La Aguja Sudoeste de la Cerbillona.
San Nicolás de Bujaruelo,
Cabaña Labaza, Barranco Musárez, Corredor de la Monkowa , Arista sudoeste
de la Cerbillona. Vuelta
al Pico de la Cerbillona.
10 y 11-07-2009.
Salida 16 h. Llegada10 h.
Sol.
Algo difícil.
Juan Castejón y Mariano Javierre.
Mapa de Vignemale procedente de Prames. Vía en amarillo.
Dice
algún refrán algo así como que “El que la sigue, la mata”. Hay otro que dice
que “A la tercera va la vencida”. Los dos se van a cumplir. Hay refranes para
todos los gustos y situaciones.
Es
el 10 de Julio de 2009. Estamos en San Nicolás de Bujaruelo a 1300 metros de altitud
y son las cuatro de la tarde cuando atravesamos el puente y tomamos el camino
que recorre el Valle por su orilla izquierda, primero en dirección noroeste
para ir girando paulatinamente hacia el norte. El Valle del Ara es muy largo.
La
tarde está soleada y calurosa y enseguida alcanzamos la pista y con ella nos
vamos hacia arriba en suave y sombreado ascenso.
Desde la Cabaña de Ordiso el orredor de La Moskowa.
Pasamos
el Estrangulamiento del Burguil y poco después alcanzamos la Cabaña de Ordiso a 1600 metros de altitud cuando son las cinco de
la tarde, con lo que cambiamos la pista por el camino que prosigue valle
arriba.
El
camino, suavemente ondulado, nos enseña el Corredor de la Moskowa , atraviesa sucesivos barrancos laterales que
bajan de la arista sudeste del Macizo de Vignemale y tras pasar otro
estrangulamiento con camino defendido para los animales se adentra en la amplia
majada de Labaza.
Subimos
a ritmo y a las seis alcanzamos la
Cabaña de Labaza situada a 1800 metros de altitud.
Barranco Musárez desde la Cabaña de Labaza.
Pasada
la cabaña y en el desagüe del Barranco Musárez, abandonamos el camino del fondo
del valle y nos incorporamos al paredón que nace en las Placas de Labaza que
arrancan de entre los Picos Central y Monferrat.
El
paretazo tiene 1400
metros y sube
como un tiro. En 2005 lo hicimos de tacada pero en esta ocasión, en lugar de
pasar la noche en la Cabaña
de Labaza, que no está mal ofreciendo cubierto, nos vamos a subir a vivaquear a
la altura del primer rellano.
Echamos
un buen trago de agua y, por esta vez, tomamos el camino que se inicia un pelín alejado del barranco,
transitando siempre por su orilla derecha
Se trata de una subida
consistente que el camino va escalonando para hacerla llevadera y transita
praderío poco comido por animales entre afloraciones metamórficas oscuras y
pedrerillas de materiales descompuestos.
Poco
después se aproxima al barranco cuando ya vamos buscando lugar para vivaquear,
pero no es fácil. Nos encontramos bajo el paretazo en el que se encuentra la
principal surgencia del Barranco Musárez, al noroeste no hay nada medio llano,
al sudeste el barranco está muy accidentado y sabemos que por arriba la pradera
va dejando paso al mármol desnudo y las posibilidades favorables disminuyen.
Decidimos
subir la pared en dirección este, sin alejarnos demasiado del agua.
En
la cabecera del resalte, un inclinado rellano se remansa brevísimamente y nos
ofrece el único lugar decente de vivac que veremos en toda la pared.
Estamos
a 2300 metros
de altitud, donde proyectábamos y son las siete y cuarto.
No
tenemos que bajar a por agua a la surgencia sino que tenemos un torrentillo del
nevero próximo al barranco de la parte este y también la hay de la escorrentía
del amplio nevero de la zona oeste próximas al emplazamiento del vivac.
Nuestro vivac.
