Lezat desde el Collado Inferior de Literola.
Barranco Literola, Ibones de
Literola, Collado Inferior de Literola y cara oeste. Descenso al Refugio del
Portillón.
18-07-2009.
Salida 07 h. Llegada 13 h.
Sol.
Poco difícil.
Ascensión.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Lezat procedente de Prames. Vía en amarillo.
Gotea
en Senarta y ni siquiera plantamos la tienda. Cenamos un poco, mi chica se mete
en el coche y nosotros dos extendemos esterillas y sacos en la terraza del
edificio de la entrada al plan y nos ponemos horizontales. Hemos hecho el viaje
al finalizar la tarde para no tener que darnos un madrugón.
Alguien
que llega después dice algo así como que quiere nevusquear. La cota de nieve
está a 2200 metros
de altitud.
El
18 de Julio de 2009 amanece despejado y fresco. Son las seis y diez cuando movemos.
A las cinco el primer autobús trata de asesinar nuestro sueño pero subsistimos
en una noche algo ventosa pero ciertamente más cómoda de lo esperado.
Recogemos,
desayunamos y nos vamos para arriba con el coche. Pasado el Puente de Literota
aparcamos junto a la carretera, cogemos las mochilas y tomamos el camino que se
va a introducir en el Valle de Literota.
Estamos
a 1580 metros
de altitud y son las siete de la mañana.
El
camino, muy transitado se eleva en dirección oeste por entre el bosque mixto
asentado sobre pedrera granito-metamórfica y enseguida, superada la estrecha
franja boscosa, sale a la pradera alpina de la Pleta Inferior de
Literota lugar al que ha bajado para pasar la noche una nutrida cabaña de
ovino.
Nos
acercamos con el camino al Barranco de Literola a la vez que contemplamos a
nuestras espaldas el recién nevado cresterío de la Tuca de Campamento y el Circo
de Alba: se ha cumplido el pronóstico meteorológico.
Pero
la mañana no está fría, nosotros procuramos no enfriarnos y poco después, ya
casi en el barranco, avistamos la cabaña del Forcallo.
Hay
viento en altitud que zarandea furiosamente la nubosidad, como incierta promesa
de un buen día. No hemos madrugado demasiado pero como llevamos muy buena hora
para la jornada prevista, salvo complicaciones extremas, cruzamos el barranco y nos acercamos a la
cabaña.
Volvemos
tranquilamente al camino escapando de la llegada del sol y proseguimos praderío
arriba por un camino que transita la orilla izquierda del barranco, pasa junto
a la Cascada Inferior
de Literola y enseguida se arrima a la fastuosa charca en la que se remansa la Cascada Superior.
El Perdigueret nos vigila dulcemente iluminado mientras que su padre, el
Perdiguero viste una ligera capa plateada.
Comenzamos
a pisar nieve reciente que resiste a la sombra de la mañana pues ha helado.
Progresamos en ascenso un poco más consistente, en dirección noroeste y
enseguida alcanzamos el emplazamiento del Ibonet de Literola a 2475 metros de altitud.
Llegando a Literola.
Viramos
casi al norte y alejándonos del lecho del barranco ganamos altura en una ladera
ya más pendiente, en la que va desapareciendo las implantaciones de pratenses
sustituidas por el granito en el que se intercalan neveros residuales que
tratamos de soslayar por prudencia: la nieve está medio medio.
La
llegada al Ibón Blanco de Literola se nos alarga un pelín con los rodeos que
vamos dando pero es que lo alcanzamos unos metros por encima de la altura del
desagüe y eso está sobre los 2775 metros de altitud. Van a ser las diez de
la mañana cuando el sol que nos acaricia suavemente la espalda no ha podido
todavía con la nieve caída en la noche, aunque esto no suponga ninguna
dificultad.
Ibón Blanco de Literola, arista del mismo nombre y Crabioules..
No
bajamos a la orilla del ibón por tratar de mantener la altitud lo que se va a
convertir en un claro error y, consecuentemente, el tránsito por la parte
izquierda del mismo resulta tedioso, incómodo y se termina por hacerse eterno
en un estéril sube y baja del que salimos ya en dirección noroeste apuntando
hacia el Collado Inferior de Literola.
Remontamos
suavemente y alcanzamos el todavía relleno de nieve Ibonet Alto de Literola en
el que atravesamos un par de grietas que anuncian la no, lejana en el tiempo,
conversión en agua.
En busca del Collado Inferior de Literola.
Avanzamos
sobre la morrena lateral derecha del circo y a una altura prudencial, al
resguardo del viento racheado que ventisquea sobre el Collado Inferior de
Literola nos sentamos a almorzar: son las once menos diez y estamos a 2800 metros de altitud.
Veinte
minutos después continuamos nuestro ascenso con los piolets en la mano y la
intención de no ponernos, a ser posible, los crampones.
La
suave pendiente del nevero, la poca nieve recién caída y el sol que incide
directamente sobre la nieve hace un buen rato nos permiten superar la mayor parte del corredor en el que ascendemos
por su parte derecha en busca de unas afloraciones rocosas.
Ascendemos
por la roca unos cuantos metros más de forma que no tenemos que tocar la parte
más erguida del nevero y alcanzamos el Collado Inferior de Literola situado a 2983 metros de altitud.
Son las once y media y el plato más fuerte de la jornada ha sido consumido.
