poco hasta los 2000 metros , un poco
más arriba está el Refugio de Ull de Ter y de aquí al Coll de la Marrana hay un repechillo
de nada.
Canigó mientras bajamos a Ull de Ter.
Nosotros nos vamos para abajo y enseguida alcanzamos una de las pistas
de esquí que pasa enseguida por el Refugio de Ull de Ter situado a 2200 metros de altitud.
En el refugio de Ull de Ter.
Se trata de un amplio refugio guardado que tiene concurrencia a estas
horas. Ni siquiera le echamos un vistazo. Proseguimos para abajo por la orilla
izquierda del barranco, sorprendidos por
la presencia de una pista por la orilla derecha del mismo que no tiene arrastre
propio. El tema se soluciona enseguida: la pista cruza artificialmente el barranco y se baja
hasta un pequeño estacionamiento de la estación desde el que se puede remontar
con una silla.
Hasta allí nos llegamos tras tocar un par de veces la sinuosa
carretera que asciende hasta un enorme aparcamiento superior desde el que salen
la mayoría de los remontes mecánicos.
Es la una menos cuarto y junto al barranco nos detenemos. Es pronto
para comer pero yo al menos tengo ganas de remojarme los pies y descansar un
poco.
El agua del barranco baja congelada, la noche ha sido fría sin
paliativos. Los pies en el agua duelen enseguida pero a cambio se descansan un
montón. Al sol se está de cine protegidos del viento.
Comemos luego tranquilamente y
sobre las dos nos ponemos en marcha de nuevo por la carretera hacia abajo, nos
espera Setcases.
En algún momento hemos dejado las balizas porque no las volvemos a
ver. Sabemos que el camino tiene que ir por la izquierda del río pero no
precisamente por la carretera que es por donde vamos con la esperanza de que en
algún momento aparezca el camino pero no va a ser así.
La carretera desciende a media ladera por la orilla izquierda del río
pero enseguida se queda colgada pues el río se ahonda y no nos queda otro
remedio que proseguir por ella hacia abajo ya que no encontramos ningún camino
que baje al río.
La carretera, como todas se hace larga y aburrida. Da un par de lazadas
fuertes y vuelve hacia el sudoeste hasta que alcanza la orilla del río.
Entonces volvemos a encontrar las balizas y con ellas, prácticamente de llano
contemplando algún que otro chalet encantador, una horrorosa cantera abandonada
y unos prados jugosos como pocos llegamos a Setcases cuando son las cuatro y
cuarto. Estamos a 1265
metros de altitud.
Setcases es ahora “Seticientescases” es lo que se lleva en estos
tiempos. Me quedo en la fuente del pueblo mientras mis socios se van de
compras. Charlo con un abuelo y espero.
Cuando los socios llegan les pongo al corriente de mis averiguaciones
y como ya teníamos calculado cogemos un poco de agua y nos ponemos en marcha de
nuevo.
Son las cinco. Cruzamos el pueblo, alcanzamos de nuevo la carretera y
el puente por el que pasamos a la orilla derecha del Freser. Para tomar un
camino que se interna en la
Vall Hobre elevándose sobre la orilla izquierda del barranco.
Setcases desde la subida a Pla de Lliens.
El camino que es una pista asciende fuertemente y nos mete en sudores
enseguida. El sol pega en la espalda machaconamente y los pantalones se pegan
en las piernas como pocas veces se nota así. Subimos con la idea de que
enseguida encontraremos algo para poder acampar con agua pero no va a ser así.
El valle es bastante angosto y la ladera izquierda muy erguida. De
esta manera no es fácil encontrar rellanos.
Algo arriba encontramos unas pequeñas praderas inclinadas y perdemos
las balizas. No nos quedará más remedio que proseguir hasta el Pla de Lliens
que allí si habrá llano y agua.
Desde el Bosque de Lliens los Gra de Fajol.
Seguimos un camino y otro, pasamos algún barranco con agua de dudosa
cualidad pues hay bastante ganado y el Pla que no aparece.
Ascendemos un poco de frente dejando los caminos que llevábamos y tampoco no localizamos ningún llano.
Finalmente optamos por recuperar el camino que traíamos finalmente y volver
sobre nuestros pasos hasta recuperar las balizas.
Lo hacemos en los pradillos inclinados. El camino se iba para arriba
en lugar de seguir en horizontal.
Poco más arriba localizo una surgencia, echamos un trago y rellenamos
todo por si encontramos algún lugar para acampar sin agua.
Ultimo campamento bajo Pla de Lliens.
Así es pues enseguida llegamos aun pequeño rellano despejado de
arbolado en medio del vestido pinar y allí nos vamos a quedar. Son las siete de
la tarde y estamos sobre los 1700 metros de altitud. No es el Pla de Lliens
pero estamos muy cerca.
Montamos la tienda mientras Rosa prepara la cena que incluye como
aperitivo un boleto edulis que he encontrado.
Cenamos a las ocho menos cuarto sobre unas piedras junto a la tienda
mientras va cayendo la tarde. Rosa ha hecho una ensalada de tomate con bonito
y, consecuentemente, no nos sabemos terminar las sardinas. Yo no como demasiado
y Juan y Rosa no pueden con todo.
A las nueve menos cuarto me meto en el saco. Quiero descansar pues
mañana hay que acabar la travesía y hoy bajando a Setcases he comprobado que la
diarrea sigue por todo lo alto.
El día ha sido más que interesante y no me ha ido mal para haber
subido 1689 metros ,
haber bajado 1926 metros
y caminado una distancia aproximada de 24,5 kilómetros ,
cloro que, hemos empleado en ello nueve horas y veinte minutos efectivos de
camino.
Mis socios se empiltran y la conversación es más bien breve. La noche
está buena, las mochilas ahorcadas en las ramas de un viejo pino y el forro
polar en mis caderas unido al mullido de la hierba serán el bálsamo adecuado
para curar todas las heridas del día.
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