Hacemos
el vivac con piedras de los alrededores puesto que puede correr algo de viento
es este lugar, cenamos y pasadas las nueve nos metemos en los sacos. Vamos a
contemplar como el sol acaricia la parte superior de las Placas de Labaza para
abandonarlas sobre las diez menos cuarto.
La
noche resultará muy cómoda sobre la mullida y crecida hierva del rellanito.
Sopla una tenue brisa del norte que a media noche ha de girar al sur, la
temperatura baja a causa de la altitud y de las neveras que tenemos en los
alrededores pero no la estropearán. Será clemente con los vivaqueadotes.
A
las seis y cuarto de la mañana amanecemos al 11 de Julio día de las Agujas. A
mi chica le ha tocado la China
y ella se las va a perder.
Recogemos,
desayunamos, dejamos protegido el material de vivac y a las siete menos cuarto
iniciamos la marcha continuando el ascenso de la tarde anterior.
Derivamos
un tanto hacia la zona noroeste de la pared ya que todo es parecido. Ascendemos
un par de pequeños escalones que intercalan pequeñas zonas erguidas con rellanitos
muy inclinados y vestidos de praderío que cada vez se hace más escaso a la vez
que las pedreras y las afloraciones metamórficas se hacen más continuas y
enseguida nos introducimos en el resalte que conduce al rellano bajo las Placas
de Labaza.
Placas de Labaza desde el Rellano bajo el Corredor de la Moskowa.
Subimos
a todo trapo, ritmo de 600
metros por hora y enseguida estamos poniéndonos los
crampones, no merece la pena pelear con las pedreras ya limpias de nieve.
Estamos sobre los 2750
metros de altitud.
Vía en el Corredor de la Moskowa.
En
el rellano, de importantes proporciones, giramos al noroeste y nevero arriba
nos vamos en dirección al estrangulamiento del Corredor de la Moskowa. La nieve está dura,
divina para los crampones.
Hacia el Estrangulamiento del Corredor de la Moskowa.
Comenzamos
con una pala muy suave que paulatinamente se va levantando hasta alcanzar los
40º de inclinación en las proximidades del estrangulamiento bajo el que
aparecen grietas. A medio estrangulamiento la pendiente se acentúa
ligeramente pero no son más que unos
pocos metros, puesto que, enseguida giramos un tanto al oeste en busca de la
brecha a la que está llegando el sol.
El sol en la Brecha de la Arista Sur de la Cerbillona.
Bajo
el corredor que conduce a la brecha, encontramos mucha menos nieve que en 2005,
nos quitamos los crampones y los enmochilamos con los piolets por si acá.
De
los dos corredores paralelos, ascendemos fácilmente el corredor situado al norte,
que vestido de buena roca nos deposita en la Arista Sur de la Cerbillona.
Aguja Sudoeste de la Cerbillona desde la Arista Sur.
Estamos
sobre los 3000 metros
de altitud, reconocemos el lugar y divisamos la Aguja Sudoeste de la Cerbillona que es a
donde vamos pero el tránsito hacia la misma en horizontal parece complicadísimo
en un terreno descompuesto y muy erguido en el que hay que atravesar al menos
tres barrancos.
Tomamos
la arista en dirección norte, es bastante plana, medianamente aérea y está
bastante limpia de basura y enseguida nos incorporamos a la pared sur en el que
unos, medianamente transitados caminillos, se van orientando hacia el Collado
de Lady Lyster.
La
pared metamórfica algo inclinada muy descompuesta permite subir casi por
cualquier parte pero tratamos de conservar el camino por comodidad a pesar de
que no derivamos hacia el collado.
Crestón de mármol blanco.
Lo
que hacemos es aproximarnos a la arista sudoeste en un camino directo a la cima
de la Cerbillona
y ya, puestos aquí alcanzamos la arista en un crestón de mármol blanco
fácilmente apreciable en medio de la cresta ocre oscuro.
No
es preciso ir más arriba. Dejamos las mochilas sobre los 3200 metros y divisada
la aguja nos vamos para abajo.