En
el collado hacemos fotos hacia ambas vertientes y creemos advertir que el día
ha cambiado: un rabioso cielo azul nos rodea y no hace prácticamente viento en
este collado, ¡no puede ser!
Fotografiamos
a Mami con Punta Mamy pero la vista y los pies se nos van hacia la Sur del Lezat que luce desde aquí sencillamente espléndida.
Descendemos
en dirección oeste-sudoeste un par de neveros residuales que ocupan
parcialmente el fondo del barranco en busca del rellano de la ladera derecha
del mismo, orientados por el corredor que conecta la pedrera inferior con la
terraza intermedia.
Perderemos
alrededor de 200 metros
de desnivel, soltamos las mochilas en unos bloques graníticos y con un piolet
en la mano, pues no sabemos a ciencia cierta cómo estará el nevero bajo el
corredor superior que hemos de franquear, nos vamos para arriba. Son las doce y
veinte pues nos lo hemos tomado con calma para que se limpie un poco la pared.
Resalte entre la pedrera Inferior y la Superior.
Enseguida
alcanzamos las citas que conducen al corredor inferior pero nosotros
describimos una travesía en diagonal ascendente en dirección noroeste al
encuentro de la entrada del corredor.
Un
amplio corredor, bastante tumbado, perfectamente escalonado y vestido con un
excelente granito permite ascender, en dirección nordeste, con algún apoyo de
manos, los alrededor de 50 metros que nos
depositan en el embudo terroso de la cabecera del mismo y nos introduce en la
terraza intermedia: una pedrera granítica, medianamente inclinada que hemos de
atravesar.
Corredor Oeste a la Arista de Lezat.
La
travesía de la pedrera se hace de oeste a este orientados por el corredor que
sirve de desagüe a las cuatro canales de la cabecera del mismo.
El
año pasado había más nieve y tuvimos que atravesar el nevero, este año se puede
faldear. Dejamos el piolet y nos vamos directamente hacia el corredor situado
más al noroeste, el año pasado caímos en la trampa que nos afrecía la amplitud
escalonada de pratenses del corredor sudeste.
Corredor arriba.
Ascendemos
un lomo morrénico algo descompuesto en busca de la entrada del corredor y sin
más nos vamos para arriba.
El
corredor es amplio, bastante sostenido, tiene algo de basura, no mucha y se
sube bien con apoyos continuos de manos. No tiene prácticamente ningún paso
obligado, puedes progresar eligiendo y
en ningún momento te presiona mentalmente, ni siquiera algún tramo húmedo y con
restos de nieve supone dificultad alguna.
En la Arista Este de Lezat.
De
forma relajada ascendemos sus alrededor de 150 metros de desnivel
girando ligeramente hacia su parte derecha próximos a la salida a la arista.
Tomamos
hacia el nor-nordeste la arista, vestida de grandes bloques de granito
medianamente recubierto de líquenes oscuros y poco inclinada que es fácil y
corta. Enseguida se arrellana, amplía y
suavemente nos conduce a la plana y alargada cima del Pico Lezat situada
a 3107 metros
de altitud. Es la una y veinte del mediodía.
La discreta Arista de Lezat y Crabioules.
Lac de Portillón.
¿Por
qué no faldeamos desde la Cuarta Aguja
de Lezat si vimos claramente las citas?
De Guías a Gourdon por detrás de la Tusse de Mont Arque.
Gourdon, Espijeoles y Belloc.
Espingo y Oo.
Hacemos
fotos en un día celestialmente espléndido, recordamos pasados acontecimientos
en Crabioules, Maupás y Perdiguero. Debajo, a nuestro pies los Lacs de Oo y
Espingo. En la distancia asoma
tímidamente Vignemale entre una corona
de lugares conocidos pero nuestra vista porfía entre el Gran Quayrat, aquí
mismo al norte y el Jean Arlaud telonero y retador allá al oeste.
En el Corredor Oeste de Lezat.
Las
nieblas andan por el fondo de los valles. Estamos un rato en la cima y tal como
hemos subido nos vamos para abajo deshaciendo idéntico camino y con la misma
dificultad.
Parte Superior del Corredor Directo a Lezat.
Parte Inferior del Corredor Oreste Directo a Lezat.
A
las dos y media llagamos a las mochilas, nos acercamos a una surgencia próxima
y picoteamos un poco con tranquilidad, la jornada está prácticamente liquidada.
Los cuatro corredores de la Oeste de Lezat.
Media
hora de suave descenso por camino conocido en el que recordamos múltiples
detalles del pasado año nos aproximan a la Presa del Lac del Portillón que está
prácticamente sin cubitos. Comentamos las dificultades de este caminillo en
invierno, pasamos por la parte superior de la pared y llegamos al Refugio del
Portillón o Jean Arlaud situado a 2571 metros de altitud cuando son las cuatro
menos cuarto de la tarde.
Collado Inferior de Literola desde el Lac del Portillon.
Tenemos
reservada la “Suite Crabioules” y disponemos de una enorme tarde para
recuperarnos de los 1710
metros subidos y
de los 719 metros
bajados, contemplar los tímidos juegos de las nieblas pugnando por dormir
también junto al refugio, cenar copiosamente y liquidar una jornada por la vía
horizontal cuando ni siquiera se han terminado de acostar las gallinas. Ni
siquiera son las nueve.
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