El
descenso trascurre en una ladera inclinada que nace en la cima y que se va
convirtiendo en corredor. Por el fondo del mismo se van alternando tramos
cortos de pedrera que se puede resbalar con otros más pestosos
rellenos de pedreguilla sobre placas consistentes que afloran.
A
la izquierda del corredor está la arista que a pesar de estar muy descompuesta
ofrece mejores materiales que los laterales del corredor. Nosotros estamos aquí
y arista abajo nos vamos. El destrepe es entretenido, hay que tener cuidado,
los apoyos de manos son continuos pero descendemos con cierta seguridad.
La Aguja Sudoeste de la Cerbillona visible desde arriba.
El
primer tramo bajo el crestón claro está medianamente descompuesto pero se
transita bien Es una mezcla de materiales ocres que cuartean medianamente
con mármoles claros que se astillan bastante.
Luego aparece una brecha cuyo
descenso se faldea fácilmente y se
prosigue con una arista bastante inclinada y conformada de materiales ocres.
Seguidamente
la cresta se quiebra un poco y nos
bajamos de la misma para descender unos metros por el corredor que se ha
estrechado bastante y enseguida se llena de nieve por lo que lo abandonamos
volviendo de nuevo a la arista.
La
aguja, cada vez más próxima es una
protuberancia significativa de la arista que estamos destrepando, se defiende
con un par de dientes que hay que se solventan con cuidado para alcanzar el
collado al que también se incorpora el corredor.
Trepada tras el descenso de la arista.
La
aguja que a la luz del sol clarea debido
a su composición fundamental de mármol, tiene una no demasiado marcada
arista orientada al norte pero en su
parte oeste ofrece una erguida rampa que se puede trepar un poco por cualquier
parte pues no es difícil. Nosotros empezamos junto a la arista y derivamos un
tanto al centro de la rampa alcanzando fácilmente la cima de la Aguja Sudoeste de la Cerbillona a 3051 metros de altitud.
Son las nueve y media.
En la Cima de la Aguja Sudoeste de la Cerbillona con el sol.
Llegamos
a la cima con el sol. Desde la parte este, pues es una cima ligeramente
alargada vemos la Arista
sur de la Cerbillona
con la brecha de salida del Corredor de la Moskowa y detrás oscuros Tapou y Millieu. Además
comprobamos similares dificultades para la travesía horizontal. Desde el oeste
se ve bastante perfilada la
Arista oeste del Clot de la Hount. Incluso se ve una aguja que
podría ser la Inferior
pero posiblemente no sea más que imaginaciones. La Rivera de Panticosa está
espléndida.
Tapou y Milieu tras la Sur de la Cerbillona.
La vía en la Arista Sudoeste de la Cerbillona.
Hacemos
fotos y tomamos la decisión de volver trepando la arista sin problemas puesto
que no ofrece ninguna dificultad especial: solamente requiere cuidado, tener
siempre al menos tres apoyos y no cargar demasiado en ninguno.
Detalle desde el collado de la Aguja Sudoeste de la Cerbillona.
El
descenso al collado no tiene ninguna historia más que un pequeño corte en una
yema de un dedo, estas piedras cortan como navajas.
Luego,
el resto del ascenso lo hacemos prácticamente a toda cresta, a ritmo y con la
suave caricia de una fresca brisa que casi enfría las manos.
Collado de Lady Lister, Central y Monferrat desde la Sudoeste de la Cerbillona.
Son
las diez cuando alcanzamos las mochilas que hemos dejado en el crestón claro y
buscamos un lugar abrigado y al sol para almorzar un poco.
La Aguja de la Cerbillona desde la Cima del Pico de la Cerbillona.
Con
un cuarto de hora tenemos suficiente. Diez minutos después siguiendo un
caminillo trazado en la arista alcanzamos la Cima de la Cerbillona a 3247 metros de altitud.
Son las diez y media y desde la cima hacemos una complicada foto de la pared
hasta la Aguja Sudoeste
de la Cerbillona
de la que venimos.
Para ver más fotos.
También puedes ver la Continuación.
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